EL PROFESOR EDUARDO
Después de pensarlo unos minutos y en lo que me acariciaba las piernas, decidí aceptar su perversa invitación y entramos al hotel, mientras caminábamos él me acariciaba el trasero, quería golpearlo pero no quedaba más que cooperar..
Hola! ¿Cómo están? Mi nombre es Monica y estoy casada y con 2 hijos, creo yo después de mucho, estoy muy feliz con lo que la vida me ha dado.
No me gusta alardear mucho sobre mi, creo soy normal, hago ejercicio y como sano, físicamente estoy “buena” o asi me dicen, jaja, tengo mucha pierna y trasero, también soy acinturada y hoy comenzaré a contarle mis anécdotas.
Mi marido me invitó a escribir, yo no quería ya que tenía ciertos tabúes, además hay cosas que ni él sabe, pero al ser ya una pareja liberal comenzaré con esta anécdota.
Yo tenía 18 años y estudiaba el bachillerato, aún era soltera, pasaba muy bien todas mis materias excepto física, siempre tuve problemas con física y más en la clase del profesor Eduardo.
El era muy estricto conmigo, me regañaba e incluso me exhibia en clase, algunas ocasiones noté como me miraba, me miraba las piernas ya que acostumbraba a llevar falda o shorts y también cuando iba con pantalones ajustado lo note viendome las nalgas.
Finalmente reprobé, yo estaba hundida, mis padres eran muy estrictos y yo ni a casa quería llegar, en el descanso mis compañeras me aconsejaron que lo sobornara, que le diera dinero o una botella para mínimo tener 6, así que fui a buscarlo a su salon.
E: ¿Dígame señorita, que le puedo ayudar?
M: Quería ver que puedo hacer para subir mi calificación.
E: Tuvo todo el semestre para hacer sus cosas y ahorita ya quiere hacer algo!
M: ¡¡Por favor profe!! ¡Necesito pasar!
Ese dia traia mi falda roja entallada, desde joven soy muy nalgona por lo que siempre llame la atencion, el me miro de arriba para abajo y me dijo…
E: Mañana te veo aquí a las 3 de la tarde.
M: Está bien, ¡pero mañana es sábado!
E: ¡Me vas a tener que invitar a comer y ya veo que puedo hacer!
Al día siguiente salí con él, me puse mi short de mezclilla, yo estaba muy piernuda asi que quise verme bien para que el accediera a pasarme, llegue a la escuela y el paso por mi en su carro.
E: Hola Monica, ¡sube por favor!
M: ¡Profesor buenas tardes!
E: Dime Eduardo, ¡no estamos en clase!
M: Me es difícil, ¡jaja!
Actuaba muy diferente a lo habitual, hablaba en tono conquistador, cuando llegamos a la cafetería él pidió papas y yo una ensalada, tomamos un malteado y comenzamos a platicar.
E: ¿Entonces quieres pasar mi materia?
M: ¡¡Si!! Yo se que no entregue cosas a tiempo, pero salí bien en los exámenes.
E: Es que yo califico varios aspectos, exámen, participación, tareas, actitudes y aptitudes.
M: Entonces qué podemos hacer para que pueda pasarla, mis papas me mataran si repruebo.
Eduardo era delgado, más alto que yo, mido 1,70 el medía aproximadamente 1,75, piel blanca, lentes, bigote de pedro infante, no era guapo pero tampoco feo.
El pagó la cuenta, yo llevaba mis ahorritos pensando que pagaría, muy amablemente me pidió que fuera con él a un lugar, subimos a su carro y después de casi 20 minutos manejando llegamos a un hotel de paso.
M: ¿Qué hacemos aquí?
E: Mira hermosa, te propongo un trato, vamos al cuarto, cogemos rico y te pongo un 8 el que necesitas para pasar mi materia y el semestre!
Lo miré con odio, él era un maldito y aunque yo no era una pera en dulce me sentí ofendida!
M: ¡¡Ni loca!! ¿Quién cree que soy?
E: Tranquila, solo es un trato asi ganas tu y gano yo!
M: ¡Está loco, yo no vine a eso!
E: Pues es lo que te propongo, de lo contrario te pongo el 4 que sacaste, repruebas el semestre y no te dan papeles.
Estaba atrapada, no me quedaba de otra, tenía que aflojarle para pasar o arriesgarme a las consecuencias.
Después de pensarlo unos minutos y en lo que me acariciaba las piernas, decidí aceptar su perversa invitación y entramos al hotel, mientras caminábamos él me acariciaba el trasero, quería golpearlo pero no quedaba más que cooperar.
Al entrar me abrazo por atrás repegandome su cosa, yo estab a nada de llorar, pero el seguia tocandome, metió sus manos debajo de mi blusa apretando mis tetas, me besaba el cuello, lamió mi oreja como perro, me tocaba mi parte con su mano, en ese momento quería salir corriendo pero seguro el no me dejaría.
E: ¡¡Estas buenisima corazón, tienes unas patotas y unas nalgotas, soñaba con tenerte así!
Su confesión me estremecía, me tiro a la cama y me comenzó a quitar la ropa con desesperación, sus manos acariciaban mis muslos, mis nalgas, me besaba el abdomen, quería besarme la boca pero yo no le dejaba.
