Don Isauro un pervertido Tendero. Parte 3ª.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sexigaleno.
Saludos a todos, y retomo la secuencia del relato en general, en especial de este capítulo, la saga se pone cada vez más fogosa y morbosa, llena de sorpresas, por lo que paso a darle la debida continuación de la manera siguiente:
La semana transcurría lentamente, eran eternos para don Isauro los días, por la espera de ver a esos bombones que le arrancaban suspiros y mucha perdida de producción espermática, ya que por las noches se daba a ver ese par de videos de las nenas Angie y Brecia, y se hacía el arte manual hasta tres veces por noche observando a esas estatuillas de carne y hueso, que tenía video grabadas, se imaginaba sus aromas, sus sabores a esa edad de ellas, el aroma de sus cuerpos bien tallados sin detalles algunos, se imaginaba a la nalgona de Angie mostrándose, ¡para él en su cuarto!, y Brecia provocándole una eyaculación involuntaria por ver esa pelusa pelirroja de su entrepierna, bueno la imaginación volaba en ese hombre, hasta el hastío.
Y así pasaban los días lentamente, se entretenía en su miscelánea prospera, en esos días llego una pareja de Midget o sea gente enana o de baja estatura como se les quiera llamar, se tomaron unos refrescos en su negocio mientras le ofrecían a Isauro una oferta de equipos de videojuegos y máquinas tragamonedas para la tienda, ya que observaban que tenía espacio suficiente para los equipos en mención, por lo que leyendo las condiciones de crédito, las facilidades de pago, así como los términos del contrato, y viendo que casi toda su clientela eran chamacos de primaria, secundaria y preparatoria opto por adquirir 5 máquinas tragamonedas de videojuegos, las cuales ese mismo día le llegaron y se las dejaron perfectamente instaladas y trabajando, así que esa era otra entrada de dinero extra para su bolsa, a la tienda cada vez acudían más niños de primaria que pasaban a echar partidas a la salida escolar, luego los de secundaria y preparatoria igual pasaban algunos hasta casi cerrar, se quedaban jugando en esas máquinas, por lo que fue un éxito la compra realizada.
Una vez pasada la semana, se llegó el siguiente lunes, él pendiente de ver a sus ángeles, los cuales no observo a la hora de entrada por la mañana a clases, sino hasta la salida que pasaron a saludarlo, mismas que eran acompañadas por otra de sus inseparables amigas la cual se la presentaron con el nombre de Mirtala y que le decían Mirta y que era compañera de salón y eran muy amigas, ya en la plática que se daba entre los cuatro elementos, Brecia le pidió a don Isauro, ¡qué les dejara ver alguna de sus películas!, pero que eran las tres ahora, las que la querían mirarla, que si no había problema, por lo que pensando Isauro, ¿Qué si ya habían hablado con esa otra chamaca de lo que vería?, y las tres nenas contestaron que ya sabían de lo que se trataba y que Mirta en unos días traería unas pelis que se encontró en un mueble de su casa, pero que ahí no podía verlas, ya que vivía con sus padres y dos hermanas menores que ella, por lo que Isauro lo pensó por un instante y accedió a que se uniera a sus ángeles esa otra chica, que no mostraba nada bueno según para él, ya que se veía flacucha, sin sabor y gusto, no le caía, ni se emocionaba de su presencia, a él le gustaban nalgoncitas respingadas, piernuditas, de rostros bellos con el toque de inocencia, que era lo que soñaba de esas colegialas, así que pasaron las chicas al improvisado espacio, para subirse las tres a la camita y ver la cinta que ya corría en la videocasetera, don Isauro las dejó como siempre cerrándoles la cortina y se retiró a sus obligaciones como tendero, se dispuso a encender ese bendito monitor y su videocámara, que ya estaba lista con su carrete nuevo de 8mm, para video gravar a esas tres chiquillas.
