Don Isauro un pervertido Tendero. Parte 4ª.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sexigaleno.
Saludos cordiales a toda la extensa familia de esta distinguida comunidad de SST, a los grandes escritores de esta misma, a los lectores en general que nos visitan cotidiana y continuamente; regreso para dar seguimiento a esta cuarta parte de la saga, que cada vez enciende las mentes, de quienes ya han leído los capítulos anteriores y que espero les agrade la trama y sus actores; personajes principales que me han autorizado a plasmar sus vivencias, por lo que paso a darle la correspondiente continuidad de la manera siguiente:
La luz del día había sorprendido a Isauro de regreso a la tienda, después de haber dejado a las nenitas Mina y Gris en su cuarto dentro de un patio de vecindad, ¡venia pensando de la suerte que tenía en esas últimas semanas!, de las video grabaciones que había realizado de sus ángeles Angie, Brecia y Mirta, de la gran cogida que le dio a Rosita “la paletera” y en esa madrugada a las nenitas Mina y Gris; de recordar sus hazañas y caminando por la calle venía con una erección tremenda, para sus años parecía un jovencito puñetero, apenas un par de horas antes había culminado en dos soberanas acabadas y ya estaba cómo burro manadero de nueva cuenta, las personas que en sentido contrario a él caminaban en la banqueta de reojo observaban a la bragueta de Isauro, entre estas unas preparatorianas que ya venían a sus clases, algunas señoras que trabajan desde muy temprano, pero este hombre ni se inmutaba de que lo observaran, él seguía sus pasos normalmente, hasta llegar a su destino, “la tiendita”.
Se cambió de ropa, se lavó la cara y se dispuso a abrir, en ese momento pasaban sus ángeles, por lo que las chiquillas lo saludaron dándole los buenos días, y el de igual manera las saludó, pero las chicas se siguieron de largo, mientras el observaba las meneadas que se daba al caminar su súper niña Angie, quien junto a Brecia caminaban con prisa, para llegar a tiempo a su primera clase del día, hasta que las perdió de vista.
Toda la mañana se la pasó somnoliento por la desvelada que se dio con las nenitas Mina y Gris, las que lo avasallaban a cada momento en sus pensamientos, entre atender a su asidua clientela diaria y a los vendedores se le fue pasando las horas, hasta que llegaron sus ángeles acompañadas por Mirta, quien le dio una bolsa y le dijo, ¡que eran las películas que se había encontrado!, que querían verlas, pero al día siguiente, ya que tenían ensayo de una actividad y se regresarían pronto de nuevo a la escuela, por lo que las tres muñecas se despidieron de beso de Isauro, como siempre el correspondiéndoles a su manera; unos chamacos jugaban en las máquinas de una manera salvaje, ya que le pegaban y les daban golpes a manotazo limpio a los controles de las mismas, cuando se escuchó un chispazo de electricidad, quemándose en ese momento dos unidades y el humo al instante impregno su olor dentro del establecimiento, por lo que optó por apagar el braker de las máquinas y habló inmediatamente al proveedor de esos aparatos, quienes casi al instante llegaron los que eran la pareja de vendedores Midget, mismos que se pusieron a revisar la instalación de una manera cuidadosa, pasaron a ver las máquinas dañadas, por lo que inmediatamente mandaron a traer de su bodega otras iguales nuevas, para sustituir las dañadas, mientras llegaban los nuevos aparatos, se pusieron a platicar Isauro y la pareja de cosas de negocios, pasada una hora llegó una unidad que traía las sustitutas y llevarse las dañadas, por lo que se bajó una jovencita igual Midget quien resultó ser hija de los vendedores, misma que le fue presentada a Isauro, entablando un charla entre los cuatro, de trivialidades sin importancia, hasta que quedó resuelto el asunto.
