El buen viaje II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esta es la continuación del primer relato, que lleva el mismo nombre.
Ahora les voy a contar, lo que sucedió después.
Baje yo del autobús y ya no llovía, por suerte, pero al girar para ver donde estaba no vi, al muchacho que tanto me calentó.
Pensé que se había arrepentido y que había cambiado de opinión, tengo que confesar que esa actitud, minó bastaste mi moral, pensé: " soy una vieja, y esa es la realidad"
Cuando me disponía a irme a mi casa, bastante malhumorada, me lo encuentro de frente, donde estabas? Fue mi primera reacción.
Y el me dijo, bajaba mucha gente, en esta parada, y bajé por la otra puerta.
Sinceramente me alegre muchísimo, que estuviera.
Quieres tomar algo?, le dije y él muy lanzado me dice "a ti", yo sonreí.
Aunque me gustaría primero pasar por casa antes para cambiarme, para no ir con la ropa del gimnasio, le dije, y el mas lanzado todavía, me dice, y si tomamos algo en tu casa!!!!!.
A mi se me paró el corazón, se estaba dando todo muy deprisa y demasiado natural.
Y le dije, de acuerdo, aunque le comenté, que al bajar, vi a una mujer muy chismosa, que vive en mi mismo edificio "Radio Patio" le llamamos las demás vecinas y tuve un poco de miedo, de que me viera andando con este niño, en un principio le iba a decir que era un alumno, como estaba de uniforme del colé y yo fui maestra, pero luego pensé, porque le tengo que dar explicaciones.
Así que le dije a mi acompañante, aquí me conocen, camina un poco detrás y sigueme.
Y el con toda la cara, me dice " mejor así te miro el culo"
Tanta desfachatez y tanto descaro, me hacia gracia y me calentaba a la vez, pero por ese bulto y por mi calentura, bien valía la pena.
Por suerte, evité a radio patio, que se puso a hablar con otra vecina, mientras caminamos todos en dirección a la casa.
Mi cabeza era una máquina de pensamientos infatigable, como lo meto en casa, que me pongo, que hago si no le gusto, como actuó, ante esta situación.
No estaba lejos la parada de la casa, y cada vez estábamos mas cerca.
Miré disimuladamente para atrás, para ver donde estaba este.
Y mi sorpresa fue que no lo vi.
Me paré en seco, otra vez que no lo veía, pensaba que se estaba riendo de mi.
Lo busqué con una mirada desilusionada y él muy desgraciado estaba en la acera de enfrente.
No sabia ya que hacer, tragaba saliva y mi corazón se me iba a salir por la boca.
Estaba entre cachonda perdida y taquicardica.
Por suerte las dos vecinas se pararon en una tienda en la misma acera de casa y yo las saludé y seguí caminando, ya comprobé que no había nadie mas conocido y fue un alivio.
Así que le hice un gesto cabeceando disimuladamente a éste, para que cruzara, mientras buscaba las llaves y abría la puerta del bloque donde vivo.
Este entró sin problemas y se paró en la puerta del ascensor como si viviera allí, salio un vecino y no sospechó nada, no nos asoció, cosa que fue un alivio.
Yo vivo en un tercero, hay cuatro viviendas y en dos no hay nadie y en el otro es de un matrimonio que trabajan y hasta la noche no vuelven.
Entramos en el ascensor y yo no me atrevía a mirarlo, honestamente me entró mucho pánico y él tampoco me dijo nada.
Tenia las llaves de casa en la mano y abrí lo mas rápido que pude, por suerte no vi a nadie.
Cuantas emociones juntas, pensaba, aunque la cabeza me daba mil vueltas.
Ahora que estaba dentro pensaba y ahora que !!!!!!, tengo un adolescente que me puso mas caliente, que el cenicero de un bingo, había tenido un orgasmo, después de muchísimo tiempo y estaba con un menor de edad en mi casa.
En ese momento no sabia ya que hacer.
Le di mil vueltas a todo.
Así que le dije, vamos a tomar algo, a la calle, me entró pánico lo reconozco y quería que se fuera, era una locura lo que estaba haciendo y como broma ya estaba bien.
Así que le dije, que me esperará en la parada, que yo iba en media hora.
Cosa que no pensaba hacer y porque lo había metido en casa, me flagelaba sola.
El se pone de pie y me dice, no estés nerviosa cielo, si ya hemos llegado hasta aquí, lo mas difícil esta hecho.
Y me agarra la mano y me la besa, me gustó ese gesto, me dio confianza.