Los minutos pasaban y él no se desocupaba de su clientela, y por los chicos que alquilaban las máquinas de videojuegos, ya que pedían a cada momento fichas para seguir jugando y por otro lado, los proveedores del día que cómo cascada en lunes hasta fila hacían para acomodar las mercancías en sus estantes correspondientes, pasada más de media hora se desocupo un poco y fue a su pantalla escondida a ver qué estaban haciendo sus niñas traviesas, y observaba que en medio de las tres y acostaditas viendo fijamente la pantalla, la pequeña Mirta acariciaba con una mano una de las piernotas de Angie y con la otra pasaba muy delicadamente la palma de la mano sobre la alzada colina de la pelvis de Brecia, quien se veía que se calentaba por las muecas eróticas que hacía en ese instante, muy entretenido estaba viendo esas maniobras femeninas, cuando rosita la paletera hizo acto de presencia en ese lugar, y el con una erección total que no podía disimular, se levantó de su silla a saludarle, pero los ojos de la recién llegada fueron a dirigirse a la bragueta de Isauro que marcaba una mancha del tamaño de una moneda de 10.= mexicanos, poco más abajo de 15 cm con dirección al suelo, rosita se saboreó pasándose la lengua en sus labios quemados por el sol, y le dijo, ¡ay Isauro estas como la semana pasada de exagerado!, ¿quieres hembra?, pues sí, vente al rato, no me vayas a fallar, ando bien arrecho hasta tres sin zacate te hecho ahorita, ¡pero están unas personas pintando las bardas del patio!, bueno no se diga más Isauro, regreso después de entregar mi carrito de paletas, ¿ya no me digas Isauro de lo que me quieres hacer?, ¡que se me moja la chepa!, mejor me voy y al rato regreso.
Se dispuso a ver de nuevo la pantalla de su monitor semi oculto entre la chatarra de bolsitas de la marca de una ardilla, y se quedó de una al ver que su súper niña Angie estaba ya sin sus cucos que estaban en la camita, ¡mientras ella abriendo sus piernas mostrando él tesorito!, y Brecia igual pero su interior estaba como una pulsera en su muñeca de un brazo, mientras Mirta les daba a las dos unas pasadas de lengua en sus ricas vulvitas, acerco el zum de la videocámara con el control remoto y veía dos triángulos abiertos muy sensuales, ¡y Mirta sin calzones pero con la colita en pompa!, mostrándose de la papayita y el ojito marrón de su breve culito, la clientela llegaba por momentos, después de 10 minutos se volvió a desocupar y se fue a ver lo que seguía pasando, en ese instante Mirta sacó un pequeño y delgado dildo parecido en la punta al glande de un pene con cierta curvatura hacia arriba, y se dio a pasárselo a Angie a lo largo de su gran panochita apartando su ensortijada mata de pelitos brillosos, y poco a poco le ubicó la puerta al cielo y fue tratando de penetrarla suavemente, Isauro pego un grito de susto ¡¡¡Nooooooo!!!, el cual fue escuchado por un vendedor que entraba a surtir el congelador de paletas y helados “Irlanda”, quien asombrado le preguntó, ¿le pasa algo don Isauro, de que se espantó?, y el viejo sudado de la frente le dijo que estaba viendo la telenovela del “señor de los cielos” y que estaban matando a uno de los actores, al vendedor le dio risa la contestación, ya una vez que surtió y se retiró, se fue de nueva cuenta a ver lo que seguía sucediendo, pero Mirta seguía picando las orificios vaginales, sólo con la punta sin penetrarlas, el viejo cómo desfallecido se sentó ya más tranquilo, creía y pensaba que Mirta las había desvirgado con ese aparato que manipulaba con destreza, pero no fue así, les arrancaba en espasmos grandes chorritos de orina que haciendo una U invertida caían a unas toallas que ellas traían exprofeso para esa ocasión de momentos calientes e inolvidables.
Después de que Mirta las había hecho correrse en varias ocasiones, ahora fue su turno, la osada y caliente Brecia la tiro a la cama, la encimo al instante chupándole los senitos pequeños y tratándose de meter entre esas piernas flacas, hasta que por fin y por la fuerza impuesta de Brecia, las fue abriendo para posarse en la pelvis y darse las dos unas calientes friccionadas, mientras Angie repuesta de sus orgasmitos se dio a besar el culo de Brecia abriéndole las nalgas y pasándole lengua en la zanja divisoria de sus carnes blancas sin tocar ese anito rosado que se contraía por esas caricias a que era objeto ese momento, lujuriosas las tres, Mirta abajo y abierta totalmente de piernas y encimada por Brecia, se daban unas meneadas muy ricas, ya que imprimían velocidad a sus caderas de una manera asombrosa, hasta que por un momento, Mirta hundió sus dedos en los hombros delicados de Brecia, contrayendo su abdomen plano y una torrencial lluvia dorada de esa chamaca fue a parar a las toallas que Angie colocó bajo las caderas de la nueva acompañante de ellas, fue espectacular la visión que quedo video grabada para la posteridad.
