Don Roberto y sus inquilinos
Capitulo de transición, leer si quieres mantener el hilo de la historia .
Susana seguía suplicando a Don Roberto, pero lo que le interesaba es que la preñada mujer siguiera mamando, por eso, con todo y súplicas, sujetó su cabeza para forzarla a seguir con la mamada.
Don Roberto le profería palabras de aliento a la mujer para que se animará a mejorar la mamada que la sentía muy floja «vamos mujer, seguro la mamas mejor que esto» mientras guiaba su boca para que se animará ir más al fondo como hace un momento. Por un momento se imaginó al hombre chupando la conchita de su hija excitandose, redoblando sus esfuerzos en la mamada «a eso me refería puta, así», Susana le encontró el gusto a ser usada e insultada, su lengua aplicaba presión en todo el pene, sus pulmones succión en la punta, Don Roberto está en el paraíso, ve a la niña en la cama, callada, observando la felación de su madre. Se siente culpable, la niña está sola en la mesa, no le quita la mirada a su madre, curiosa.
El pene abandonó la boca de Susana que se quedó como un bebé sin su chupeta, notó como le desabrochaba su camisa y sostén, sus senos inflados con leche quedaron libres, colgando a merced del hombre que no perdió la oportunidad de succionar probando la leche materna.
Don Roberto abandonó a la mujer y fue por la menor, la desabrochó, la cargo regresando con su madre, sentó a la niña en el piso, le quitó la venda a la madre, cargó a la niña, la descansó sobre su pene mirando a su madre y le ofreció su verga a mamar.
Susana quedó maravillada, podía mamarle la verga a Don Roberto y probar la vagina de su niña al mismo tiempo. Para él también fue fenomenal, le dan una mamada y los labios de la nena «besan» su pene.
Eso fue demasiado para el hombre que en 4 minutos eyaculó como pocas veces en su vida directo en la boca de la madre quién retuvo el abundante semen en su boca para jugarlo con su lengua en la punta de la verga que mama.
Conforme la erección fue cayendo la puchita quedó expuesta a las fauces de su madre que con la boca llena de semen y esperma lame la zona genital de su hija embarrando el semen en la pequeña hendidura.
Don Roberto emocionado con lo que ve fue recuperando su erección, Susana metió la verga en crecimiento en su boca y con su lengua jugó el glande en los labios vaginales incrustando un poco el pene en la entrada.
El grosor del pene siguió su ruta, no consiguió la penetración pero quedó bien enterrado entre los labios vaginales embarrados de su semen y saliva de la madre.
Susana seguía esparciendo el semen en el pene y la vagina de su hija, el aroma se impregnó en su bulbo olfatorio liberando dopamina en su cerebro ayudándola a alcanzar un orgasmo.
Al mismo tiempo Don Roberto vuelve a eyacular en un orgasmo más potente que el anterior, la sensación de los labios vaginales besando su pene, la mamada y su semen impregnando todo lo llevaron al orgasmo más fuerte de su vida. La cámara situada sobre ellos que graba todo es testigo de como Susana mamo hasta extraer la última gota de semen que está vez se tragó.
Don Roberto, sentado frente a Susana carga a Almendra que descansa en su hombro, le muestra en primera fila como su dedo meñique perfora el ano de la menor. Una incrédula Susana gime con un «oooooooooooh» a ver cómo el dedo se va está vez hasta el fondo.
Almendra gruñe un poco con el dedo pero se deja hacer mientras Don Roberto mete y saca.
- ¡Todo está adentro! Yo también quiero, suéltame la mano.
En lugar de soltarla, Don Roberto sacó su dedo y aproximó las nalguitas a la mano de su madre que se muerde los labios al momento de meter su dedo hasta lo más profundo del culito.
- Taaaaan apretaaaaaadoooo
Susana no puede con eso, mete y saca su dedo del culo de su nena, ambos adultos están excitados, están disfrutando de esto, la nena no sufre, solo se deja hacer, sin quejarse y eso es suficiente para ambos.
