El Tiro por la Culata (2da parte)
De como continua la secuencia de acontecimientos que se convirtieron en una caliente orgia de desenfreno.
El Tiro por la Culata
Hola amigos, por fin logre finalizar el capitulo 2, realmente presento mis disculpas por la tardanza pero los que me conocen saben que no he estado de ocioso debido a mi voluntariado como paramedico durante esta pandemia. En fin, no los entretengo mas y aqui esta la continuacion
Capítulo 2.
Quede de piedra, los demás a excepción de José, ni voltearon a ver, mi esposa se afanaba en tragarse todo el tolete de Jorge que le acariciaba con mucho cariño la cabeza pasando sus dedos en el pelo de mi mujer, Mario estaba de espaldas a nosotros sobándole con mucho cariño las piernas y Tony estaba en el suelo con los ojos cerrados recuperando el aliento de la ultima venida que se acababa de dar en mi esposa. Yo y José estábamos respectivamente cada uno sentados, yo en el sillón de uno viendo de frente a José y el a su vez a mí, ambos con sus respectivas vergas en la mano izquierda.
- ¿Cuánto tiempo tienes de estar ahí mija? – alcance a reaccionar y preguntarle.
- Hace un rato escuché que mi mamita gritaba y pensé que le pasaba algo malo, ¿mis tíos la lastiman con su pipi?
Me decía señalando el falo de Tony que se erguía desafiante a la gravedad cual obelisco de ébano en medio de la sala.
- Nooo mija, para nada, ella no esta siendo lastimada, ¿cómo crees? – le respondí, levantándome del sillón y poniéndome a la par de ella.
- No quieres subir a tu habitación a seguir durmiendo – le pregunte pasando mi mano derecha sobre su hombro, mientras mi mano izquierda seguía con mi masturbación.
- ¿Entonces que hacen ellos con mi mami, papito? – insistió en su pregunta original señalando a su mami que estaba tragándose casi todo el tolete de Jorge.
- Bueno nena, lo que pasa es que hay mucho calor y tu mamita estaba muy afligida por el calor, y lo que están haciendo la ayuda a bajar su temperatura – realmente no se de donde saque esa idea, pero creo que fue lo que mi esposa dijo antes de ser sometida a una doble penetración.
- ¿O sea que ella hace eso para que ya no tenga calor? – dijo mi nena y mirando a su mamita que en ese momento acariciaba los huevos de Jorge y lamia todo el falo para luego metérselo a la boca, totalmente absorta en lo que hacía.
- Pues si mi cielo así es – le confirme esperando que eso finalizara el cuestionamiento y me dejara llevarla su habitación, levante la vista y vi que Mario se había levantado del suelo y se había sentado a la par de Jorge para que mi esposa también le realizara una mamada.
José no apartaba la mirada de mi y mi hija, yo me fije que Tony se levantó y se sentó a la par de Jorge, con lo que mi esposa ahora tenía 3 vergas para disfrutar.
Entonces pude ver que Jose abría sus ojos como platos y acelero un poco su ritmo de masturbación, ¿Qué le pasara que no quiere participar? ¿será que no le gusta mi mujer? Me preguntaba y me lleve mi mano izquierda para rascarme el hombro derecho, entonces note algo, mis dos manos estaban arriba, pero aún seguía sintiendo el ritmo de masturbación en mi pene. Fue entonces que entendí que había visto José que lo acelero.
Mi nena tenia su manita alrededor de mi pene y había continuado con el ritmo que yo llevaba en la masturbación, y miraba muy curiosamente mi falo.
- Papi, yo también estoy muy acalorada, ¿me ayudas a enfriarme también? – y diciendo esto, se abrió su boquita como había visto a su mama hacerlo con Jorge y sus labiecitos empezaron a tragar el glande mi pene.
Estaba en shock, podía ver la parte trasera de la cabecita de mi hermosa nena, bajar y subir, mientras en mi verga sentía como unos tersos y deliciosos labios trataban de meterse mas de la cabeza de mi tolete.
Cerré los ojos, no podía ver, me sentía como el peor padre del mundo, pero la verdad es que me sentía en la gloria, solo alguien que ha tenido la bendición de sentir como una nena de 13 años chupa la verga podrá entenderme, era maravilloso, y mi nena siempre había sido muy inteligente y receptiva, con solo observar a su mama, estaba realizando los movimientos que ella realiza, pasaba su lengüita por todo lo largo de mi pene, y luego se puso de rodillas, y entonces abrí mis ojos y pude ver su carita toda sonrosada, entonces lo vi claro. No solo mi esposa había bebido de los jugos, también mi nena preciosa, y ahora estaba como en celo.