El se comenzó a desnudar, no era la primera vez que estaba con un hombre pero él era mayor por 20 años, cuando mire su pene algo en mí se prendió, era grueso, no tan grande pero se veia bien parado.
Eduardo me quito el calzón y comenzó a chuparme mi vagina, lo hacía salvajemente, me lastimaba pero poco a poco comence a mojarme haciendo mas relajado el trabajo.
M: ¡¡Oh!! Uhm, ah!!
E: ¡¡¿Eso hermosa!!! Que rico chocho tienes, uhm, nuevesito, sabroso!!
Sus palabras empezaron a excitarme, Eduardo sabía como meterme la lengua en mi concha, apretaba mi clítoris con su boca, yo no dejaba de gemir fuerte y retorcerme como gusano.
Eduardo me metia dos dedos, palpaba muy rico, nadie jamas me habia metido así los dedos, el sabia como tocar, me tenía escurriendo, yo comenzaba a pasar del asco al placer, le acariciaba su cabeza, mi profesor me tenía escurriendo.
M: ¡¡Ah!! ¡¡Profesor!! ¡¡Si!!
E: ¡¡Que rica concha, uhm!!
No aguante más y comencé a venirme y tener un orgasmo, ese hombre maduro me había hecho venir como ningún hombre hasta ese momento, de hecho estoy segura que ese era mi primer orgasmo!
Yo estaba con los ojos a medio morir, él me tomó de la mano y me levanto sentándome en la cama, él se puso de pie y me puso su verga en la cara, susurrandome que se la chupara.
Tome su gorda verga con mis manos y le di chupadas como paleta de hielo, su sabor me desagradaba pero él apretando la cabeza me obliga a continuar.
E: Así chiquita, uhm, ah, ¡¡comete mi verga!!
No se porque pero sus vulgaridades me ponían caliente, abrí mi boca lo mas que pude y apenas me cabía en la boca, pero poco a poco comencé a clavarme chupandosela como toda una experta.
M: ¡¡Uhm!! Mmm, mmm!
E: ¡Asi chiquita, uhm, agh, ah, que rico mamas uhm!
Eduardo me aventó a la cama y se colocó un condón, Me abrió las piernas y escupió en mi vagina, comenzó a penetrarme, su verga era muy gruesa, jamás me había entrado uan de ese grosor, a mis 18 años ya había cogido con algunos y nunca me había entrado una de ese grueso.
M: ¡¡Ah!! Dios, ah, ah!!
E: ¡¡Si!! Goza chiquita, ganate tu 10
Eduardo comenzó a moverse suave, su verga no entraba por completo pero lo que me metia era suficiente para hacerme gozar y gemir, prácticamente estaba ganándome mi calificación.
E: ¡¡Que rico aprietas, uhm!!
Me puso de perrito y abriendome las nalgas me la dejo ir suave, en esa pose me entraba mas, me agarro de la cintura y me embestía fuerte sin parar, me tenía gimiendo, gozando, me sentía una prostituta, pero prefería eso que enfrentar a mis padres.
E: ¡¡Que ricas nalgas, uhm, ah!!
M: ¡¡Que rico, uhm!!
E: Sabia que eras putita, uhm, qué vieja eres, uhm, ah, muévete sola, uhm, ensartate sola.
Yo lo obedecí, comencé a moverme en círculo y meneando mi cadera como las mujeres en los videos de tik tok, el profesor gemía, me apretaba las nalgas, yo daba mi mejor movimiento, meneaba mis nalgas para satisfacer al profe.
El se acosto y me pidió subiera a cabalgar, yo lo obedeci y subí, su verga se sentía rico, estaba dura, gruesa, me daba mucho placer, me estimulaba riquísimo, me tenía gimiendo y escurriendo, me apretaba los muslos, me acariciaba las nalgas, el tambien se movía haciendo más placentero el momento.
E: ¡¡Muevete preciosa, uhm, que rico, uhm, agh!!
M: ¿Te gusta? Uhm, ¿te gusta como me muevo?
E: Mi amor me tienes en el paraíso, uhm, ah, ya te ganaste tu 10!!
Me movia rapido y de arriba para abajo, el me besaba las tetas, mordía mis pezones, me puse en cuclillas y me daba de sentones, eso me encantaba el gritaba del placer que le daba, cerraba mis ojos y disfrutaba de su verga gruesa.
M: Profe, uhm, me vengo, ¡¡me vengo!!
E: ¡¡Si hermosa!! Muévete, hazme venir, uhm, vamos, hazlo!!
El profesor no tolero mas mis movimientos y empezó a venirse, aunque traía condón sentía como expulsaba su leche por lo que me hizo venir, yo sacaba fluido y gemía, tenía un segundo orgasmo que me hacía tambalear.
Quede encima de él, él me abrazó y me acariciaba las nalgas y las piernas, yo me recargue en su pecho aun con espasmos.
E: Monica eres una diosa, tan joven y tan rica, en un futuro serás increíble en esto.
Yo no sabia pero esas palabras se volverían realidad, posdata el muy cabrón me saco 8 no me puso 10, pero no me importó, honestamente me había gustado coger con el.
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