Doña Sheny estaba muy buena
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Nunca he escrito un relato. Mi nombre es Esquivel, ahora tengo 34 años, pero lo que a continuación relataré sucedió cuando yo apenas era un adolescente de 17 años.
Para ese año había llegado una nueva vecina, le decían doña Sheny, era una mujer de unos 35 años, muy bonita y siempre vestía muy sexy y atractiva, estaba casada con un médico de más de 55 años, pero era muy famoso en ese entonces y tenía mucho dinero. Todos nosotros los amigos de barrio nos sentabamos frecuentemente en la calle enfrente a la casa de doña Sheny para verla salir, y verle esas piernas y nalgas preciosas debajo de su vestido o pantalón, que se cargaba. Ella era de 1.75 de estatura, se teñia el cabello de color castaño claro, piernas largas y bien llenitas, sus senos no eran muy grandes pero bastante firmes y llamativos, más con los escotes que ella se solía poner.
No sé porque mi madre se hizo muy amiga de doña Sheny, tanto que ella la visitaba una o dos veces por semana, yo también esperaba su visita, ya que la podía ver de cerca y verle ese cuerpazo que se echaba, además me servía para fantasear de noche y jalarmela pensando en ella.
Uno de tantos días, ya estando de vacaciones mi madre me hizo el comentario acerca de trabajar y ganarme algunos centavos en esos días de ocio. Yo al principio me negué diciendole que todos mis amigos no trabajaban. Mi madre siguió diciéndome que tenía que hacerlo y que doña Sheny le había dicho que yo trabajara con ella un mes, limpiando y ayudándola en el quehacer de la casa, por ejemplo en el jardin de atrás de la casa. Al oir que trabajaría para doña Sheny, la monumental vecina, entonces le dije a mi madre que estaba bien que probaría una o dos semanas, solo de pensar estar con ella se me paraba el pito.
Asi que me presenté en la casa de doña Sheny, quien me recibió muy amigablemente, la ayudé en sus tareas diarias y me fui a la hora del almuerzo a mi casa. Era un trabajo de medio día. Como al tercer día de estar con ella, me levanté como siempre, fui a la casa, entré (ella me había dado llave de la puerta trasera), había un gran silencio, vi la cocina un poco sucia, caminé al living, encontré copas y botellas de licor, me imaginé que habían tenido alguna reunión anoche, me fui lentamente hasta la habitación de doña Sheny, la puerta estaba abierta y entré, me quedé impactado con lo que vi, alli estaba ella, sobre la cama boca abajo sobre las sabanas, tenía puesto un camisón blanco para dormir que era flojo, este camisón era corto y se le subía sobre las nalgas, las cuales estaban cubiertas solo por un hilo dental que estaba metido entre sus amplias nalgas, era un espectáculo impresionante ver ese trasero para un adolescente como yo. Que ricas nalgas y que magnifico culo!!. Ella estaba dormida, seguramente por el desvelo y los traguitos. Me quedé un rato viendole el trasero y tocándome la pija sobre el pantalón.
Yo sentía que se me subía la sangre a la cara y bajaba a mi pija. Me acerqué y quedé casi a un metro de tan imponente culo. –Hola, hooolaa!- dije para ver si ella estaba bien dormida, no hubo respuesta, por ello me animé a estirar mi mano y tocar la piel de sus nalgas, era tersa y dura a la vez. Mi pija casi quería salir de mis pantalones. Seguí acariciando su bello trasero, de repente ella se movió, yo quité mi mano rapidamente y crei que sería mi fin, pero no, ella se acomodó más y abrió un poco más sus piernas, dejando ver la parte de su hilo dental donde tapaba su raja y se le hacía un pequeño bultito y se dibujaban en la tela parte de sus labios vaginales. Que vista magnifica aquella!!. Yo tenía que tocarle el coño!. Aunque se despertara y me sacara a patadas de su casa.
Estire de nuevo mi mano, ella seguía acostada boca abajo y seguí lentamente el rumbo del su hilo dental, no había pelitos vaginales, como alguna vez le vi el culo peludo a mi madre o alguna de mis hermanas espiándolas en el baño. Era notorio que ella se depilaba totalmente la raja, mis dedos llegaron por atrás, al bultito de su raja, con las yemas de los dedos froté delicadamente su prenda sobre su coño. No se si era mi imaginación o el morbo de la acción que estaba haciendo, pero sentí como si ella abrió un poco más sus piernas para darme cabida. Ahora usaba dos y tres dedos para acariciarle su raja sobre su tanguita. La velocidad del frotamiento cada vez era mayor, inclusive empujaba mis dedos sobre su raja, para sentirla más en mis dedos.
