Don Isauro un pervertido Tendero. Parte 1ª.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sexigaleno.
Hola mi estimada, fina y elegante comunidad, vengo en esta ocasión a relatarle a todos ustedes una saga más, propia cómo escritor, acerca de las vivencias de una jovencita que actualmente estudia la educación superior o sea, es pre-pedagoga, a quien tuve la oportunidad de conocer hace algunos años, para ser medio exacto hace algunos años, cuando cursaba el preparatorio esta chica, ya que acudió a una revisión ginecológica a mi consultorio particular, ya que manifestaba un cuadro de malestares propios de la mujer, por contacto sexual, ella acudió acompañada de don Isauro un señor desaliñado completamente calvo y de escasa dentadura frontal, flaco y ojeroso, quien fue el que se puso en contacto con la clínica, para una consulta para su novia, ya que así lo manifestó a la secretaria del módulo de consultas, bien paso a dar inicio a este episodio que relataré a modo de que no sea tedioso para su lectura, por lo que espero sea de su agrado, por el contenido morbo-erótico que versaré en el mismo.
Comenzare por describir a los protagonistas principales de este relato, Don Isauro, hombre de 60 años, delgado de estatura media alta, de dentadura escasa por falta de cuidados e higiene bucal, descuidado en su vestir y en su persona, es dueño de una tienda miscelánea cercana a una institución de preparatoria en la cual acudió la actora de esta saga ella es María de los Ángeles todos en casa y escuela le dicen “Angie”, ella es a la edad que tiene una chica muy bonita de cara, preciosa, morenita clara de 1.
65 cm de estatura, cabello a media espalda ondulado con rulos, ojos cafés claros, boca chica de labios bien delineados y de color natural sin labial rojos hermosos, de cuerpo es atractiva a sus 16 años, caderas amplias, nalgoncita respingada, pechos talla 34 A, planita de su vientre, bellísima es actualmente paciente mía, quien a través de pláticas y consultas posteriores a la primera vez, nos hicimos amigos y hemos platicado mucho, hemos tomado varios cafés en la propia cafetería de la clínica y hemos armonizado en demasía, además con don Isauro, quien es aparte de sus cualidades como hombre negativas en sus cuidados personales, es buen hombre muy libidinoso le encantan las chamacas de 12 a los 18 años, cómo el comenta que ha tenido buenos acercamientos y hechos con algunas chicas de esa edad, pero vuelvo al tema principal que nos ocupa,.
¡¡¡ Angie !!!
Comienzo:
después de una consulta y de haberla revisado profesionalmente, le di una receta, para unos medicamentos que debería tomar por un periodo corto, entre estos una crema desinflamatoria para su parte íntima y un reposo por quince días, de no tener sexo con don Isauro, ya que la tenía muy lastimada en ese tiempo por tanto ajetreo sexual a la que la sometía casi a diario, antes de entrar a clases y después de salir de la escuela, la chiquilla tenía que pasar a servir a don Isauro, quien ya la esperaba en la puerta del negocio recreando su vista con las demás colegialas que pasaban por la acera de su negocio, a algunas les mostraba una de sus mejores sonrisas vampirescas, ya que por la falta de sus incisivos frontales, parecía una caricatura del conde Drácula al verlo, o estaba a la espera de ver a algunas que frente a su tienda y en la acera del otro lado se sentaban a pasarse algún apunte o tarea y descuidadamente sentadas en el escalón de una vivienda, abrían sus piernitas y el cómo a eso estaba a ver, esos descuidos, se había hecho de unos binoculares pequeños y pues se excitaba y fantaseaba con algunas de ellas, bueno siempre observaba a las más bonitas de cuerpitos ya marcados y colitas paraditas, había veces que de tanto pensar en alguna de ellas y grabarse en la mente sus posturas en el poco rato que las observaba, que tenía que cerrar un rato e irse a su cuarto en la parte alta de la tienda a hacerse una buena masturbación, pensando en nombres que les ponía a cada una y que no eran los de ellas, hasta quedar vacío de sus testículos de tanto estarse tocando y pajeando en la soledad, descansaba unos minutos, procedía a limpiarse con un trapo o papel, o lo que tuviera a la mano y se bajaba a abrir de nuevo su negocio.