Aunque nos queda la más difícil me dice, y yo trague saliva y nerviosa le pregunte, el que?
Saber tu nombre, y yo me empecé a reír a carcajadas y el ese momento me abrazó, cosa que me encantó, porque me dio mucha confianza.
Y mientras me reía, yo también lo abrace.
Así que le dije, mucho mas calmada, soy Lola y tu? Jose luis, me respondió.
Ya mas tranquila le dije, me esperas aquí, en el salón, que me doy una ducha y me cambio de ropa?
No tardes guapa, que tengo muchas ganas de ti y no se si voy a esperar o entrar al baño a buscarte.
Entonces cierro la puerta con el pasador, le dije, mientras sonreía y me mordía el labio.
El juego sensual ya estaba en marcha.
Me di una ducha lo mas rápida que pude, mientas pensaba que me pongo, por Dios, que ropa busco, para esta situación, no sabia cual ponerme.
Y mucho menos que ropa interior, toda la que tengo es de jubilada, viuda.
Me lamenté en no tener nada actual.
Me sequé el pelo en tiempo récord y peinarme lo mas rápido que pude, menos mal que llevo el pelo corto acorde con mi edad y me empecé a maquillar con lo poco que tengo, no solía hacerlo, encontré un lápiz de labios, de estos que te regalan de muestra, en las tiendas, aunque era muy rojo, y algo de maquillaje que tenía de hacía mucho, pensaba ojala le guste.
Salgo del baño para vestirme, en un momento pensaba: A que está metido en la cama, con todo el morro, pero no, no estaba.
Busque la ropa interior y obviamente todo era viejo, porque no me habré comprado nunca algo de encaje sexi, me preguntaba desilusionada, aunque fuera en el mercadillo que se pone los sábados.
Pero el diablo sabe mas por viejo que por diablo y recordé que las chicas del gimnasio, en tono de broma, me regalaron en navidad, como regalo del amigo invisible, un conjunto rojo de encaje con ligueros, porque siempre se metían con mi ropa interior.
Lo busqué, menos mal que no lo tire como era mi intención, era más bien el conjunto de un porno shop, que el de una tienda, la chica de la foto, era muy explícita y dentro, estaba todo, hasta las medias de encaje, para el liguero.
Me miré al espejo que tengo en la pared delante de la cama y dije, Lola hazlo, pontelo, sino te gusta, siempre tienes para ponerte, las bragas de la posguerra.
Me di por todo el cuerpo crema, una de body milk, y me empecé a vestir, me lo puse, apenas me cubría con tanto pecho que tengo, los tirantes estaban a reventar, luego las medías, intenté tranquilizarme, y me dije, Lola ni se te ocurra romperlas con las uñas o que se haga una carrera, que son las únicas que tengo.
Y por último la braga, menos mal que desde siempre no me gusta tener pelo, allí abajo y siempre voy depilada, solo me dejo un hilo, menos mal, suspiraba diciendo, lo que faltaba, si tenias que depilarme.
Tengo que reconocer, modestia aparte que el conjunto, era subido de tono, no era mi estilo, pero me sentí muy sexi al tenerlo puesto.
Me alegre de ir al gimnasio, me hacia un culo redondito, unas piernas torneadas y el escote con poderío.
Busqué una falda azul apretada que tengo, un poquito mas arriba de las rodillas y una blusa blanca, con volantes y escotada, abrochada adelante, dejando ver el inicio de mi escote.
Y unos zapatos negros de tacón, que hacia siglos que no me ponía.
Al mirarme al espejo, mis tetas se veían poderosas y mi culo, estaba bastante insinuante.
Tengo que reconocer que cuando, vi el resultado final y me puse más lápiz de labios, me sentí un poco puta, cosa que me encantó.
Tragué saliva y salí muy nerviosa, el corazón me latía a mil por hora.
Me decía, Lola no eres una colegiala vírgen, el que es un niño es él que esta en el salón, el mundo al revés.
Cuando me vio, se quedó con la boca abierta, puso los ojos como platos y se quedo mirándome, asombrado y perplejo, mordiéndose los labios y moviendo la cabeza, dijo "Que barbaridad" "Que barbaridad " estas absolutamente imponente, vaya cambio, no me lo puedo creer, estas espectacular, yo poniendo mi mano en la cintura y una postura sexi, le dije entonces te gusta lo que ves.
Volvió a repetir, que barbaridad, que espectáculo, estas impresionantemente bella y atractiva.