Pude apreciar como sus deditos recorrían todo lo largo de mi pene, lubricándolo con su propia saliva, era grandioso, mis ojos se posaban en los hermosos ojitos de mi hija mientras ella abría todo lo que podía su boquita para poder meterse lo más posible mi verga.
Me había olvidado de los demás, levante la vista y me encontré que Jorge tenía ensartada a mi mujer desde atrás, a lo perrito, mientras ella seguía chupándole la verga a Tony que había tomado el lugar de Jorge en el sillón a la par de Mario, no se si ya se habían percatado de mi nena, pero estaban tan concentrados en lo suyo que dude un momento.
Entonces vi que Jose tomaba el control de la televisión y hacia el cambio al reproductor de USB y si no era suficiente la escena porno que estábamos protagonizando, le dio play a uno de los videos, pero no era el que vimos originalmente, era otro, en este podíamos ver fácilmente a dos tipos de clara raza latinoamericana, y en medio de ellos dos nenas de a penas talvez unos 11 años o talvez menos, las nenas se encontraban en traje de baño y se movían con sensualidad con una música suave de fondo.
No lo podía creer, Jose era un pedófilo, aunque me lo figuraba por su gusto por las putas jóvenes, nunca pensé que pudiera poseer material de ese tipo, lo volví a ver y entonces vi que me hacia señas para que me acercara con el y me sentara a la par.
Ustedes dirán, ¿Qué putas te puede pasar en la cabeza para acercarte con tu hija de 13 años que te esta haciendo un oral a la par de un pedófilo?, pues la verdad no lo sé, en verdad no lo sé, como les dije anteriormente, YO ESTABA COMO EN AUTOMATICO.
Tome de los hombros a mi nena, y le tome de la mano, y me acerque al sillón love seat donde estaba José, y me senté a la par de él.
Para entonces el vestido de mi esposa había desaparecido, y estaba vestida únicamente con su sandalias, se encontraba en cuatro patas recibiendo a Jorge que también ya se había quitado toda su ropa y estaba en calcetines únicamente, él se aferraba a las nalgas de mi Nati y le estaba dando una rápida cogida, entrando y saliendo vertiginosamente, estoy seguro que no aguantaría mucho así, Mario y Tony también ya se habían quitado sus camisolas de básquet y lucían sus abdominales trabajados en el gimnasio, pero el único concentrado en mi esposa era Jorge, para esas alturas Mario y Tony me habían visto pasar delante de ellos de la mano de mi nena y luego sentarme a la par de José, que también ya se había quitado la ropa y lucia su barriga, que si bien era mayor a las de todos, no lograba cubrir su enhiesta verga.
Cuando me senté mi nena se quedo parada frente a nosotros, luego hizo el ademan de hincarse, creo que para seguir con la mamada que me estaba dando, pero José la detuvo unos segundos
- Vamos nenita, que tal si te quitamos esto para que ya no te de mas calor ¿eh? Mira tu mamita esta ya encueradita – y diciendo esto la nena volteo a ver a su mama justo en tiempo para ver la cara de viciosa que estaba poniendo mientras Jorge estaba descargando sus huevos en su útero.
Entonces José procedió a pasar el vestidito de mi nena por sobre sus pequeños hombros, dejándola solo en top y calzoncito, luego, tomo el top y también lo deslizo por encima de su cabeza dejando a la vista unos hermosos pezoncitos puntiagudos y rosaditos, mi nena por instinto levanto los brazos para ocultarlos y entonces José, tomando el control de la escena le decía dulcemente:
- No mi bebe, no te preocupes aquí todos te amamos y te haremos sentir bien, baja tus bracitos – y mi nena como hipnotizada igual que su padre se dejaba hacer.
Acto seguido, José tomo el resorte del calzoncito rosa de mi nena y lo bajo de un solo movimiento, sin brusquedad, y pude notar que estaba algo mojadito del lugar de su puchita, luego lo saco de sus piernitas y me lo dio, no pude evitar llevármelo a la nariz y oler la fragancia de la puchita de mi hija. ¡Por Dios, me estaba excitando el olor de mi propia hija!
Ya vencidas las resistencias naturales, José tomo de la cintura a la nena y la atrajo hacia él, luego me miro y como cambiando de idea me dijo.
