El Mecanico y la Nena 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por acostadoyflojo2.
Como había prometido Eduardo estaba listo para a dia siguiente recibir a su invitada de honor, solo que esta vez las cosas saldrían muy diferente de lo que deberían haber sido, pero en realidad para mejor
– Vecino como esta?
– Yo bien, pero y usted amiga, que me le pasa que la veo tan apagada
– Es que mi mama murió anoche y como se imaginara estoy muy afectada, quería pedirle un favor enorme vecino, le pagare lo que usted me pida
– Vecina que sucede, tan grave será, digame, yo la ayudo
– Es que a mi mama la enterraran en su tierra, queda muy lejos y será una semana y media hasta que terminen los rezos, no puedo llevarme a dayana por que tiene escuela y su papa la vendrá a buscar el lunes, pero como es fin de semana seguro que el vendrá tarde, me preguntaba si usted podría cuidarla estos 3 dias hasta que el llegue el lunes por la tarde por ella, el ya sabe que estará con ud y vendrá aquí directamente
– Bueno, por mi no hay problema si ud cree que estará bien eso
– Si, yo confio en ud y dayana ya lo conoce bien
– Bueno esta bien, donde esta la niña
– Ya la traigo esta terminando de vestirse
Eduardo por dentro estaba mas que satisfecho, era sábado y el padre no vendría sino hasta el lunes a la tarde, seria un fin de semana super agradable y ameno, al menos para el.
Cuando la niña llego, timida y callada como siempre el l tomo en sus brazos y la metio hasta el cuarto para que terminara de descansar, mientras se despedia de la madre, le causaba pena y ternura ver a esa muer tan desconsolada, mientras esperaban a que ella se fuera estuvieron hablando y pasado el rato, ella le daba instrucciones a el con relación a la niña y el asentia, pero sin prestar atención.
Cuando finalmente la mujer se fue Eduardo sabia que era momento de empezar su tarea sexual, entrando a la casa nada mas cerrar la puerta se saco su camisa y se quito la bermuda quedando solo en bóxer, erecto y entusiasmado por empezar hacerle el amor a esa nena tan delicada, tierna y hermosa.
Cuando entro a la habitación estaba la niña ya dormida boca abajo, su trasero redonde y apetecible cubierto por un mono delgado de pijama y una franelilla, debajo se notaba una pantaletica amarilla, llego hasta la cama y suavemente y con delicadeza fue bajando el monito de la nena dejándola solo en pantaleticas.
– Nena, amor? Ya estoy aquí, despierta para que puedas darle cariño a tu hombre
– Hmmmmmmmmm
Ella fue despertando poco a poco al sentir las caricias de aquel gran hombre acostado a su lado, sentía su calor y la textura de los vellos corporales de este mecanico que pronto la haria suya de nuevo, por su parte Eduardo tenia una enorme erección que luchaba por romper la tela del bóxer y liberarse.
Cuando la niña estuvo totalmente despierta Eduardo se subio sobre ella y comenzó a besarla y acariciarla, terminando de desnudarla cuando ella estuvo a su disposición bajo hasta su entrepierna y abriendoselas hundio su cara entre ellas y empezó a degustar esa deliciosa y tierna vagina de dayana.
– Uff nena extrañaba tu sabor, estas tan deliciosa, te gusta verdad?
– Aaaah, hmmmmmm, oooooooh
– Si, disfrutalo mi amor, se que te encanta tanto como a mi, ya te estas volviendo una verdadera guarrita.
Se dedico a darle placer a esa niña por largos minutos, minutos en los que chupo tanto su cuquita como su culito y los saboreo tanto que quedaron brillosos de saliva, mientras tanto dentro de su bóxer luchaba por abrirse paso un trozo de carne de 20cm que palpitaba y brotaba ese liquido tan deseado por muchas pero que solo esa nena era dichosa de comer y saborear tanto como tenerlo dentro de ella.