Yo estaba descontrolado, muy excitado y ya no me importaba nada. Algo que fui notando, era que mis dedos se ponían viscosos en la yemas de los dedos, era pegajoso aquello, en ese momento no sabía que eran los jugos lubricacantes de la raja de doña Sheny y que eso indicaba que ella no era ajena a los que pasaba. Un minuto después decidí meter mis dedos debajo de la tanguita, la tela era finisima, por lo cual no costó levantarla y meter mis dedos, -ohhh!, que caliente estaba la raja, y cuando inserté un dedo entre sus labios mayores, estaba mucho más caliente. De mi pija salieron algunas gotitas de semen por el glande dentro de mis pantalones.
De pronto, -Que me estas haciendo..?!!!- y me tomarón la mano que acariciaba la raja. Mi mundo se derrumbaba, era ella, se despertó, quise salir corriendo, pero ella me tomaba el brazo. –Es que yo…yo no …- tartamudee.
Ella se volteó, vi como su cara de rabia cambio rapidamente, -quieto, quieto!, tranquilo!!.. me decía ella.
Yo he de haber tenido una cara de aflicción. –Tranquilo..asi que te gusta tocar a las mujeres cuando duermen?—me dijo.
-No, le juro que no..!-. –Tranquilo… ya…Te gusta mi trasero!-, yo con la cabeza le dije que no. –Entonces no te gusta?– ahora dije que si con la cabeza.
-Tengo un gran dolor de cabeza, pero me gustó lo que me hiciste..-, eso terminó por calmarme.
Me tomó la mano con la que yo le acariciaba su panochita y me jaló. Se acostó ahora boca arriba y metio mi mano dentro de la parte frontal de su tanguita, directamente sobre su bollo caliente. –Sigue haciendo lo que me hacías!!- me dijo y cerró los ojos, yo con mi mano en su raja, temerosamente seguí acariciando, frotando y metiendo mi dedo entre sus labios vaginales, llenándolos de sus liquidos. Doña Sheny fruncía el ceño y hacía muecas que indicaba que la estaba gozando.
Le empecé a hacer pequeños circulos acariciando su raja, ella abría cada vez más sus piernas, ahora si le podía ver bien su chuchita, era colorada, con amplios labios vaginales, toda depilada como había dicho, el capuchón que cubria su clítoris era grande, por lo que uno d emis dedos lo dediqué a acariciarle allí, yo había visto y leido en revistas (ya que en ese entonces no era tan fácil conseguir Internet) que ese era uno de los puntos de excitación de la mujer, y lo estaba comprobando, ya que doña Sheny empezó a morderse el labio inferior de su boca y a emitir ciertos gemidos a bajo tono. Mi calzoncillo ya estaba empapado de mis eyaculaciones lubricantes.
Mis dedos estaban empapados de liquido viscoso, por lo que decidí meterle uno de mis dedos en su raja, lo hice lentamente, no quería echarlo todo a perder, mi dedo se fue adentro, sentí como las paredes de su vagina me compresionaban mi dedo, su vagina era suave al tacto y mojada. Ahora por instinto digo yo, empecé a pajearle mi dedito en su raja, ella ahora gimió más alto, movia su cabeza de lado a lado, siempre mordiendose los labios. Ahora metí mi otro dedo junto al otro, y también lo fui pajeando juntos, adentro y afuera de su panocha. De pronto doña Sheny estira su brazo y me toma de la mano que tiene mis dedos dentro de su bollo y ella los comienza a meter y a sacar solo que con más fuerza y velocidad, a la vez que emitia chillidos de placer. Veo que empieza como a convulsionar, nunca había visto algo asi, tengo miedo y trato de sacar mis dedos de su vagina, pero ella me lo impide con su mano. Siento una corriente de liquido calientisimo que moja mis dedos dentro de su raja, doña Sheny tiene ahor aun gran orgasmo. Luego pasan 10, 20 segundos y empieza a tranquilizarse, aunque su respiración es acelerada todavía.
Por fin puedo sacar mis dedos de su vagina. Ella se sienta en la cama, abre sus ojos y me dice que ha sido fantástico, que le había gustado como yo la había tocado.
-Oye Esquivel, la tienes parada?-, me dice ella. Yo le digo que si con la cabeza. –Ven, acércate!-, ella aún sentada me quita el cincho y me baja el pantalón a la par de mis calzones, ella ve que mis calzones estan mojados, solo sonríe.
