Episodio 5 Lucero (primera parte)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Dulce13.
La niña del salón de clases y de los lavaderos se llamaba Lucero, ella era muy bonita, era más pequeña que yo en estatura, muy blanquita de piel, con facciones muy definidas y hermosas, su cabello era color negro a la sombra y parecía que se volvía guerrita al sol, tenía muy bonita figura y lindo trasero, a pesar que tenía solo 8 años ya le aparecía pequeños senitos, no más grandes que pequeños limones, pero era mucho más de lo que teníamos las demás niñas del salón, lo que más llamaba la atención de Lucero eran su ojos, que eran por demás hermosos, eran de un color verde, pero muy luminosos destellaban ilusión he inocencia.
El Espacio de las Pequeñitas… :3 …
Era muy divertida y siempre estaba alegre, parecía llevarse súper bien con todos, se hablaba tanto con niñas como con los niños de todos los grados en especial los mayores a nosotros, muchos veces utilizaba un lenguaje y palabras que yo no entendía con varios de ellos, al principio era mi única amiga, porque ella era la única que me hablaba, además vivíamos en la misma vecindad, aunque nunca nos íbamos juntan del colegio porque mi mama pasaba por mí y después de lo sucedido en la azotea yo ya no salía de mi cuarto, era muy divertido estar con ella, aunque había veces que no iba al colegio o en la hora del receso se iba para otras partes del colegio yo disfrutaba de su compañía.
Su familia y ella eran originarias del estado de Querétaro, su mama se había enamorado de un hombre con quien tuvo una relación, lamentablemente al saberla embarazada la había abandonado, ella al sentirse desesperada al no poder decirle a sus padres lo sucedido se juntó con otro hombre quien la convenció de escaparse de su casa y viajar a la capital con él, ella lo hizo y de esta manera ya tenían cerca de 8 años viviendo en la ciudad de México, ese hombre se convirtió en el padrastro de Lucero, su mama y su padrastro trabajaban durante el día, y Luz en la escuela, tenía un pequeño hermanito de 3 años producto de la relación de su mama y su padrastro el cual dejaban en la guardería todo el día, y su mama pasaba a recoger en las tardes noches, por lo cual ella estaba sola casi todo el día, así como yo.
Las primeras 3 semanas pasaron lo más normal, la escuela me costó mucho trabajo, porque no estaba acostumbrada a las escuelas públicas y muchas de las palabras y modismos que se utilizaban ahí no las entendía, además los niños me molestaban mucho, me empujaban me jalaban mi cabello, de ponían apodos, o mirarme mis calzones y me quitaban mis cosas, casi siempre cuando eso pasaba era Lucero quien terminaba quitándoselas a ellos y pidiéndoles que ya no me molestaran, fue muy difícil estar tanto tiempo sola, la escuela era difícil por todo lo que dije, además que después del colegio mi mama me llevaba al cuarto donde me quedaba todo el día, hacia tarea y después esperaba a mi mama, eso era así todos los días y los fines de semana eran peor porque solo me la pasaba acostada viendo el techo o leyendo, me sentía atrapada y desesperada extrañaba mi casa, mis amigos, a mi papa mi ciudad mi antigua vida y a mi mama, muchas veces me ponía a llorar sola en el cuarto, lloraba por mi soledad, por mi incapacidad para cambiar mi situación y por todo lo pasado, sentía que de alguna forma todo eso que le pasaba a mi familia era la forma en que el universo se desquitaba conmigo por ser una niña mala y haber dejado que pasaran todas las anteriores cosas que conté en mis pasados relatos, me sentía culpable y poco a poco me fui aislando más, alejándome de la gente, sentía que si menos me daba a notar más fácil pasaría todo, así pasaron las primeras semanas de mi vida en ese lugar.
Después de unas semanas me comencé a adaptar al ambiente del colegio y a estar en mi casa, nunca le pregunte nada de lo sucedido a Lucero, de lo que vi que hacía en la azotea con el señor gatita y ella tampoco toco el tema, si no hubiera visto eso hubiera asegurado que era una niña normal igual que las otras que solo destacaba por su belleza su físico y su constante alegría sobre las demás, pero todo esto cambio un día a la hora del receso.
Estaba comiendo en una banca atrás del salón, yo comía solita, como lo dije me distanciaba de las personas, pues estaba en ese lugar cuando llego Lucero y me pregunto que si podía comer conmigo, yo encantada le dije que sí, pues disfrutaba su compañía, estábamos hablando sobre la clase anterior y que había entendido y todo eso, de pronto llegaron dos niños que también iban en nuestro salón y comenzaron a decirle a Lucero.
-ya Luz ándale, solo tantito.
A lo que Luceros les contestaba.
-no ya les dije que no, ya después ahora estoy comiendo.
Pero ellos no se iban y seguían insistiendo
-ándale Luz, mira que apostamos 5 pesos, solo tantito que te cuesta ayúdanos hazlo por favor.
Pero Lucero continuaba con su negativa.
-ya les dije que no, ya no me molesten después hacemos eso.
Ellos continuaron insistiendo por un rato en la cual la tónica de la conversación fue muy similar, como Lucero vio que nuestros compañeritos no tenían la intención de irse y ya la estaban desesperando ella por fin dijo.