Dos horas más tarde las vocecitas dulces de las tres nenas le gritaban, ¡que ya tenían que irse!, por lo que les dijo que sin problema podían salir, se despidieron las chiquillas, ¡mostrando las tres unas ojeras que no ocultaba el maquillaje!, más Brecia por ser blanca de su piel, pero contentas, satisfechas y completamente desestresadas, cada una el respectivo beso a Isauro que ya paraba la trompa, pero era en el cachete rasposo, ya que no se había afeitado en semanas y parecían púas rasposas para las pieles de las tres chamacas, él igual se los regresaba pero ya saben dónde de una manera salivosa en sus cuellitos, quedaron de volver pero con las nuevas pelis que Mirta se encontró, para que les diera chance de verlas juntas.
La tarde se la paso viendo 1, 2 y hasta tres veces el nuevo carrete y veía con asombro las maniobras que se imponían entre ellas, hasta que le fue tomando sabor al cuerpito delgado de Mirta, que no era nada fea tenía lo suyo, pero en menor proporción que su súper niña Angie y la pelirroja Brecia, ya pasadas las 7 de la noche, paso a echarse una meada al patio trasero de su negocio y de regreso, jaló la cortinilla, para ver cómo había quedado la camita alcahueta de las nenas, y vio que a un ladito y casi metida debajo estaba una bolsa de plástico oscura la que sacó y vio que eran las toallas de esas nenas que habían olvidado y una pantaletita con figuras de Disney, que era la que esa mañana tría puestas Angie, ya que se acordaba que en el video, qué ya las tenía retiradas y estaban en medio de sus piernas, ¡cuando las tenía abiertas mostrándose a Mirta!, la cual se la llevo a su nariz y aspiro por vez primera el aroma íntimo dejado de esa ninfa, que lo embriago completamente, ¡del puente de la prendita lamió los primeros jugos!, que la súper niña depositó esa mañana y que estaban frescos y aromáticamente exquisitos.
La hora de cerrar ya casi estaba encima, en eso un par de niñas de no más de diez u once años le pidieron fichas para jugar, por lo que les dio lo pedido por ellas, mientras jugaban en las maquinitas él se dedicó a rellenar sus refrigeradores, a hacer sus cuentas diarias, y juntar la basura de los botes que había a un lado de cada máquina, al jalar el recipiente de la tragamonedas donde las nenitas jugaban entretenidamente, vio que una de ellas se le notaba la colita paradita, ¡cómo a él le gustan!, así que les dijo ¿nenas hasta que horas van a estar jugando?, pues no sabemos tenemos dinero para comprar muchas fichas, yo creo cómo una hora o más, ¿porqué, ya va a cerrar tan temprano?, pues ¿tienen permiso de sus papás hasta tarde?, mi papá no vive con nosotras ¡y mi mamá se fue a trabajar y llega hasta mañana!, después de las 8 am, así que nos salimos para acá a sus máquinas, ¿podemos estar más tiempo, o quiere que ya nos vayamos?, no mis nenas ustedes jueguen todo el tiempo que quieran, ¡nada más que voy a cerrar las cortinas!, ya que me pueden multar por tener abierto, y ya cuando se quieran ir les abro la puerta chica, mientras estaré viendo la televisión del otro lado del mostrador, ustedes sigan jugando, ¡lo que quieran, me dicen!, ¿por sí necesitan algo?