- Se te paró de nuevo, desatame, ¡quiero mamarle el culo mientras me cojea!
Don Roberto no es pendejo, dejó a la nena en el piso, juntó las piernas de la mujer y con cinta de embalar las ató.
- ¡No seas cabrón! No me iré a ningún lado.
Sin importarle las quejas de la mujer la ató también de manos. A Susana no le importó, quería sentir placer, quería mamar el culito de su nena y que se la cogieran. Atada de manos y pies aguarda a qué Don Roberto acueste a su hija sobre una almohada culito al aire, el hombre la ayuda a llegar a la cama y la acomoda para que pueda mamar/penetrar el culito de su nena.
La cinta le permite a Susana abrir sus piernas exponiendo su lampiña panocha de asulto, Don Roberto mientras tanto acomoda la cámara para que se grave todo desde arriba y otra desde abajo para que se vea la penetración.
Susana está concentrada degustando el culito tierno de dos años que lame a conciencia, huele un poco a popo pero no le importa. Al mismo tiempo Don Roberto acomoda su pene en la entrada de la madura y preñada vagina que se abre sin mayor resistencia.
Don Roberto se aferra del inflado vientre de la mujer arrancando con las embestidas, Susana gime de placer, le gusta que sea un pene pequeño, la puede penetrar con fuerza «hasta el fondo» sin causarle dolor.
Nunca se había acostado con una embarazada, le causa morbo, fantasea con que se le rompe la fuente mojándolo, físicamente imposible, imagina que su semen se mezcla con el líquido amniótico.
Don Roberto disfruta de la vagina adulta de Susana, su depilado y regordete genital le causa un placer que nunca pudo experimentar con mujeres adultas en su momento, los jugos de la excitada mujer que se come con su dedo y boca el culito de su hija, su cuerpo hinchado por el embarazo, el culo que esconde el ano, es por mucho, la escena más erótica de su vida, madre e hija.
Susana gime por partida doble, disfruta el sabor de su hija y la verga en su vagina, lo que inició como un momento de terror y pánico se está convirtiendo en una sesión de sexo que recordará el resto de su vida, no solo en su memoria, también en el vídeo.
Los coitos de ambos son cortos, Don Roberto acostumbrado a buscar su propio placer y Susana que se deja llevar por el erotismo y morbo que le provoca todo esto, 7 minutos de sexo y ambos llegan a un orgasmo.
La enorme panza de embarazada sobresale entre el pequeño cuerpo de Almendra y el delgado cuerpo de Don Roberto, ambos adultos saciados reposan recuperándose, un poco de semen escurre por la palpitante vagina de Susana, es la primera vez en años que tiene un orgasmo con la ayuda de un pene y el roce del miembro dejó algo de sensaciones remanentes.
Don Roberto suele venirse una vez al día, de esta forma puede hacerlo diario, pero hoy sobrepasó su límite, se siente saciado más allá de su límite, teme no poder probar un culito o puchita el día de mañana y eso le molesta.
Con el enojo Don Roberto se levantó de la cama y se cambió, Susana asustada le pregunta a dónde va y qué pasará con ellas, el hombre les deja claro que pasaran unos días en el cuarto en lo que él piensa una solución, de paso le advierte a Susana que la espera más sumisa y calmada cuando regrese.
Irritado Don Roberto se fue a comer para recuperar energía, mariscos y ceviche. Con el estómago lleno y los huevos vacíos Don Roberto se siente feliz. El resto de la tarde fue como siempre, atendiendo a los inquilinos y editando el vídeo con Susana y Almendra. En la noche tuvo una reunión con quiénes le compran sus vídeos, le preguntaron sobre la mujer, están interesados en la mujer, quieren usarla para crear su propio contenido, pero Susana tiene un guardián, Don Roberto.