La hija de la pareja Midget, le solicito a Isauro que le alquilara una parte de su patio, para guardar máquinas ya que su bodega estaba muy lejos de la ciudad y el lugar estaba perfecto para guardar y sacar unidades, para la venta, no estaría nadie trabajando ahí, por lo que llegaron a un acuerdo y les rentó unos cuartos que tenía desocupados en la parte de atrás, y se dio esa misma tarde el traslado de máquinas a ese lugar, la chica Midget hizo su inventario toda la tarde adentro sola, le pidió prestada una escalerilla que Isauro tiene de tres peldaños, para checar algo arriba de cada aparato, él se la llevó hasta los cuartos y se la dejó acomodada, para que le fuera más fácil hacer su trabajo, se retiró y pues era la hora de que no hay clientela por la tarde y cerro para tomar un descanso por la desvelada reciente, iba a su cuarto en la planta alta, y la Midget le pidió sí la podía apoyar ya que no alcanzaba bien arriba de las maquinas, para tomar un serial de ellas, así que fue por otra escalera ya grande y se la acomodó, para que ella lo hiciera bien, mientras verificaba los datos, Isauro le hizo platica respecto al parecido que tenía con su mamá, ¿de que donde eran, vivían?, y cosas para romper el turrón, la Midget le pidió un refresco por lo que fue a traérselo a la tienda, al regreso vio que estaba arriba de la escalerilla, el cortésmente sostenía la escalerilla para que no se moviera, levantando la vista para ver, ¡que la Midget mostraba su pantaleta negra!, y se le marcaba la zanja divisoria de las nalgas, nervioso Isauro alzaba la vista y la bajaba, para que sintiera la joven Midget que la apoyaba sin malicia alguna, en eso comienza el descenso lentamente ella, y ya en el cuarto peldaño un pie se le resbaló y sí no hubiera estado Isauro debajo de ella, ¡la Midget se hubiera dado un buen putazo!, por subirse con zapatillas puestas de tacón alto, así que Isauro la sostuvo casi cargándola, lo cual y por la acción la mano de ella sin querer se sostuvo de la erección que tenía en ese momento por estarla pantaleteando minutos antes, la Midget le agradeció haberla sostenido, pero pues su baja estatura y sentada en el primer peldaño de la escalerilla, la mirada fue a dar directamente a la bragueta de Isauro, la Midget apenada le dijo ¡discúlpeme don Isauro!, ¿no lo lastimé?, ¡es que me agarre de su, suu, bueno de su pilin! Y sentí que se lo jale fuerte para no caer al piso, ¡no pasa nada dijo él!, perdón cómo te llamas, ¡Minerva, me dicen mini o beba!, ok, beba no pasó nada, sólo sentí un jalón, sí me dolió, pero me aguanto, lo importante que no te caíste, acababa de regresar con tu refresco, y en ese momento ya venías para abajo, ¿te lastimaste tú?, pues creo me raspé arriba de la rodilla, me arde como chile, ¡tengo un botiquín y hay pomada para dolor y material de curación!, ¿sí quieres lo traigo?