- Ella debe recibir su primer beso de vos, no puedo quitarte eso – así que guio la cabeza de mi nena hacia mi y ella como entendiendo a que se refería estiro sus brazos sobre mi cuello y abrió su boquita para recibir mis labios… la bese, sentí el olor de mi pene en ella, sentí los suave de sus labiecitos, y al ver que abría un poco su boquita la penetre con mi lengua, quede como extasiado por esa minúscula boquita que hasta ayer solo me había dado besitos en el cachete.
Nos separamos, y casi de inmediato Jose la atrajo hacia él y entonces él le planto otro beso francés, pero mas corto, luego me dijo:
- No quisiera que la princesa se arrodillara en el suelo, le dejas tu lugar un ratico.
Y como autómata, me levante y deje que mi nena se sentara, bueno, se recostara porque José sin soltarle del cuello, le condujo su cabecita para que mi nena le mamara su verga.
Ella no inicio de inmediato, levanto sus ojitos buscando mi cara y al encontrarme de pie frente a ellos me dijo:
- ¿Esto también me ayudara papi?
- Claro mija chúpasela a José, el también te va a hacer sentir bien – no sé de dónde salían esas palabras, realmente creo que el viagra el que hablaba en lugar de mí.
Mi nena obediente, empezó a introducirse la verga de José, mientras él se mojaba los dedos en su boca y los dirigía a la puchita de mi nena, ¡la puchita de mi nena! No me había fijado en eso, me agache y vi entonces como los dedos de José hurgaban en una preciosa vaginita que apenitas tenia unos vellitos minúsculos, pero que estaban todos húmedos por los jugos que mi nenita estaba expeliendo, no pude evitar acercarme y oler mas de cerca esa puchita, entonces sentí como la mano de José me tomaba por la parte de atrás de mi cabeza y me obligaba a hundirme entre las piernas de mi nena, no tenia que obligarme realmente, empecé a recorrer con mi lengua todo lo que podía su conchita, que para su edad se miraba muy bien constituida, lamí, mordisquee, chupe, lengüetee todo lo que pude, solo alcanzaba a oír a mi nena pujar y suspirar, me imagino que no decía nada por tener la boca ocupada con la verga de José.
Ya no sentía la mano de José sobre mi cabeza, pero noté entonces que había algo abajo, a la altura de las nalguitas de mi nena, y separándome un poco pude ver con claridad, el hijueputa le tenia ya metido un dedo anular en el ano a mi nena, y ella ni siquiera se quejó, me imagino que la comida de coño que le di le sirvió a José para ese avance tan rápido.
Me levante y pude ver que ahora era Tony el que estaba detrás de mi esposa, pero estaba batallando por meter su vergota en el anito de mi mujer, Jorge le ayudaba estirando lo más que podía los cachetes de las nalgas y a pesar que también ya se había venido en mi esposa su verga tampoco perdió dureza; Tony sudaba como toro, ya que por la posición estaba a media horcajadas sobre el culo de mi esposa, la cual solo mantenía abierta la boca y los ojos entornados, aguantando valientemente la empalada que Tony estaba trabajando.
¿y Mario? No estaba ahí, entonces me di cuenta, estaba de pie medio hincado, para que su verga quedara a la altura de la boca de mi nena, la cual ya estaba agarrando el rollo de la situación ya que mantenía una verga a la ves en la boca mientras que con la mano masturbaba la que no estaba en sus labios, turnándolos.
Me levanté, y nuevamente me dirigí a mi sillón, desde ahí podía ver todo el panorama, mi esposa siendo sodomizada por un negron mientras un compañero lo asiste, mientras mi nena de 13 años se come dos vergas mientras es sodomizada por los dedos de un hombre de 50 años.
Que tremendo, esto se había convertido en la orgia que todos deseábamos, pero con las protagonistas inesperadas a mi pesar.
En la televisión, las nenas habían dejado de bailar y ahora eran sodomizadas por los hombres que aparecieron con ellas, realmente no era muy dotados así que se las metían hasta el fondo, las nenas no pareciera que lo disfrutaran o que les molestara, tenían una expresión anodina, pero los chavos se esforzaban por penetrarlas a fondo.
Realmente me puse a comparar las expresiones de los rostros de las nenas del video y de mi propia hija, y eran diametralmente opuestas, mi hija expresaba un total gozo al estar lamiendo y chupando los falos de Mario y José, algo que asumo que se lo debemos al “juguito mágico”.