Pero veía que las dos niñas por su estatura no llegaban a ver bien los controles, botones y palancas, para hacer trucos y seguir ganando, así que se acercó y les ofreció los bancos enanos para que estuvieran más altas, las nenas se subieron en ellos y siguieron jugando, mientras él se retiraba a seguir viendo sus videos en su monitor, pero de reojo observaba a la nenita mayor que jugaba muy entretenida parando la colita, ya que la faldita que llevaba esa noche era ajustadita y su grácil silueta la hacía verse bien y de zapato escolar alto con tacones anchos, Isauro apago su monitor y se puso atrás de una vitrina según a acomodar la mercancía de esta, se sentó en un banco enano y a través del cristal veía las piernitas morenitas de la niña mayor, y cuando paraba la colita se levantaba su faldita por la parte de atrás y pues su pantaletita rosa que llevaba se la mostraba sin saber que era espiada por el pervertido Isauro, que se acariciaba su verga por encima de su pantalón, no aguanto mucho de estarla espiando y pues se salió según para ver jugar a las nenas ubicándose parado y a un lado junto a la piernita de la mayorcita que era la que estaba embobada por estar jugando, y le decía ¡eres una campeona juegas muy bonito!, ¿vas a comprar más fichas para seguir jugando?, yo creo que no señor, mi hermana es la que pierde a cada rato y ya se nos acabó el dinero que traíamos, ¿y ya se quieren ir?, ¡yo no quisiera!, ¿pero con que compramos más fichas?, ese no es problema nena, acercándose a la piernita rosando discretamente su víbora que ya estaba para escupir el veneno, la nena ni en cuenta estaba en la parte más importante del juego, el seguía preguntando, pero sin retirase, ya que no había rechazo alguno a su malsana fricción, ¡se dejó ir más pegándose bien y arrimándose a una nalguita!, que dura recibía untadas sin resistencia alguna, Isauro con la garganta reseca y nervioso por la acción que cometía en esos momentos, le dijo a la niña, ¡quiero que sigan jugando me divierte ver lo que hacen!, les voy a regalar fichas para más juegos, ¿de verdad señor nos regala fichas?, ¡ya me pique con este juego de Mario Bross!, ya que no puedo salvar a la princesa del juego, ¡bueno ahora se las traigo!, ¿con la condición que me dejes ver tus jueguitos y yo a un lado viéndote, sí?, bueno, pero porque no jugamos usted y yo, con los otros controles usted me ayuda a pasar vidas, ¡bueno pero primero veo cómo le haces un ratito y ya después, si me animo ya te ayudo!, ¡voy por las fichas bebé!
La nena siguió con su juego, Isauro puso un rollo de fichas en una cajita vacía y se fue a un lado de ella, le dijo ¿con esas, o quieres más?, ¡ay señor son muchas!, con estas yo creo nos alcanzan hasta mañana si seguimos jugando, pues de eso se trata, de que se vayan cansadas, para que duerman como angelitos las dos, al fin que nadie las espera, pueden quedarse hasta tarde y yo las acompaño a su casa, cuando les de sueño, ¿quieres?, ¡sí claro, que sí, don este, estee!, Isauro hija me llamo Isauro y tu cómo te llamas Guillermina pero me dicen “mina”, ¡uy que bonita la nena mina!, mi hermana se llama Griselda, le decimos “gris”, ¡órale mina sigue te veo jugar aquí junto a ti!, ¡bueno, pero no me interrumpa mucho, ya que me desconcentro y pierdo!, echó la ficha y el juego comenzaba de nuevo desde el inicio, Isauro se acomodó la verga a manera de tenerla a un lado y a medida que la nena entre más embobada estaba, ¡él se le repegaba y se retiraba de su piernita!, por varias ocasiones, vio su reloj y eran casi las 9 de la noche, podría tocar en cualquier momento Rosa “la paletera”, y estaba pensando si abrirle o no, así que se fue a apagar las luces de los anuncios de afuera, apago las luces del interior de la tienda y trajo una lámpara de restirador y la prendió a manera de darle luz a Mina y que le llegara a Gris también, pasaban los minutos y con más confianza y con luz tenue se fue a la máquina que usaba gris que era un juego muy simple, pero igual la nena embobada ¡y se dio a probar a esa otra nena!, se ubicó atrás de ella y pues subida en el banco casi estaba a la altura de Isauro y con sumo cuidado recargo su mástil entre las nalguitas y ahí se quedó sin moverse un centímetro, ¡la chiquilla igual ni en cuenta que la presionaban de la colita!, y cómo no veía incomodidad alguna, ¡se dio a frotarse en esa pequeña zanjita!, la nena llevaba una mayita blanca muy pegadita a su cola, así se mantuvo unos minutos sin ser objetado en nada, ¿la nena yo creo no tenía malicia alguna?, porque entre sus juegos se alzaba y movía su cadera cómo si nada, de ahí se volvió a pasar con mina, tomo unas fichas y se las puso a gris para que siguiera jugando, y se fue a un lado de la mayorcita para comenzar a presionar una nalguita paradita y durita y así por momentos se iba arrimando muy despacio hasta llegar a ubicarse bien en la raja que divide el culito respingón de mina.
