Don Isauro un pervertido Tendero. Parte 8ª.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sexigaleno.
La vida de don Isauro seguía su camino cómo siempre, la rutina diaria, sus visitas continuas de su “novia” y su hermanita, la súper nena Angie que pasaba dos veces por semana, por sus “rapidines”, rosita “la paletera” que esporádicamente lo visitaba para sus encuentros salvajes, la Midget beba quien dejó de vivir ahí, pero pasaba ocasionalmente a entregarse a Isauro, Brecia y Mirta los domingos por la tarde se quedaban a ver películas hasta tarde, esa era la vida que continuamente se desarrollaba en la intimidad de esa miscelánea.
Un sábado por la tarde por ahí hizo su aparición la madre de su novia Mina, a comprar cervezas, acompañada de sus hijitas, mismas que saludaron a Isauro, obsequiándoles una paleta a cada una, la mamá se dio a platicar unos minutos, mientras las nenas jugaban los video juegos, la joven señora posterior a esto, ya pasaba continuamente por la acera del frente al negocio, saludándole de lejos, y así era casi siempre, una de esas ocasiones fue a comprar algunas cosas acompañada de una jovencita muy hermosa, delgadita de cara de muñeca, por lo que se la presento, diciéndole que era su vecinita en el patio donde viven y que era muy estudiosa, y que andaba buscando empleo porque iba a la escuela sólo los sábados y necesitaba para sufragar sus gastos, ¿qué sí le podía dar empleo?, don Isauro le dijo que le avisaba posteriormente, ya que él siempre ha trabajado sólo, ¡pero qué sí le agradaba la idea de tener alguien en quien confiar!, ya que así podría salir a sus acciones, estando alguien con él trabajando, le sugirió vinieran el siguiente fin de semana, ya con la respuesta la mamá de su novia Mina y la chica hermosa prospecta para el empleo se retiraron.
Así pasaban los días de la semana, sus encuentros seguían como siempre, ya hasta había calendarizado las visitas de las féminas que lo iban a ver, llegó el sábado por la tarde por ahí de las 6 pm, él se encontraba leyendo una revista de vaqueros muy entretenido, cuando llegó la mamá de su novia y la chica, para saber sí siempre se había decidido a ocuparla, para trabajar allí, les dijo que ya había tomado la decisión, ¡de sí aceptar a la chica!, pero que la pondría a prueba esa tarde y al día siguiente, para que se fuera familiarizando con los precios, acomodar las cosas, checar en la bodeguita que no faltara lo necesario, para que los proveedores surtieran a tiempo, limpiar los refrigeradores etc.
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Así que le dijo que pasara dentro y que la dejaría atender esas 2 a 3 horas que faltaba para cerrar, y que él estaría observándola de que no se equivocara en los cambios de dinero y de lo que le pedían, la mamá de su novia Mina se retiró dejando a la jovencita ya instalada, él se puso con la chica a platicar sentados en el escritorio, ¡de sus obligaciones que en caso de quedarse a trabajar formalmente el próximo lunes serían!, lo clásico, le pregunto su nombre, edad, con quien vivía, de donde era, que sí ya había trabajado antes, y que horario utilizaba los sábados, para ir a la escuela, ya la jovencita se daba a contestar con su voz delicada, me llamo Leticia A.
F.
, tengo ya casi los 15 años, vivo sola en un cuartito de la vecindad y soy de aún lado de Tlapa.
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Ver.
, tengo 2 meses de estar apenas aquí en la capital, apenas ando conociendo la ciudad aquí con la señora Teresa, la mama de Mina y Gris.
, ¿y quién te paga la renta del cuartito?, pues hago pulseras, de desechos de piel y las vendo en un pasaje del centro de la ciudad, con eso pago la renta, ya lo que me sobra lo invierto en mi comida y la escuela, ¿y cuánto pagas de renta en ese lugar? , pues el dueño me dejo ese espacio en $200.