El hombre razona con los mafiosos, indaga sobre el contenido que desean, le preocupa el destino de la mujer y la menor, violarlas es poco, apenas se aburran de ella o su contenido ya no sea atractivo Susana va a acabar en algún páramo dentro de una bolsa, descuartizada, su hija acabaría como prostituta, ganado para ser preñada y después botada cuando ya no sirva.
Afortunadamente para Susana Don Roberto tiene sus propios planes para ella y sus socios le deben algunos favores. El hombre les pide quedarse con la mujer y sus hijos, no ofrece nada a cambio solo los vídeos como el que tiene la USB sobre la mesa.
«Consideren mi petición, el vídeo es un sample de lo que viene.»
De camino a casa Don Roberto se detiene a comprar comida para sus rehenes, Susana y Almendra están hambrientas, todo el día sin probar bocado. Susana está además molesta, increpa a su captor y le exige dejarlas irse a casa, desea dormir en su cómodo colchón, darse un baño primero, se cree que está en posición de demandar, pero una fuerte bofetada la hace callar.
Don Roberto le explica la situación, le da un panorama claro y bastante explícito de su situación, se quedan con él como sus putas personales o caen en manos de los proxenetas que la van a explotar hasta que ya no sirva, pero eso dependerá de si ellos aceptan su trato, si no lo aceptan, vendrán por ella y su hija.
Las palabras de Don Roberto mantuvieron en vela a Susana, aferrada a su almohada llora en silencio temerosa de su destino, piensa en como fue que acabo así, cuál sería el desenlace se su vida, sus opciones, la desnaturalizada madre piensa entregar a su hija y la que viene a cambio de su libertad, tal vez sus captores acepten eso, no le importan sus hijas, tiene dinero, puede irse lejos y tener una vida en paz. Sopesa las opciones de que pasaría si se queda con Don Roberto, es un hombre que comparte sus gustos, tal vez podría quedarse con él e intentar escapar.
Almendra duerme plácidamente, la nena de 2 años no es consciente de lo que pasa, es una niña que apenas está descubriendo el mundo. Todo el día de ayer aguardó paciente, su madre así la tiene educada, es cruel y autoritaria con ella, solo cuando la toca es tierna con ella.
Muy temprano por la mañana Don Roberto recibe visitas, se trata de un hombre poderoso, peligroso y de muy mal carácter, pero que debido a los negocios y putitas que Don Roberto le ha conseguido lo tiene en alta estima.
La conversación fue efímera, el hombre aceptó dejarle a la mujer y la hija a cambio de que se las prestara para su uso personal una vez sometidas. Don Roberto conoce a este hombre, sabe sus gustos, similares a los de él, pero su pene es más grande, siempre espera a que sus víctimas estén bien abiertas antes de permitir que este hombre las toque, Don Roberto es cruel, disfruta de coger con nenes y nenas, pero no le gusta hacerles daño, por eso las droga.
Don Roberto le pide un par de años, la nena es muy chica, seguro la mata si se la suelta tan pronto, el hombre se hecho a reír, se tomó las palabras como cumplido, aprecia a este hombre, su puta personal fue encontrada y entrenada por este hombre, nada es suficientemente ruin, sucio o asqueroso para esa mujer, aprendió a obedecer de la mano de Don Roberto, sus agujeros fueron extendidos con su pene primero y después con objetos. A los 12 años era capaz de recibir un fisting anal y de comerse enormes penes por la garganta. En la actualidad, a sus 20 años, es la encargada de dirigir la distribución de su red de estupefacientes, no solo es hermosa y una perra sucia obediente en la cama, también es eficiente en temas de logística y la puta privada del hombre que controla todo.
Don Roberto respira aliviado, podrá disfrutar de la madre e hija para el solo por al menos 2 o 3 años.
En el cuarto a prueba de sonido Susana está vuelta loca, está segura que su vida terminará mal, su hija llora desconsolada, la puerta se abre, es Don Roberto con comida.
Continuará.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!