Regrese mi atención a la escena porno en la vida real que se estaba desarrollando en mi propia sala, Tony ya había logrado ingresar por completo en el culo de mi Nati, la cual estaba super colorada, pero tenia una sonrisa de oreja a oreja que solo se quitaba cuando abría su boca para recibir la verga de Jorge, este la tenia sujeta de la cabeza y prácticamente se la estaba cogiendo por la boca, Tony había comenzado un mete y saca muy rápido, casi al mismo ritmo que Jorge metía su verga en la boca.
En el otro sillón, mi nena se había puesto de rodillas en el sofá para un mejor acceso a las vergas de José y Mario, y a estas alturas pude notar que el maldito de José ya llevaba 2 dedos metidos en el culito de mi hija.
Pero las cosas no podían sostenerse mucho así, el ritmo que todos empezaron a tomar, tanto mi nena con las chupadas a cada verga que tenía, como Tony en el culo y Jorge en la boca de mi mujer, yo solo seguía masajeándome mi miembro de forma tranquila, como esperando algo, no lo sé, pero algo faltaba y como que mi pene lo sabía.
Vi entonces que Jose me hacia señas para que me acercara, me levante, pase a la par de Tony y al llegar a la altura de mi nena, José me dijo de forma que escucháramos todos:
- Ya esta lista Iván, debes ser el primero aquí también – ¿el primero, como así, el primer beso ya se lo di, pero entonces noté que no eran dos dedos si no tres los que José había logrado meter en el culo de mi nena y lo tenía ya dilatado.
Mario se le quedo viendo y pude sentir el impacto que eso le provoco. Levanto la vista y casi en forma de ruego/amenaza me dijo:
- Compadre, o la metes vos o la meto yo.
No había mas que decir, no permitirá que alguien más tomara la virginidad anal de mi nena, así que me pase una pierna sobre el sillón y me afiance la otra en el suelo.
A la par podía oír como mi esposa pegaba de alaridos anunciando su segundo y poderoso orgasmo de la mañana, de reojo pude ver que caía completamente agotada sobre la alfombra de la sala, Tony y Jorge por lo visto no se habían venido aun y la dejaron ahí por un rato, y se acercaron a presenciar lo que estaba teniendo lugar de nuestro lado, con mi persona y mi nena como protagonistas.
Con mis manos estiré los cachetes de las nalguitas de mi nena lo mas que pude y en ese momento José saco sus dedos del orificio de mi nena. El momento era culmine, su anito pulsaba por cerrarse nuevamente, escupí sobre mi mano abundante saliva y la embadurne sobre el cabezón y tronco de mi verga, y afianzando con la mano derecha en el tronco, apunte al anito de mi nenita.
- ¿Qué haces papi? – me dijo mi nena al acusar el punteo de mi cabezón en su ano.
- Tranquila nena tu papi te va a dar una buena curación para tu calor – le dijo José acariciándole su carita y llevándole nuevamente su pene a la boquita.
- Voy – dije y empecé a presionar, y pude sentir como el anito de mi nena empezó a ceder.
- Auuu, auuu, papi me duele… me duele… – empezó a decir mi nena e intento incorporarse.
- Tranquila beba, es solo al principio, luego vas a sentir mejor, ¿se fuerte ok? – le decía José acariciándole su cabecita y sosteniéndola firmemente para que no se moviera.
Yo seguí presionando, y pude ver como el trabajo de dilatación de José estaba pagando sus frutos, ya que luego de la resistencia inicial mi tolete empezó a resbalar, despacio, pero firme en las entrañas de mi bebita.
Ella dejo de quejarse y empezó a suspirar profundamente, seguía su ritmo de chupetes con las vergas de mis amigos mientras yo me sujetaba firmemente a sus inexistentes caderas, mis manos prácticamente cubrían sus nalguitas.
Así que empecé a meter y sacar mi verga despacio al principio y luego fui subiendo de ritmo, me sentía en la gloria, su culito abrazaba mi verga de una forma inimaginable, sentía el calor de sus intestinos y la presión de las paredes de su recto, era divino. Me di cuenta de que las miradas de todos estaban sobre mí, bueno, sobre el culo de mi nena más bien dicho.
Sabía que no aguantaría mucho así, entonces empecé a acelerar el ritmo, y luego de unos minutos si alguien hubiera entrado en ese momento hubiera encontrado la escena mas fuera de onda que se hubieran imaginado, un cincuentón sosteniendo a una nena de 13 años en cuatro patas, que mientras tiene las manos ocupadas masturbando a dos hombres maduros recibe en la boca a un tercer hombre y la guinda del pastel su padre horadando su culito otrora virginal.