= mensuales con un foco y el agua incluida, ya que intervino Teresa, porque quería cobrarme $500.
=; pues del sueldo que te daré por semana y dependiendo de cómo trabajes y tengas todo ordenado y limpio, incluyendo la bodeguita, ¡pues deja que haga mis cuentas y ya el lunes nos ponemos de acuerdo!, mientras por las horas de hoy y mañana te daré algo, el desayuno, la comida y sí quieres la cena, ¡está bien don Isauro!, trataré de hacerlo bien, y en los ratos libres, ¡hasta le puedo asear su recamara o lavarle su ropa!, sé hacer eso desde chiquita, ¿oye, entonces sabes cocinar?, sí eso lo aprendí con mis tías, ¡hasta tortillas se hacer!, bueno ya eso lo veremos a partir del lunes, ¡mientras ve tú a atender!
Esas horas que restaban del sábado Leticia se la paso atendiendo, supervisada por Isauro, quien la observaba de todos sus movimientos, ya que llevaba una blusa negra discreta, una falda de tela entre vino y guinda arriba de las rodillas sin ser minifalda, zapatilla de tacón bajo, sus piernas se veían blancas por el tono de piel de ella, y su rostro lozano, maquillada muy discretamente, ¡se veía muy bonita!, su cabello con un corte de acuerdo a su rostro que caían las puntas laterales a la altura de su barbilla en picos, ¡la hacía lucir hermosa!, ya una vez cerrado el negocio pidió la cena don Isauro, la que solos disfrutaron entre plática y escuchando música instrumental de casete, y a la vez se ponían de acuerdo en la hora que al día siguiente tenía que llegar y despidiéndose, ya que era pasadas las 11 de la noche, Isauro la acompañó para que no se fuera solita, la dejó en la puerta de acceso al patio y se retiró, al parecer esta jovencita le había pegado en el seso, ya que esa noche-madrugada soñó con ella, en su rostro, en sus ademanes que hacía con sus manos, de cómo se agachaba a recoger las botes de basura, todo estaba en la mente de Isauro, por la mañana después de tomarse su café matutino, fue a abrir y ya Leticia esperaba afuera, para entrar a laborar muy puntual, se dieron los buenos días y la nena inmediatamente fue por un balde de agua e implementos para limpiar el piso, por lo que se daba a exprimir con sus manos directamente el mechudo con el que trapeaba, pero vio Isauro y le dio unos guantes de aseo nuevos, para que no se maltratara sus manos, ya que tría las uñas pintadas de un tono que a su ropa de esa mañana le combinaba, que consistía de una faldita corta de mezclilla, zapatos tenis, blusa ajustada a su cuerpo de arriba, el sentado en su escritorio, se deleitaba con los movimientos que hacía de trapear y se agachaba para pasar debajo de las vitrinas, ¡mostrando por instantes su lencería en tono rosita pastel!, ¡Isauro sudaba de ver ese espectáculo que por fracciones de segundos admiraba!, cuando acabo esa tarea, se puso a limpiar los anaqueles bajando los productos y luego acomodándolos, mientras su patrón atendía como siempre a su fiel clientela, a las 10 de la mañana llegó la canasta del desayuno y los dos desayunaron juntos, de ahí Leticia se fue a limpiar la cocinita que nunca era ocupada, ¡sólo para hacer café!, ya que Isauro todo lo pedía cocinado de fuera, ella se dio a limpiar hasta la estufa, a la una de la tarde ese interior estaba más que reluciente, le sugirió que ella quería hacer de comer, así que le dio dinero y se fue a comprar carne y verduras frescas, fruta, al regreso se puso a cocinar, dos horas después Isauro degustaba un asado de carne y verduras con arroz, una crema de elote, de postre coctel de fruta natural y para rematar un aromático café de olla, la nena Leticia también comió después de él, ya que no podían hacerlo juntos dentro, por la atención a la clientela.