Ya con el botiquín lo abrió y le dijo que tomara lo que necesitara para curarse, pero tenía un raspada leve de la rodilla, hacia la cara posterior del muslo, por lo que se puso alcohol, pero le ardió y pego un grito, y su manita la sacudía por la molestia, así que Isauro se hincó para soplarle con su boca, mientras la faldita estaba trepada y pues imagínense: las piernitas pequeñas, la faldita chiquita obviamente Isauro veía la parte frontal de la intimidad cubierta por la panty negra, así que tomó más alcohol y se lo puso el directamente con su mano, la sobó con suavidad, le puso una crema de vitacilina extendiéndosela por la laceración con sumo cuidado, ¿ya se te pasó el dolor beba?, ¡ay si don Isauro se siente fresca mi piernita!, parece usted mago ya no me arde nada, ¿quieres que te siga sobando?, ¡sí, por favor otro poco!, mientras él se daba a pasar las manos con más pomada, ¡estás iban ganando camino más arriba!, hasta llegar a rosar por fracciones de segundo la entrepierna de beba, quien ella igual veía que la bragueta de Isauro cabeceaba desde minutos antes, en eso bajó la vista y le dijo ¡ya don Isauro, ya se me pasó el dolor!, ya una mano rosaba en ese momento bien la entrepierna y la dejaba quieta unos instantes, ¿yo diría que otro poco?, sino se te va a poner morado el muslito y cómo tu piel es blanquita, ¡no vas a poder ponerte falditas?, ah, sí cierto, ¡qué te parece sí te subes a tu escritorio!, para que no me agache y así recostada te sigo masajeando, ¡bueno sí, espere o ayúdeme!, ¡es que no le llego para subirme!, en eso Isauro la tomó por las axilas y la fue subiendo lentamente, hasta que su trasero de la Midget estaba a punto de posarse en la cubierta del escritorio, él la sostuvo en el aire, ¡para repegar su miembro en la parte íntima de beba!, quien sólo lo miró a los ojos, fue unos breves instantes, pero eso fue un detonante para Isauro, ya que en ese momento movía su erección pulsando dentro de sus interiores, la Midget en los aires sostenida de las axilas, sólo bajó la vista y veía las pulsaciones que daba ese miembro másculino pegado a su pelvis, ¡breves instantes llenos de calentura por la acción!, la acomodó en ese mueble y se puso a seguir sobando la piernita blanca de beba, y por las constantes pasadas que le daba con ambas manos, una ya estaba totalmente estacionada en la curvatura erótica de la pelvis de gente enana, poco a poco Isauro se iba acomodando entre el vértice de las piernitas cortas de beba, quien acostada recibía el masaje a su lastimada piernita, ella con la mirada al techo se dejaba pasar las manos sin oponerse a nada, de vez en cuando cerraba sus ojos y abría la boquita como un pez fuera del agua jalando aire y soltándolo rápidamente, Isauro notó la excitación que tenía beba, por lo que seguía sobando, pero una de sus manos, ¡ya había sacado su herramienta erguida y pulsante!, y así se la acercó lentamente para topar con la parte cubierta de ella, hasta que lo descanso en el monte de venus y comenzó a dar reculadas en vaivén en esa zona que se imaginaba que era como si fuera del tamaño de las vaginitas, de las niñas de la madrugada, beba al sentir que era friccionada de su parte, alzó su cabeza para ver y recargada de sus coditos de brazos cortos, cooperaba también haciendo movimientos de cadera, sus pies adornados con las zapatillas puestas, los ubicó igual en la cubierta del escritorio y se arrimó a manera de estar en la orilla.
Ambos cuerpos en movimiento de culeo, sólo que beba tenía la pantaleta puesta y estaba mojada de la parte vulvar, por la mancha que Isauro estaba palpando con su verga, por lo que se la tomó con la mano y fue picando la carnuda vagina de beba, quien no paraba de mover su cadera, en cada picada que le daba ella alzaba la panochita, en un momento la manita de ella, hizo a un lado el puente de su mojada prenda íntima e Isauro pasaba el glande en la rajada caliente y babosa para ubicar la entradita al paraíso, hasta que dio con ella, y fue empujando despacio, hasta que alojó en casi toda su extensión su pene, entraba y salía con calma cuidando algún desastre en beba, pero ella se movía subiendo y bajando la pelvis, en la brama de Isauro le levantó las piernitas y se fue con todo dentro de la vagina de beba, quien sólo gemía y hacía gestos eróticos, llegó el momento que no se escuchaba ni el más mínimo ruido, sólo el salir y entrar del órgano másculino en la vagina viscosa que rezumaba fluidos en abundancia, de momento una sinfonía de gemidos cómo de una menor le llegaban al oído a Isauro, ahhhh, ahhh, ahh, ahhh, y así él se prendía más de escuchar y más imprimía velocidad, salía y entraba hasta el fondo y más gemidos le arrancaba a beba, ahhhhhhh, ahhhhhhhhhh, ahhhhhhhhh, mássss Isauro, ahhhhhhhhh métela masss, ahhhhhhhh, ahhhhhhhh, ya tenía más de 25 minutos de estarla horadando, y pues no se podía venir, sentía la sensación de la plataforma de eyaculación, pero nada de verter su veneno espermático, y bueno seguía dándole a la vagina de beba, de momento la arrimo hasta la otra orilla y se subió en beba, encima del escritorio, beba abría las piernitas al máximo para recibir el cuerpo de Isauro que se frotaba bien pegado a su pelvis y así estuvo otros 15 minutos encima bien alojado en ese huesito acojinado femenino, él se tocaba y sentía que nada de carne estaba fuera de beba, sólo sus colgantes huevos mojados de los efluvios que ella vertía y quedaban cacheteando y tapando el ano de ella, que se contraía a cada instante.