- No aguanto más, me vengooooo…. – grité y sentí que todo mi ser se convulsionaba y empecé a soltar chorros y chorros de semen dentro del culito de mi nena.
- Ahhh, ahhh que rico papitoooo, se siente ricoooo, uff ufff ufff, sigue por favor sigue. – decía mi nena teniendo su primer orgasmo anal.
Pero por más que hubiera querido no hubiera podido, y no porque se me bajara, por que no fue así, si no porque rápidamente con una velocidad que no creímos que tuviera, se levanto José dejando solo a mi nena apoyada en sus bracitos en el sofá, y moviéndose hacia atrás donde estaba yo con mi verga dentro del culo de Ivana, y entonces Jose me dijo tranquilamente:
- Me permites compadre – y nuevamente como autómata, me separé de mi hija sacando mi verga de su culo dejando un hilo de semen que empezó a escurrir y el ano de mi nena el cual pude ver que estaba muuuuy amplio, y cedi mi lugar a José.
Este sin demorar tiempo para que el anito de mi nena se recuperara, coloco su reata y empujo hacia dentro de nuevo.
- Ufff ufff, ufff, si, si sigue papito sigue – es lo que mi nena atino a decir, pensando que era yo el que se había vuelto a colar en sus entrañas.
Pero no era yo, era José y la barriga le quedaba prácticamente sobre el culito de mi nena y se afianzo bien a sus caderitas y empezó el mete y saca, rápido y firme. Se notaba que el hijueputa no era nuevo en esto de comer culos tiernos.
Tony, Jorge y Mario, seguían sobándose sus respectivas vergas, no perdiendo un solo movimiento de José en el culo de mi hija, pero este era el primer polvo de la mañana de José y estoy seguro de que podrá haberse comido muchos culitos tiernos, pero no uno recién abierto, así que la presión fue demasiada y entonces pudimos ver que apretó los dientes como dándose por vencido y sujeto con firmeza a mi nena.
- Uyyy si, otra ves papi… siento lo calientito otra vez… si si siiiiiiii… – decía mi hermosa nena acusando seguramente los lechazos de semen que Jose estaba depositando en su culito y estos desencadenando un nuevo orgasmo en ella.
Era totalmente fantástico, mi nena se estaba volviendo una adicta al sexo anal, y lo pude ver cuando voltio hacia atrás y entendió que el segundo orgasmo que recibió no fue por mi si no por José, y entonces volteando sus ojitos hacia mis amigos, se dirigió a Mario y le dijo:
- ¿Y tu no me vas a ayudar tío Mario?
Eso fue el acabose para Mario, se colocó de inmediato detrás del culito de Ivanita y pudo ver como estaba rebosando del semen mío y de Jose, tomo una de las playeras que se habían quedado ahí tiradas y limpio gentilmente el orificio de mi nena, luego apunto su verga que parecía estallar de lo dura que la tenía y empezó a introducirla.
- Uff, uff, que rico tío, que rico. – Decía mi nena
Eso fue demasiado para Mario, y en menos de 5 empujones más oímos decir a mi nena:
- Uyyy si si si, otro más otro más calientito, que rico gracias tío.
Mario salió del culito de mi nena, y sentó en el sillón de tres, ya llevaba dos polvos a todo esto.
José se sentó a la par de el y solo se chocaron los puños como señal de victoria. No lo podía creer, estaban celebrando haberse cogido a mi nena los dos pendejos. Pero mi verga no parecía que le afectaran esos escrúpulos, seguía dura a pesar de haberme venido hace apenas unos minutos.
Volteé a ver a mi nena y no la pude ver, solo me encontré la espalda de Jorge que en esos momentos estaba introduciéndose en su culito.
- Ufff, eres tu papi, – volteo a ver mi inocente hija, pero se encontró con el tío Jorge, – ah hola tío, espero que tú también me ayudes.
- Si mijita, en eso estoy, ahorita te echo mi lechita para que también te ayude ¿ok?.
Jorge se movió con rapidez, era ovio que después de cogerse a mi mujer por la boca no aguantaría mucho con el culito de mi nena, y dicho y hecho, cinco pistoneadas nada más y empezó a vaciarse en las entrañas de mi nena.
- Ahhh, que rico culo tiene tu hija Iván, en serio que es única la princesaaaaa – decía el hijueputa mientras le soltaba lechazo tras lechazo a mi princesa.