Pasados unos breves minutos empujaba lentamente en la cola infantil con ropa puesta su colgante veril, ¡que ya desprendía precum por la calentura de tener unas nenas indiferentes a sus acciones!, nenas inocentes que no sabían que estaban siendo objeto de abusos deshonestos de este hombre afortunado y de tenerlas dentro de su negocio, en eso mina le dice, ¡don Isauro, tengo sed!, ¿me regala un vaso de agua?, nervioso le contesta claro que si princesita, ¿quieres agua simple o un refresco?, bueno pues una coca cola, para mí y mi hermana, claro que sí, ahorita se las doy, y fue a sacar dos botellas de 600 ml,.
Las sirvió en vasos desechables, pero una idea se le atravesó en el camino y se regresó a ponerles a cada vaso un poco de brandy y les puso hielo, y a cada una les dio su respectivo vaso el cual tomaron de un jalón las dos, les dijo que sí querían más y pues dijeron que sí, y les dio a cada una un chocolate con rompope, el cual lo devoraron en ese instante, regreso otra vez con los vasos llenos y les puso más brandy y hielo y llenos al máximo de coca cola, el cual se lo tomaban ya por sorbos, la bebida comenzaba a surtir efecto casi inmediato, pero las nenas se reían más, estaban eufóricas, alegres y él atrás picando la cola de mina que entre risas y juego paraba más su pequeño culito, ¡Isauro ya la tenía bien sujeta de su cinturita!, y con ambas manos la repegaba más a él, la nena se dejaba hacer, así que se decidió a dar el paso importante, la soltó de las caderitas de niña y poco a poco iba subiendo la faldita de tela muy delgada stretch, ¡la nena ya se veía mareada por lo que le había dado!, pero seguía ella jugando alocadamente, ¡hasta que al fin quedó descubierta la colita alzada cubierta por una pantaleta muy coqueta rosadita!, se echó para atrás para verla, la niña que en ese momento por jugar no sabía qué hacía el tendero, ¡ni en cuenta, ella a lo suyo y él a recrearse con sus carnitas tiernas!, la tomó a la altura de las caderas y volvió a ponerse para frotarse entre los glúteos por un rato, se sacó posteriormente su pene que lloraba babosidad y lo ubicó perfectamente en el anito de mina, la erección estaba al máximo, la nena jugando sin decir nada, ¡él puenteaba a la nena sin chistar ella nada!, en eso se volteó gris que estaba a un lado en la otra máquina y por lo mareada de las copas se cayó del banco, por lo que Isauro se despegó de mina y fue en auxilio de gris, que no le había pasado nada sólo fue la caída, la tomó entre sus brazos y le dijo a mina que siguiera jugando que la iba a llevar a que descansara y la llevó a la camita, que sus ángeles usaban para ver las películas porno, la depositó con cuidado a media cama normalmente, ¡la movió le dijo por su nombre varias veces y gris dormida completamente!, su respiración se notaba en su pecho que estaba profundamente dormida, así que se fue a ver a mina, que seguía posesionada con el juego y a las risas de sus jugadas de hacer caer los muñecos virtuales, Isauro vio su reloj y eran las 10:30 de la noche, le pregunto a ¿Mina que como se sentía, que si tenia sueño?, la nena le respondió que sueño no tenía, que quería seguir jugando, pero quería más coca cola con hielo.