-bueno ya está bien, pero que sea rápido y no quiero que haya discusiones después, o si no nunca los voy a volver ayudar.
Ellos se rieron y dijeron que si a todo lo que había dicho Lucero, yo no entendía de que hablaban y en todo ese tiempo no había intervenido para nada en su conversación, Luz puso su toper de comida en la mesa y se levantó de donde estaba sentada al lado mío, me quede observando pues no sabía que iba hacer, de pronto para mi sorpresa y a la vista de mis compañeritos ella se levantó la falda del uniforme escolar, dejando a la vista de mis dos compañeros y de mí su ropa interior que era de color blanco, yo me quede con la boca abierta, pues no entendía porque Luz les enseñaba sus calzones a nuestro compañeros como si fuera lo más normal del mundo, ellos sin decir nada comenzaron a tocarse en medio de sus piernas, yo no pude hacer otras cosa más que voltear a verlos, ellos se pasaban sus manos por encima de su entre piernas, se acariciaban y parecía que se pellizcaban mientras veían la ropa interior de Luz, estaba ahí sorprendida de ver esa escena cuando la voz de Luz interrumpió el momento.
-bueno ya ahora a ver enséñenme.
La voz de Lucero me saco del trance de la situación en la que estaba, no entendía que quería decir Luz con esto pero en unos instantes lo sabría por completo.
Ellos para mi sorpresa desabrocharon sus pantalones del uniforme en frente de nosotras, quedándose solo en ropa interior, yo estaba súper impactada por lo que estaba viendo, y después mi sorpresa aumento cuando bajaron un poco su ropa interior y dejaron al descubierto sus pequeños penes típicos de su edad, ellos levantaron sus camisas para dejarnos una vista perfecta de sus dos penes, ahí fue donde me di cuenta que los hombres eran mis distintos a los niños, pues esos no tenían ni un cuarto de la medida que yo había visto hasta ese momento después de unos segundos ellos preguntaron.
-¿y entonces Luz? dinos.
Luz se quedó mirando y embozo una sonrisa y dijo.
-pues está reñido pero lo tiene más grande Arturo.
Arturo era el nombre de uno de nuestro compañeritos al escuchar esto salto para festejar y el otro solo embozo un pequeño quejido como de fracaso, después ambos empezaron a vestirse y se fueron corriendo, Arturo pidiendo los 5 pesos a su amigo con dirección a la tiendita del colegio, después de esto Luz se sentó como si nada y siguió comiendo, yo estaba aun con el trace de lo que había visto y después de unos segundo de asimilar le pregunte.
-¿Qué fue todo eso Luz?
A lo que ella contesto.
-ha pues ellos querían saber quién lo tenía más grande y por eso me pidieron que yo fuera la jueza, que los calificara, por eso me estaban molestando.
Me lo dijo con la mayor naturalidad del mundo como si fuera algo que pasara del diario de lo más normal, yo no me podía contener las dudas y por eso le seguí preguntando.
-¿pero porque le enseñaste tus calzones Luz?
Ella dejo de comer y me volteo ha ver con una carita muy sonriente como de burla y me dijo.
-jijijiji, hay Luna, a poco no sabes que a los hombres se les para su pajarito cada vez que nos ven nuestros calzoncitos.
Como yo no dije nada y supongo que tenía cara de, que honda con eso, ella continuo diciéndome.
-sí, mira Luna, a los hombres les gusta mucho vernos nuestra ropita interior, por debajo de nuestras faldas, porque eso hace que se les pare más sus pajaritos, y por eso lo hice, para que a ellos se les parara y poderlos medir bien, bueno a los niños de nuestras edad o un poco más grandes solo con mirarnos nuestros calzoncitos les vasta, los hombres ya mayores luego nos quieren coger.
(Aclaración: en el relato cada vez que Lucero dice coger se refiere al sexo, ella siempre se refería de eso así, aunque yo en ese tiempo no sabía bien a que se refería).
Yo no entendía bien que me quería decir con eso de coger, pero me lo dijo de una forma tan natural que ya no quise preguntarle nada, para que no pensara que era una tonta, continuamos comiendo en silencio, pero este no duro porque a los pocos segundos Lucero me dijo.
-tú debes de atraer la atención de muchos hombres, porque eras muy bonita y supongo que muchos han de querer verte tus calzones.
Yo no sabía que contestar he incluso creo que me puse roja, a lo que solo atine a decir.
-¿tú crees?
Ella dejo de comer se volteó a verme y me dijo.
-claro que si Luna, mira tú eres muy bonita, y siempre te vistes muy bien, y hueles muy bien, las niñas de por aquí no tenemos ese tipo de ropa, y la mayoría no huelen a nada y muchas huelen muy mala, jajaja, tu hueles a fresas, además tienen muy bonitas pompis, de seguro muchos hombres te las han de ver tocado ya, y tus labios son tan rojos, que me pregunto si te los pintas o usas labial.
Yo me quede procesando todo lo que me acababa de decir y solo atine a contestar.
-gracias, eres muy amable, y no, nunca me he pintado mis labios.
