DE niña me gustan los hombre mayores
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por glenda32.
De niña crecí en el campo a unos cuantos kilómetros de Loma Plata, mi papá y mis hermanos trabajaban cuidando animales, y mi mamá cocinaba para el dueño del campo que era un hombre solo y viudo, que nos daba trabajo techo y comida. Un día, cuando yo tenía 8 años vi al viejo en la cocina con mi mamita, la tenia ehada de espalda en la mesa y le daba duro, el viejo era un hombre panzón, de piel colorada de 1,75m y era fuerte. Al verme mi mamita me echo, cuando termino, salió a buscarme y entra lagrimas me pidió que no le cuente a nadie y menos a papá, que si yo hablaba nos quedaríamos en calle sin nada y eso no debía pasar.
Al poco tiempo el viejo me comenzó a sonreír de una manera rara, y cuando pasaba por su lado me pellizcaba mis tetitas o mis nalguitas y me decía que quería jugar conmigo. Un día el viejo estaba en la sala de la casa y yo llegaba de llevarles la comida a mi papá y a mis hermanos y me dijo que me acercara, me sentó en su pierna y me dijo que me enseñaría lo que él le hacía a mi mami, comenzó a mover su pierna y a frotar mi almejita. Eso fue increíble, mi primer orgasmo. Esto es un jugo me dijo, y si quieres puedo enseñarte otros más ricos. Me bajo de su pierna y colorada me fui corriendo de la sala. Pasaron unos días y los juegos con el viejo me iban gustando más, me frotaba con sus dedos o me chupaba mi almejita, eso era cuando mami lavaba ropa, ya que lo hacia fuera de la casa, pero nunca me penetro hasta que cumplí los 12 años, eso día me regalo un peluche que trajo del pueblo, y me dijo que me preparara el culito, que mandaría a mi mami a buscar lo necesario para un pastel y estaríamos solos por un par de horas. Y así fue mi mami salió, papi estaba trabajando en con los animales junto a mis hermanos.
El viejo y yo en la casa, solos. Me llamo a la sala y me dijo que quite la braguita, lo obedecí. Se acerco a mí y me subió a una mesa ratona que había en la sala, me puso en cuatro y comenzó a chupar mi culito, metía la lengua como siempre y la pasaba por alrededor de mi agujerito, en un momento me escupió y comenzó a meterme un dedo, pero el dolor hiso que me corriera hacia delante, ya que el viejo tenía unas manotas enormes, pero me dio un nalgazo, me agarro de las cadera y me acomodo. Por las dudas ni me queje. Me quede quieta mientras el viejo otra vez volvía a meterme el dedo pero con mas suavidad. Lo entraba y lo sacaba, más y más. Me gustaba aunque me dolía un poco, luego saco su polla la escupió y le paso su mano a lo largo y volvió a escupir mi culito, apoyo al pedazo en la entrada de mi culito y con brusquedad empujo, pero nada más entro la punta, porque otra vez me corrí para adelante, ya que el dolor era horrible, tanto así que me largué a llorar. El viejo otra vez me nalgueo y mas fuete que la anterior y me dijo que si no obedecía me echaría a la calle con familia y todo, eso me dio miedo. Me quede quieta de nuevo y deja que me rompiera mi culito a medida que me enterraba su pollota, después de un rato el dolor fue desapareciendo y comenzaba a gústame.
Mientras el viejo se movía más rápido sus vals golpeaban mi almejita eso era rico, me éxito tanto que tuve un rico orgasmo, el viejo seguía dándome duro, como ese día en la cocina se lo hacía n mi mami, esa imagen se me venía a la cabeza, mientras el viejo bombeaba mas y mas. En un momento se quedo quieto detrás de mí y sentí algo calentito en mis tripas, el viejo me lleno de su leche. Salió de mi se sentó en un sillón y me mando a lavarme. Cosa que obedecí, mientras me duchaba, toque mi culito lleno de leche del viejo y comencé a frotarme mi almejita, fuerte y rápido queriendo que el viejo me lo hiciera devuelta. Puta madre mía, no solo lo hacía para que no nos quedáramos en la calle, sino porque le gustaba que ese viejo se la follara. Y ahora a mí también me gustaba…. Besos y espero que le guste mi relato, de cómo me inicie en el sexo. Otro día les cuento algo hicimos mi hermano Aldo y yo
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