Así pasaban los días, hasta que una ocasión apareció por su negocio un par de chicas que no habían ocurrido a sus clases, porque habían sido exentadas por sus excelentes notas y calificaciones y se distraían con cualquier cosa, mientras en la tienda ambas chicas le pidieron a don Isauro les diera unos refrescos de lata y unas chatarras de bolsa, le pagaron lo consumido y se quedaron observando en un anaquel revistas que también se vendían y ahí consumiendo y leyendo estaban ojeando algunas de ellas, y ver las notas principales de los periódicos que también expendía, pero observaban unas revistas de “Men´s Healt”, que estaban en un lugarcito apartado de las demás revistas y se dieron a ojear una de ellas, entretenidas viendo esos cuerpos esculpidos de hombres, algunos en tanga, bóxer, bikini o simplemente desnudos se embobaron y no se dieron cuenta que don Isauro las observaba maliciosa y morbosamente, hasta que les dijo.
->>> ¡ay niñas tan chiquitas que se ven y ya les pica y llama la atención esas revistas de hombres!, y ambas chicas cerraron la portada y se pusieron rojas al ser descubiertas, pero la voz de don Isauro dijo.
– >>> no hay problema mis nenitas hermosas, pueden verlas pero no las estropeen tanto, ya que si no, ¡no las podré vender!, pero sigan viéndolas por mí, no hay problema, nada más no vayan a andar diciendo, ¡que yo las dejo ver revistas de adultos y para mujeres!, entonces la vocecita de Angie se escuchó por primera vez en los oídos de don Isauro, diciendo- >>> ¿de verdad señor nos deja verlas?, ya que no podemos comprarlas son muy caras y no podremos llevarlas a nuestras casas, nuestros padres pueden enterarse y nos meteríamos en problemas, >>> no hay cuidado nenas, ya les dije las dejo verlas, pero no anden de chismosas, es más sí quieren pásense aquí atrás del mostrador y las ven con calma, ¡ahora les traigo unos bancos para que se sienten!
Ya acomodadas atrás del mostrador de ventas estaban bien entretenidas viendo las poses de hombres en bikini, en tanga, con vello en el pecho o depilados completamente, y lejos de ellas al otro extremo don Isauro las veía sentaditas, pero como sus falditas eran cortas y sentadas en los bancos de madera pequeños, obvio se les subía esas prendas a medio muslo o más, una erección se había hecho presente en ese hombre que con lujuria las miraba, en eso se levantó y se acercó a ellas diciéndoles- >>> ¡cuando quieran ver otras mejores que esas! yo tengo unas guardadas que me dejó un vendedor de revistas, pero esas no se exhiben al público, porque son muy fuertes, ¿les gustaría verlas?, ¿a poco hay mejores que estas?, ¡claro mi niña hay mucho mejores!, y bien ilustrativas, para que aprendan a conocer a un hombre totalmente desnudo y haciendo cosas con mujeres jovencitas como ustedes, ¿les gustaría verlas?, >>> pues sí, pero ya tenemos que regresar a clases, ¡otro día nos las enseña, sí!, bueno miren yo me llamo Isauro y soy el dueño de esta tienda y ustedes ¿Cómo se llaman?, >>> cierto no nos hemos presentado, pero mire ella se llama Brenda Lucía y yo María de los Ángeles, pero todos me dicen Angie y a ella le dicen Brecia, ¡pero, sí podemos mañana!, nos dan descanso otra vez y nos zarpamos otra hora más y aquí nos comemos nuestro lunch mirando esas revistas que nos dijo.