Después de esto continuamos comiendo y a los pocos minutos sonó el timbre que anunciaba el fin del receso y el inicio de la clase, lo que faltaba de las clases me quede pensando en todo lo que me había dicho Luz, eso de que a los hombres les gustaba vernos nuestros calzones y eso de que ellos nos quieren coger, me quede pensando en esa palabra, no la entendía muy bien, pero tal vez esa era la clave, tal vez yo había dejado que mi tío, el señor de la fiesta, y el amigo de mi abuelo me vieran mis calzoncitos, y por eso me paso eso, pero no entendía en que momento me había pasado eso, porque yo había sido muy cuidadosa, no escuchaba nada de la clase, ya no prestaba atención, hasta que es cuche la voz de Lucero decir.
-yo con Luna.
No me había dado cuenta pero el maestro había dejado tarea en equipos y Luz me había escogido como su compañera, para hacer la tarea, ya a la hora de la salida me disponía a esperar a mi mama que iba por mí a esa hora, para llevarme a la casa, pero Luz me dijo.
-te vas a ir con tu mama Luna.
Si le conteste a lo que ella rápidamente me dijo.
-y si esta vez nos vamos juntas a la vecindad y sirve que me acompañas y platicamos, y te llevo a mi casa para que hagamos el trabajo, como vez Luna.
Yo me quede pensando la verdad la idea de irme con Luz me agradaba, pero en eso me acorde que mi mama pasaba por mí y le conteste.
-no se Luz, si me gustaría pero mi mama viene por mí a la escuela, y no sé si ella quiera dejarme ir contigo.
Des pues de eso Luz hizo una mueca y dijo.
-bueno vamos a esperarla y le decimos las 2 tal vez y si te deja, ya si no nos vemos en mi casa.
Cuando llegue.
Nos sentamos a esperar a mi mama, no tenía mucho tiempo que estábamos esperando cuando un auto de color negro para enfrente del colegio, y para mi sorpresa de ese auto bajo mi mama, para mí eso fue raro pues ella siempre llegaba en taxis, pero bueno camine con ella y Luz a mi lado y me dijo.
-Hola mi amor, ya estas lista para que vayamos a la casa.
Yo rápidamente conteste.
-si mama, oye mira ella es mi amiga Lucero, y nos dejaron un trabajo en equipo ella vive en la misma vecindad que nosotros y me preguntaba si me dejabas irme con ella a la casa.
Mi mama la volteo a ver y le dijo.
-Hola Lucero.
De pues Luz comenzó a hablar.
-si señora por favor, mire nos vamos a ir directo a la vecindad, es que yo también no me quiero ir sola.
Mi mama lo pensó por un segundo, y después ella dijo.
-mmm, bueno niñas, está bien pero derechito al cuarto no vayan andar paseando, y te cuidas Dulce, no desobedezcas ni hables con extraños, voy a pasar al cuarto para dejarte comida para que cuando llegues comas mi amor.
Si mama, conteste después mi mama me dio un beso y un brazo y se despidió de Luz, la vedad me había extrañado que aceptara, supongo que tenía cosas que hacer por eso venia en ese auto negro que yo no conocía, una vez que mi mama subió al auto y este arranco, nosotros emprendimos el viaje a la vecindad como lo dije antes no estaba nada lejos, de hecho a unas cuantas calles, yo estaba algo nerviosa, pues era la primera vez que estaba en la calle sola sin la compañía de alguien de mi familia o un adulto, pero me intentaba ver serena, no quería que Luz se diera cuenta y en eso Luz me comenzó a preguntar.
-Luna, entonces tú nunca le has enseñado tus calzones a ningún hombre para que se le pare el pajarito.
La pregunta de Luz me tomo con la guardia baja, no sabía que contestar y me dio mucha pena, supongo que ella lo noto porque me puse roja, mi expresión de mi rostro contesto su pregunta, por lo cual Luz se rio un poquito y después dijo.
-mira Luna, como te dije eres muy bonita, y muchos hombres han de querer verte tus calzones, la verdad a mí me gusta que me los vean, de hecho me gusta provocar a los señores en la calle, jajajaja ponen una cara de babosos.
Yo estaba escuchando atentamente las palabras de Luz mientras caminábamos en la calle, y cuando dijo eso no pude evitar preguntarle.
-como que te gusta provocarlos, no te entiendo Luz.
Ella embozo otra sonrisa me tomo de la mano y me dijo.
-ven mira te enseño.
Ella camino hacia el otro costado de la calle y yo no pude detenerme al principio por el jalón que le daba a mi mano, pero después pude sostenerme un poco y le dije.
-no Luz a donde vamos, tenemos que ir a la casa no podemos estar en la calle.
Ella me miro con su cara sonriendo y me dijo.
-tranquila Luna, no pasa nada, solo iremos a un pequeño parque que está cerca no nos tardaremos nada para que te enseñe como ponen la cara de babosos los señores.
Yo en verdad tenía mucho miedo pues era la primera vez que estaba sola en la calle, pero tampoco quería que Luz pensara que era una cobarde o una niña pequeña, así que tome fuerzas y no dije nada, caminamos cruzamos la calle y después tomamos un pequeño callejón, este nos condujo a un pequeño parque público, no muy grande, en el había juegos infantiles y un espacio donde las personas iban hacer ejercicio, de igual forma estaba una cancha de baloncesto, en muy mal estado, toda llega de dibujos como grafitis, entramos al parte y nos sentamos en una jardinera que estaba algo alta, en la que había un pequeño árbol y Luz comenzó a explicar muy emocionada.