Hasta que por fin las sensaciones le llegaban de sopetón, sus huevos se contrajeron se quedó quieto, para sentir que se estaba dando una venida de campeonato dentro de la Midget, que ya la había hecho alcanzar una seguidilla de orgasmos que casi la hacen desmayar, se quedó dentro de beba, hasta que se le achicó y sólo abandonó la caverna hirviente de esa chica, se levantó, e igual beba, se dieron a limpiar, en eso ella le comenta, ¿oye pues donde te viniste?, ¡no me salen tus mocos!, ¡pues adentro de tu almejita!, que va a ser, ¡mira ve, son mis jugos los que me salen!, no hay nada de leche dentro de mí, bueno mejor, ¡qué tal si te embarazo!, jajaja, se río beba de la ocurrencia, él se fue a abrir de nuevo y ella se retiró de ese lugar, se despidieron en la tienda, y quedo beba de venir a dejar más máquinas la semana próxima.
Ya pasadas las 8 de la noche comenzó a cerrar, su negocio, pero tenía la duda, respecto a la cogida que le pegó a beba, ¿¿¿dónde se fue la leche???, muchas preguntas se hacía, en la madrugada fueron dos eyaculadas a las nenas abundantes y olorosas, ¿ahora qué había pasado?, en eso estaba pensando, cuando entra Rosita para disculparse que anoche no llegó ya que un automóvil se pasó a traer su carro de paletas, y ya salió muy tarde de la delegación, para que le pagaran los daños, ¿Qué vas a hacer, o quieres una cheve fría?, cómo quieras Isauro, bueno siéntate ya voy a cerrar.
Después de un par de cervecitas heladas, rosita se empieza a poner cachondona y comienza a mover sus manos sobre la verga de Isauro que se deja querer, pero pensaba, ¿aquí voy a ver cuánto me saca de leche esta cabrona vieja?, casi al momento le provocó una erección por la manipulación y se la llevó a los cartones que extendió en él piso, le abrió las piernas y se acomodó encima de ella, para penetrarla completamente y así se estuvieron dando por espacio de 40 minutos, igual las sensaciones llegaban, pero no eyaculaba, ya rosita se había venido varias veces, ya no gemía, se quejaba de dolor y ardor en su vagina, pero Isauro seguía y seguía sin parar, entrando y saliendo moviéndose muy pegado con toda su masculinidad adentro de la panocha caliente que lo recibía y arropaba, además de bañarlo de los jugos vaginales que botaba rosa sin parar, pasadas más de hora y media la sensación llegó y el sentía que derramaba cantidades enormes de esperma, que pegaban en el útero de rosa, se quedó quieto unos minutos sin salirse de esa funda de señora, pero apretada, en eso le llegó otra erección dentro de rosa, por lo que le dijo, ¡hora Isauro ya estas parando otra vez la reata dentro de mi chepa!, ya no me des cabrón me tienes adolorida, ya salte, en eso el comenzaba a moverse y rosa quejándose ayyy, cabrón ya nooo, noooo, ayyy, me vas a matar, ayyyyyyy, ayyyyyyy, ya párale, paraleeeee, ayyyyyyyyy, ayyyyyyyyy, no seas malooo, uyyyyyy arde como chile argghhhhhhhh, ayyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyyyyyyyy, a las casi tres de la madrugada, le llegó el segundo acelerón de votar la leche dentro de rosa, que ya no aguantaba los embates hasta el fondo de Isauro, nuevamente llenaba el útero con su enorme venida, entre jadeos acabó, para caer a un lado de rosa, y descansar unos instantes, jaló un papel sanitario que estaba en una silla y ambos se limpiaron, se levantó Isauro a traer otro par de cervezas, le extendió a rosa una mientras se limpiaba con cuidado, ya que le dolía el vientre y sus labios vaginales los tenía inflamados de tanta fricción a la que la sometió Isauro, en eso le dijo, ¿oye Isauro dónde están tus mocos, donde me los echaste?, estoy limpia de ti, mira, estos papeles es de mis venidas, pero huele, ¿no hay leche en ningún papel ni adentro de mi cuca?