Bueno, no se hable más del asunto Angie, mañana por aquí las espero ya tendré esas revistas listas, para que no pierdan tiempo y se instruyan visualmente, en eso se pasó al lado de la puertita entre un mostrador y una vitrina, para abrirles y se fueran, pero como había cajas de productos básicos el pasillo se reducía y al pasar las chiquillas a Brecia le rozó el pene en la cola, que al sentirlo volteo a verlo y le dijo ¡ay don Isauro, está grande su celular!, en eso pasó Angie la más culoncita de las dos y le hizo lo mismo, pero esta chiquilla sintió que algo se le encajó entre sus nalguitas y despacio se fue saliendo, volteando a verlo y bajar su vista a la bragueta de ese hombre, se puso colorada de sus mejillas y le dijo >>> adiós don Isauro ¡mañana venimos, un ratito a ver esas revistas!, ambas chiquillas se retiraron platicando entre ellas, de esta manera:
Brecia.
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¡Oye que suave que nos dio chance don Isauro de ver las revistas esas!, fíjate Angie que sentía mi corazoncito en los oídos, y me daban como cosquis en la pancita, ¿tú no sentiste algo raro al verlas?
Angie.
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Pues a mí me pasó algo parecido a ti, ¡nunca había visto una de esas revistas!, hasta sentía que me brincaba mi pepita, ji ji ji, pero me emocione de ver a hombres así en cueros, ¡viste ese, ese negro que se le marcaba mucho el banano!, ¿crees tú que así lo tenga de grande cómo se le notaba en la foto?
Brecia.
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Pues, no sé, pero sí lo debe de tener bien grandote y grueso, uff, ya no me digas más Angie, que me pongo como nerviosa de pensar en eso, ¡mejor mañana venimos a ver las otras que nos dijo don Isauro!
Angie.
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Oye Brecia ¿no sentiste a don Isauro en tu cola, cuando salíamos de adentro de su tienda? ya que yo sentí que se me repegó en la mía al salir y bien que sentí que tenía su banano parado, ya que me lo encajo entre mis nalgas.
Brecia.
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Ándale eso te iba a preguntar, ya vez que me salí primero, ¿yo creí que era su celular?, el que me rozó mi colita, ¿a poco a ti también te repegó eso?
Angie.
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Sí manita, y bien que se encajó entre mis nalgas, yo sentí y eso que fue unos segundos, pero se siente, que lo tiene grandote, yo me hice la disimulada, ¡pero de que lo sentí bien grande, lo sentí!, ¿bueno ya mañana veremos cómo se comporta con nosotras?
Durante el tiempo que restaba, para concluir el día de clases ambas chiquillas se hacían pensamientos acerca de lo que verían en otras revistas al día siguiente, pero en sus mentes ya estaban maquinando, cómo provocar a don Isauro, para ver su comportamiento hacia ellas, a la salida de clases, pasaron a la tiendita y compraron una agua embotellada, pero les faltaba, para pagar la misma, y don Isauro, atento con esas nuevas “amiguitas”, les dejo llevar el producto y que otro día le dieran el resto, pero muy atento se acercó al refrigerador y tomó otra igual y se la extendió a Angie, diciéndole que esa era para ella, sin costo alguno, las chicas agradecieron ese gesto, se despidieron y prometieron venir al otro día, como ya habían quedado, el tendero se salió a la puerta a despedirlas y observar que se alejaban platicando entre ellas, pero su mirada se perdía entre el sexi cadencioso caminar de Angie, que a cada paso ¡una nalga subía y la otra sincronizadamente bajaba!, era un espectáculo ver a esa chiquilla preparatoriana caminar, hasta que se perdieron del alcance de la vista del tendero que se acariciaba el pene sobre el pantalón y pensando lo del día de mañana, con esas chicas viendo unas revistas pornográficas tras el mostrador de ventas, o con suerte en la trastienda que era un especie de bodeguita.