Cuando estuvo saciado de tanto chupar y lamer el mecanico se levanta y cordialmente le pide a la nena que le ayude a quitarse su ultima prenda, para eso el se acuesta en la cama y deja que ella con sus delicadas manitas baje por sus piernas la prenda, ayudándola solo levantando su cadera y levantando sus pies al final, cuando ella posa sus ojitos ante aquella monstruosidad de verga queda de nuevo sorprendida y asustada por ver ante ella algo tan grande que jamas hubiese creido que pudo entrar en ela los dias anteriores, se estremecio de solo recordar el dolor y la sensación de tener aquella cosota rompiéndola y reventándola toda por dentro hasta llenarla de abundante liquido blanco.
El la tomo de su cuello y suavemente hizo que se fuera acercando hasta su pene, cuando ella estuvo rozando su pene con sus labios le pidió sacara su lengua y limpiara todo su presemen, el se retorcia al sentir esa calida lengua sobre su verga, sentía que explotaría de placer.
– Oooooh si nena asi, lamelo, es tuyo, tu dulce y tu juguete, aaah si, recorre el tronco, asi hasta las bolas, hmmmmm chupalas y vuelve a subir, eso si, aaah que rico, ahora abre tu boca y cometelo, chúpalo asi bien rico, eso, buena niña.
Dayana abria tanto su boquita que su mandibula le dolia, se comia la cabeza de aquel pene y unos centímetros mas, Eduardo sentía que moriría del placer que aquella criatura le estaba produciendo, sentía como la saliva que brotaba de ella rodaba por todo el tronco de su larga verga inundaba sus testículos y caia como gotero sobre su cama, el la tomaba de sus cabellos suavemente mientras la hacia moverse entrando y saliendo su pene de sus labios.
10, 15 o quizás 20 minutos estuvo ella chupando aquella carne, no sabia, ya había perdido la nocion del tiempo, solo sabia que su mandibula estaba caliente y le dolia el tener que abrir su boca de aquella forma, aunque Eduardo la dejaba descansar de a ratos de todas formas era un trabajo fuerte para ella.
El sabia que no tenia necesidad de apurar las cosas, total el tendría 3 dias enteros para disfrutar de aquella nena hermosa, decidio que iria con calma y provaria la necesidad de aquella criatura de ser amada y poseída, suavemente la retiro de su pene y sin decir nada se levanto de la cama y salio del cuarto, totalmente desnudo como estaba se sento e su sillón a ver tele y esperar lo que el sabia que sucedería.
5 minutos mas tarde una timida y silenciosa figura se asomo por la puerta de la habitación, camino hasta el moreno hombre sentado en el sillón y tocándole el hombre para llamar su atención le dijo:
– Señor Eduardo, hice algo mal?
– De que hablas mi amor, nada de eso, todo esta bien
– Es que usted salio de repente y no regreso
– Pensé que querias descansar un rato después de tanto que trabajaste esa boquita, es todo
– Ah, esta bien, puedo quedarme aquí con ud
– Claro, ven, siéntate
Dayana se sento a su lado y poso su cabeza sobre su pierna, al sentir el contacto de aquella niña su pene comenzó a crecer y endurecerse, hasta que volvió a llegar al punto máximo de dureza y grosor, la nena al sentir el palpitar del pene giro la cabeza y se encontró ese monstruo frente a ella, Eduardo solamente tenia los ojos cerrados y la cabeza hacia atrás, esperando que la nena reaccionara y tomara la iniciativa.
De repente este siente como las manitas de ella rodean a duras penas el tronco de su verga y en su punta ya lubricada sintió como unos labios carnosos y delicados besaban, lamian y chupaban su pene, ella había tomado la iniciativa de mamarle la verga y eso fue la señal de que aquella niña ya le pertenecia solo a el, al menos por el momento, ella fue la que busco en este instante que Eduardo la poseyera, ella deseaba entregarse a el y por supuesto que el la aceptaría.
La cabecita de la niña comenzó a subir y bajar comiéndose cada centímetro de pene como si fuera un delicioso dulce, esta vez sin que Eduardo tuviera que guiarla, su saliva comenzó a rodar por el tronco y rodar por todo el hasta dejarlo bien brilloso, Eduardo respiraba entrecortado, dificultoso y su corazón latia fuertemente
– ah dios santo, si, sigue bebe sigueee aaah si que rico lo haces, tu boca es lo máximo, anda trata de comer mas, que llegue hasta el final de tu gargantica, si asi, oooooh solo sácalo cuando sientas nauseas y vuelve a meterlo hasta el final.
