De visita
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Y ahí estoy yo, seleccionando a mi galán, el afortunado q puede sobar mi cuerpo a su antojo, q quiera meter sus manos en mi sexo y explorarlo hasta saciarse, chupar mis senos con ansia, hacerme sentir en la gloria como mujer y conformarse con una rica paja. Por eso me encanta darme así a los señor mayores, porq tienen el ansia vieja de explorar a fondo a una mujer, de ver como es su sexo, porque la mayoría no ha visto uno tan de cerca, entregado así, a lo q quieran hacer con las manos en el. Y es fenomenal lo q llegan a hacer.
En una de mis visitas, explorando por las ahbitaciones, me encontré con un señor q leía sentado en un sillón a la luz de una lámpara de pie. Era un hombre enorme, bastante alto, corpulento sin ser gordo, bastante guapo y unas manos inmensas q me hicieron tambalear, así q saludé y terminé de entrar y pararme delante de él, me sonrío y me invitó a sentar en la silla q estaba delante de él, yo le expliqué estaba dando una vuelta, q había visto luz y q entré, me presenté, con nombre falso, y ahí comenzamos a hablar, y como los señores mayores, por muy galanes q sean, siempre llegan a lo mismo bastante rapido, y es el tema del sexo, siempre les interesa saber si follamos, para tenerlo mas facil, yo le cuento algunas batallitas, pero le explico mis preferencias con los mayores, y el se ofrece voluntario.
Le pido q cambiemos de asientos, así lo hacemos y ahora toda la luz recae sobre mi. Me pongo de nuevo en pie, me levanto la falda y me quito las bragas, me siento en el sillón y me abro de piernas a mi galán, ayudada por mis manos para q vea bien cada detalle de mi sexo, empiezo a tocarme, a explicarle lo q me gusta, a explicarle cada parte de el y las sensaciones, me bajo el top y dejo mis senos al descubierto, me los sobo un rato, nuestras miradas se cruzan a cada momento, se levanta y cierra la puerta con el pestillo, se arrodilla ante mi sexo y lo mira con tanta ansia q le agarro una mano y se la pongo en el, sus dedos se mueven y se deslizan con mis flujo, sus dedos son fuertes, callosos, ricos, enormes, yo le digo q haga con ellos lo q le apesteca, q estoy totalmente entregada a sus manos, me deslizo mas en el sillón para q tenga mas campo de trabajo, sus manos me abren, me exploran, sus dedos me penetran, me pide permiso para comerme el coño, y yo se lo concedo gustoza, q maravilla de lengua, q chupones en mi clitoris, como si me lo quisiera arrancar, me hizo correrme como una loca no si ni cuentas veces.
Lo invité a sentar en su sillón y yo e senté encima de él, pero de lado, para q uno de mis senos quedara en su boca, y mis pierns quedaran totalmente abiertas a una de sus manos, antes le había sacado el pollón, porque el galan tenía su polla muy bien puesta todavía y bastante hermosa, así su polla quedaba en contacto con mi piel, sobre todo mis nalgas. Su boca atrapó mi seno, q es de la talla 95 y bien trabajados, y se dió gusto buscando el otro y sobandolos, comiendoselos suavemnete, disfrutandolos, y su mano en mi sexo, entrando en mi sexo, en mi ano, q gusto estar así, abierta, entregada a unas manos q me exploran con deseo, q buscan mi placer… me corrí muchas veces… atrapé el pollón d mi galan en mi mano y comencé a masturbarlo suavecito, mientras el se entregaba al placer de las caricias y su mano seguía acariciando mi sexo y su dedos penetrandolo al compás de mi ritmo, su boca en mi seno estaba suave, con movimientos de su lengua en mi pezón según su placer.