-Ayy papito que rica pija te cargas, es bastante grande para tu edad!- -Me la dejas probar?- me dice con voz melosa. Yo vuelvo a decir si con la cabeza.
A continuación doña Sheny se pone mi verga en sus labios y empieza a chuparla como un caramelo, le pasa la lengua de arriba abajo, asi también lamé mis mocos que estan en la cabeza de mi pija. Yo siento que mis piernas flaquean y que me voy a caer. Ya me habían mamado la pija, una novia que tuve, pero nada igualado con esto, con este erotismo.
-Ven, acuestate, que asi me canso mucho!- me dijo ella. Me terminó de quitar los pantalones y los zapatos. Me abrió las piernas y comenzó a lamer mis bolas que ya estaban duras de tanto semen que ya había acumulado allí. Me lamió lentamente poniendo mucho morbo en sus movimientos, siguió con su lengua el largo de mi pija, en ese momento tendría unas 5.5 o 6 pulgadas de polla, ya que había desarrollado tempraneramente. Ahora yo empecé a morderme los labios y a gemir a todo pulmon. Yo ya no aguantaba más, además no tenía mucha experiencia. Ella se metió toda mi pija en la boca y la empezó a mamar, ella vió que me iba a correr en los proximos segundos, entonces, su otra mano me estrujó algo entre mi pija y mi culo, empecé a gemir llegando al orgasmo, lo sentí como siempre, pero noté que no estaba echando leche o semen, solo la sensación de una rica venida sin echar nada.
Con lo que me hizo, había tenido una corrida, pero mi pija seguía dura y erguida. Luego de chuparmela, ella se fue montando sobre mi después de hacer a un lado su tanguita, tomó mi pene con la mano y se lo fue clavando poco a poco, emitiendo gemidos, uyyy el interior de su vagina quemaba de lo caliente que estaba esa mujer. Luego como bailando samba, fue moviendo sus caderas sin mover el tronco de su cuerpo, primero de arriba abajo y luego hacia delante y hacia atrás, esa mujer si sabía montar a un hombre. Cogía como los angeles, yo solo me limité a cerrar los ojos y a degustar como maniobraba mi pija dentro de su bollo. Ella también emitia gemidos y quejidos conforme fue pasando el tiempo.
Por lo que me había hecho, yo no sentía la sensación de correrme aún, podía aguantar un buen rato. Mientras me cabalgaba, sus tetas se movían como vejigas llenas de agua. Todo era increíblemente rico. A continuación doña Sheny giró sobre su eje, si dejar salir mi pija de su vagina, solo giró para ahora darme la espalda y enseñarme sus elegantes y ricas nalgas, nuevamente volvió a moverse sobre mi pija, ahora tenía todo el panorama de mi pija entrando y saliendo de su raja, las dos brillaban y era de tanta eyaculación de su vagina. Sus sentones fueron ganando mas velocidad y fuerza, no se que hizo pero sentía como si una mano dentro de su vagina me apretaba la pija y la jalaba al ritmo de la follada. La oi gemir de nuevo y chillar su segundo orgasmo. En segundos, la emulé, ahora si me vine con fuerza y mi pija comenzó a sacar varios chorros intermitentes de esperma dentro de su raja.
Luego, llegó la calma, ella allí aún sentada sobre mi pija, que iba perdiendo rigidez y dureza. Doña Sheny se desmontó y tomando su ropa se introdujo al tocador de su recamara. Yo me empecé a vestir también y salí de allí a hacer mis labores. Cuando estaba en el jardin aún reponiendome de la rica cabalgada, oi correr el agua, era doña Sheny bañandose. A la hora salió de su recamara, elegantemente vestida y me dijo que iría a hacer unas compras al centro y que no la esperara antes del medio día. Asi sin más, sin decir nada, ella se fue. Me fui a una cama de las habitaciones de visita y me puse a descansar, pensando en tan rica experiencia.
Al siguiente día, como siempre llegué temprano, entré por la puerta de atrás y al hacer ruido la puerta, doña Sheny me gritó desde su recamara, fui corriendo y me encontré que ella estaba en la ducha, una preciosa tina de baño que ellos tenían. Debo decir que a su marido casi no lo veía a menos que se fuera tarde, pero como trabajaba de médico en el hospital, siempre se iba muy temprano. Como decía, entré al tocador de su habitación, alli estaba ella dentro de la tina de baño, le podía ver bien de la cintura para arriba, le miraba sus bellos senos que aún no tenía el gusto de probar. –hey Esquivel, restriegame la espalda por favor!-, me fui y me senté en la orilla, agarré el jabón y el famoso trapo y le fui lavando la espalda. –Oye, por que no te metes y nos bañamos juntos, de todos modos te estas mojando!-. Yo no lo oí dos veces, me despojé de la ropa y nuevamente me di cuenta que mi pija empezaba a crecer sin remedio. Ella se percató de eso.