-mira Luna, a todos los señores les gustan las mujeres, y a muchos de ellos les gustan las niñas y verles la ropa interior, acopo nunca has visto una revista o una película porno.
Yo negué con la cabeza y pues la verdad no sabía de qué me estaba hablando.
-pues en las revistas y películas porno siempre sacan a mujeres en ropa interior o sin ropa, porque eso es lo que les gusta a los hombres, hace que sus pajaritos se pongan duros, (así llamaba Lucero al pene de los hombres), pero a casi todos los hombres también les gustan las niñas.
Así como tú y yo, solo que eso no se puede decir abiertamente porque muchas personas no lo ven bien, por mi parte yo creo que es una tontería ya que coger es de lo más rico del mundo, además ver la cara de los señores es muy divertido, solo hay que saber a quién le gustamos y ya.
Yo estaba súper atenta escuchando lo que Luz decía, cuando termino de explicarme yo le hice una pregunta sobre lo que me había dicho.
-y como sabes cuales son los hombres a los que le gustas.
Ella me miro y me dijo.
-pues muy fácil Luna, bueno al principio a mí me costaba mucho trabajo pero después aprendes a observar a la gente, por ejemplo mira, notaste que desde que llegamos el señor que esta haya sentado no ha dejado de vernos.
Yo mire al otro lado del parque y afectivamente había un señor sentado sosteniendo un periódico en la mano, era algo gordito y se veía ya mayor, pero tenía razón no dejaba de vernos, después Luz continuo hablando.
-mira Luna, cuando alguien se te queda viendo así es que posiblemente le gustas ahora quiero que veas la expresión que va hacer ese señor cuando haga esto.
Diciendo esto Lucero abrió sus piernas dejando ver al señor su ropa interior porque llevaba su falda del colegio, a pesar de que eran como diez metros de distancia, pude ver como el señor movía la cabeza y como que abría más los ojos, Luz continuo con las piernas separadas y me dijo.
-ves la cara de baboso que pone, jajajaja, me da mucha risa, ahora hazlo tú también Luna, abre tus piernas y deja que vea tu ropa interior para que su pajarito se le pare.
Yo no podía desapartar mi mirada del señor, quien no dejaba de mirar a las piernas abiertas de Luz, no quería hacerlo pero no quería que Luz pensara que era cobarde, tome un poco de aire y poco a poco fui separando muy piernas para que el señor pudiera ver mi calzoncito que eran rosas ese día, Lucero lanzo una pequeña sonrisa y dijo.
-ya viste la cara de baboso que tiene, jajajaja, se le salen los ojos, y mira ya se le puso duro su pajarito, porque ya se está sobando ahí.
Yo pude ver lo que Lucero decía, efectivamente el señor ya no estaba a recargado había llevado su espalda hacia enfrente y con una mano se tocaba su entre pierna y no dejaba de vernos a las dos, no sé porque pero el sentirme observada de esa manera por ese viejo desconocido ya no me era tan desagradable, sentía una adrenalina correr por mi cuerpo al sentir que con mi cuerpo le ocasionaba ese sentimiento a una persona mayor, estaba pensando eso y Luz continuo hablando.
-ya viste Luna, jajajaja ya debe de tener bien parado su pajarito y todo por nosotras, jajaja, te apuesto a que ya nos quiere coger, vamos a decirle que nos coja deja le hablo.
Al escuchar esto mi corazón se detuvo, no podía creer lo que Luz decía rápidamente voltee a ver a Luz y pude ver como con su dedo le hacía señas al señor para que se acercara a nosotras, yo solo atine decirle algo alterada.
-nooo, que haces.
De nuevo voltee a ver al señor y este se había parado tras la señas de Luz y ahora caminaba hacia nosotras, después de eso en un movimiento muy rápido vi a Luz saltar de la jardinera y salir corriendo con dirección al callejón por donde habíamos llegado y dijo.
-rápido Luna, corre o te van a coger.
Salió corriendo soltando una risita burlona, yo me asusté mucho y como pude rápido Salí corriendo tras de ella, pensando que el señor realmente venia tras nosotras, seguí corriendo tras de Luz sin voltear atrás y como si mi vida en verdad dependiera de ello a mitad del callejón, no dejaba de escuchar las risas de Luz quien no paraba de reír y disminuía su velocidad hasta que se detuvo, yo también me detuve y rápidamente le reclame.
-¿Por qué hiciste eso Luz?
Ella sin dejar de reír me contesto.
-Jajaja, debiste ver tu cara Luna, estabas súper asustada, jajajaja.
Como yo realmente estaba asustada puse mi cara de enojo, Luz debió haberlo notado y ya un poco más calmada me dijo.
-ya Luna perdón, si te asustaste solo estaba jugando, ya no te asustes vámonos mejor a la casa.
Después de esto seguimos nuestro camino a casa, antes de llegar como a media cuadra había una tienda que se llamaba la equitativa, afuera estaba parado un chavo, ya mayor, estaba solo en camiseta, tenía un pantalón de mezclilla ya desgastados y fumaban en cigarro, era delgado de tés blanca, y cabello corto, desde que veníamos a lo lejos el no dejaba de vernos y cuando pasamos por donde él estaba rápidamente dijo.