A las 6 de la tarde de ese domingo el negocio cerró como de costumbre, se sentaron a platicar, respecto a sí le había gustado estar ya casi trabajando en la tienda, Leticia le dijo que sí, ¡ya que por fin ese era dentro del trabajo su sueño de cocinar para alguien y lo había logrado!, ya que él estaba a gusto con ella ahí, y de que probara su sazón de guisos, cómo una mujercita, sacó de la caja un par de billetes de $50.
00 y se los dio en compensación de estar ahí trabajando las horas del día anterior y de ese domingo, y que le había gustado cómo trabajó, así que se despidieron para ella irse a descansar e Isauro a quedarse igual a hacer sus cosas, para estar listo al día siguiente.
La semana subsecuente iba desarrollándose normalmente, pero pasado el mediodía, llegó su súper nena Angie, quien entró ignorando a Leticia que atendía a la clientela y se fue dentro pasando a dar el beso acostumbrado a Isauro, y ¡meterse al cuartito alcahuete!, mientras Isauro veía que todo estuviera bien, le dijo, ¡Lety, atiendes bien, necesito hablar con mi sobrina en privado!, y se metió a seguir a la nalgona de Angie, quien acostadita esperaba, ya juntos sin ser vistos se besaban y se acariciaban tocándose morbosamente, ya pasado el calor de los besos y caricias obscenas, platicaron de la chica que estaba atendiendo que era su empleada y que apenas hoy, ya empezaba a trabajar formalmente ahí, y que ahora ya habría más tiempo de hacer “cositas”, pero ya no en ese cuartito, ¡ahora ya sería en su recamara!, por lo que eso le dio un gusto enorme a Angie, ya así estaría más rato de vez en cuando con su “papi”, en ese momento no hubo nada de encuentro sexual, sólo besos y caricias, saliendo los dos a la tienda y presentándolas a Lety le dijo que era su “sobrinita”, y a Angie le dijo que Lety era su trabajadora y que era de mucha confianza, se despidieron, para así continuar trabajando, Lety se fue adentro para preparar la comida, mientras Isauro seguía atendiendo, los guisos de Lety le fascinaban a Isauro, la alababa constantemente, hasta que llegó el viernes por la noche, media hora antes que su novia Mina y su hermana llegaran la despachó para que durmiera a buena hora, ya que tenía que entrar muy temprano en sábado a su escuela, a las 8 de la noche llegaron las niñas, cerrando en ese momento, ¡ya con ellas sentado y cada una en una pierna de a caballito montadas!, se daban besos, caricias y muchos abrazos, Mina se desmontó y se metió entre las piernas de Isauro, y ¡ella solita se pegaba al pene frotándose despacio su conchita!, se retiró y tomó su lugar Gris, que igual se untaba, pero cómo era más bajita de estatura, ella sí estaba a la altura del trozo de carne masculino unos minutos de tallarse rico ya sus bracitos abarcaron el cuello de él, ¡pegándose y arqueando su cintura hasta orinarse parada y pegadita!, Mina jugaba en una máquina, ¡Isauro se sacó su pene y Gris levanto su vestido!, se quitó el calzón mojado, medio abrió sus piernitas, para jalar con su manita la verga levantada y pasársela sola en la rayita frontal, se alzaba de puntas y se acomodaba el cipote que le desaparecía la rayita y así paradita logró medio penetrarse, ¡sólo un poco del glande inflamado!, ya que por la posición era imposible meter un poco la hinchada cabeza, ¡el calorcito que nace de esas partecitas femeninas es muy excitante!, e Isauro termino bañando el frontal de Gris, en buena cantidad, la limpió y el también, ella se bajó el vestido, tomó su calzoncito lo hizo una bolita así mojado y se lo metió en la bolsa de la camisa a Isauro, ¡diciéndole este es tuyo!, y la nena hasta parte de la madrugada y de camino a su casa anduvo y se fue sin calzón.
