El sábado con Mayra comenzó tempranito
Anoche me acosté muy arrecho…hoy no tenía ganas de tributar sino de penetrar…y Mayrita fue la que pagó las consecuencias….
Ayer viernes, cerca de las 11 de la mañana, salí a comprar Sildenafil para el fin de semana y, principalmente, porque una chiquita de Islas Canarias me había pedido fotos de mi pinga bien dura…eso sólo lo consigo, a mis 73 años y fracción, con ese milagro de la ciencia química. Cuando pasaba frente a una tienda, casi me choco con alguien que salía de ella. Di un paso al costado para continuar mi camino, sentí una mano que me tomó del brazo derecho y una voz femenina:
-¡Ricky Ricky!
Así sólo me llamaba Andrea, una chica con la que tuve algunos encuentros muy calientes hace como 4 años, cuando ella tenía 16 y cuyo padre, oficial del ejército, estaba destacado en el pueblo. Lo cambiaron de lugar y Andreita tuvo que alejarse…
- ¡Andrea, bebé, qué gusto verte!
Fuerte abrazo, ella sin mascarilla, yo todavía la uso; beso en la frente por parte de ella, arrimón por parte mía… me contó que estaba un par de días en el pueblo, acompañando a su papá que había venido a celebrar el aniversario de fundación del cuartel en el que había servido. Que mañana sábado se regresaban a casa, que había pensado en buscarme en la tarde, pues mañana muy temprano partían en un avión del Ejército…
- Sin palabreo, dime a qué hora te espero
- Voy a tratar de ir a eso de las 16:00 horas (muy marcial, ella). Supongo que a esa hora habrá terminado el almuerzo. La ceremonia central será a las 20:00 horas, así que tendremos una dos o tres horas para recordar viejos tiempos…
- Esa es mi chica, te espero a las 16:00 horas (me puse yo también marcial, mientras mi pinga se ponía en atención)
Me saqué la mascarilla; despedida con beso en la boca y arrimón con movida para que sienta “el recuerdo” y nos separamos…compré el Sildenafil, pensando en que la niña Canaria iba a ver mi pinga en su máxima expresión, en el camino compré una cervecita, que yo no tomo, pero a ella si le gustaba, un aromatizador de ambiente y unos condones. Decidí no hacer tributos, total, las fotos igual van a estar los días siguientes, almorcé algo suave y me eché a descansar para estar en perfecto estado a las 16:00 horas…
A las 22:00…¡a las 10 de la noche, a la mierda con la hora militar!, comprendí que no iba a venir… mis huevos querían expulsar semen, mi mano quería apretar y jalar la pinga, pero ella y yo no queríamos tributar ni masturbar, sino penetrar, sentir cómo se abren los labios de una vagina húmeda, tibia o caliente, gordita, que va dejando ingresar al intruso duro y seco que rasga las paredes interiores…que…bueno, mejor me duermo, mañana es sábado, el día de Mayra…
A las 6:30 de la mañana salí a mi caminata diaria, con la mente fija en la vagina de Mayra, no en su boquita como es el rito semanal, alimentarla con mi leche…esperaba que su familia se fuera temprano al campo…al voltear la última esquina, rumbo a mi casa, vi a Mayra en la puerta de la suya, vestida con un top negro y una falda blanca ancha, que le llega un poquito más arriba de la rodilla, mirando en mi dirección, mi pinga saltó de alegría; Mayra comenzó a caminar hacia mí y, cuando me disponía a abrir los brazos para recibirla, miró hacia atrás mío, se puso seria, me dijo:
- Buenos días, don Ricky
Y pasó a mi lado sonriendo a alguien que venía atrás mío… la novia de su hermano…la tensión me invadió, subí las escaleras, entré a mi departamento con ganas de gritar, de golpear a alguien…fui a la ventana y vi a Mayra en la puerta de su casa, mirando hacia la mía. Cuando me vio, volteó hacia otro punto y con los dedos pulgar e índice de la mano derecha, muy cercanos uno del otro, me indicó que espere sólo un poquito. Tomé el Sildenafil y me puse a ver noticias… quería morder cualquier cosa…era una sensación que no sentía hacía muchísimo tiempo…entre arrechura e impotencia… horrible.
