Fuerte y ciega obsesión por mi suegra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tuve un noviazgo normal, luego de tres años de novios, me casè con Rosario de con ahora 23 años.
Tenemos un hijo precioso.
Mis suegros me han apoyado, hacìan una linda pareja.
Los dos son buenas personas.
Pero hace casi dos años, un poco menos, mi estimado suegro falleciò de un infarto.
Hasta ese momento, yo no habia visto a mi suegra como mujer, sino como la mamà de mi esposa.
Ella es de tez muy blanca, lindo ojos cafè claro, cabello negro liso hasta abajo de los hombros, sus senos son pequeños, pero la madre naturaleza le doto de unas caderas y un trasero casi perfecto, he visto como los hombres jovenes y maduros, voltean a verla, sobre todo cuando usa pantalon apretado a su cuerpo.
En mi caso siempre la respete y nunca le hice un comentario fuera de lugar, hasta ese momento.
Luego de la perdida, mi suegra entro en mucha depresiòn, y luego de unas semanas, le propusimos que viviera con nosotros una temporada, ella luego de pensarlo mucho aceptò.
El cambio le cayò muy bien, pero me di cuenta que alli empezò mi atracciòn hacia ella, pues tenìa unos maravillosos sentimientos, buena cocinera, excelente platicadora y todo en ella me parecìa muy bien.
En una ocasiòn le dolìan los pies y le dije que se los podìa masajear, en ese momento los tres veiamos televisiòn, le tome los pies y le untè un balsamico, no podìa creer la perfecciòn de sus pies, sin ninguna imperfecciòn, a mi me gusta ver los pies de las mujeres que cuidan de ellos, me excitan.
Y asi sucediò con ella, comencè a tener una erecciòn, mientras ella estaba concentrada en un pelicula de la tv.
Deseaba meterme sus deditos en la boca y chuparlos; lo ùnico que pude hacer fue restregarlos contra mi paquete, y casi acabo alli sentado.
En una de tantas ocasiones, estando en caso solo los dos, mi esposa habìa salido.
Ella dije que se ducharìa, pero lo harìa en el baño de servicio, pues el baño principal tenìa fuga y necesitaba reparaciòn.
Yo le dije que saldrìa, tome mis cosas e hice como si abandanoba la casa, no era cierto, yo querìa verla en cueros, querìa verla desnuda.
Volvì a entrar y me escondi.
Ella se fue a su habitaciòn y no dejò la puerta cerrada, me fui casi arrastrando y la vi como se desnudaba, le vi sus tetas que no eran grandes, pero de bonita forma todavìa, mi suegra tenìa unos 43 años y luego lo mejor, se bajò los panties y pude verle su panocha peludita, recortadita, luego se puso la toalla y yo salì casi corriendo.
Se metiò a la ducha, esa ducha tiene una ventanita que da a un pequeño patio interno de la casa, fui ràpido y espere la ocasiòn, dudè bastante, pero por fin busque una silla y me asomè, para mi fortuna la ventana estaba ubicada de forma que ella me daba la espalda, pude apreciar sus bellas nalgas y su curvatura de la cintura para abajo, era una mujer todavìa muy bella mi suegra Claudia.
Las cosas cambiaron a partir de ese dìa.
Yo trataba de pasar màs tiempo con mi suegra, por supuesto que no le decìa ninguna insinuación, querìa ganármela poco a poco.
La animaba cuando amanecía con depresiòn, la trataba con mucha estimación, tanta que mi esposa me agradecía el gesto.
Comenzó a haber algunas confianzas entre ambos, mi suegra Claudia me decìa que se sentìa bien conmigo y que estando conmigo se le quitaba la tristeza, eso me animò mucho.
Cuando veiamos tv juntos o estábamos en la sala platicando con Claudia, nos tomábamos de las manos o nos abrazábamos, por supuesto cuando no estaba mi esposa con nosotros.
Se sentìa que habìa quìmica entre ambos, cada vez màs.
Mi esposa pertenece a un grupo de oraciòn de tipo catòlico.
Y tenìan planificado un retiro el fin de semana, me quedaria solo con mi suegra.
Por mi cabeza pasaron muchas cosas, hasta planifique sacarla a cenar uno de esos dìas.