Entre los múltiples pensamientos que se hacía Isauro, respecto a dónde las chicas verían esas revistas, una idea perversa le taladró la masa encefálica (sesos), cerró esa noche dos horas antes de lo acostumbrado, hizo su corte de ventas y compras, lleno sus refrigeradores con los productos para el otro día, hizo su lista para sus proveedores, se fue a la trastienda a acomodar las insumos que embodegaba e hizo un espacio de 2 mt2 aproximadamente, limpió ese lugarcito con mucho esmero, deshizo en polvo una tableta de desodorante para baño y la regó en las esquinas de ese espacio que de paredes eran cajas con contenidos de aceite y otros, fue a bajar una camita individual que tenía la cual acomodó en ese espacio la vistió con ropa de cama perfectamente limpia y puso una cortina en un palo de escoba, para que se sintiera una privacidad dentro de ese espacio, fue por una radio-grabadora de casete que le habían empeñado y le acomodó una cinta con música instrumental y otras cintas más las dejó a un lado, ya una vez dejado todo en orden se fue por un equipo de videocámara que instaló discretamente a modo que no se viera y la dirigió a donde probablemente se acomodarían esas muñecas a ver las insanas revistas pornográficas que él tenía desde hace muchos años y que las había ganado en apuestas con los que jugaba al dominó los domingos por las tardes, ya puesta la descrita cámara de filmación y dirigida perfectamente a donde el suponía estarían sentaditas esas princesas, fue por el monitor y los cables y los acomodó dentro de un despachador de frituras y distribuyó las bolsas a manera de tapar la pantalla que no era de más de 14”, jaló los cables para conectar la videocámara e hizo la prueba, la cual estaba correctamente dirigida y trabajando a la perfección, sólo que no había a quien filmar en ese momento.
La noche le agarró a Isauro, quien no podía conciliar el sueño, ya que por su mente corrían múltiples fantasías, que se hacía con ese par de doncellas, de ¿cómo se acomodarían ahí?’, ¿sí se acostarían o estarían hincadas encima de la cama? o ¿estarían con sus robustas colitas en pompa?, o ¿sí se tocarían pensando que nadie la estaba observando?, hasta que pasadas las 5 de la madrugada, el sueño lo venció del todo, a las 6:30 am el despertador lo hizo poner en pie, para hacerse un soberbio café fuerte, lavarse la cara y acomodarse los cabellos de la parte de atrás de la cabeza e ir a abrir la miscelánea que antes de las 7 am, ya tenía las ventas diarias por el paso a la propia preparatoria, a una secundaría que estaba más adelante y luego la primaría que antes de las 8 am entraba él alumnado y que estaba a 50 mts de su negocio, las nenas Angie y Brecia ya habían pasado y con una mano le hicieron señas de que regresarían a las 9 am.
, así que hizo su última prueba de video la cual estaba lista para el momento que se avecinada.
A las 9 horas con 5 minutos hicieron su aparición esas muñecas vivientes, saludando a Isauro, quien les esbozó las mejores de sus sonrisas vampirescas, las nenas cada una y a un hombro portaban sus mochilas escolares, a las cuales hizo pasar, los bancos estaban puestos como ellas los dejaron el día de ayer, los cuales ocuparon inmediatamente para seguir viendo las imágenes que un día anterior ya habían visto, y en sus memorias repasaban, pero tenían ya ganas de ver esas revistas más privadas que les había mencionado Isauro el día anterior, así que llenas aún de pena, pero firmes Angie le dijo ¿y las otras que nos iba a enseñar?, malévolamente Isauro les dijo, claro que sí mis niñas, nada más que esas “revistas”, ¡aquí no se pueden ver!, ya que cómo son algo fuertes las tendrán que ver, obvio, si ustedes quieren en la parte de atrás de la pared, ya que su contenido ¡sé que tendrán que platicarlo entre ustedes!, y cómo aquí llega gente, no es conveniente que las escuchen en sus preguntas que se hagan en esos momentos, además de que yo las escucharía y sería algo incómodo para ustedes, pero pueden pasar acá, ya les acondicioné un espacio, para que nadie las moleste y puedan hablar sin que nadie las escuche y las vea, ¡pasen adentro!, yo estaré atendiendo a la clientela, ni siquiera entraré, sólo ustedes estarán solitas.
Ya una vez dentro Isauro las hizo pasar les encendió una luz, les cerró la cortinilla y les trajo la literatura prohibida un paquete de más de 50 revistas en blanco y negro y otras a color muy bien conservadas, y les dijo, ¡órale mis ángeles, para que se instruyan!, yo las dejo solitas, me voy a atender mi changarro, jaló la cortina y se retiró e inmediatamente tembloroso de las manos encendió el monitor oculto y la videocámara desde ahí mismo, y se puso según a escribir en una libreta, pero su mirada sin parpadear estaba atento a los acontecimientos que las nenas hacían solas.