Ella seguía sus instrucciones y poco a poco lo hacia mas y mejor, se iba volviendo una experta en eso de mamar penes y Eduardo era el afortunado en recibir las diestras felaciones infantiles.
Pocos minutos después sintió que si no la detenia terminaría por hacerlo acabar, y aunque le daría gusto llenarle la boca de semen el no quería acabar aun, con mucho pesar la retiro de su pene y la abrazo fuerte entre sus musculosos bíceps.
– Eres una buena niña mi amor, te adoro, ven, dame un beso
Se besaron tiernamente y continuaron con un beso apasionado en donde el metia su lengua dentro de ella y jugaba con la de la nena, fue enseñándola poco a poco a como comerse una lengua adulta, aspera y fuerte.
Se acostaron juntos en el sofá haciendo una cucharita o posición fetal, la niña quedaba incrustada completamente entre los brazos de Eduardo quien la envolvía y prácticamente la tapaba con su enorme físico.
En esta posición el pene de el hombre chocaba contra la entrada del ano de la niña, ella tenia su trasero paradito y super pegado a la pelvis de el, con unos pequeños movimientos de cadera Eduardo fue presionando en ese orificio tan estrecho, apretado y minúsculo, la punta de su pene fue abriéndose milímetro a milímetro paso al interior del intestino de la niña, cuando tenia toda la cabeza dentro se pudo fijar que los musculos de la niña estaban tensos, su ano se apretaba mas aun y ella apretaba su rostro como muestra del inmenso dolor que estaba sintiendo.
– Ya nena, relájate, solo tienes que relajar todo tu cuerpo y tu ano para que asi pueda meterlo hasta el fondo, como el otro dia recuerdas?
Después de decir esto el se retiro de ella, se levanto y entrando al cuarto salio con un bote de lubricante en sus manos, volvió a tomar su lugar en el sofá detrás de dayana y regando gran cantidad del lubricante sobre su verga y sobre la entrada de ella lo intento una vez mas, su pene esta vez entro mas fácil, después de entrar la cabeza su tronco comenzó el avance, de igual forma la nena sentía mucho dolor pero esta vez el pene de Eduardo avanzaba mas fácilmente, la resistencia del ano de ella se hacia cada vez menos notable, medio pene había invadido el ano de ella y como si no fuera ya mucha tortura para ambos, el tomo fuerzas impulsándose con sus pies de los apoya brazos del sofá y metio hasta el ultimo centímetro de su verga dentro de ella
– Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!!
– Ya ya ya, tranquila, ya paso, ya estoy dentro de ti, tranquila aguanta un poco hasta que pase el dolor
– Me duele, me dule mucho, sáquelo
El no hizo caso a sus peticiones, era increíble que un pene de esas dimensiones entrara en el ano de una nña de poco mas de 5 años pero asi era, sus 20cm estaban dentro de ella y esta vez los iba a disfrutar como tenia que hacerlo.
Se quedo inmóvil unos minutos, tantos como fueran necesarios para que ella se acostumbrara a tener ese gordo pene dentro y el dolor fuera desapareciendo.
Después que considero que el dolor de ella fue disminuyendo comenzó a moverse suavemente, la reacción de ella fue tensarse de nuevo pero esta vez no se quejaba, al menos no tanto como al inicio, el la tomo con una de sus manos de la cinturita mientras que con la otra se apoyaba del sofá para alzar su cuerpo y poder tener mayor movilidad, sus pies le servían de ancla de empuje para las embestidas de las que comenzaban a disfrutar ambos.
– Oh que rico culito tienes mi amor, que rica estas, se siente increíble, como si fuera la primera vez que entro dentro de ti
Ella no daba ninguna respuesta a las palabras lascivas de aquel hombre, solamente se quedaba semi inmóvil sintiendo como aquella barra de morena carne le taladraba el culo, sentía como se retiraba hasta sacar la mitad y nuevamente se introducia hasta que las bolas de aquel hombre chocaban contra su trasero, ella sentía un dolor indescriptible pero en el fondo también estaba comenzando a sentir placer, empezaba a disfrutar de como aquel simpático hombre grande, musculoso, atractivo y vergon le hacia el amor, sentir el pene de Eduardo entrando y saliendo de ella mientras las manos asperas acariciaban su cuerpo, eso debería ser lo que se sentía al estar casados de adulto pensaba ella, le gustaba.