Cuando estando en la sala, mi suegra Claudia me dice que un amigo suyo la invitò a salir, cabalmente esa noche que yo habìa planificado sacarla a cenar; ella me dijo que ya habìan pasado casi seis meses desde la muerte de su esposo y la vida continùa,
"tengo que volver a tener mi propia vida y no se que hubiera hecho si tu no me hubieras ayudado", y prosiguiò diciendo "este mi amigo, quien me invitò, siempre ha vivido enamorado de mi, a mi no me gusta mucho, pero es una buena oportunidad para salir y que me recuerden que soy mujer", me dijo esperando mi respuesta, "que opinas de esto Victor?, si tu me dices que no vaya, no voy".
No pude decir nada y me fui a mi habitaciòn, maldiciendo, me di cuenta que si me importaba mi suegra.
Ella se ducho y se arreglò, se quitò el negro y se puso un vestido de una pieza muy pegado, se puso calzado alto y me fue a mostrar como iba.
"mira Victor, te gusta como me puse", se me hizo un nudo en la garganta, ella estaba preciosa, parecìa la hermana de mi esposa y no su madre.
Le dije que estaba muy linda, que seguramente su amigo era un afortunado.
Ella me vio y me dijo, "no quieres que mejor me quede contigo en casa?", yo inseguro, le dije que no habìa problema que la pasara bien.
Como que ella estaba esperando otra respuesta, se fue a su habitaciòn para darse sus ùltimos arreglos.
Entonces tuve una reacciòn de la cual no me arrepiento para nada, tomè valor y fui a su habitaciòn, toquè la puerta, ella me abriò, le dije "la verdad Claudia, no quiero que vayas con ese idiota, quiero que te quedes conmigo, yo habìa planeado sacarte a cenar, pero no pude decirtelo, me gustas mucho y siento algo por ti que no puedo explicar, si todavìa quieres irte, no te detengo, solo querìa que lo supieras", y hubo un silencio y ella de seria comenzò a sonreir, me tomo de la mano me entrò en su habitaciòn y me abrazò, poco a poco nuestros labios se fueron juntando y comenzamos a besarnos con mucha pasiòn, labios y lengua, delicioso intercambio de saliva.
"yo me querìa quedar contigo tontito", me dio al oido,
fuimos a su cama y caimos en ella besàndonos y tocàndonos, le baje los tirantes de su ajustado vestido, hasta tener sus senos libres, los mamè con fuerza y deseo, ella gemìa cada vez que yo le apretaba los pezones con mis labios.
Luego metì mi mano en su entrepierna y pude sentir lo caliente de su sexo, luego metì mi mano en su braguita y pude sentir sus vellos pùbicos suaves, luego un dedo paso en la abertura de su rajita y ella se estremeciò y me dijo que le hiciera todo lo que quisiera.
Sin esperar nada, me fui colocando entre sus piernas y sus buenos muslos y arrancando su braguita me puse la lamerle y chuparle su sexo, tenia un clitoris grande y yo lo atrapaba con mis labios y le pasaba la lengua, mi suegrita daba quejidos como si la estuvieran sacrificando, era excitante oirla gemir.
Mi lengua comenzò a ir de su clitoris, a su vagina, luego lamìa sus labios vaginales y bajaba hasta lamer su ojete arrugadito del culo, cuando toquè su ano, ella se estremeció y se corrió con una puta, gritaba, me arañaba la espalda y me preguntaba que le estaba haciendo?, yo no dejaba de comerle sus partes ìntimas y ya tenìa una erecciòn que amenazaba con romper mis pantalones.
"Victor, cògeme, quiero tener una verga otra vez dentro de mi", "Victor hazme sentir mujer", me decìa Claudita, yo me quitè los pantalones a toda prisa, luego la camisa, la desnude a ella totalmente, los dos en cueros.
Me subì sobre ella que me esperaba con las piernas abiertas y tomando mi pene la puse en la entrada de su vagina y la penetrè, los pujamos y gemimos como adolescentes, mi verga que tiene buen tamaño y grosor se fue deslizando dentro de su rajita mojada, ella me abrazò y eso hizo que mi verga se fuera bien adentro de su panocha, sentì lo caliente de su interior.
Luego me puse a entrar y salir de su vagina, ella me atrapaba con sus piernas, los dos nos movìamos como animales en celo, gritando, gimiendo y moviendonos acaloradamente.
"ay que rico, que rico Victor, no pares, dame màs", decìa mi suegrita mientras yo la clavaba inclementemente, yo le besaba la quijada, sus orejas, su cuellos y luego bajè para mamar sus pezones erectos.
