El corazón también tiene orgasmos… ?

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi trabajo era tan bizarro como mi vida, sólo tenía que apretar botoncillos parpadeantes al estar al aire, sí, una cabina de radio y un jefe viejo y amargado eran mi única compañía durante 15 horas, para pasar las horas restantes en el colegio y en un apartamento donde sólo mi cama me extrañaba. Consideraba que debía hacer algo al respecto de lo contrario acabaría por ser como Pedro, mi jefe, quedando sola y obsesionada con la radio y su paulatina programación.
Días antes, Pedro me había comentado que saldría de vacaciones y dejaría en su lugar a un amigo suyo y que, por ende, debería acatar sus órdenes. Me daba igual en realidad, mis exámenes estaban cerca y para colmo debía una materia así que mucha atención no le puse.
Todo sucedió una mañana al salir de la cabina, todo iba tan aburrido como siempre y deseaba llegar a casa. Salí de forma presurosa, sin embargo un grito de mi jefe me regresó en un abrir y cerrar de ojos y era sólo para conocer a su sucesor.

-Ángela, mi buena amiga, quiero presentarte a Guillermo, un viejo amigo que se quedará a cargo todas mis vacaciones
-¡Un placer, Ángela!

No era lo que me esperaba, aquel sujeto robó mi atención, era unos 20 años mayor que yo pero su vibrante presencia hacía que mi razón cavilara, ¡Qúe ojazos verdes! ¡Qué voz tan preciosa! ¡Qué cuerpo tan atractivo! ¡Qué paquet…

-¡Qué gusto conocerle! Soy Ángela… – si si si, y qué vergüenza, ya que ambos me miraban extrañados puesto que un nervio extraño se apoderó de mí
-Conozco tu nombre pero desconozco el lugar así que tu primera tarea de hoy será mostrármelo todo. – Con gusto se lo mostraría toditito, me dije a mí misma aunque un poco molesta, mi hora laboral ya había terminado y tenía tarea, quien se creía, primera tarea y aún Pedro seguía con nosotros, que hombre tan … Tan… Trabajé horas extras. -_-

-Bien, ya que se conocen los dejaré trabajar a gusto pleno, yo me retiro y espero volver pronto, Memo, mi buen Memo, te dejo a cargo y cuida bien de Angelina, que por cierto es una buena chica, algo apática pero cae bien.
-No era necesario ese halago, Pedrito. En fin, cuídate
– Adiós, adios

La puerta se cerró y quedamos en el silencio y penumbra de la cabina ya que los vidrios eran polarizados y había un cuarto en plena reparación donde se planeaba colocar un estudio de fotografía. Un cuarto estilo Hazel.

-¿Jefe? ¿Donde está?
-Dime Memo y estoy buscando una extensión para poder cargar la cámara
-Permítame, creo que he dejado una en la Hazel
-Te sigo, de paso conozco un poco más el lugar

Continúe mi camino, tendría que ser su guía por lo menos los primeros días y después de todo, muchas opciones laborales no tenía así que comencé mi recorrido por la cabina…
-Esta es la hazel, por lo general aquí guardamos cables, y esas cosas pero no tenemos foco asi que acomódese con la lámpara del estudio.
-A oscuras se podrían hacer muchas cositas- su comentario salido de todo hizo erizar mi piel y decidí fingir demencia y dejarlo pasar. Pero cuando me enderecé después de haber tomado la extensión sentí como se abrazó a mi cuerpo desde atrás tomándome por sorpresa…
-Ángela querida, me da miedo la oscuridad, abrázame- dijo en tono de broma.
-Que pesado, limite sus acercamientos, que no dudaré en usar mi gas pimienta
-Es una broma tan solo ¿Que te parece si comemos algo? Pizza suena rico
-Pero tenemos muchas cosas por hacer
-Cosas… Por hacer… ¿Cómo qué cosas? -su tono volvió a ser insinuante y no resistí a sonrojarme. -Anda ya, a comer, que así, sin nada en la barriga no me puedo concentrar.

