El buen viaje
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
El buen viaje.
Hola soy Dolores, aunque todos me llaman Lola, tengo 58 años y soy viuda, desde hace 16 años, mi marido falleció, de un terrible accidente de tráfico, un borracho se salto un semáforo en rojo y le dio de lleno, llegó muerto al hospital y los médicos no pudieron hacer nada por su vida.
Me he dedicado, siempre a la enseñanza y para todo el mundo soy la "Seño Lola".
Aunque ya estoy jubilada.
No pudimos tener hijos, razón por la cual, me conservo muy bien, aunque siempre trate de esconder mis pechos, son de buen tamaño, con unos pezones que se me ponen muy en punta.
Y siempre en el cole, lo disimulaba con ropa holgada y nada de escotes.
Voy al gimnasio todos los días, hago gimnasio de mantenimiento, nada de grandes esfuerzos, pero que me ayudan a estar bien.
Un día al salir del gimnasio, llovía a mares y siempre me volvía andando, era un paseo como de media hora.
Me venia bien como parte del ejercicio.
Con ese diluvio, no podía ir, así que intente buscar un taxi, en Málaga donde vivo, caen tres gotas y los taxis desaparecen.
Así que estuve un rato esperando en la parada del autobús, para refugiarme de la tormenta y a esperar.
En eso aparece un autobús, que hace una ruta circular, no me llevaba directamente a casa, porque tenia que dar toda la vuelta, así que decidí subir, quizás en 40 minutos llegaría y por lo menos no me mojaba.
Así que subí de mala gana y había un asiento vacío cerca de la puerta trasera.
Llovía cada vez mas y al cruzar la avenida donde, esta el hospital, algunos colegios y un centro comercial, un autobús que iba delante se ve implicado en un accidente, razón por la cual, todos los pasajeros se suben al nuestro.
No iba hasta ese momento con mucha gente, pero con los que subieron si, aquello era como una lata de sardinas, nadie quería esperar, al próximo.
Me alegré que por lo menos estaba sentada, y cuando reanuda la marcha siento que alguien se apoya en mi brazo, no le di importancia, pero claro yo iba sentada y esa persona iba de pie, al cabo de un rato vuelvo a sentir lo mismo y era un adolescente que con la vista fija en mi escote, se estaba restregando en mi brazo.
Yo lo miré y tendría unos 16 años, con el típico uniforme de colegio, muy guapo por cierto y me miraba de una manera un poco libidinosa y me lanzó una sonrisa la cual yo correspondí con una discreta sonrisa.
Como dándole a entender que era porque no había sitio, nada fuera de lo normal.
Pero el lo interpretó de otra manera, porque empezó a hacerlo mas seguido y ya noté como se le estaba poniendo.
Yo intentaba apartarme pero no había mas sitio y el bulto se hacia mas grande, lo que más me llamo la atención, era el tamaño, porque la sentía desde casi el hombro hasta el codo.
Ahí fue donde caí que yo llevaba debajo del chándal, puesta una camiseta de licra, para hacer gimnasia, pero desde su posición se veía muchísimo mi escote.
Yo me empecé a poner mala, intentaba que mis pezones no se pusieran duros y trataba de no pensar.
Yo sentía su mirada, aunque ya no me atreví a mirarlo, pero si veía el bulto en su pantalón gris, que cada vez era más intenso.
Con el bamboleo del autobús, mis pechos se movían mas y este se apretujaba mas.
.
así estuvo un buen rato o por lo menos a mi me lo pareció.
Yo hacia tanto tiempo que no tenia una buena verga, sentir este miembro y encima de ese tamaño, yo solo conocí la de mi marido.
Así que me empecé a calentar, cada vez me ponía más cachonda, cada vez me mojaba mas y ya me apoye con descaro en él, dándole a entender, que eso era lo que quería.
En ese momento, la persona que iba en el asiento de la ventanilla, me pide permiso para bajar, yo me levanto para que pueda bajar y me quedo de pie, para que alguien pasara y yo quedarme en el mismo asiento del lado del pasillo.
En eso siento, su polla en mi culo, la tenia como un leño de dura, menudo tronco y se pega a mi y ahí la deja y yo me quede en shock.
Si pasaba al otro asiento se acababa la fiesta, así que reaccione diciendo a un matrimonio que yo me bajaba pronto y si querían sentarse, por suerte para mi, así lo hicieron.
Y así que me quede de pie.
Yo no podía más, estaba ya muy mojada, solo quería tener ese pedazo de carne.
Yo Solo quería que siguiera lleno el autobús y que el niñato siguiera empujando.
Yo ya empecé a poner el culo en pompa y ya era yo la que disimuladamente me restregaba, yo estaba que me subía por las paredes, que buena polla, que dura la tenia, que barbaridad, yo ya tenia los pezones duros que me dolían y el coño chorreando de mis propios jugos.
El niñato siguió y siguió como si no hubiera un mañana, y yo ya estaba demasiado caliente, así que me deje ir para atrás y también sentir su pecho.
En ese momento el autobús, pega un frenazo que casi nos caemos y el niñato me pone la mano en la cintura, para evitarlo.
Me gustó mucho su gentileza, yo pensaba que la iba a quitar pero el no pensaba lo mismo.
En ese momento sube mas gente, que alegría dije yo.
Ya no tenía ni idea por donde íbamos, yo solo quería esa polla.
Pone su mano en mi cintura me empieza a acariciar y yo, miró alrededor y todo el mundo a lo suyo y entonces abro la cremallera de mi ropa deportiva y camufló su mano para que así no se vea.
Yo estaba a punto de tener un orgasmo, empecé a apretar mis muslos y a morderme los labios para no gritar como una perra en celo.
Y a partir de ahí el niñato, ya empezó a tener barra libre, porque ya no solamente me la clavaba, que además la movía, yo la sentía cabecear y ya no podía más.
Yo me recosté en su pecho y el empezó a moverme con la mano en mi cintura, atrayendome hacia el, como si estuviésemos follando, cada vez con mas intensidad y cada vez me apretaba la cintura mas.
Yo no me pude aguantar más y ya me di cuenta que iba a tener un orgasmo, no pude más y busque su mano de mi cintura y se la apreté mientras me corría.
Hacia tanto que no tenía un orgasmo, que alegría, me sentí viva, ya me sentía otra vez mujer y no una viuda jubilada, que ganas de vivir.
En eso que miro alrededor para ver si alguien se había dado cuenta, pero todo el mundo a lo suyo, menos mal dije yo.
Que pensarían de mi, una viuda cachonda perdida con una polla en mi culo de un adolescente salido.
Pero como soy un dama, por las dudas me entro miedo, de lo que había hecho y si alguien me habría reconocido, así que como ya estaba cerca de mi casa me preparé para bajarme.
Así que me di la vuelta y lo mire muy fijamente a la cara y toda muy digna le dije Adiós.
El con una cara de pícaro y con su sonrisa, disimuladamente, me aprieta la mano y me dice no quieres que te acompañe!!!!!
Yo no supe que decir, me quede helada, petrificada, me quede en blanco.
Que estaba haciendo, por los clavos de Cristo, una dama respetable, como había sido toda mi vida, restregandome con un adolescente, teniendo un orgasmo en un autobús, que mas podía pasar, que era lo que me estaba pasando.
No lo podía entender.
En eso me aprieta un dedo, que ya ni me había dado cuenta que seguía su mano, junto a la mía y me pone cara de esperar una respuesta, a lo que yo sin saber porque le dije, "QUE SI" QUE ME ENCANTARÍA.
CONTINUARÁ.
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