Cuando mamaba sus tetitas, ella empezò como a convulsionar, le estaba viniendo un nuevo orgasmo, "ay Victor, ay Victor, me vengo, me vengo!!", gritaba de pasiòn Claudita.
Sentì como se mojaba su rajita de sus jugos intimos, nunca habìa sentido la eyaculaciòn de una mujer, ahora lo sentìa con mi suegra, de verdad era una mujer muy caliente en la cama.
Ella pataleo, gimiò y me decìa que no dejara de cogerla.
Yo estaba super excitado y faltaba poco para correrme tambièn, asi que comencè a darle duro y profundo, no aguantè y comencè a eyacular una cantidad enorme de semen caliente, se la dejè ir bien profundo en su vagina, nos movimos hasta que poco a poco nos quedamos casi quietos.
Yo me separè un poco sin sacarsela, pude ver su sexo y el mio aùn juntos, sus jugos y mi semen le salìan de su rajita y se deslizaba por su culo y paraban en las sabanas de su cama.
"que dios nos perdone por lo que acabamos de hacer" me dijo mi suegra cuando se incorporò para ir al baño a lavarse la rajita.
Yo le dije "los dos deseabamos mucho esto y la verdad que lo repetirìa sin pensarlo", ella me sonriò y lanzándome un beso se fue al baño.
Luego nos despedimos y cada quien a su habitaciòn.
A la mañana siguiente, ese dìa mi esposa saldrìa del retiro, yo debìa ir por ella despuès del medio dìa.
No pudo ser mejor mi mañana, sentì que abrìan la puerta de mi habitaciòn era mi suegra, llevaba un azafate, me habìa preparado mi desayuno, estaba de muy buen humor, aùn tenìa su traje de dormir, un vestido flojo blanco, yo sabìa que abajo no tendrìa sosten y una braguita diminuta con la que habìa visto que dormìa.
Se subiò a la cama y me dijo que me habìa preparado un desayuno especial y que me agradecìa lo de la noche anterior, que ahora se sentìa viva y con ganas de vivir.
Yo hice a un lado el azafate y tomàndola le dije que aùn no habia terminado con ella.
La abracè y la puse abajo y me subì encima, le busquè la boca y la bese.
Le quitè su bluson de dormir y tal como habìa pensado no tenìa sostèn y su braguita era diminuta, la besè y ella correspondió.
Luego le di la vuelta, yo querìa gozar ese bello trasero que era el deseo de muchos hombres que la conocìan.
Me puse entre sus piernas y comencè a besarla desde sus muslos y fui subiendo hasta sus nalgas, las mamè, luego las lamì y le daba pequeños mordiscos, le dije que tenia un trasero increible.
"te gusta Victor?, es tuyo ahora", me dijo ella.
Abrì sus nalgas y pude ver su rajita y màs arriba su lindo e inmaculado culito, Me puse a lamer ambos, ella comenzò a gemir y me recordaba que me regalaba sus orificios.
Le abrì sus piernas y fui insertando un dedo en su rajita, la masturbaba mientras mi lengua jugaba con su ojete del culo, sus gemidos fueron en aumento, Al rato le metì otro dedo, eran dos dedos que yo metìa y sacaba de su rajita ya mojadisima, mientras no dejaba de darle lengua a su bello culo.
No aguantè màs todo eso, yo estaba excitadisimo, me quitè mi ropa de dormir y subiéndome sobre sus nalgas, metì mi verga erecta entre sus labios vaginales y le fui penetrando, senti lo suave y caliente de su sexo, mi verga fue penetrando hasta que mis huevos fueron los ùnicos que quedaron fuera, seguidamente fui moviendome adentro y afuera de su panocha, un rico mete-saca y mi vientre topando con sus nalgotas ricas.
Un bello palo.
Claudita fue gimiendo màs y màs hasta que alcanzò un sonoro orgasmo, mi bella suegra tiene esa característica de alcanzar su climax bien ràpido.
Mientras ella se estremecia con su corrida, yo me incorporè un poco sin sacarsela y divisando su ojete, le metì mi dedo pulgar adentro y lo metìa y lo sacaba al ritmo de la follada que le seguì dando.
Ella al principio intento sacar mi dedo de su culo, pero le dije que no, "Claudita, ya te han probado tu rico culito?", ella entre gemidos, me contestò que nuna lo habìa hecho por alli antes.