Ya por la tarde del sábado regresó de la escuela Lety, con su mochila colgando en un hombro, venía con una mayita negra brillosa y de zapato escolar de hebilla altos, y se puso a trabajar al instante, Isauro se fue a sentar, la chica tomó una bolsa de pan, para hacer hamburguesas, ya tenía preparado de un día antes y en refrigeración carne lista, al cabo de media hora ya Isauro degustaba en su paladar una exquisita hamburguesa norteña con papas a la francesa y fritada de tocino doradito, ella también hacía lo mismo, la nena sabía guisar muy rico, no se le cerraba el mundo, con poco tiempo hacía mucho, la hora de cerrar se llegó acomodando los dos todo, se dio la hora de que Lety se marchaba a su casa a descansar, pero se entretuvieron, el pagándole lo de la semana, lo que veía Lety que era mucho, ya que prácticamente ella no gastaba nada, la comida del día y cosas extras eran pagadas de la bolsa de Isauro, así que contó el dinero, dividió el pago y le regreso la mitad, ya que con eso le alcanzaba para pagar la renta de su cuarto y comprar material, para hacer sus pulseras por la noche y venderlas a los establecimientos donde le compraban a ella sus creaciones, siendo así, Isauro le abrió una cuenta de ahorros y los lunes subsecuentes le depositaba la mitad que rechazaba, por esos días la Midget Beba, llegó a desocupar el cuarto donde tenía sus pertenencias, así como los otros donde almacenaba sus máquinas de video juegos para la venta, ya que iban a poner un negocio junto con sus padres y necesitaban llenar como exhibición los aparatos, así que quedaron vacíos los espacios por la noche, Beba pasó a despedirse, de Isauro quien recordaba lo que había vivido con esa mujercita enanita, mandó a pintar los susodichos cuartos, por dentro les hizo acceso, para que quedara cómo una casita en pequeño, para tenerla amueblada para su descanso.
Igual en esos días Lety presentaba un cuadro agudo de bronquitis, y una infección de oído, por las molestias, la mandó al médico, la recetó y le indicó que no debería dormir en ese cuarto que rentaba en el patio donde vivía, ya que la humedad de esa pequeña pieza le estaba afectando los bronquios y podría tener consecuencias graves, lo cual le comentó a Isauro, quien le ofreció sin costo que se viniera a ocupar la pequeña casita que él había acondicionado y que esporádicamente la ocupaba, Lety aceptó y poco a poco fue pasando su ropa, cosas personales, ¡cama no tenía!, ella dormía en una colchoneta en el piso, así que Isauro le cedió una que él nunca ocupó, ¡sólo le compró un buen colchón!, Lety le agradecía las atenciones que tenía, pero él le decía que era en retribución a su sazón en las artes culinarias y a lo trabajadora que era, le tomó su manita blanca y le dio un beso, la nena por primera vez dejaba que alguien la tocara de esa manera, nerviosa se dejaba hasta abrazar, ¡con educación Isauro la trataba!, después de tantos arrumacos, él se sentó en unos de los muebles de esa pequeña sala, ¡jalándola de la mano y sentándola en sus piernas!, la nena se acomodaba a manera de estar decente encima de esas piernas, los minutos seguían su marcha, y ellos en amena platica, de momento ella se inclinó a tomar un vaso de la mesita de centro y el igual a jalar el suyo, para acomodarse de nuevo, sus caras coincidieron, ¡los labios de Lety se abrieron delicadamente!, e Isauro pego los suyos y de la nada nació un enorme beso tranquilo, pero muy fogoso, las manos de él recorrían las piernas lisas delgadas pero duritas, ella abrazada al cuello no paraba de besar con sus labios húmedos, mientras esa mano llevaba camino a la zona de placer de ella, ¡hasta que por instinto ella bajo la suya y detuvo el recorrido que llevaba un fin!, ¡¡nooo, eso nooo!!, ¿porque?, ¡porque no quiero!, nunca dejo que nadie me toque, ¿pero a mí sí me vas a dejar?, ¡nooo, noooo!, ¡me dejo que me toques toda, pero eso no!, otro beso se daban, el acariciaba esas pequeñas tetitas de niña, que en cono se notaban y sentía puntiagudas y duras, las cuales sobaba hasta sacar una de ese brasier que la cubría, le daba de mordidas tiernas le daba lengua al pezoncito mientras su mano la iba bajando a las piernas de nueva cuenta, Lety ya excitada por las caricias, besos, lengüeteadas a sus senitos, se daba a emitir gemidos ahhh, ahhhhhhhh, ¿te gusta que te chupe las chichitas?, sii, síii, ahhhhh, ahhhhhh, le desabrocho la blusa, y seguía el camino hasta llegar al ombligo de vientre planito, bajaba más la lengua, encontrando un delicado camino de vellos a los que ensalivaba en cada pasada, haciendo más gemir a Lety, quien levantaba una piernita en señal que disfrutaba esa calentada.