En eso estaba entretenido, cuando un manotazo sonó en una de sus vitrinas, que lo hizo saltar del susto que le metieron en ese momento, era uno de sus amigos, que venía a componer el baño de su cuarto, en un tono algo molesto por el susto y otra de que a él le interesaba lo del monitor no otra cosa, así que le dijo, mira mi chiro vente otro día estoy muy ocupado, y la verdad tengo visitas y no quiero tener que importunarlas, ese amigo duró unos minutos en retirarse, por lo que Isauro ansioso de ver qué pasaba, en el monitor, le pidió nuevamente se retirara, en eso llegó un proveedor de productos y otro más con los clásicos pastelillos que se venden aquí en México, pagó las cuentas y ya sólo se fue a ver qué pasaba al multimencionado monitor y lo que vio lo dejo perplejo, ya que Brecia estaba acostada en la camita con las piernas abiertas mostrando un chonito blanco, el cual cubría perfectamente la vulvita y la pelusita pelirroja de ella, ya que se le salían unos vellitos rojizos por los lados del puente de esa prenda íntima, además la faldita se le había trepado, la detallo centímetro a centímetro, mientras se deleitaba con las exquisitas piernas blancas de esa muñeca, mientras ella estaba entretenida viendo las fotos de una de tantas revistas porno que tenía a su lado.
Por otro ángulo veía a la niñota que le arrancaba los suspiros ¡Angie!, que sentada pero en la misma posición y dirección de Brecia, tenía una de sus piernas alzada y una en el piso, por lo que mostraba su calzoncito azul pastel con encaje en las orillas, pero esta nena se le veía que tenía una tremenda cosota bien carnuda y peluda, ya que por los orificios del encaje se le veía negro y abundante, la detallo palmo a palmo, hasta que se acordó que su videocámara tenía zum, y con el control remoto acerco ambos triangulitos que se observaban a la perfección y comparaba una a una de sus intimidades, en eso ambas nenas se acomodaron a modo de estar acostadas bien las dos, pero eso sí con las piernotas abiertas y ojeando esas insanas revistas, que ya estaban haciendo el efecto esperado por Isauro, alejó el zum y estaba con una erección tremenda, ya que sentía que se le salía el precum por estar morboseando a esa ninfas, en eso llegó otro proveedor a surtir precisamente ese anaquel de frituras que ocultaba entre las bolsitas el monitor que usaba en ese momento, y le dijo al vendedor, déjame las bolsas aquí en la caja yo las acomodo después, pero el vendedor no le hizo caso, así que acomodando movió ese aparato el cual se apagó por el jalón que le dio, ya que desenchufó la toma de la corriente, don Isauro molesto le reclamo, pero el vendedor hacia su trabajo, ya una vez surtido ese anaquel el hombre se retiró y de nueva cuenta saco la mercancía de ese espacio y volvió a acomodar su aparato, el cual al encenderse de nuevo, vio que ambas chamacas se tocaban sus cuerpos, Brecia se amasaba sus tetitas de buen tamaño haciendo gestos y mordiéndose el labio inferior de una manera muy erótica, Angie con una mano veía las fotos y con la derecha se daba pasadas muy calientes en su entrepierna, acerco el zum a Angie a la cual miró que su calzoncito se mojaba de esa parte donde se esconde la vulvita, se pasaba sus deditos largos y el dedo corazón pasaba dejando marcada la rayita que reparte la vulvita, la escena era de lo más caliente, por otro lado Brecia ya hacia lo suyo también una de sus manitas metida entre su pantaleta y su piel se daba un masaje vulvar muy suave, sus ojitos casi en blanco delataba que ya había alcanzado el cielo, ya que le temblaban ambas piernas, y volteaba a ver a Angie que también se estremecía de gozo por ver esas fotos ilustradas, ya que con el zum acercado a esa parte secreta, se veía que entre el encaje chorritos de orina caían a la sabana de esa cama.