Entonces ya la duda había quedado disipada en la mente de Isauro, ¡espero la luz del día despierto y pensando de lo que le pasaba!, ya después de las 8 de la mañana, como de costumbre pasó el papá de uno de los niños que asistían a la primaria y que es médico general, a comprar sus insumos diarios, y cómo era conocido por ser cliente, le hizo preguntas acerca de lo que padecía en esos momentos, por lo que después de platicar más de 10 minutos con él, le apuntó en un papel unos medicamentos, para que se los tomará, diaramente y que comiera mucha proteína y vitamina C, además de zanahoria en ensalada por 15 días y que guardara reposo de cualquier acercamiento sexual en esos días.
Ese día por la tarde fue a comprar esos medicamentos y comenzó a ingerirlos como se lo había indicado el médico, y comenzó a comer fuerte con carne de res su ensalada y mucha agua, los días pasaban, y según lo indicado nada de sexo, ya había rechazado en dos ocasiones la compañía de rosita la paletera, guardo los videos de sus ángeles, para evitar excitarse, todo marchaba a la perfección, cuando llego Beba a dejar sus máquinas acompañada de los cargadores que acomodaban en el interior las mismas, mientras ella platicaba con Isauro en confianza sentada en uno de los bancos chaparros y tomándose un jugo embotellado, cuando los estibadores le dijeron que ya estaba todo acomodado y pasaban a retirarse, por lo que Beba se metió a la bodega a revisar, mientras Isauro cerraba para su descanso vespertino, y se fue a sentar a descansar un par de horas, cerrando los ojos y casi al instante dormirse, ya que tenía dos días que sólo por unas horas su cerebro descansó de tanto desvelarse.
Beba terminó pronto de hacer su labor con sus máquinas y ya se retiraba, pasando a despedirse de Isauro, quien lo vio dormido en su silla, por lo que fue a moverlo para que le abriera la puerta, pero el hombre inconsciente ni señales de despertarlo, por lo que beba lo comenzó a tocar de la pierna flaca de él, siguiendo camino hacia arriba y con la mano abierta se la pasaba en los testículos, siguiendo camino hacia el mástil, que en reposo tenía buen tamaño, lo acariciaba con la manita de arriba abajo y viceversa, hasta que sentía ya la rigidez del miembro, ¡el que se lo sacó por la bragueta del pantalón!, que tenso le apuntaba a su cara, beba erotizada por su hazaña y nerviosa a la vez, se alzó su faldita de mezclilla enrollándosela en su cintura, se subió a uno de los bancos enanos y se acomodó de espaldas a manera de quedar su culo a la altura del pene cabeceador, que por instinto se balanceaba y con calma se fue sentando lentamente sosteniéndose de las extremidades inferiores de Isauro, y con una de sus pequeñas manitas, alcanzó el mástil y se lo pasaba en la rajita por atrás y se picada de pasada el anito rosado, beba ya estaba lubricada de sus propios jugos vaginales, entre las pasadas que se daba ubicó su entradita y se fue penetrando con cuidado, hasta que logró con esfuerzo y por la posición acoplarse hasta el fondo y rellenar su vagina de carne erecta, con lentitud ella movía sus caderas, sin salirse un milímetro de lo que aprisionaba su parte femenina, después de varios minutos de estarse dando sola y ensartada a fondo le llegó un orgasmo que la hizo ver estrellas, y en seguida otro más, que la hizo temblar de sus piernitas, ya despeinada y abriendo su boca jalando aire, otro más que encadenados se venían más en ella, quien no aguanto tantos eventos orgásmicos, cayendo en el piso y mojando a gotas el mismo de los escurrimientos vaginales que se había producido ella misma.