Mi moral se empezó a hinchar como un globo y me daba tanto placer, oír todo eso, porque veia en sus ojos, que lo decía de verdad, se que me quería cojer, pero se le veía honesto.
Y yo encantada.
Así que le ofrecí, algo de beber, no bebo alcohol, pero algo tengo, le pregunté que quería y me responde lo mismo que tu.
Esta es la mía, me dije, le pongo una copa de cognac que nos va a desinhibir.
Cuando se la ofrecí seguía mirándome, que pasa le pregunte? Es que estas insultantemente atractiva, me encantó ese piropo.
Entonces me senté de frente a él, creo que el esperaba que lo hiciera a su lado.
Y cruzando mis piernas de manera sexi, me quede mirándole.
Pero empezó a ponerse tenso, me empezó a preguntar, por el gimnasio, por los colegios que había dado clase, demasiados rodeos, yo quería ver como al estar de frente, ver como se le levantaba la verga, quería ver como disimuladamente me miraba los pechos y mirara mi entrepierna, yo quería que viera las medias de liguero y abrirme de piernas para calentarlo y en cambio todo muy normal.
Me tome de un golpe la copa y le dije si quería más, me dijo que no, comprobé que su copa, prácticamente no la había probado.
Me serví otra copa, mientras me levantaba intenté que se viera mis tetas, a ver si reaccionaba.
Cuando me di la vuelta, vi que me estaba viendo el culo.
Me senté en el mismo sitio y siguió preguntándome por más de lo mismo.
Yo quería que se pusiera otra vez empalmado y que me la metiera de un golpe o que me follara allí mismo.
Pero nada de eso estaba ocurriendo, así que me dije, Lola, vamos a darle un empujoncito, porque si no vamos mal.
En ese momento se me ocurrió decirle, si era tan amable de ayudarme a buscar unas cajas de ropa, del armario, que estaban en la parte de arriba del armario del dormitorio y que sola no podía.
Más claro agua, dormitorio, cama, escote, coño caliente, pollon.
La combinación perfecta.
Me dice que si, esta es la mía y apurando la copa, le dije que me acompañara y caminando delante, moviendo las caderas lo lleve hasta mi alcoba.
Me subí en una escalera plegable pequeña, que tenia en el baño y enseñándole mas piernas para poder subirme, hago que busco, él al verme que me estaba estirando, me dijo, muy cortez, le importa que la sujete? Yo estaba bastante desconcertada, que había pasado, hace rato me estaba clavando su verga en el autobús, que me tenia ensartada y ahora me pedía por favor, si me podía sujetar, no entendía ese cambio.
Entonces subí a la parte plana de la escalera y el por fin me pone la mano en mi cintura con una mano, yo con lo que había pasado antes y con las dos copas, sentí un cosquilleo en todo el cuerpo y le paso una caja de ropa, le digo que la abra y me inclino más de la cuenta para ver el contenido.
Lo sorprendí mirándome los pechos, desde esa postura se me veían mucho.
Intuyó que también el sujetador rojo, disimuladamente me abrí un botón de la blusa.
Y le dije que esa caja no era y que me la volviera a dar.
Me incline para recibirla y que me viera bien.
Menos mal que reaccionó porque al darme la caja, me sujeto con una mano en mi cintura y la otra la puso donde terminaba la falda, un poco por encima de la rodilla.
Yo poniéndome de puntillas, para que se levantara la falda, agarre una bolsa esta vez de ropa de verano y él empezó a acariciarme la pierna, yo pegué un suspiro y hacia como buscaba la dichosa ropa, como no le dije nada, señal que quizás estaba esperando, empezó a acariciarme con mas descaro en la pierna, llegando a meter la mano por la falda y tocandome los muslos.
Yo ya empecé a tener escalofríos, cada vez movía más la mano y cada vez estaba más caliente.
Me quedé pensando porque ese cambio, en el autobús descarado y aquí respetuoso.
Ayudarme a bajar –le pedí estirando una mano en su hombro.
Él me tomó de mi cintura y yo prácticamente me deje caer sobre él.
Para que sintiera mis pechos en su cuerpo.
Abrazándolo fui llegando al suelo, así quedamos el abrazándome a mi cintura y yo a su cuello, y empecé a tener un cosquilleo en mi coñito, cuando noté por fin, su pollon otra vez, muy duro y nuestras bocas muy juntas, a punto de caramelo, que bien!!!! era lo que quería, ya era mio!!!!!
CONTINUARÁ.
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