Así que se pasó del otro lado del mostrador don Isauro, volvió a poner brandy pero ahora fue doble ración, hielo y coca, hasta casi tirarse del vaso, el cómo estaba nervioso, también se sirvió una fuerte y se fue a llevarle la “coca” a Mina, quien se tomó más de la mitad del vaso desechable, igual Isauro se la termino de un golpe, la nena seguía jugando Isauro fue por otro chocolate, nada más que este era de esos rellenos de licor amaretto y le dio uno a que lo comiera, mientras jugaba, el cual le agrado a la nena el sabor y le dio otro más, el efecto de estos chocolates y el brandy hacían que Mina eufórica jugara y riera de lo que hacía con él video juego, la dejó un momento y fue a ver a Gris que dormía profundamente, le dejo la luz encendida y se fue de nuevo, donde Mina estaba en la máquina, ¡le dijo que su hermana estaba bien dormida, que siguiera jugando!, ya más al rato las llevaba a su casa, ya con la confianza, de lo que le hacía en su cola, Isauro se acomodó de nuevo levanto la faldita la tomó de las caderitas y la empino en la máquina mientras ella seguía jugando y riendo, pero las alturas no coincidían él tenía que agacharse mucho y eso le cansaba las piernas por sus años, así que se fue por una caja llena de productos en lata de unos 20 cm de altura e hizo bajar a Mina del banco, puso la caja y encima de esta, el banco enano, la subió cargándola a que siguiera jugando y vio que estaba perfecta la medida, ¡la colita estaba a la altura de su ariete!, y volvió a la carga comenzando por la falda, que la volvió a subir y el a acomodarse, por lo que sintió las nalguitas bien en su pelvis se retiró para sacarse el mástil y otra vez a darle a la colita infantil con panty puestos aún, las caderitas las manejaba Isauro a su antojo, y con mucha calma iba bajando ese calzoncito el cual ya estaba en las pantorrillas de la nena, la hizo alzar los pies para sacárselo, sin que la nena dijera absolutamente nada, y jalo el otro banco que dejó Gris en su caída y lo puso a manera de que Mina pusiera un pie al otro, ya que ambos cabían encima de la caja de enlatados, y así lo hizo la chiquilla, el volvió a poner su pene, donde lo había despegado y con el precum se lo untaba entre las nalguitas a la nena, que se reía, en eso volteó a ver qué le estaba haciendo a su culito respingadito y por encima del hombro sólo medio vio bajando la vista como si fuera una artista porno, ¡ay don Isauro ya se enfermó cómo el amigo de mi mami!, lo voy a tener que curar como hace mi mamita con él, ¡pero ahorita que se terminen las fichas!, ¿quieres que me quite de aquí?, ¡noo don Isauro quédese ahí!, ¡mientras se terminan las fichas!, entonces siguió punteando, ya con permiso leve y suavemente el ojito trasero de Mina, pero el pene se resbalaba y poco a poco ¡el badajo se lo fue acomodando a la vulvita!, que mojaba Isauro con el precum, parecía que la tenía bien trabada a la nena, con sus manos en la cadera la hacía que levantara más la cola y era obvio entre más levantaba la colita Mina, más presentaba su vaginita lisa, por atrás y debajo de su culito, de tanto que se frotaba en ella, que se dio a ubicar el glande entre los labios exteriores de Mina, por un momento sintió que esa era la puertita al paraíso y fue empujando lentamente, hasta que por fin pudo penetrar su glande limpiamente en la vulvita estrecha de Mina, la que ya no jugaba, sólo paraba sus nalgas más, e Isauro quieto en la cuevita con unos escasos centímetros penetrados, la voz quebrada de él se escuchó, ¿juega Mina, o ya no quieres?, pues no sé, ¡siento que quiero orinar!, pues orínate aquí no hay problema yo limpio, ¡pero, mejor lléveme a su baño me va a dar pena!, no mi niña, cual pena, ¡tú déjate hacer tu pipí aquí!, no pasa nada, ¿bueno sí usted limpia sí?, ¡me estoy haciendo ayyy, ayyy!, unos potentes chorritos salían pegando en los testículos de Isauro, quien ya se había quitado su pantalón y calzón, él estaba en la gloria recibiendo una meadita de nena.