Cómo convulsionada y temblando de su cuerpecito y a un lado de Isauro dormido, ¡ese evento iba pasando!, pero las sensaciones que sentía beba de tener leche en su concha la hizo levantarse y volverse a subir al banquito y con cuidado se montó con sus piernitas abiertas al encuentro de ese pene que se mantenía completamente en estado de erección, para irse ella sola penetrándose y quedar totalmente ensartada, con su manita se tocaba atrás y debajo de su culo, qué estaba bien hundida y se dio a moverse ya de una manera fuerte, gimiendo con la boca cerrada, para no despertar a Isauro, cuando sintió que la inundaba un líquido caliente que ella acompañó con otro orgasmo intenso al unísono, para después despegarse y bajarse, de sus cortas piernitas y por la parte interna bajaba la caliente venida que le arranco a Isauro acompañado de sus fluidos femeninos, se limpió el desastre delicadamente y se acomodó sus ropas, de ahí fue a limpiar el badajo que ya había perdido la erección se lo metió dentro del pantalón, se fue a juntar los papeles sucios para depositarlos en un bote de basura.
Cómo veía que no se despertaba, marcó al número telefónico de la tienda desde su celular.
Sólo así Isauro abrió los ojos y vio a la chaparrita frente a él, a la que inmediatamente le abrió, para que se retirara, después su negocio para seguir la venta del día, pero sentía la sensación de haberse venido, por lo que se metió la mano a revisarse y su verga goteaba líquido, se llevó la mano a la nariz y olfateo un aroma a vagina fresca recién penetrada, por lo que no le tomó la importancia debida y siguió trabajando, ya pasarían las 7 de la noche, cuando comenzó a rellenar sus refrigeradores de productos embotellados, la basura de los botes, sus cuentas diarias, ya no había nadie que atender, sólo esperar unos minutos para que diera las 8:30 pm y cerrar, en eso se aparecen las nenitas Mina y Gris, que venían a jugar en las maquinitas, él ya había bajado las cortinas metálicas grandes, sólo quedaba una, así que no le quedó de otra que atender a las niñas que una de las noches atrás lo hicieron feliz, ¡hola mis barbis!, ¿qué haciendo a estas horas?, pues venimos a jugar, mi mami ya se fue a su trabajo y nos dejó algo de monedas, para comprar fichas, ¿y qué van a jugar hoy?, pues no sabemos, pero sólo jugar un rato, ¡bueno mis nenitas bellas, lo prometido es deuda!, aquí tienen 10 fichas para cada una, ya saben sí se les acaban les doy más, ¡pero voy a cerrar, para estar cómodos como esa noche!, ¿quieren?, las dos chiquillas respondieron con un ¡¡sí!!, por lo que procedió a cerrar y a apagar los anuncios así como las luces interiores, para poner la lamparilla que había utilizado con ellas anteriormente.
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En breve regreso con el siguiente capítulo, ya que se extiende la trama, una disculpa de antemano.
Hasta pronto.
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