El Señor de las Golosinas, Parte 02
Continuamos con la segunda parte de la historia.
El Señor de las Golosinas, Parte 02
Permanecimos recostados sobre la alfombra por un rato tratando de recobrar el aliento. Cuando mi verga perdió rigidez y salió del ano de la quinceañera; esta emitió un profundo gemido quejido de alivio.
Me levante y tome el pequeño espejo donde prepare unas líneas de cocaína y se las hice inhalar a Belén. En pocos minutos; esta recobro todas las fuerzas y con algo de dolor en su ano, nos dirigimos hacia el baño.
Hice que la niña se arrodillara en la bañera; de esta forma mi flácida verga quedo a la altura de su boca. Esta como se encontraba, ahora media unos 13 centímetros de largo y 5 centímetros de diámetros.
Belén dijo que aún le parecía muy grande; a la vez que tomaba tímidamente mis testículos con una de sus manos y con la otra sujetaba mi verga. Le respondí que en ese estado le entraría perfectamente en el último de sus agujeros vírgenes.
Primeramente se mordió su labio inferior para después de sonriera pícaramente se la introdujo en su boca. Le indique, que no debía usar los dientes y después de quitar mi verga de su boca volver a introducirla de la forma que le indique.
Me habían dado ganas de orinar y sin decirle, comencé a hacerlo dentro de la boca de la quinceañera. Esta; se sorprendió un poco y trago algo de mi orina, para después quitarse mi verga de su boca y así comencé a rociar su cuerpo con mi chorro caliente de líquido.
Al terminar de orinar, le ordene que volviera a metérsela en la boca; cosa que hizo inmediatamente. Mi verga entraba y salía de allí y lentamente fue agrandándose hasta que se irguió totalmente.
Por más que se esforzara; Belén solo podía engullir algo menos de la mitad de mi verga. Trate de que se la tragara más aun sujetándole la cabeza y haciendo fuerza en cada envestida; pero cuando lo hacía se ahogaba. En uno de los tantos vaivenes de su boca sobre mi verga; llego a introducirse la tres cuarta parte y al hacerlo vomito lo que tenía en su estómago.
Abrir la canilla de la bañera y le ordene a la niña que se quitara toda su suciedad. Después de unos minutos, ingrese a la bañera y comenzamos a enjabonarnos mutuamente. Belén comenzó a poner más énfasis en mi falo; para después volver a arrodillarse y así se engullo todo lo que pudo de mi verga. Sus movimientos fueron lentos al principio, para después ir ella misma aumentando el ritmo hasta que descargue una buena cantidad de semen dentro de su boca.
Trato de contener lo más que pudo de mi descarga dentro, pero aun así se le escapaba un poco por la comisura de los labios. Retire mi verga de su boca y le ordene que me mostrara el contenido de esta. Belén abrió grande su boca, dejando ver el líquido blanco dentro de ella.
Recolecte lo poco de semen que había en su mentón con mi mano y se lo volqué en su boca. Después le ordene que se lo tragara; lo cual hizo poniendo la misma cara de asco que había puesto cuando orine dentro de ella.
Me senté en la bañera con la verga aun erguida empuñándola con una de mis manos. Le dije a la quinceañera que se sentara sobre mí y que se penetrara ella misma. Obedeció rápidamente y a medida que iba introduciéndose mis 26 centímetros gemía lentamente.
De esta forma comenzó a cabalgarme. Primero de forma suave para acostumbrarse a mi invasor; para seguir cada vez más rápido hasta que me hizo acabar nuevamente, pero esta vez en su útero adolescente. Al hacerlo; ella tuvo un orgasmo y nos besamos fogosamente.
Salimos de la bañera y nos secamos mutuamente; para después dirigirnos a mi habitación. Una vez allí; renové las sesiones fotográficas por unos minutos con Belén recostada en mi cama y posando para la cámara.
Hice que ingiriera una píldora de MDMA/éxtasis; para después indicarle que volviera a mamarme la verga que se encontraba semi-flácida. Mientras lo hacía; comencé a acariciar sus nalgas primeramente, para después ir introduciendo un dedo en su ano y después un segundo dedo.
Unos minutos después; con belén recostada boca abajo la penetre en su ano y cuando lo hice, ella volvió a gritar de dolor como la vez anterior pero esta vez no fue tan fuerte. No hizo falta que le dijera que llevara una de sus manos a su vulva y que se acariciara; ella lo hizo por sí sola.
Inicie mis movimientos lentamente para ir aumentando el ritmo pausadamente hasta que descargue lo poco que me quedaba en mis testículos. Belén continuo masturbándose y a medida que mi miembro iba perdiendo su rigidez saliendo de su ano; note como este palpitaba alrededor de mi órgano en señal de estar llegando a un orgasmo.
Aunque aún no había anochecido; los dos estábamos exhausto y nos dormimos profundamente hasta el día siguiente.