Terminado Mina su escurriente e hirviente orinada, se desguanzo y entre los brazos de Isauro quedó sostenida, la cargó y se la llevó a acostarla momentáneamente en unos cartones limpios, fue a su cuarto y trajo un cobertor y lo puso en su escritorio a manera de quedar acolchonado, luego levantó a la frágil Mina en sus brazos y la acomodó en ese mueble, vio el reloj y eran casi las 12 de la noche, tiempo sobraba para que se desahogara Isauro, que ya le dolían las pelotas de estar aguantando la primera venida, dejo por un momento a Mina y fue a ver a Gris que estaba en el quinto sueño, ni se movía, ¡cómo la dejó, así estaba!, pero la calentura de ese hombre no tenía medida alguna, se subió a la cama y a un lado de Gris, la comenzó a sobar de la conchita por encima de la mayita blanca, le levantó el frente de esa prenda y metió la mano a palpar, ¡hasta que encontró una diminuta vaginita!, que apenas sí medio se abría, para que la invadiera un dedo, sentía que su dedo calloso al pasarlo tapaba la pequeña chapita infantil, en sus movimientos logro sacarle la mallita con todo y calzoncito de unos dibujos de caricaturas, le abrió sus piernas y se dio a pasar su lengua en esa pequeña hendidura que emanaba aroma a pipí de niña, le abrió sus labios vaginales y un pequeño orificio que ni el dedo cabía pero la calentura era en ese momento avasallante en Isauro, así que se ubicó entre las piernitas y se dio a pasar el glande que tiraba desde hace rato mucho precum, se los pasaba de arriba abajo, hasta que comenzó a presionar el orificio vulvar, ¡lenta y cuidadosamente logro meterle el glande a la nena!, que dormida no sentía nada, y así estuvo un rato empujando más, pero a la vez retrocedía, por lo que optó por levantarle sus frágiles piernitas, ¡y así veía que tanto la nena comía de carne!, la visión era por demás excitante, morbosa y caliente, ya que observaba, ¡que el glande estaba dentro pero no entraba más!, por la estreches y otra que era virgencita la nena y eso le traería consecuencias a corto plazo, así que dio unos ligeros piquetes de entrar y salir, pero sin sacar su glande, ¡al jalar veía que la pepita se venía abarcando su cabezota!, no aguanto la visión y una potente y enorme eyaculación vertía dentro de la vulvita de Gris, eran chorros y chorros interminables, hasta que lentamente el glande se fue desinflamando y sólo abandonó la vulvita virginal de Gris, la cual limpió y revisó, ¡abriéndole los labios vaginales! y vio que estaba rosada de estarla puyando, le acomodó sus ropas y la dejó cómo estaba anteriormente dormidita.
Se fue a hacerse un café para velador, cargado, fuerte y aromático, sentado al pie de Mina lo saboreaba a sorbos, mientras su mirada lasciva estaba en el cuerpecito que reposaba en el escritorio, dejó por un instante su café y fue a subir la faldita por el frente de la nena y se volvió a sentar a seguir con su café, ¡pero su mirada no la quitaba de la vagina de Mina!, que sin bello alguno se veía hermosa, lozanita, sólo los pliegues que hace la “V” con piernas cerradas, que se observaba invitante, así que se levantó y fue a apagar la máquina que minutos antes maniobraba la nena, y encontró el calzoncito rosadito tirado en uno de los banquitos, lo tomó y lo llevo a su nariz lo olfateo del puente de algodón, sólo encontró un aroma de niña y pipí del día, no había que chuparle nada, ¡estaba seco!, pero ese fue un detonante para el cerebro de Isauro, ¡que casi al instante recobró su hombría!, la erección comenzaba a hacerse presente nuevamente, así que se fue al lado de Mina se terminó su vasto pocillo de café, jaló su silla y se sentó entre las piernas de la chiquilla, con una mano la pasaba desde el ombliguito y la escurría hasta posarla en la curva pélvica, la bajaba lentamente, ¡entre la breve rayita de la vaginita! y la volvía a retroceder por varias veces, hasta que sintió que ya era el momento de intentar penetrar ese manjar, se levantó de su silla haciéndola a un lado, ¡se ubicó en medio de las piernitas delgadas de Mina!, la jaló a modo de quedar justo donde él quería, le abrió bien sus extremidades inferiores y se las doblo hacia el estomaguito plano, y se dio a pasarle lengua a la tierna vulvita, de vez en cuando trataba de meter la misma, entre los labios mayores y menores que eran unos pequeños pétalos rojizos la que lamía muy calientemente, se ubicaba en el pequeño clítoris y lo absorbía de una manera suave, hasta que logró erectar esa lenteja de placer que tiene toda mujer, sólo se alzó un poco estaba muy