El tío de mamá
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Es un hombre fornido ,fuerte y alto. Yo tenía entonces 14 años cuando comenzó todo. Su habitación tenía cuarto de baño propio, y la ventana daba al jardin y al ventanal de mi habitación.
Por la noche, o a veces durante el día, me gustaba masturbarme para el tío. Me sentaba en un sillón estilo puff frente al ventanal, sin braguitas y con camisetilla: Simulaba leer y me iba abriendo de piernas de poco a poco, ya sabiendo que el tío me estaba viéndo subido en el ventanal, la cortina lo delataba, sobre todo por el día. Empezaba a tocarme, a abrirme para motrarmele bien, cerraba de nuevo y me lo sobaba cerradita, miraba hacia la ventana y me le abría toda, regalándome a él, haciéndole ver que lo hacía para él.
Comenzaba a masturbarme con los dedos el clitoris, haciéndolo cada vez mas fuerte hasta asi casi llegar al orgasmo y parar, para emepezar a penetrarme con un dedo, y después dos… me sigo maturbando el clitoris, me subo la camisilla y le muestro mi senos, mi mirada va de mi sexo a la ventana, de mis pechos a la ventana, me le estoy mostrando, me estoy masturbando para él, y así estoy un buen rato, dejándolo que me admire el sexo, pues me gusta horrores que me miren y soben mi conchita. Y así hasta llegar a un rico orgasmo, que a veces son dos o tres… depende.
Un día por la noche estabamos solos en casa, yo aproveché para desnudarme en mi habitación, tenía el ventanal solo abierto con la tranquilla, lo que apenas dejaba hueco para meter un brazo. Ahí apollaba mi conchita y se la enseñaba, él en el ventanal, y mis senos igual, me tumbaba en el suelo y levantaba mis piernas y las pegaba al cristal abriéndome lo maximo que podía para que viese absolutamente todo mi sexo y ano, mientras me masturbaba con fuerza el clitoris. Estaba en eso cunado lo ví pegado a la cristalera mirándome con lujuria.
Me arratré hasta el abierto del ventanal y seguí en la misma poición , para que él desde afuera pidiese tocarme la concha, empezó a restregar sus dedos con ansia y se los llevaba a la boca, me metía sus enormes dedos en mi conchita virginal y me hacía jadear de gusto, me pedía que le abriera para poder masturbarme él, que noa haría nada mas sino comerme la concha y masturbarme… le abrí, me sentó en mi mesa de estudios, se sentó él en la silla y empezó a comerme el coño con pasión, su lengua no paraba de entrar en mi culo, en mi concha y sus dedos hacían lo mismo, me corrí unas cuantas veces, me tumbó en el suelo, me abrió de piernas y me masturbó el clitoris como sabía que me gustaba con los dedos, volvió a comerme el coñito con todos sus jugos. Después salió por donde había entrando recordándome que no se me olvidara cerrar el ventanal.
Cada vez que nos quedabamos solos jugabamos a algo, a colegiala despsitada y enfermeras, carteras…lo que fuese mientras no llevase bragas bajo la faldita o short.
Al final tuvo que trasladarse con su hija a otra ciudad, y yo dejé de masturbarme para el tío… pero también estaban los amigos de mis papás, los profesores, albañiles… siempre había alguien dispuesto a disfrutar de un rico conejito adolescente
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