Sin querer la mano desocupada fue al resorte de la panty por la parte trasera, ¡para comenzar el descenso de ésta!, la manita de ella de inmediato se situaba a detener la acción, la mano tomó otro rumbo y se fue a refugiar en las nalguitas por debajo del calzoncito, las que recibían sendas caricias sin llegar a apretarlas fuerte, tratando nuevamente de desprender la prenda de la resistencia de ella, los gemiditos eran cada vez más intensos, ahhh, ahhhhhhh, noooo, no me la quites, noooooooooo, jalándola a manera de estar cubierta, la mano dejó de amasar las nalguitas duras, para ponerla entre las piernas de ella, y más emitía ardientes gemidos, el de momento tomó la mano de ella y se la puso encima de su pene erecto, Lety no sabía qué hacer, hasta que el la instruía sin palabras a que moviera su manita encima con el pantalón puesto, lo que ella hacía con cierto recato, pero a medida que pasaban los minutos ella ya hasta apretaba con sus deditos la masa de carne que acariciaba desde el nacimiento del tronco, hasta llegar a la cabeza, ¡que sentía entre sus dedos gruesa!, el aprovechando la calentura sólo giro un poco su cuerpo y se subió en ella, que al recibirlo apretaba sus piernitas blancas, el trataba de que abriera, pero ella firme, ¡no lo dejó ubicarse en medio de sus piernitas!, así que se dio a frotarse encima de la conchita cubierta por su calzoncito, ella se abrazaba a su cuerpo pegando su pelvis a la de él, ahhh, ahhhhhhh, ahhhhhhhhh, que rico me haces ahhhhhhhh, ahhhhhhhhhh, no pares Isauro, ahhhhhhh, ahhhhh, mientras le mamaba esas tiernas tetitas, le chupeteaba el cuellito, en eso él se despegó un poco levantando su peso, para desabrocharse el pantalón y bajarse su interior, mientras ella aprovechó para voltearse con su vientre al mueble, él se acomodó entre las nalguitas a frotarlas en el centro de estas, ¡ella paraba el culito!, mientras le bajaba el calzón por la parte de atrás, para darse a frotar el miembro en ese canal, ya piel a piel y en esa posición con el precum que votaba impregno el centro, se acomodó y comenzó la intromisión de su miembro, en el anito de Lety, quien quieta se dejaba, ayyy, ayyyyy, ayyyyyyy, despacio, ayyyy, despacitooo, aohhhh, ohhhhh, el pene ya había ganado terreno, ese anito receptivo se movía aceptando la penetración, pero la cola de un lado a otro no paraba de moverla, ¡ya que le lastimaba!, Isauro en un intento se fue a fondo topando sus huevos con las caras posteriores de los muslitos de ella, ¡ya estaba dentro completamente!, ayyyyyyy, ayyyyyyyyy, ayyyyyyyyyyyyyyyyy, los gritos de Lety eran fuertes, con sus uñas de las manos las clavaba en el mueble, hasta que se quedó quieta, cerrando los ojos, lentamente Isauro movía su cadera retrocediendo y entrando, ya los gritos eran menos dolorosos para Lety, la verga cabezona ya había destrozado el virgo anal, ¡salía y entraba de ese apretado conducto!, ¡sentía el mismo que el recto lo expandía!, hasta llegar a la curvatura y más del colon descendente, sentía que cada que él se iba hasta el fondo, e igual sentía la curvita del recto que la enderezaba con las penetraciones, sintiendo igual los divertículos que se expandían al paso de su glande cabezón, más de una hora