Pasó como media hora, hasta que escuché el intercomunicador de la puerta; sin mirar, bajé corriendo, abrí y subí, al llegar arriba miré y vi a Mayra subir rápido…entré, me saqué el short y la camiseta, la pinga ya estaba lista para el ataque…Mayrita entró, me dijo: – Ya se fueron, estiró los brazos para colgarse de mi cuello y saludarme, pero yo no estaba para ceremonias; la agarré de los brazos, la volteé, la hice agachar en 90o apoyada en el sillón, le subí la parte posterior de la falda, le bajé el calzón hasta las rodillas, en lugar de lamerle la conchita como siempre, solamente escupí en mi mano, le froté los labios de la vagina, con mis dos manos los abrí y le clavé la cabeza de la pinga y, jalándola de la cintura, se la empujé hasta el fondo…ella gritó de dolor, yo comencé el mete-saca, no gimiendo, sino rugiendo, apretando sus nalgas, luego sus tetas…ella, poco a poco, entró en el juego, comenzó a mover su cintura circularmente, a gemir, a pedir más:
– Dame más, papito, destrózame, pégame…
Cuando la sentí bien mojada, le saqué la pinga, metí mi mano a su concha, saqué fluido y se lo metí al culo, metí dos dedos hasta el fondo e, inmediatamente, le empujé la pinga…nuevo grito, hasta llanto…y mucho, mucho movimiento. Metí y saqué, una, dos, muchas veces y, cuando sentí que la leche estaba a punto de saltar hacia el hirviente ano de Mayrita, se la saqué, la volteé, decidí hacerle un tributo en vivo, la eché en el suelo, me arrodillé a su costado y con muy pocas jaladas, la leche cayó en su carita, su boca, su pecho…fue una explosión, el grito me salió de lo más profundo de mi viejo organismo…ella recibió lo que pudo en la boca, con su manito agarraba lo que estaba en todas partes y lo tragaba…
Se paró, me jaló de la mano, me llevó al baño, me enjabonó y aseó la pinga y me dijo:
- Papito, ahora me toca a mí…
Me llevó al dormitorio, me tiró sobre la cama, boca arriba, se montó en posición 69, me puso la concha en mi cara y comenzó una mamada, diría, salvaje…pensé que se iba a comer mi pinga; yo le lamí, mordí, golpeé la concha, tragué todo lo que salía, ella me apretaba los huevos con sus manos y la pinga con sus labios, la lengua se movía haciéndome volar…de pronto, se paró, giró, se agachó y se introdujo la pinga en la concha y me ordenó:
- Ahora, papito, tu nena te va a montar como a caballo salvaje…
Y subió, bajó, avanzó, retrocedió, me apretó las tetillas, las mordió, me cacheteó, me pellizcó…mientras más me agredía, más me excitaba; yo le escupía, le jalaba de los cabellos, le mordía los pezones, le pegaba en las tetas…los dos gritábamos, nos insultábamos…
- ¡Cáchame, caballo, rómpeme la concha, yo te voy a destrozar la pinga…!
- ¡Muévete mocosa atrevida, te voy a azotar todo tu puto cuerpo!
- ¡Hazlo, pégame con tu pinga en todo mi cuerpo, porque ahora vas a morir…te la voy a cortar y la tendré como premio!
- ¡Ya, ahora, métela a tu culo, enana culera!
- ¡Sí, eso quiero, méate en mi culo!
- ¡Ya, y tú después en mi cara…!
Nos vaciamos, nos meamos uno sobre el otro, nos tragamos todo lo que salió de nuestros descontrolados cuerpos…fue algo indescriptible…puedo asegurar que nunca en mis 63 años de cachero, desde que me inicié a los 10 años de edad, había tenido un encuentro tan…tan…la palabra más cercana es salvaje, animal de monte, depravado…extenuante y delicioso…Mayrita tuvo razón, debí morir para terminar mi puta vida de una manera tan celestial…
Éramos dos entes desparramados, riendo, casi asfixiados, gimiendo, gritando, diciéndonos elogios:
-Eres dulce y precioso, papito
– Y tú, hermosa, amorosa, calentita y mía, solo mía…
– ¡Sí, papito, tuya, sólo tuya!…aunque sé que tú eres un cachero, pajero, violador, desgraciado, pederasta…pero siempre dispuesto a amarme y engreírme…
Besitos fueron y vinieron, cariños, lamiditas suaves y chupaditas de pinga…estuvimos como hasta las 9 y 30 de la mañana en esos arrumacos, nos bañamos, fuimos a tomar un refresco, luego de que se cambió en su casa para ir a entrenar fútbol…ella misma no sabía si iba a poder, aunque sea correr un poco; la fui a dejar al club y quedamos en encontrarnos a las 5 de la tarde para pasear como una pareja de nietita y abuelito cariñosos…No puedo antes porque tengo un almuerzo con una familia amiga…felizmente, puros viejos… He querido escribir esto antes para tratar de transmitir el calor y burbujas internas que aún siento…Creo que la niña Canaria va a tener que esperar por las fotos porque ahora ni llego a ver mi pinga, de lo chiquita que está…
Ricky
delicioso
Q manjar, y pedo cmo yo probando q podemos cojernos niños con amor. Quiero uno para mamarlo todo cmo el a ella y q m coja asii, m muero