diminuta, para tener un clítoris de una dama, pasados los minutos de estar entre las piernas y haber absorbido los restos de la pipí que minutos antes le había regalado en los testículos, se levanto y tomó con una de sus manos el pene, le dio de jalones varias veces y ahora sí, se fue a ubicar entre las piernas y se dio a darle glande a la aberturita, pero a la vez empujaba hacia el interior, tratando de entrar, hasta que logro penetrar igual que a su hermana, ¡sólo la cabezota!, se jalaba hacía atrás con lo metido solamente y se empujaba igual a manera de no pasar de eso solamente incrustado, y así por varios minutos se mecía de atrás para adelante con una calma, pues no había prisa alguna, veía su reloj que marcaba la 1 de la madrugada, y la mamá de las nenas llegaba a las 8:00 am., así que seguía teniendo penetrada a Mina con su glande solamente, en eso sintió que la nena mojaba su vulva de algo caliente, y que no era pipí, ya que él estaba de frente y la observaba todo el tiempo, retrocedió a manera de salirse, ya que creyó que le había traspasado el himen, se agacho a revisarla, pero no había vestigios de sangre, palpo con sus dedos la textura de ese fluido y lo sintió viscoso parecido a la textura de aceite para bebé lo olfateo, ¡pero no había aroma alguno!, se chupo los dedos y volvió a ubicarse otra vez, ya su erección estaba a todo, volvió a penetrar el glande con cuidado, ¡hasta acomodarlo como minutos antes estaba!, y siguió el vaivén de cadera, en eso, un acto inconsciente de Mina hacia contraer su esfínter de manera involuntaria, eso le gusto al viejo, ¡que se quedó quieto sintiendo las contracciones!, que dormida le daba Mina a su pene, sólo fue unos breves instantes de este evento, así que se calentó y comenzó a hacer presión y entraba más y más, otro poco, ¡hasta que logro entrar con menos de la mitad de su hombría!, que era algo grande, pero no tan gruesa, y se quedó quieto dentro, pero Mina volvía con sus contracciones rítmicas lo que hacía a Isauro quedarse en estado de quietud, ¡pero eso si con menos de media verga dentro de ese estuche!, por lo que logró controlarse y dejar a que ella terminara ese evento que acompañaba con fluidos aceitosos que bañaban medio palo y glande de ese profanador, checo la hora y eran las dos de la madrugada, había tiempo, los huevos colgantes de él le dolían ya que retenía la eyaculación, se apretaba el tronco desde atrás y la sensación se le pasaba e iba llenando los testículos con más leche, y así lo hacía a cada rato que sentía verter el veneno en la breve vaginita de Mina.
Desde el segundo evento de contracciones de mina, no había parado de hacerlo, estaba inconsciente o dormida, pero no paraba de dar masaje al pene de Isauro con esos apretones vulvares, el hombre por momentos retrocedía y entraba con más confianza casi sacaba hasta el glande y se dejaba entrar nuevamente, ¡la vaginita se había relajado!, ya que se escuchaba el chasquido del apareamiento desigual, vio su reloj y eran ya las 3:10 de la madrugada, ya era un tiempo considerable de estar maltratando a Mina, por lo que se dio a entrar y salir con rapidez hasta donde él estaba, no más adentro, ya que había sentido que le picaba con la punta de su verga algo a la nena por dentro, que no era su himen, así estaba, cuando los ojitos de Mina se abrieron y se enderezo de su cabeza a mirar que estaba pasando, y le dijo, ¡ay don Isauro!, ¿ya se está usted curando solo?, jejeje, ¡pues sí tú te quedaste dormida! y a mi me estaba doliendo mucho aquí ¡señalándole el pene medio metido en su pequeña vaginita!, ¡ya se me quito el sueño, deje que yo lo cure!, ¿y cómo me vas a curar?, pues así mire y la nena se pone a dar una serie de contracciones vaginales ya ordenadas por ella a su cerebro, lo cual Isauro, no las aguantó, ya que al apretar Mina, ¡parecía una funda que le extraía hasta los sesos!, por lo que inevitablemente vació copiosa y pletóricamente el contenido lácteo, de hombre viejo en la vaginita tierna de Mina que los aceptaba en su interior apretándoselo con más fuerza, hasta que derramo la última gota espermática en el útero aún infantil.
Pasada las 5 am tomó a Gris en sus brazos y Mina a su lado caminando, a dos cuadras del negocio las llevó a su hogar, pasó a depositar en su cama a Gris, se despidió de Mina, diciéndole que fueran a jugar más, ¡que él le regalaría fichas!, y se retiró de ese cuarto de patio de vecindad.
Volveré pronto con el siguiente capítulo, saludos.
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