-a donde tan solitas mis reinitas.
Yo me quede callada y agache la cabeza, pero Luz rápidamente contesto.
-vamos para nuestra casa.
Después de eso seguimos caminando y la voz del chico que estaba afuera de la tienda volvió a interrumpirnos.
-Lucero, ven tantito.
Al parecer Luz y él ya se conocían, ella se detuvo y dio la vuelta y me dijo que la esperara, yo me quede parada viendo como Luz iba hablar con él, su conversación no duro mucho, en una de esas los dos me voltearon a ver y se rieron, después siguieron conversando y se despidieron y Luz volvió a mi lado y seguimos caminando, yo rápidamente le pregunte.
-que te dijo.
A lo que Luz contesto.
-nada importante.
Yo me quede callada y seguimos caminando llegamos a la vecindad entramos a la casa de Luz, como les dije no había nadie y rápidamente fuimos a sus cuarto, su cuarto era del mismo tamaño que en donde retábamos mi mama y yo, solo que ese era para ella sola, su casa era pequeña, era de tres cuartos, uno que utilizaban para sala y cocina, el cuarto de sus papas donde también se quedaba su hermanito y un pequeño baño, estábamos en su cuarto, el cual era muy sencillo, había solo su cama, una mesa pequeñita donde Luz tenía sus cosas para arreglarse, y también en las partes de abajo ponía sus libretas, y también tenía un gran ropero, como el de las crónicas de nardia, solo que este era más viejo, y tenía dos hoyos a las altura de las puertas y un gran espejo en medio algo estrellado de abajo, yo mira su cuarto cuando ella me dijo.
-entonces Luna, supongo que si nunca le habías enseñado los calzones a ningún hombre, eso quiere decir que nadie te ha cogido.
Yo me quede callada pues la pregunta de Luz me tomo por sorpresa y estaba preguntando de algo que yo no entendía así que solo pude decirle.
-pues no se Luz, dime que es coger.
Ella se rio un poquito y después me dijo.
-coger es muy rico, es cuando los hombres te meten su pajarito aquí en tu vagina, lo mente y lo sacan eso si antes te hacen muchas caricias y te dan muchos besitos por todo tu cuerpo, así te hacen hasta que te, terminan dentro, y no solo lo pueden hacer por la vagina sino también por nuestras pompis.
Yo tenía una idea muy vaga de lo que había dicho Luz, y eso de terminar supuse en ese momento que era la leche que le sale a los hombres esa que mi tío y el amigo de mi abuelo me había dado a tomar, y lo de las pompis supuse que era como lo que había hecho el amigo de mi abuelo en casa de los mismo, pero no quería que Luz supiera nada de eso entonces le dije.
-pues no Luz nunca lo he hecho.
Ella me miro y después dijo.
-qué mala suerte Luna entonces supongo que aun eres virgen, que mal eso es muy malo, no debes de ser virgen eso es algo que tenemos que cambiar amiga.
Yo no entendía ni una palabra de eso de ser virgen y él porque era malo, y solo se me ocurrió preguntarle.
-y tú ya cogiste (utilice su palabra).
Ella contesto.
-si muchas veces Luna.
Continúe preguntado
-y que se siente.
A lo que ella me contesto.
-pues al principio cuando era más pequeña me dolía mucho, de hecho hasta seme hinchaba mi vaginita, pero con el tiempo fue cambiando eso, hasta que he llegado a disfrutarlo mucho, me gusta, y cuando te lo hacer por atrás eso sí que realmente duele, hasta hoy en día me duele cuando lo hacen, aunque después de un rato me deja de doler y me comienza a gustar.
Yo estaba como hipnotizada escuchando todo lo que Luz me decía, ella era la respuesta a todas la preguntas que siempre me había hecho, mientras más me decía más preguntas me llegaban a la cabeza y una sensación extraña recorría mi cuerpo, entonces le pregunte a Luz.
-y quien te coge Luz.
Yo estaba segura que me diría que el viejo gatita, pues los había visto ese día en la azotea, pero la respuesta que ella me dijo me dejo impactada.
-pues mi padrastro Luna.
Yo me quede en silencio intentando asimilar lo que ella me había dicho, y con voz de sorpresa le dije.
-tu padrastro Luz ¿cómo es eso?
Ella me miro y me dijo.
-si Luna mi padrastro, bueno yo le digo Alejandro, a él le gusta que le diga así, el me enseño todo lo que se, y me coge casi a diario, y también a veces me lleva o vienen sus amigos del también a cogerme.
Me quede con la boca abierta al escuchar lo que Luz me decía, como lo más normal del mundo y yo continúe preguntando.
-¿sus amigos, y tu mama que dice de todo esto?
Luz se acostó en la cama y dijo.
-pues si Luna sus amigos de mi papa a veces me cogen, y mi mama no sabe lo que me hace mi papa, porque eso la pondría muy triste, el saber que Alejandro también me quiere a mí y se acabaría mi familia, por eso ella no debe saberlo, y confió que también guardaran el secreto Luna.
Yo asistí con la cabeza señalándole que su secreto estaba a salvo conmigo, y después continúe con mis preguntas.
-¿y porque te coge tu padrastro, bueno Alejandro?
Ella rápidamente respondió.