- Uyyy que calientito, que ricoooo tioo, que ricooo, – decía mi nena disfrutando cada pulsación del pene de su disque tío.
Jorge se descorcho de mi nena y paso a sentarse junto con Mario y Jose en el sillón de tres, mi nena no se movía de su posición de perrita, y yo temía lo que venía a continuación…
Si, Tony miraba con gran deseo el culito de mi nena mientras se acariciaba su enorme verga, despacio, como afilando una larga espada que ejecutaría a una virgen doncella.
Luego levanto la vista y me dijo:
- Calculas que me aguante, si vos decís que no, mejor ni me animo, ¿Qué opinas?
Y nuevamente mi cabeza razonal estaba totalmente obnubilada, podía ver claramente que las dimensiones de grosor de Tony superaban por creces a mi verga o a la de Jorge que eran las únicas que podrían haber competido, pero, aun así, el deseo de ver a mi hija atravesada por esa daga de obsidiana fue más poderoso.
- Inténtalo, si se queja mucho paramos, ¿ok? – le dije como intentando justificar un poco mi posición de padre, sabiendo muy ciertamente que iniciado el empalamiento no habría poder sobre la tierra que detuviera a ese mandingo negro.
Tony se colocó atrás de mi nena, ella ya había visto el badajo que le colgaba a Tony y no hizo ni siquiera un comentario o rechazo al mismo. Mas bien cerro sus ojitos y se preparo para lo que venía.
Tony no le limpio nada al culito que rebalsaba de semen de los otros 4 pedófilos, si pedófilos, no había otra forma de llamarnos, acabamos de acabar en el culito de una preciosa princesa de 13 años. Con buen tino creo que esperaba que funcionara como lubricante.
Y entonces inicio el empalamiento, solo el glande empezó a estirar de forma alarmante el ano de mi nena, yo me acerque lo mas posible para ver que no hubiera rasgaduras, iluso de mi ya que de haberlas habido no creo que hubiera podido detener a Tony que con los ojos inyectados estaba luchando por ingresar en esa pequeña cuevita.
Miré hacia donde estaba la carita de mi nena y solo pude ver que apretaba los dientes y los ojitos, pero no soltaba ni un solo quejido.
- Uff, uff, uff, uff, uff, uff,
Simplemente resoplaba y pujaba, pero no lloraba ni se arrepentía, el espectáculo era soberbio, los 3 amigos sentados sobándose sus miembros erectos, mientras yo de pie observaba de cerca como Tony había logrado meter mas de la mitad de su vergajo en las entrañas de mi nena.
Me coloqué a la cabeza de mi nena para ver si no estaba llorando o algo parecido, pero antes de poder inclinarme solo sentí que ella me agarraba mi pene erecto y empezaba a metérselo a la boca, uff, que tremendo, yo podía ver como Tony ya había logrado meter su verga en su culito y lejos de quejarse, ella estaba realizándome una mamada magistral.
Miré hacia un lado y vi a Mario, José y Jorge sentados en primera fila moviendo tranquilamente sus miembros erectos, disfrutando de la escena de empalamiento/mamada que estaba desarrollándose en el sillón love seat.
Tony no aguanto más, y mirándome con lo ojos desorbitados me dijo:
- Uff compadre, me estoy viniendo, me esta succionando, el culito de tu hija me esta succionando el peneeee ahhhhgggg.
Y apretando con fuerza sus manazas que prácticamente rodeaban la cinturita de mi nena empujo lo más que pudo su verga lo mas profundo de sus entrañas y acabo finalmente en el fondo de ellas, lechazo tras lechazo, mi nena soltó mi verga solo para decir:
- Uyyyy papito, se crece más… y se siente mucho mas caliente… uyyyy uyyy uyyy, – decía mientras temblaba del gozo del orgasmo que estaba sintiendo, sus manitas le vibraban de una manera exagerada y yo lo sentía todo ya que me tenía sujeta de la verga precisamente.
Y de repente vi hacia mi sillón, el de uno, y vi a mi esposa, me había olvidado de ella asumiendo que estaba rendida en el suelo, pero estaba ahí, muy despierta sentada con las piernas abiertas metiéndose dos dedos en su vagina, observando también el empalamiento de su propia hija. Pero eso no me sorprendió, lo que me sorprendió fue ver quien estaba a la par de ella, sentada en el brazo del sillón, mi esposa le abrazaba por la cintura mientras ella jugaba también con su manito dentro de su calzoncito de My Little Pony…
Continuara…
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