El tiempo pasó, y el pedido de pizza y refresco estaba llegando, una cena muy rica e interesante ya que asuntos pendientes se fueron discipando para poder marcharnos a casa y poder terminar mi tarea. Él insistía en llevarme hasta mi apartamento en su auto pero decidí negarme, ya que pretendía ir a conseguir algunos materiales, y sin más nos despedimos.
Al llegar a casa, me apresuré a terminar mi tarea y fue rápido, tomé una ducha y me tumbé en mi deliciosa camita, era mi pequeño paraíso, me estaba quedando dormida cuando mi celular comenzó a sonar, respondí…
-¿Ángela?
-Sí ¿Quién habla?
-Pedro me dio tu número, soy memo ¿Podrías venir? Acabo de recetear la computadora y creo que me he metido en problemas, toma taxi, yo lo pagaré acá y de regreso te llevaré yo, date prisa, por favor.
-Pero es tarde
-por favor
– Mañana podríamos repararlo y…

Me colgó. Muy a mi pesar me dirigí a cabina, se encontraba a minutos del edificio así que llegué pronto…
-¿Jefe?
-Por aquí, he intentado restablecer algunas cosas y al parecer funcionó, solo necesito una contraseña

Se giró de forma brusca y su rostro quedó muy cerca del mío, un silencio inundó la cabina y algo en mí se inquietó al escuchar su murmullo cerca de mi oído …
-Vamos a la hazel
Se levantó, tomo mi mano y nos dirigimos a la hazel, una vez dentro y abrazados por la oscuridad sentí sus brazos rodear mi cintura y su boca curioseando en mi cuello. Mi blusa era de tirantes y fácil de deslizar hacia abajo, era un verano caluroso, y él era un hombre irresistible así que dejé que bajara mi blusa y la punta de su lengua recorrió esa sexy endidura vertebral y parar en mi coxis
-Soy tu jefe y tu trabajo de esta noche será disfrutar conmigo…

Sus manos calientes aprisionaban mis senos, los frotaba con rapidez pero me gustaba, hizo que usará la mesa que teníamos ahí como apoyo para poder deshacerse de mis vaqueros, no sin antes palpar mi trasero que a mi edad está bien desarrollado. A muchos se les antoja galoparme pero Guillermo no se quedó con las ganas, sentí rozar su elección en mis nalgas y su mano dirigiéndose a mi vientre para llegar a mi vagina y comenzar a juguetear con mi clitoris
-¿Y este botoncito delicioso que hace?
– Te avisa cuando tienes que entrar
– ¿Al aire?
Reímos un poco y me sentó en la mesa para poder abrir mis piernas y colocarse frente a mí, lo que pretendía hacer me encantaba, la simple idea me hizo humedecer mis braguitas, pero el sentir su dedo recorrer mi vagina me hacía pedir más. Sentí como hacía a un lado ese pedazo de tela que nos separaba del placer y disfruté del como su lengua inspeccionaba la ruta, era rico, sublime, quería que continuara y lo hizo pero de pronto se detuvo…
-¡Ángela! ¿Eres virgen? -Se levantó asombrado, creo que ser virgen ya no era muy común.
-Sí, lo soy.
-Ay chiquitita hermosa, ven para acá. -me tomó entre sus brazos -Te deseo, y muero de ganas por penetrarte pero quiero ir a tu paso, quiero disfrutarte. Después de todo me gustas y te daré tiempo para saber si deseas lo mismo. Y a placer hacerte mía.
El plan se detuvo pero mis ganas eran feroces. Lo deseaba pero él mismo decidió parar todo. Se levantó y propuso vestirme para marcharnos a casa, encendió la lámpara de estudio y
-Enséñame a mamártela… – Me miró asombrado, no esperaba eso de mi. Algo sabía por las películas y los textos eroticos así que me postré ante él y abrí su cremallera. Sorpresa que me llevé…
-No es necesario
-Quiero hacerlo, en verdad deseo hacerlo. -Tomé su pene a media erección y lo acaricié con cariño
-Humedecela un poco, escupe en tu mano y comienza a frotar. -Mis movimientos eran torpes pero me esmeraba -Ahora chupa la puntita e intenta metértela toda – y siguiendo sus ordenes comencé a chupar esa punta rosadita, la lamía como si de una paleta de caramelo se tratara.

-Vas muy bien, princesa, pero intenta comértela toda, forma boquita de pescado y cuando … -no acabó su instrucción al notar que comenzaba a agarrar ritmo, metía y sacaba su pene de mi boca y la saliva con líquido seminal se desbordaba por las comisuras de mi boca, pronto sus gemidos comenzaron a escapar de su garganta mientras guiaba mis movimientos con su mano y dejaba que su delicioso falo penetrara mi boca sin piedad alguna hasta que unos minutos después sentí un líquido caliente y espeso resbalar por mi garganta y un grito satisfactorio invadió nuestra hazel. Extrañamente mi vagina estaba deseosa de ser complacida y créanme que ese sólo fue el inicio de la mejor experiencia de mi vida.

Espero estén pendientes para la siguiente narración. Besitos y buena mano tengan! Hasta pronto.