Ya adentro, yo la enjaboné toda, le toqué todas las partes de su cuerpo, con especial atención en sus senos y pezones, asi también metí la mano dentro de sus nalgas, toqué su ano y su vagina para restregarla bien, ella me detenía cuando estaba en su ano y vagina para que mi mano la frotara bien profundo. Luego ella hizo lo propio conmigo, me tomó la pija y la lavó con cuidado, me hizo una chaqueta y mi pija respondió poniendose erecta al máximo, luego ella se la volvió a llevar a la boca, la mamó y la chupó lentamente. Yo la tomaba de la cabeza y se la hundía hasta el paladar. Luego alli sentado, ella se subió sobre mi y me pidió que la penetrara, tomé mi pija y la puse en la entrada de su raja, ahora bajó su cuerpo y nuevamente se la metí hasta el cabo, ella empezó a moverse, ahora yo tenía sus tetas frente a mi y no perdí la ocasión para tomarlas con ambas manos y mamarlas por turnos, poniendo atención en sus pezones. En eso si tenía yo experiencia, le había mamado las tetas al menos a unas tres chicas antes. Le apretaba los pezones con los labios y a veces con los dientes, teniendo el cuidado de no hacerle daño, mi estilo le gustó, porque emitía gemidos y me decía, -asi papito, asi, comete mis tetas que son para ti hoy, ayy si ¡-.
De repente, ella se zafó de mi pija y me dijo que estaba muy caliente y quería coger en la cama, asi que nos fuimos y ahora ella se puso abajo y yo arriba, se la dejé ir en su bollo lubricado y rapido entramos en un rico vaiven sexual, yo metiendo y sacando mi pija y ella apretándome con sus piernas para fusionarnos en una rica follada. Por primera vez la besé en los labios, su lengua era bien húmeda llena de saliva, en la parte critica de la follada ella me puso sus manos en las nalgas las empezó a apretar, pidiendome más pija, yo me quejaba de placer y de estar cerca de mi climax, asi que ella aceleró, la oí llegar primero y segundos después comencé a respirar hondo señalando que me corría, ella se desprendió de mi y me dijo que aguantara un poco, luego se puso en cuatro y sus labios atraparon mi pija en el momento que yo disparaba mi primer chorrito de esperma, ella abrió la boca y metió la mitad de mi pija convulsionando, doña Sheny se tragó toda mi venida, no dejó escapar ninguna gotita de leche. Luego se levantó y como la vez anterior se metió al tocador a terminar de bañarse. Asi entendí que me estaba usando para apagar su calentura y yo no tenía ninguna objeción a eso.
Me convertí en el objeto sexual de doña Sheny, en su juguetito, no llegaba a amante porque ella me tomaba cuando quería y luego me ignoraba, pasaba a ser su empleado nuevamente.
A la semana siguiente, cierto día llegó un técnico a ver al aire acondicionada, ya que se estaba acercando los días más frios del año. Pude ver que a doña Sheny le llamó la atención el jóven técnico que la empresa envió. Se dijeron dos o tres indirectas, ambos estaban cachondos, yo me hice el desentendido y llegó el medio día y me fui después que el jóven técnico se marchó. Ese día por la noche llamó doña Sheny a mi casa, queria decirme que no llegara tan temprano al otro día ya que ella saldría a un desayuno temprano. Yo no tragué eso.
Al otro día me fui como siempre temprano, me fui a la puerta de atrás y vi que allí estaba el auto de ella, eso me olía mal. Ya no entré por la puerta, sino me fui a una ventana que tiene un vidrio que de día se puede ver hacia adentro pero no hacia fuera y por la noche se ve hacia fuera y hacia adentro no se ve nada. Asi que tenía un panoramica del living, oí voces y me acerqué a ver, alli estaba doña Sheny completamente desnuda en cuatro, tenía un collar en el cuello y frente a ella estaba el jóven técnico del aire acondicionado también desnudo. Ella actuaba como perrita, y se acercó en cuatro guiada por lazo que tenía el jóven en la mano y que la jaba hacia él, a una orden ella engulló la pija del hombre y la empezó a mamar como una perrita, él le decía cosas, -que rico mi perrita!!-, -mamala toda mi pequeña perrita!!-, mientras doña Sheny chupaba todo lo largo de su pija.