Eduardo se percato de que dayana se relajo totalmente, su cara cambio de expresión, ss labios se abrieron y sus ojos se relajaron también, sus caderas poco a poco comenzaban a moverse pero esta vez no tratando de alejarse de el sino todo lo contrario, trataban de juntarse mas y mas haciéndole difícil sacar mucho de su pene.
– Te gusta verdad mi amor? Ya estas comenzando a disfrutarlo, que bueno, eso es lo que yo deseaba que gozaras tanto como yo
– Hmmmmmmmmm Aaaaaaaah
La niña estaba como en una especie de transe, ella solo se dedicaba a sentir aquellas nuevas sensaciones que se le estaban regalando, solo quería experimentar mas, aquella nena de casi 6 años comenzó a vivir la vida y a exteriorizar lo que no sabia que tenia dentro.
Eduardo se levanto del sofá aun manteniéndose dentro de ella, la coloco de rodillas apoyando su peso sobre sus manitas en el espaldar del sofá, el se levanto sobre sus pies en el suelo y apoyo las rodillas al borde del mueble para que su altura coincidiera con la de la niña y asi poder follarla como el deseaba.
La sujeto de la cadera y comenzó a retirar su pene de ella hasta que solo dejo la cabeza dentro luego volvió a meterlo suavemente pero sin detenerse hasta que estuvo todo dentro de nuevo, asi varias veces una y otra vez, suave y despacio para que ella se acostumbrara a tenerlo allí dentro, poco a poco fue acelerando los movimientos haciéndolos cada vez mas rudos y un poco mas bruscos, apasionados y fuertes, sonando su piel contra la de ella y rebotando sus testículos al chocar contra la entrada del pequeño trasero
– Aaaah Hmmmmmmmmm ammmmmmmmmm
– Ahh siii gózalo nena, disfrutalo, te gusta?
– Si, me duele un poco pero ya empiezo a sentir rico, empiezo a tener otra sensación dentro de mi, aaah señor Eduardo creo que me gusta, me voy a orinar.
– Si mi amor, orinate, hazlo anda
Eduardo sabia bien que no era orine en si, la exitacion de dayana iba en aumento, eso lo hacia sentirse bien consigo mismo y con su hombría, sentía en todo su pene las contracciones que daba el utero diminuto de la criatura y con ese movimiento interno no pudo aguantar mas y en un doble climax el también se vacio completamente dentro de sus intestinos.
– Aaaaaaaa siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii diiiiiiiiiiiiioooooooooooooos
Con cada chorro de semen el mecanico perdia control de su cuerpo, se contorsionaba y se convulsionaba, unos 6 choros intensos y algún par mas llenaron a la niña, se podía sentir como el semen chocaba con las paredes intestinales de ella, ambos llegaron en una eruccion de placer, el callo sobre el mueble agotado, respirando con dificultad, su corazón acelerado, sudado pero satisfecho.
A su lado dayanita en las mismas condiciones, agotada y un poco adolorida se dejo caer a su lado, su culito le ardia y le palpitaba, sentía como el semen de Eduardo le recorria toda la entraña y brotaba hacia el exterior rodando por su nalguita, le costaba respirar con normalidad, se sentí extraña pero no en mal sentido sino todo lo contrario
– Ven nena vamos a limpiarnos y asearnos para que comamos algo y descansemos, deseas ir al centro comercial?
– Si, esta bien
Durante gran parte del dia se la pasaron divirtiéndose y distrayéndose visitado lugares de la ciudad y conociéndose mas, a la vista de las personas parecían padre e hijos, pero nadie sabia lo que entre paredes sucedia, y esos dos dias apenas comenzaban.
👍
Que buenos relatos , como me encataria tener una nenita de 6
Ya quisiera un mecánico para mí