estuvo dando y parando, era una sensación agradable que sentía en su pene, que hasta la espina dorsal se le erizaba, ¡Lety nunca dejo de gritar, pero ya más bajo!, pero en cada estocada a fondo, ¡eran ayes de sufrimiento acompañados de lágrimas!, ¡hasta que de una manera pletórica, abundante, y en chorros pulsantes!, la venida vertiginosa llegó a quedarse dentro de ese anito desvirgado, auchhh que caliente son los moquitos, ahhhh, ahhhhhhhh, ahhhh mmmm, mmmmm, ¡otros minutos más se mantuvo dentro de ella!, hasta vaciarse bien, la flacidez se hacía presente, y con un apretoncito de Lety salió expulsado el aguado pene, ayyyyyy, como duele, auuuuuuuummm, auuuuuuuummm, Isauro se retiró de encima de ese culito que desvirgo, y con un trapo que estaba a su lado se limpió su aguada verga, y ese mismo se dio a limpiar a Lety, quien se lo quitó y ella se limpió así acostada boca abajo, quejándose de dolor en el anito, ya que era la primera vez que le invadían ese agujero estrecho y caliente.
Al día siguiente por la mañana, don Isauro abrió como de costumbre, dieron las 10 de la mañana y Lety no llegaba a apoyarlo en el negocio, así que en un momento de estar desocupado fue a verla, que boca abajo estaba en la cama, le dijo ella que la disculpara, ¡ya que estaba muy dolida por de lo de anoche, y le molestaba para caminar!, para la hora de la comida ella fue a preparar con molestias, pero firme como si fuera una obligación, le puso las viandas que había elaborado, ella sólo tomo té y unas pastillas para el dolor y se fue a seguir acostada, por la noche, ya se le pasaban las molestias anales, y se dio de nueva cuenta a hacer la cena, mientras platicaban en la mesa de la cocina, ella no se podía acomodar en la silla, ya que al posar las nalgas en el asiento, sentía punzadas, Isauro veía que sufría y le fue por una crema que tenía, para que después de cenar, la llevo a su cama, la acostó boca abajo y le puso abundantemente ese medicamento en su ojito trasero y con el meñique lo repujaba a manera de impregnar por dentro el recto, la cubrió con la colcha y se retiró a dormir a su recamara.
Ya de mañana al día siguiente y antes de abrir el negocio pasó a verla, que dormida estaba en la posición que la había dejado por la noche, la movió a despertarla, y le puso más de esa crema antiinflamatoria y anti dolor, la dejo sola, y se fue a sus actividades, más tarde escuchaba ruidos en la cocina y se asomó viendo que ya estaba cocinando el desayuno, y ya caminaba casi normal, para más tarde ella ya atendía el negocio, y ya como antes se movía de un lado a otro, al llegar la noche, Isauro la llevó a que se acostara, observaba que ya Lety ya se sentaba bien, la jaló a sentarla al borde de la cama, la abrazaba y le daba besos a su frente, mejillas y piquitos en su boquita, platicando ambos, ¡ella le decía que la había lastimado mucho!, pero que ya se le había pasado la molestia, ¡viendo a la bragueta que marcaba su desvirgador pene!, mismo que cabeceaba por el contacto de estar abrazados, la manita estilizada de deditos largos se dio a palpar por encima del pantalón ¿creo te gustó lo de antenoche, verdad?, ¿no sé?, pues veo que me lo acaricias y le pasas la mano, ¿me vas a calentar y .