-bueno son dos razones, la primera es porque le gusto y soy su novia secreta como él me dice y la tercera es porque me quiere embarazar para que y tenga mis propios bebes.
Entre más me contestaba más dudas se me venían a la cabeza y le cuestione nuevamente.
-embarazarte bebes, como es eso.
Ella se volvió a sentar en la cama y me dijo.
-si Luna, tu sabes que los bebes vienen de las mujeres verdad, entonces el me tienen que coger muchas veces para que me pueda embarazar y tener mi propio bebe, bueno al menos eso es lo que él me ha dicho.
Yo estaba sorprendida con todo lo que Luz me decía, iba a continuar preguntándole cosas cuando ella me pregunto.
-oye Luna y no te gustaría dejar de ser virgen amiga.
Lo dijo de una forma y con una cara de asco y desprecio como diciendo que ser virgen era lo más malo del mundo, y estaba diciendo que yo era eso, entonces por instinto de aceptación rápidamente conteste.
-pues si Luz me gustaría dejar de ser virgen.
Ella lanzo una sonrisa y me dijo.
-pues entonces ya está ahorita que venga Alejandro le digo que ya no quieres ser virgen y que te coja que te parece, así dejas de serlo.
Yo me asuste un poco con las palabras que ella decía, pero no quería parecer cobarde y solo le conteste.
-y dime Luz crees que él quiera cogerme.
A lo que Luz respondió.
-claro Luna, a él le encantan las niñas como nosotras, de hecho tiene muchas fotos y videos de niñas como nosotras en su computadora, donde están cogiendo con señores, es más ya sé, porque no ahorita que llegue, mejor le digo que nos coja a las dos juntas, así no te pones nerviosa que te parece.
Yo solo podía reaccionar a lo que Luz me decía, aunque no meditaba completamente que me estaba diciendo, o en que me estaba metiendo, a lo solo le dije.
-bueno está bien Luz.
Ella solo sonrió y dijo.
-yesss, entonces ahorita que venga yo le digo que nos coja a las 2.
Después de eso, ella se acostó sobre la cama y cerró los ojos como queriendo dormitar, yo me quede sentada sin decirle nada, solo pensando en todo lo que Luz acababa de decirme, pero rápidamente el silencio fue interrumpido cuando Luz dijo.
-oye Luna, entonces eso quiere decir que tampoco nunca nadie te ha besado, nunca has besado a nadie.
Al escuchar el cuestionamiento de Luz, se me vino a la mente lo pasado con el señor de la fiesta y la forma tan horrible en que me había robado mi primer beso, era muy vergonzoso para que Luz lo supiera así que no me quedo otra más que mentir.
-no Luz, nunca me han besado.
Ella hizo una mueca y continúo diciendo.
-que mal Luna, porque a Alejandra le gusta los besos ricos y si nunca has besado tal vez quiera enseñarte y eso nos tomara más tiempo y como solo vienen por un rato tal vez no pueda cogernos hoy.
Se quedó pesando un momento y dijo.
-mmmm, ya sé que vamos hacer Luna, mira tú solo has caso y sierra tus ojos, pero no los abras no se vale hacer trampa.
Yo no sabía que iba hacer, pero cerré mis ojos como ella me lo pedía después puso uno de sus dedos en mis labios y comenzó abrirlos suavemente y me dijo.
-abre un poquito tus labios, así y no abras tus ojos así quédate.
Después de dejar mis labios como ella los quería, se alejó, yo tenía los ojos cerrando aun a la espera de lo que aria y en eso ocurrió lo impensado para mí, pude sentir como sus labios se juntaron con los míos, eso me tomo por sorpresa pero deje que pasara, después del desconcierto inicial, me relaje un poco, y comencé a sentir la manera en la que Luz me besaba, al principio fue extraño pero después me empezó a gustar la forma suave y delicada en la que mis labios y los de ella se juntaban, era tan suave su contacto de su boca con la mía, al contrario de mi primer beso, que fue muy atrabancado y fuerte, ella no, ella parecía que movía mis labios con los suyos con mucha delicadeza, como si mi boca bailara el ritmo que sus labios querían, podía sentir su respiración chocar contra mi piel y eso me relajaba, la forma suave y linda en que me besaba me gustaba mucho, y en los pocos segundos que nuestros labios cambiaban de posición podía escuchar ese sonidito único suave y a la ves con la fuerza suficiente para cortar el silencio del momento, ese sonido que nuestra labios hacían al despegarse por unos segundos, para después volverse a juntar en ese baile hermoso que lucero con sus labios le daba a los míos.
Su mano derecha de Luz, se posó sobre una de mis mejillas, dándome unas tímidas caricias y asiendo mis cabellos aun lado, que se había corrido hacia un costado de mi cara, mientras su otras mano sostenía mi mano izquierda, que estaba en mi pierna, aunque no tenía nada de fuerza parecía como si la sostuviera, yo seguía atrapada en ese lindo beso, que Luz me estaba dando.