El jóven tomó su pija y la levantó con su mano mostrándole sus huevos peludos a la patrona, ella comenzó a chuparlos como si fueran ricos manjares.
-Haz si una perrita mala, asi que te tengo que castigar..!- le decía él, agarró el lazo del collar y le pegó en las nalgas a doña Sheny quien gemía y gritaba.
-Subete al sofá!!- le ordenó el jóven. Doña Sheny se subió y dejó su gran culo en la orilla, él primero le dio un par de nalgadas que le pusieron rojas sus blancos gluteos. Luego tomó su pene erecto y lo puso en la entrada de su vagina y la empujó hacia adentro, luego la comenzó a bombear sujetándose de sus nalgas. Le decía cosas, -Cogé bien mi perrita, cogé bien,.. ay que rico coño tienes!-, en su caso ella solo se limitaba a gemir de la cogida que recibía.
Yo me empecé a excitar y me saqué la pija del pantalón y empecé a masturbarme viendo esa rica escena. Al rato, él sacaba su pija de la vagina y con fuerza la volvía a empujar para adentro de su vagina. Lo repitió varias veces, luego se apoyó en el sofá con una de sus piernas y puso su pija en el ano de ella, yo pensé que ella lo impediría, pero no, solo rogó para que no se la metiera allí, pero él de todas formas se la dejó ir en su culito, una sensación de celos se apoderó de mi. A mi no me había dado a probar su culo y a él siendo la primera vez se dejó follar por allí.
Los gritos de doña Sheny se oían hasta donde yo estaba, mientras el jóven le destrozaba el culo con su pija gorda. Se la bombeo un buen rato en su ano, hasta que él la sacó y le dijo –Ven mi perrita que tengo un regalito!-, ella se volteo sonriendo y el descargó su semen en la cara de ella. Toda la leche le quedó en el cabello, labios, ojos y mejillas.
Luego de eso, yo me escondí en el jardin y esperé unos diez minutos, que fue lo que él tardó en vestirse y largarse de allí. Al rato yo entré como si acabara de llegar y ella estaba tomando de nuevo una ducha en su tocador.
A pesar de todo, seguí teniendo sexo con Doña Sheny y del bueno. No lo teníamos todos los días, pero al menos era una vez por semana que yo le quité la calentura. Tuvimos sexo en casi toda la casa, a ella siempre le gustó saborear en su boca mi esperma. Le hice sexo también en el jardin, fue allí precisamente que me cobré el haberle dado el culo al jóven técnico, alli la penetré en su recto y me corri allí adentro, a ella le gustó y para mi fueron las mejores vacaciones de mi vida. (dos meses y medio cogiendo con esa bella señora).
Para terminar mi relato quiero comentarles que en los últimos días que llegué a su casa, ella me comunicó nuevamente que no llegara temprano al día siguiente, nuevamente pensé que se vería de nuevo con el joven técnico, asi que repetí la formula, llegué temprano al día siguiente y vi el camioncito de la emprea de aire acondicionado enfrente de la casa. Me fui a la parte de atrás, me asomé a la ventana, pero no vi a nadie en el living, pero oí ruidos en la recamara de doña Sheny. Entre por la puerta, despacio, sin hacer ruido. Subi las gradas que dan a la planta alta, lugar donde estaba la habitación de la señora, el ruido era más evidente, pero mientras mas me acercaba pude oir más de una voz masculina. La puerta estaba entreabierta, reconocí los gemidos de placer de doña Sheny, me asomé y esa imagen me ha servido toda mi vida para excitarme y masturbarme, asi como repetirla en más de una ocasión.
Alli estaba ella montada sobre una verga grande y gruesa, de un hombre que estaba debajo de ella, atrás otro la estaba enculando y un tercero estaba de pie a un lado de ella poniendola la pija en su boca. Los gemidos retumbaban la casa, era una locura, todos los participantes se quejaban de placer, la cama emitía un rechinido que parecía que cedería ante el peso de todos ellos. Me quedé un poco más de dos minutos viendo aquel espectaculo, aquella orgía, era increiblemente excitante, que me hice en los pantalones sin tocarme mucho.
Después de ese verano, ya no volví a ver a doña Sheny, solo se que se mudaron a otra ciudad, debido a otro trabajo del marido.FIN
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