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?, sólo estoy sintiendo con asombro de ¿cómo me entro este penesote?, jajajaja, pues con calmita y cuidado te lo comiste por el culito, ¡que por cierto lo tienes muy chiquito!, pues sí, ¡usted fue el primero!, ¿oye no te gustaría hacerlo de nuevo ahora?, ¿no sé?, ¿usted quiere?, sí, ¡mira con tu manita, ya me lo paraste!, ¿pero me va a doler otra vez?, mira ¡probamos echándole más cremita!, para que se te resbale y así no te duela, ¿quieres?, bueno, ¿pero con cuidado?, ¡a mí también me dieron ganitas desde hace rato!
Ya acomodados en la cama con el calzoncito abajo de las nalguita blancas de Lety y embadurnado su hoyito, ambos de “cucharita”, él se posesiono de sus caderitas y la comenzó a picar despacio, hasta que sintió el calor que emanaba de ese orificio, con la mano dirigió el glande el cual fue desapareciendo en pequeñas estocadas, hasta que se perdió el hongo y empujando su cadera, el tronco iba dentro resbalando, por la crema puesta, Lety con las nalguitas paradas en esa posición, era receptora de la carne que comenzaba a deglutir por segunda vez su anito, ¡pelvis masculina y anito femenino estaban pegados completamente!, unos breves minutos sin moverse, las contracciones comenzaban a hacer presencia en el invasor pene, que expandía su recto y más, ¡lenta, y suavemente la cópula daba inicio!, entre movimientos pélvicos y la colita pegadita se daban el encuentro a cada estocada, arrancándole gemiditos muy tiernos, ahhhhhh, ahhhhhh, ahhhhhhhhh, síii, siiiii, no pares Isauro, ahhhhhh, ahhhhh, que ricooo, que ricooo, ahhhhh, ahhhhhhhh, ahhhhhhhhhh, las metidas se fueron intensificando, aún con la cremita ese orificio mostraba estreches, ¡una manita de ella estaba jalando la sabana apretándola y la otra deteniendo su calzón por el frente!, y a la vez la palma cubría su intimidad, más de una hora estuvieron pegados, él aguantando la venida y ella soportando los embates intensos, llegando una abundante eyaculación dentro de ella, ayyyyyyy, ayyyyyy, me quemaaaa, ayyyy, ayyyyyyy, ayyyyyyy, las contracciones anales exprimían los testículos, que no paraban de lanzar en disparos el esperma, que quedaba depositado en los intestinos de Lety, se limpiaron, se dieron una serie de besos muy salivosos e Isauro se retiró a su recamara a dormir.
Las semanas seguían su curso, Lety e Isauro al parecer habían caído en un estado amoroso, ya que continuamente se entregaban por las noches de esa manera, ella ya se había acostumbrado a esas penetraciones intensas, ¡ya gozaba y quedaba satisfecha!, pero Isauro la presionaba continuamente, ¡él quería desvirgar la vaginita adolescente!, pero ella no se daba a darle ese tesoro que oculto tenía, sólo le decía que pronto le daría el placer de desvirgarla, pero tenía que esperar un poco, ¡ya que no se decidía a dar ese paso!
Próximamente el siguiente capítulo que en breves días estará listo para su respectiva publicación, remito mis cordiales a todos, no se olviden calificar este capítulo, y sí hay panel que autorice la página, les agradecería sus breves palabras, los personajes de la trama leen sus comentarios y los motiva a seguirme platicando sus vivencias, ¡volveré con el siguiente capítulo!, hasta pronto.
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