De pronto sentí como su mano, la que estaba sosteniendo la mía sombre mi pierna cambiaba de posición y se metía en medio de mis piernas y por debajo de mi falda, yo al principio pensé que hace, pero la intensidad de su beso y la forma en que manejaba mis labios no me dejaban pensar bien, ella sobaba mis piernas, ya por la parte de adentro y por debajo de mi falta, de pronto sentí como su pequeña lengua, entraba en mi boca y comenzada a juguetear con la mía, esa acción volvió a llenar de electricidad mi cuerpo la misma que había sentido esa noche que estaba acostada con mi mama, era una sensación única el sentir como la pequeña lengua de Luz manejaba y masajeaba la mía, todo esto sin dejar de acariciarme mis piernas, de pronto en un movimiento rápido su mano entro aún más, hasta tocar mi vaginita por encima de mi ropa interior, esto hizo que dieran un pequeño salto, y que cerrara mis piernas atrapando en medio de ellas la pequeña mano de luz, quien continuaba con su beso, yo poco a poco me fui relajando, y cuando Luz , me vio relajada, comenzó acariciarme mi vaginita por encima de mi ropa interior, las descargar recorrían por mi cuerpo estaba sintiendo lo que había sentido esa noche en la cama con mi mama, cuando me toque la primera vez pero mil veces mejor, de pronto sentía que algo quería estallar dentro de mí, ya no podía había momentos en que quería aventar a Luz porque ya no aguantaba el mar de sensaciones que su beso y sus caricias ocasionaban en mi cuerpo, pero había otra parte de mí que no quería que eso terminara nuca, todo eso sucedía hasta que de pronto Luz se desaparto y yo abrí mis ojos encontrándome directamente cara a cara con los de ella, y ahí, en ese momento me di cuenta que eran los ojos más bonitos que yo había visto, estaba todavía en transe cuando su voz me regreso a la realidad.
-y bien Luna, pues así debes besar a Alejandro ahorita que nos vaya a coger, tu sola has lo que yo hice y después el ara lo demás no te preocupes.
Yo solo asistí con mi cabeza, pues aún tenía la mente hecha una maraña, por el mar de sensaciones que acabada de experimentar, pero una voz se encargó de regresarme a la realidad de un solo golpe, a fuera en la vecindad se escuchó el sonido de la puerta acompañado de los gritos del señor gatita que decía.
-quiubole Alejandro, y ese milagro que vienes a esta ahora.
Una voz de un hombre rápidamente respondió.
-vengo de rápido gatita, por unas cosas para la chamba y chance a echarme un taco.
Después de decir esto la voz del gatita se volvió a escuchar.
-ta bien Alejandro, pero antes chécale la instalación de la Luz de mi baño así de rápido, no seas culo.
A lo que Alejandro contesto.
-ta bueno gatita pero de rápido porque no tengo mucho tiempo.
Después de decir esto se escuchó como se iban alejando a revisar en eso Luz me dice.
-ahora si Luna ya llego Alejandro, ahorita que venga lo voy a decir que nos coja, para que te quite lo virgencita, nada más recuerda besar como yo te dije, tu tranquila no pasa nada, al principio tal vez te duela pero veras que pronto te va a gustar mucho.
Hasta ese momento no me había dado cuenta de lo que estaba a punto de hacer con Luz, Luz quería que su padrastro Alejandro, nos metiera su pajarito a ella y a mí en nuestra vaginas, fue ahí cuando me puse a pensar en la situación y comencé a llenarme de mucho miedo y nervios, no quería quedarle mal a Lucero pero tampoco quería hacer lo que ella decía, sabía que tenía poco tiempo porque una vez que entrara el padrastro de Lucero a la casa no habría marcha atrás, con mi voz entre cortada y juntando muchas fuerza y con mis ojos llorosos por el miedo y el enojo de decepcionar a Luz le dije.
-oye Luz yo no quiero hacer eso, no ahorita.
Luz quien ya estaba levantada me volteo a ver y me pregunto.
-¿Hacer que Luna, no quieres que Alejandra te coja?
Yo sentí con la cabeza a su pregunta y con mis ojitos llenos de lágrimas, supongo que eso debió conmover un poco a Luz porque me dijo.
-está bien Luna, no te preocupes, ya después aremos que pierdas tu virginidad, tú no te asustes y deja esas lagrimas miga.
Sin darme cuenta por mis mejillas ya corrían algunas lágrimas, por el miedo y los nervios que sentía, pero esas sensaciones se incrementaron cuando escuche unas llaves abriendo la puerta de la entrada de la casa de Luz, era Alejandro quien ya había terminado de checar el baño del gatita y entraba a la casa, muy asustada le pregunte a Lucero que, que hacía y ella me contesto.
-rápido Luna, metete en el ropero, pero no hagas ruido.
Yo me moría de miedo y sin replicas me metí, después de que lo hice Lucero cerro el ropero, tenía muy poquita ropa para el tamaño del ropero así que pude entrar sin ningún problema, después Lucero puso llave al ropero, yo miraba a través de una de las blusas de Luz y por uno de los hoyos que tenía el ropero, por el cual podía ver qué pasaba en el cuarto, fue ahí, que pude ver como el padrastro de Lucero entraba al cuarto de ella y rápidamente la saludaba, le hizo preguntas de la escuela y de cosas de la casa y siempre que le hablaba se refería a ella como bebita, después el entro y se sentó al borde de la cama y le hizo una seña a Luz para que se acercara a él.
