El torneo de voley
El último sábado fui invitado por una vecina para que vea jugar a su hijita…y descubrí un mundo de cuerpitos en evolución…que me la pusieron al palo…y….
El espectáculo era alucinante…chicas de todas las edades, entre 7 y 17 años; las que iban a jugar con uniforme deportivo y el resto con la ropa usual en la zona…shorts y tops pequeñitos, tetas, culitos, piernas y entrepiernas de todos los tamaños y formas…ufff, no hice más que entrar y la verga se inquietó y endureció…tuve que buscar un lugar para sentarme y tratar de ocultar la erección…me ubiqué a la altura de la net y en la parte de arriba de la tribuna, para tener un campo de visión más amplio…
En la fila en la que me senté había un grupo de chicas de la sub-14…una de ellas llamó mi atención de inmediato…un top rosado muy escotado…la parte superior de sus tetitas, a la vista, eran dos globos en crecimiento…el short ajustado, también rosado, dejaba ver una vulva abultada, gordita…era la líder de la barra…se paraba, agitaba su cuerpazo, las tetas saltaban frente a mis ojos y hacía gritar y aplaudir al grupo…
Al terminar el primer set del primer partido del equipo local, las jugadoras tuvieron que cambiar de campo. La nena se me acercó y me dijo que la barra iba a pasar al otro lado de la tribuna, que iban a dejar sus cosas en los asientos y que, por favor, vea que nadie se siente o coja alguna de sus cosas…con mi carita de abuelito bueno, acepté encantado, mirando sus tetas que me las acercó mucho al inclinarse para hablarme. Ella sonrió y me hizo una caricia en la mejilla, agradeciendo…
Al termino del set, el grupo regresó, ella se me acercó, se sentó en el asiento al lado del mío, me agradeció nuevamente, me dio un beso en la mejilla y me dijo si no me molestaba que se sentara allí para dirigir a la barra en el siguiente partido del equipo, unas dos horas después…le contesté que para nada, que me alegraba verla tan activa y hermosa. Sonrió y se pasó el cabello atrás de sus orejas. Me preguntó si vivía en el pueblo y cómo había decidido ir al torneo. Le conté la triste historia: soy un viejito sin familia, vivo solo, desde hace 5 años, en el pueblo, que me enteré del torneo y, como de joven fui jugador y entrenador de vóley (más falso que billete de tres dólares), decidí ir a ver los partidos y, por lo menos, ese tiempo, estar acompañado…puse mi cara de abuelito desolado…casi llora, me apretó la mano, puso su cabecita en mi hombro y me dijo que ella me iba a acompañar siempre, que yo tenía que verla jugar, al día siguiente y que iba a ser su entrenador personal…le sonreí, con ambas manos agarré sus mejillas y le di un beso muy cerca de la boca…
Luego del segundo partido de su equipo, durante el cual saltó, me rozó muchas veces, se paró a mi lado, con su vulva frente a mi cara, se agachaba y sus tetas saltaban muy cerca de mí, giraba gritando mientras su culo casi me tocaba la cara, llegó el momento del almuerzo. Hubo un descanso de una hora. Le dije si la podía invitar a almorzar, para no hacerlo solo, como todos los días. Le encantó la idea. Me dijo que su mamá estaba atendiendo en la tienda familiar y que estaba disponible para acompañarme…la llevé a un restaurante muy cerca de mi casa. Durante el almuerzo, le pregunté por sus estudios, su familia, su papá trabaja en otra ciudad…ella me consultó sobre vóley… inventé muchas técnicas y sistemas de juego…
Al terminar el almuerzo, le pedí que me acompañe a mi casa, porque tenía que tomar una pastilla para el corazón (Sildenafil, o sea Viagra) y, de paso, conocería dónde vivo para que me visitara cuando quisiera. Fuimos, le puso triste el estado de mi corazón…Llegamos, la hice pasar…le gustó el departamento. Le dije que me espere un instante, que iba a tomar mi pastilla. Tomé mi Sildenafil, le invité a recorrer el departamento…lo hicimos. Al llegar a mi dormitorio, me senté en la cama, le dije que me había cansado mucho…se sentó a mi lado, me preguntó si me había casado alguna vez, le conté la triste historia de mi viudez (viejo mentiroso, eres dos veces divorciado), las lágrimas se me salían, se emocionó, me abrazó, me dio besitos en la cara…ya no me aguanté y la besé en la boca, le dije que hacía mucho tiempo que no tenía compañía, menos de una chica tan bella como ella, le besé el cuello, los senos…le comencé a manosear las caderas, la cintura, bajé mi mano sobre su vulva…ella me miraba, sonreía, me comenzó a agarrar los muslos…subió…
Le saqué el top y el pequeño sostén y comencé a lamerle, chuparle y morderle las tetas…ella se paró, lo que facilitó mi tarea. Le bajé el short y el pequeño calzón floreado…casi no tenía vello púbico. Le subí una pierna a la cama y me incliné para lamerle la conchita…ella comenzó a gemir, con sus dos manitas, me empujaba la cabeza para que entre más…le froté el clítoris…me paré, me desnudé…la eché en la cama le abrí las piernas y le lamí la conchita mientras le apretaba las tetas…ella se movía, gemía, me decía…”-abuelito, ¡esto es delicioso!”… mi verga ya estaba al palo por efecto de la pastilla y, sobre todo, por su anatomía espectacular…en mi mente me decía “Viejo de mierda, eres mentiroso, morboso y pervertido…pero, ¡qué rico!”. Yo estaba parado al lado de la cama. La hice sentar en el borde y comencé a frotar con mi verga, sus tetas, su cuello…y llegué a su boca… la tenía cerrada, le pedí que me bese el glande…no sabía que era eso, lo señalé…lo besó, le pedí que lo lama como yo había hecho con su vagina…lo hizo y, poco a poco, la fui dirigiendo para que chupe toda la verga, le toma una mano y la puse en mis huevos…fui tomando conciencia que era su estreno…
La eché en la cama, me ubiqué en modo 69 y nos tiramos una mamada amenizada con gritos, gemidos, llanto, dos o tres orgasmos por parte de ella y una vaciada total de mi semen en su boquita… seguí mi rito de llenar mi boca con su fluido, besarla y mezclar nuestros líquidos, tragarlos y lamernos para limpiar nuestra pasión hasta la última gota…consideré que, siendo su primera vez, era suficiente para no asustarla y, más bien, dejarla con ganas de aprender más técnicas y sistemas…no exactamente de vóley. Se echó encima de mí…me daba besitos y me decía que nunca había sentido tanto amor en su vida, que todo le parecía hermoso, cálido, que yo era la persona más maravillosa del mundo…
Le dije que esto era sólo el comienzo de una nueva etapa en su vida y que yo estaba allí para hacer que sea una etapa feliz, pues ella había roto con mi soledad y tristeza (espero que no conozcas a ninguna de mis nietitas sexuales). Que mi casa era su casa, que si quería podíamos venir al día siguiente, después de sus partidos…me dijo que no iba a poder porque su mami iba a ir a verla jugar; pero que fuera, que me iba a presentar a su mamá y le iba a decir que yo soy, a partir de ahora, su entrenador personal…me miró, sonrió, me apretó la verga con su manito y me dijo: – Así va a ser, ¿verdad, abuelito?. En ese momento, me di cuenta que no nos habíamos presentado; le dije que me diga Ricky y ella me dijo que se llama Astrid. Nos bañamos y regresamos al torneo… lo del domingo es otra historia…
Ricky
Excitante buena historia.