Ya pasado una hora o más ambas chiquillas se enderezaron, se pusieron de pie y buscaban algo yo me imagino para secar sus desastres, pero nada, don Isauro vio la necesidad y fue silencioso adentro llevando un rollo de sanitario y lo puso a una lado de la cortina encima de unos de los bancos enanos y se retiró a ver qué sucedería después, el atento al monitor veía que las nenas se hablaban en voz baja y en sus señas de las manos, necesitaban eso que minutos antes puso discretamente Isauro, la cabeza de Brecia salió por un lado de la cortinilla y vio que estaba algo que les serviría, lo tomó y dentro ambas nenas se quitaron sus bikinis y se limpiaron correctamente, con otros pedazos de papel hicieron un cojinete para ponerlo en el puente de sus bikinis juveniles, se acomodaron sus ropas perfectamente, se cepillaron sus cabellos, se pusieron brevemente labial y rubor en sus mejillas y le gritaron a don Isauro, que ya tenían que irse, para eso él ya había apagado el monitor y camuflajearlo con las bolsas de frituras, él les dijo que podían salir, que no había nadie, las chicas salieron a la tienda, rápidamente tomaron ambas botellas de agua del refrigerador, y le agradecieron a Isauro el préstamo de esas revistas, pidiéndole verlas nuevamente, ya que no las habían visto todas detalladamente, él les dijo que vinieran cuando quisieran, pero que no contaran a nadie de esas revistas, ya que era un delito verlas a la edad que ellas tenían.
El par de doncellitas se retiraban ya a sus clases de 10:30 am, pero Angie se regresó y le dio un beso en la mejilla a don Isauro quien también le dio uno, pero en el cuello, por lo que le arranco una carcajadita chistosa, al ver eso Brecia se regresó e igual le dio un beso en la mejilla a don Isauro, que le correspondió con otro igual que el que le había proporcionado a Angie, en el cuello, pero este fue con lengüita ya que Brecia se le erizó la piel de sus brazos, se retiraron pero antes prometieron regresar al día siguiente.
Cómo era hora en que no había ventas Isauro cerró el negocio, pasó por la videocámara y se fue a su cuarto a regresar el carrete de 8mm, y verlo sólo, ya que había espacios en que fue importunado y que no vio, ya en el televisor de 21” instaló la videocámara y le dio play desde el inicio de la transmisión, recostado en su cama veía escenas que lo dejaban idiotizado, cada nena tenía lo suyo, Angie su ángel que así le decía, era muy nalgona, caderona, piernuda de pechos medianos pero eso sí muy hermosa, ya que sus cabellos la hacían lucir hermosísima, manos bien estilizadas y tono de piel morenita latina, Brecia era menos nalgona, de piel blanca, ojos aceitunados, cabello pelirrojo sus manos blancas de labios erotizantes, en eso estaba cuando comenzó a erectarse de ver que ambas niñas comenzaban a tocarse, y que era la parte en que estaba ocupado, ya que entre ellas se tocaban por encima de sus ropas Brecia le pasaba mano y dedos a la panochita de Angie y la propia Angie le amasaba las tetas a Brecia con los ojos cerrados las dos, se abrazaban y se echaban encima las piernotas, en un momento las chamacas se dieron un beso muy candente de boca a boca con lengua incluida y cambio de secreciones salivales, ambas ondulaban sus ricos cuerpos pegando sus pelvis y friccionándose sus montes de venus, por unos minutos, para después continuar viendo las fotos impresas en esas revistas, sin querer Isauro sintió que la próstata le picaba y grandes chisguetes espermáticos quedaron incrustados en su viejo calzón de manga larga, había acabado antes de que el carrete culminara en el fin.
Espero haya sido del agrado de todos este capítulo de la zaga que se irá poniendo más morbosa en los subsecuentes episodios en general, sí se autoriza panel de comentarios les agradeceré sus palabras, ya que Angie principalmente es la autora en general de este sustancioso relato, ella está en México y cuenta ahora con 20 añitos y yo me encuentro en el país de Brasil trabajando, ella me manda a mi correo sus notas y yo le voy poniendo lo necesario para el agrado de todos, no se olviden calificarlo, un abrazo a todos y saludos, hasta pronto.
Continuará en breve próximamente.
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