Ella camino hasta estar de frente a él, después su padrastro estiro sus manos la jalo hacia él y la levanto un poco, ella separo sus piernas quedando sentada en las piernas de él, de frente al mismo, después comenzaron a darse un beso que resonaba en todo el cuarto, yo solo podía ver lo que pasaba estaba muy nerviosa y tenía miedo, pero quería seguir viendo lo que pasaba, el beso de ellos continuaba Lucero había levantando sus brazos y ahora rodeaba su cuello mientras continuaba ese apasionado beso, el, la abrazaba mientras acariciaba sus piernas, después el paso sus manos hacia enfrente, metiéndolas en medo de los dos, no sabía si la estaba acariciando a ella, pero de pronto él se levantó un poco con ella encima aun besándose y comenzó a bajarse su pantalón hasta dejarlos en las rodillas, el beso continuaba, Lucero ahora acariciaba la parte de atrás de la cabeza de su padrastro, el en un momento la levanto y pude ver por poco tiempo el pene del padrastro del Lucero, era grande hasta ese momento el más grande que había visto en mi corta vida, no lo podía ver porque la falda de Luz lo tapaba cuando estaba sobre de él, después ella se acomodó, y en un momento el, la jalo con fuerza hacia abajo, un fuerte quejido salió con fuerza de la boca de Luz, yo pensé que le había dolido mucho, después comenzó en un vaivén, subiendo y bajando como si Luz cabalgara sobre las piernas de sus padrastro, el bajo su mano derecha y levanto la falda escolar de Luz, para tomar con una sola mano el glúteo izquierdo de Luz, pues él tenía unas grandes manos, y Luz a sus 8 años, pues tenía un trasero de acuerdo a la edad, con esa mano levantaba el trasero de Luz y su mano izquierda la abrazaba a la mitad de la espalda de ella, él era tan grande comparado a lo pequeñita que era Luz que con una sola mano podía abrazar por completo a Luz, había momentos en que Luz le daba unos besos muy apasionados en otros solo a recargaba su acalorado rostro sobre el hombro de sus padrastro quien no detenía ni un segundo el vaivén, al contrario incrementaba el ritmo, yo estaba que no parpadeaba mirando el espectáculo que mi amiga Luz me daba con su padrastro, y comencé a sentir ese misma electricidad por mi cuerpo, el momento era tan intenso que de solo verlos me provocaba esas sensaciones, yo baje mi mano izquierda y la metí debajo de mi falda y comencé acariciarme mi vaginita como Luz me los había hecho minutos antes intentando calmar esa sensación de calor que recorría mi cuerpo.
Continúe viendo y escuchando como Luz y sus padrastro continuaban su ritual, el aceleraba el ritmo y los gemidos de Luz cada vez eran más fuertes, en un momento vi como Luz como desesperada abrazada con mucha fuerza a su padrastro y lanzaba un fuerte gemido, y después ambos se detuvieron, su papa con una voz ajitada le dijo.
-terminaste putita.
Lucero como pudo movió la cabeza, pues estaba completamente recargada en el pecho de su padrastro con los ojos cerrados como si estuviera desmayada o sin fuerzas, después él dijo.
-qué bueno amor, ahora me toca terminar a mí, pero ya sabes para que yo termine tengo que cogerte muy duro.
Una vez diciendo esto él se acostó en la cama y ella sobre de él, el levanto un poco sus piernas y ahí, tuve una visión más clara de la escena, luz estaba acotada sobre su pecho, muy cansada con los ojitos cerrados, parecía un angelito, con su carita muy bonita durmiendo en el dorso de un gorila, mientras él se acomodaba le dijo.
-así mi amor, tu quédate dormidita en sima de papa, que ahorita te voy a arrullar.
Él se acomodó y empujo sus piernas hacia arriba y ella volvió alanzar un suspiro y él dijo con una voz de gozo y excitación muy morbosa.
-hay pequeña, tu interior esta que quema, uuuff, me encanta cuando se siente así de calientito dentro de ti.
Después el comenzó a mover a Luz de arriba hacia abajo como tallándola en su pecho, luz solo lanzaba pequeños suspiros pero no abría los ojos, después el bajo su mano y levanto su falda y pozo su mano sobre la nalguita izquierda de Luz y le dijo.
-ahora si pequeña a coger.
Diciendo esto pareciera que se trasformó, tomo con gran fuerza a Luz y levantaba sus piernas arqueándola para que su entrepierna chocara con el trasero de Luz con una gran fuerza, el sonido del choque de sus cuerpos sonaba por toda la habitación, y los gemidos de Luz era cada de más fuertes y evidentes, había partes que levantaba su carita y lanzaba desgarradores gemidos, supongo por las fuertes embestidas que le daba su padrastro, ella metió la cabeza en el pecho de su padrastro y el con la voz entre cortada le dijo.
-aguanta putita, ya casi, tu aguanta Lucerito, mi putita aguanta.
Mientras decía esto incrementaba su velocidad hasta que los gemidos de Luz se convirtieron en verdaderos gritos, las envestidas de él continuaban y él una de esas, el embozo un gruñido ahogado, como si de su interior saliera un grito ahogado como liberando algo, después de esto los movimientos de él se detuvieron por completo y luz quedo desmallada sobre del como al principio, el seguía acariciando el trasero de Luz, mientras tenía los ojos cerrados y disfrutaba del momento.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!