"Pues hoy vas a probar mi verga en tu culito", le dije.
Ella me dijo entonces "ay no mi amor,.
pero si quiero hacerlo.
solo hechame algo para que no me duela mucho".
Entonces jale de una mesita, yo recordaba que mi esposa usa un aceite para sus manos, le untè un poco en su ojete, luego con mis dedos se lo reguè encima y con mi pulgar la penetraba por el culito.
Saquè mi verga mojada de su rajita y la puse en la entrada de su ano, luego, empujè y se la fui metiendo de a poco, ella gritò cuando se sintiò penetrada por el culo, me volviò a pedir que me fuera suave y despacio, comencè a moverme en un vaiven suave, mi glande entraba y salìa de su ojete, lento, con paciencia.
Poco a poco su culito se fue tragando mi dura verga, despacio, lento, parando y volviendo a moverme, para que ella se sintiera còmoda.
Por fin se la habia metido màs de la mitad, entonces comencè a moverme un poco màs ràpido y màs fuerte.
Ella que se habìa mantenido quieta, comenzò tambièn a mover su bello trasero al ritmo de mi follada, poco a poco terminè de metersela toda dentro de su recto, el cual era sumamente apretadito, era exquisita la sensaciòn de apretar mi verga con su ano.
Me excitò muchisimo esa experiencia, yo le decìa a Claudita que su ojete era lo mejor que yo habìa probado en mi vida, "y yo soy el primero?", le preguntaba, ella me decìa "si cariño, tu eres el primero que me la mete por alli, asi que mi culito es tuyo", luego de un rato le inicie a dar màs duro y le anuncie que estaba por correrme, ella me animò y me dijo que querìa sentir mi esperma en su culito, se la metì màs duro, ella gimiò de placer y estallè en unos chorros de semen que rápidamente llenò su orificio de lechita caliente y que le salìa por la comisura de su culito.
Fueron muchos latigazos de esperma.
Por fin terminè y me despeguè de su recto, un gran chorro de esperma saliò de inmediato y cayò en las sabanas.
No podía empezar este mejor que esto.
al medio dìa fuimos a traer a mi esposa con ella.
Toda la semana pasamos viéndonos, pero sin hacer nada pues mi esposa estaba presente.
Ese fin de semana mi suegra nos anunciò que regresaba a su casa y que nos agradecìa la estancia por esos meses.
Ella regresò a su casa, yo la fui a ayudar a pasar sus cosas que estaban en nuestra casa.
Yo planee pasar sus ultimas cosas a su casa estando solo con ella.
Luego fui a su habitaciòn donde ella estaba arreglando sus cosas, la abracè por atras y le acaricie su busto.
Le dije que quería hacerlo en su cama.
Ella se volteo y nos besamos, nos fuimos quitando la ropa como pareja de enamorados, nos quedamos de pie desnudos, ella me tirò a su cama y tomando mi verga comenzó a darme la mejor mamada de mi vida.
Era la primera vez que ella me daba sexo oral.
Pero fue magnifico, toda la experiencia de una mujer que fue casada y era madurita.
Después de ponérmela durisima, se fue subiendo sobre mi verga y se la clavò solita, despuès empezò a cabalgarme como si fuera una potrilla, ella alcanzó su primer orgasmo como siempre, tempraneramente, pero siguiò montada y ofreciéndome sus senos para mamarlos.
Luego de sacarme una tremenda corrida, me lancé sobre ella la penetrè y luego la puse al estilo perruno, que tremendo culo se miraba en esa posiciòn, le di por la raja y luego por el culo, le dije que era mio y ella dijo que si, que la cogiera donde quisiera.
Ese dìa me corri tres veces y tardamos haciendo el amor por dos horas.
Agotados de tanto sexo y corridas, nos abrazamos en la cama y le dije que querìa ser su amante, ella me besò y me dijo "que me perdone mi hija, pero yo quiero ser tuya nada màs".
De eso ya hace casi un año.
Yo follo con mi suegra incluso màs veces al mes que con mi esposa.
Estamos muy enamorados, que nos hace sufrir imaginar que alguna vez mi esposa se darà cuenta y que todo terminarà mal posiblemente.
Mi suegra Claudita todavia menstrùa y me ha pedido que la embarace cuando estamos en el climax, pero yo he tomado todavìa esa seria decision.
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