Mientras desayunábamos a la mañana siguiente; le entregue a la quinceañera un sobre en el cual había 500 dólares y varias píldoras de éxtasis. Le dije que era su regalo de cumpleaños, pero que no debía decirle a nadie sobre lo que había sucedido el día anterior. Ella lo acepto sonrientemente para después darme un cálido beso en la boca.
La lleve hasta la ciudad y cuando la madre nos recibió; le entregue a esta 200 dólares con la excusa de que la niña se había quedado haciendo horas extras en la finca. La señora Ana los tomo y me los agradeció, preguntándome si la niña se había portado bien. Algo burlón le respondí afirmativamente, para después despedirme deseándoles un buen fin de semana.
Durante ese fin de semana; se me ocurrió transformar el gran sótano de la casa en una mazmorra. Así que después de sacar todas las cosas que allí almacenaba inicie la planificación de como lo haría. También se me ocurrió darle un nuevo uso a algunas de las cosas que había sacado y que para ello debería modificarlas.
El lunes cuando Belén llego para realizar los quehaceres domésticos y vio el desorden que había generado, pregunto qué había ocurrido. A lo que le respondí que estaba por hacer unas reformas en la casa para después de eso depositar en su boca una píldora de MDMA.
La quinceañera inicio sus labores como de costumbre y a media mañana; estando frente a ella, llame a su madre para decirle; mediante una mentira creíble que requeriría de los servicios de la niña por unos días y que se lo retribuiría con una buena cantidad de dinero. La madre no tuvo objeción a mi pedido y después de unas recomendaciones finalice la llamada, diciéndole a Belén que estaría toda la semana conmigo.
La mentira que le dije a la madre fue que había adquirido unos departamentos en la capital federal y que estos necesitaban de limpieza. La señora Ana que conocía de mis negocios inmobiliarios y que le abonaría una buena suma se lo creyó.
La niña continúo con sus labores; mientras que yo me dirigí a la ciudad para realizar unos trámites y unas compras. Regrese pasada la media tarde; con la camioneta cargada de provisiones y varias cosas más. Entre esas cosas, había un bolso que me había entregado la madre de la niña con algo de ropa para ella; pero que realmente no necesitaría.
Le dije a Belén que dejara lo que estaba haciendo y que fuera a ducharse al baño principal ya que por el resto del día sus labores de limpieza habían terminado. La niña obedeció; pero antes me pidió si le podía dar algo de drogas para levantarle el ánimo. A lo cual le dije que se lo daría cuando saliera de bañarse. También le dije que en el baño encontraría la ropa que debería ponerse.
Más de media hora transcurrió cuando Belén se presentó en el comedor vestido con un disfraz muy erótico de servicio doméstico y unos zapatos de taco aguja de casi 20centímetros de alto para los cuales no estaba acostumbrada a usar. Estos no solo la hacían lucir más alta; sino que ya estaba casi a mi altura que es de 1.82.
- Ahora si – dije yo – Jejeje (señalándole una líneas de cocaína que había preparado para ella)
- me siento una puta así – exclamo ella –
- Tranquila – respondí – ya casi lo sos.
- Lo necesitaba – dijo después de inhalar dos líneas
- Ahora – ordene – límpiame la tranca. (exhibiéndole mi verga ya erecta)
La niña comenzó a succionar todo lo que podía de mi verga. Hice que se recostara sobre la mesa, pero previendo que la penetraría; Belén me pidió que me colocase un condón porque le estaba por venir la regla y no deseaba quedar embarazada. Le dije que no se preocupara ya que eso no ocurriría porque cuando me sometía a la cirugía para agrandar mi verga; también me había realizado una vasectomía. Después de esto; le introduje mi miembro dándole una fuerte estocada en su vagina lo que la hizo gritar de dolor.
Bombee mi verga hasta que descargue mi semen y cuando ya casi finalizaba retire mi instrumento de su vagina y lo dirigí a su ano; el cual había estado dilatando con mis dedos. La quinceañera volvió a gritar de dolor y hasta quiso salirse de esa postura; pero mi mano la sujetaba fuertemente por la nuca aprisionándola contra la mesa.
Al cabo de un rato, volví a descarga mis testículos; pero esta vez en su ano. Hasta que mi verga no perdió su rigidez no la retire de allí y al hacerlo le di una fuerte palmada en sus nalgas que la hicieron quejarse.
Le ordene que me acompañara a la cocina ya que prepararíamos la cena. Al caminar la niña lo hacía de una forma dolosa e incómoda; no solo por los zapatos, sino que también por la reciente penetración de su ano.
Durante la cena; le di de tomar vino tinto al cual le había agregado anfetaminas y MDMA. Al finalizar la comida nos dirigimos a mi dormitorio; en el cual tuvimos sexo hasta el amanecer del día siguiente.
Continuará
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