EL PRÉSTAMO Y LA VENGANZA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi matrimonio había terminado y empezaba la etapa de juicios para la manutención de mis 2 hijos; con 30 años una figura que recuperé para reconquistar a mi ex seguía trabajando en la empresa de siempre y ahora necesitada por las deudas que me dejó pensé en pedir un préstamo.
Según lo establecido como vox populi el encargado (60 años)lo aprobaba en la cama y mi rubia cabellera acompañada de buenos senos, cintura elegante y cola prominente no creían esa versión dado que a muchas de las mujeres que trabajaban allí se los habían otorgado y sin desmerecer a nadie digamos que muchas no eran para nada agraciadas pese a que mas de una cuando les preguntaba como eran los trámites me contestaban mirando el piso.
Cuando llegué al límite de mis posibilidades y sin repuesta de mi ex de hacerse cargo y temiendo el embargo de mi sueldo previo pedido de cita fuí a la oficina de mi jefe de planta.
Fue al final de la jornada con el sector caso vacío y su secretaria se despidió con mirada fulminante quedando con el capo a solas.
Para resumir era un poco lo establecido para solo aprobarlo y dado que no lo conseguiría en otro lado accedí a su "prueba" de un sí.
Hacía tiempo no tenía sexo y en este caso el abrió mi blusa para empezar a lamer con una tremenda fascinación mis pechos, yo estaba parada y el agazapado subiendo sus manos por la parte posterior de mis piernas y acariciar mis nalgas, en un momento sin dejar mis tetas levantó la vista y esquivé su mirada, sonrió sin soltar los pezones y yo ya sentía algo de asco pero tambien si me concentraba me calentaba, escarbó en mi sexo previa bajada de bombachas y de una manera casi inconsciente abrí mis piernas.
retiró su mano y por vez primera dejó de chuparme las tetas para frotar su pulgar y anular entre sí sonriendo con sorna al notar mi flujo y fue cuando empezó a pasarme la lengua por el cuello.
Entendí que su placer era doblegar a la mujer que le pedía; como un violador gozaba de su poder y entonces si consideré la posibilidad de que las había cogido a cambio de un préstamo.
Me pasó la lengua por la cara y evité su boca mirando el piso; me tomó de la pera y pasó su lengua por mis labios diciendo vestite y andate estas aprobada mañana tenés la plata.
Lo hice tan rápido como pude pero consternada porque no había pasado mas allá de un manoseo o tal vez era impotente.
En casa me sentí tranquila pero algo excitada y a la noche después de cenar con mis hijos me masturbé con él.
Al otro día tenía que retirar el dinero y bajo las mismas condiciones fuí a recoger la plata.
Estaba en el escritorio me pidió que la contara y al empezar a hacerlo el se ubicó detrás mío, me bajó los jeans y empezó a restregarse y sentí como una buena pija crecía en el roce con mi tanga.
Bajó la misma para sumergir su cara en el culo y por vez primera supe lo que era un beso negro, abrí las piernas lo mas que pude ya que los jeans no me dejaban mucho y el se colocó de tal manera que con un ruido de chancho me chupó la concha.
Yo se la refregaba mojándome y jadeando entre gemidos para escuchar su perversa risita ahogada por mis labios vaginales hinchados, de repente salió de abajo mío y me preparé para la penetración cuando noté que me subía los pantalones.
lo miré intrigada y el me pregunto si pasaba algo; le dije que nó pero que pense´que me penetraría.
Lo querés? me preguntó con su sonrisa maliciosa.
Quedé turbada, estaba entre mi calentura y el pudor y lo miré buscando que el se contestara.
Sonrió nuevamente repreguntando que querés entonces?.
Y estallé de furia porque no soportaba ser "rechazada" Si quiero que me cojas a eso vine al fin y al cabo.
cogeme.
Y así con los pantalones apenas bajó entró a pija seca pidiendome que me moviera y le pedí que fuéramos a un lugar para desvestirnos y coger bien.
Me pidió que me callara que el decidía como cogerme.
acabó y sentí como su leche chorreaba por el interior de mis piernas y subí los pantalones pegoteandome con su semen.
Me dijo que el fin de semana iríamos a un lugar con 2 de sus amigos de su edad y me negué de plano.
Me contestó que con eso cubriría la mitad de la deuda y quedé de contestarle.
Salí furiosa pero excitada y al otro día fuí a dar mi repuesta la cual tramité con su mano por debajo de mi pollera manoseándome a su antojo y de vez en cuando me hacía la recatada para escuchar su voz sentenciando, ya te tengo putita como a todas acá, gordas o flacas las cojo por plata que me devuelven.
Ese sábado subí a la parte de atrás de la elegante traficc donde estaban sus amigos quienes me saludaron con besos de lengua y tocadas de culo y senos.
Fuimos al borde de un arroyo y me hicieron arrodillar sobre una gruesa manta; sacaron y me rodearon con sus pijas para que empezara a chuparlas de a ratos mientras escuchaba sus risas triunfantes y comentarios como te acordás como lloraba la gorda pidiendo que no? y la negra? que se metía de a dos y vomitó? Me acabaron dentro de la boca y me tragué asqueada su semén.
Me dieron un balde para que fuera al borde del arroyo y lavarme la boca y traer agua para ellos.
Se hicieron lavar las pijas, era esclava de su leche y me "ayudaron" a subir a la camioneta de retorno con manos por todos lados de mi cuerpo.
Uno de ellos en pleno viaje me cogió y cuando acabó lo hizo en la puerta de mi concha para que vieran como me colgaba la leche en mis labios vaginales.
No volvimos a hacerlo pero sí al otro sábado me llevó a la casa de un amigo suyo donde cancelaría mi deuda siendo la única en lograrlo en tan poco tiempo.
Era un gordo sesentón, peludo y grandote.
Besaba como ninguno y manoseaba bien; había en el un placer morboso pero tranquilo, como un triunfo de algo que entendí después.
me sometió sin violencia y me hizo el orto entre mis aullidos por su buena dotación mirándonos en el espejo.
me estaba usando mas que mi jefe y tal vez era parte de sus códigos.
Me tiró la leche en lacar y me la limpió con su lengua; después de bañarme y aprontarme para irme sacó una buena cantidad de billetes y los desparramó en el piso diciendome que eran míos que los llevara, reía mientras yo arrodillada los juntaba.
Cuando mi jefe tocó bocina y lo besé para despedirme me preguntó si volvería venir.
le dije que sí, ya sos una puta y muy linda y lo que mes me gusta de vos es que sos la hija del hombre que me quitó la mujer que mas quise en mi vida.
tu madre.
Pero ahora voy a desquitarme teniendo sexo a granel.
Nos besamos de una manera descarada, me recalentó la situación; se cogía mi madre a través de mí y cuando nos separamos aseguró que a partir de ahora solo me tocaría él.
Mijefe ya estaba advertido.
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