Metí su polla entre mis piernas, la puse entre mis labios q estaban llenos del flujo de tanta corrida, al sentir su polla y verla metida como una salchicha en el perrito caliente en mi chocho, sentir su calor y sus flujos fue ya demasiado para mi galan q estalló en un riquisimo orgasmo q llenó mis muslos de semen. Me limpió con toallitas de papel de la cajita q tenía en la mesa de noche, y siguió chupando mis senos y sobando mi chocho un rato mas. A mi galán lo sigo visitando, esas manos hay q aprovecharlas, y se ha hecho un experto masturbardor. Ya lo hacemos en la cama, y me encanta como me aprovecha, me desnuda toda y hace de mi lo q quiere… la última vez fui preparada con condones, y lo dejé penetrarme toda, hasta le comí su rica polla con sabor a mandarina. Fue la última vez q nos vimos… me estaba enganchando a él.
Una vez me dí a un taxista en una visita a una ciudad x, el trayecto era largo, y yo empecé a ponerme cachonda, el chofer del taxi era un señor como de 63 años, de estos señores bajitos pero fortachones, me empecé a fijar en sus manos y ya me puse cachonda perdida al ver esas manos rudas. Hice lo imposible para llamar la atención de mi chofer pero este no caía en la honda, yo iba detras y el no miraba sino lo justo.
Nos detuvimos en una cafeteria a tomar algo para seguir camino, y yo apreché para coquetearle. Me subí delante y empendimos camino, a los 20 minutos ya no aguantaba mas, necesitaba sentir esas manos experimentadas en mi sexo, q me explora toda, con disimulo dejé casi afuera un seno y me giraba a el y le hablaba para q mi pezón asomara a mis movientos, no falló, ya había visto mi pezón y empezó a alegrarse, y a mirar para mi falda, q estaba bien cortita, no tardó en empezar a escapar sus manos hacía mis muslos, y sus ojos buscaban mis senos, q cada vez asomaban mas, yo me giré en el sillón para hacer q buscaba algo en mi bolsa de viaje, y le pelé todo mi trasero a su vista, con mi chocho incluido, ya q no tenía bragas, con disimulo agarré un condón de sabores y lo tiré por el asiento, por si la cosa se ponía fea una mamadita siempre salva, al sentarme ya el hombre no sabía q hacer, hasta tartamudeaba.
Seguimos de bromas y sus manos ya subían mas, y yo estallaba, así q agarré su mano y le llevé al chocho… tocaba con desesperación, subía su mano a mis senos y los sobaba, tuve q pedirle suavidad y así lo hizo, bajaba a mi chocho empapado y metía sus dedos con ansias, como si fuese un sueño y temiera despertar. Le dije lo q me gustaba, q no quería penetración sino placer, y lo aceptó,yo saqué su polla y se la tocaba y acariaba suavemnete… buscó un camino, se paró y se abalanzó sobre mi, us manos no paraban de recorerme y penetrarme, me dió la vuelta y me comió el chocho y el culo, y los pentró con los dedos a la vez, estaba en la gloria, sus dedos me hicieron correrme rico. Me pidió q lo masturbra a mano, pero aceptó mi mamada con condón.
Reanudamos camino, pero fue todo el rato metiendome mano en el chocho q dejé a su libre albedrío todo el camino. Nos paramos en otro bar, este mas tipico, propio de sus colegas taxistas. Me senté y el estuvo un rato en la barra hablando con unos compañeros, pidió dos cervezas y se fueal baño. Algo habló con sus amigos q no dejaban de miararme, así q les hice un favor y me abrí y coloqué para q vieran bien mi sexo.
Al llegar mi amigo empzó a meterme mano al ver lo q sucedía, mientras nos tomabamos las cervezas el no dejó de abrir mi sexo y tocarlo para sus amigos, y abrió mi camisa y les mostró un seno, yo me dejaba hacer encantada de la vida, un amigo se sentó con nosotros y me tocó el chocho y sobó un ratito, después cedió el turno a otro y un trecero también exploró todo mi chocho, pero lo hacían con torpeza. Fui al baño y me refrequé, salí y emprendimos de nuevo camino, q siguió siendo un trayecto muy grato con unas manos sobonas q me hicieron estallar en varios orgasmos.
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