GINA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por almarmar.
Un día, vino Gina, una chica de como de la misma edad de mi hijo, algo pasadita de peso, por su edad, muy blanquita, con una falda que le llegaba bajo las rodillas, preguntaba por Rafa, mi hijo, le dije que él no estaba, andaba estudiando para los finales, en la casa de la novia, Gina me preguntó si no necesitaba ayuda en la tienda, le dije que no, pero que al final de la escuela podría necesitar a alguien, pues Rafa, si pasaba los exámenes, quería ir con su novia, a pasar un tiempo en la playa, si no, él se quedaría a estudiar a repetir los exámenes, así que le sugerí que viniera al terminar la escuela.
Dicho y hecho, ella estaba aquí, al no más terminar los exámenes de la escuela, con su cuerpo bien erecto, a pesar de ser gordita, parecía que ser ágil, se notaba en su movimiento, así que la contraté por, mientras les daban el resultado de los exámenes y así poder ver como se desempeñaba en la tienda, tendrás que venir a las cinco de la mañana, le dije, no hay problema?, ella respondió, que la hora, no era problema. Al día siguiente, puntualmente, a las cinco de la mañana, estaba en la puerta, vestida con falda larga, bajo las rodillas, no como las otras chicas de su edad, con “minis”, enseñando las bragas; mi hijo le enseño, como hacer el café y los menores que solían pedir los clientes con frecuencias. Gina, se destacó muy bien, muy amable con los clientes y rápida en servir las órdenes, yo en la caja, recibiendo el dinero y mi hijo ayudando a Gina y en lo demás, parecían llevarse muy bien; el día pasó muy ligero y Gina prometió volver al día siguiente.
Por la cena, Rafa, me comento que ,Gina, era un poquito rara, pues nadie le había conocido novio, que todos murmuraban que era “lesbi”, pero que tampoco la habían visto con alguna chica, mas que las amigas de la escuela y ellas decían nada malo acerca de ella, todos nos equivocamos, le dije, pero que de todos modos, su vida personal, no tenia que molestarnos.
Gina, vino todos los días, muy alegre por estar trabajando, hasta que les dieron el resultado de los exámenes, pues no sabía si podría trabajar mas con nosotros, ya que le había gustado el horario, le gustaba estar libre por las tardes, ayudando a su madre en la casa. Rafa paso los exámenes, como también Gina, así que le dije que el trabajo era de ella, pero que teníamos que trabajar mas horas, pues yo tenía que hacer lo mió y lo de Rafa, Gina aceptó, pues ganaría mas dinero, que tanto necesitaba.
Rafa, se fue a la playa con su novia, Gina como siempre, muy trabajadora, venia todos los días, cada ves me sorprendía con algo, café, comida especial, mientras descansaba, ella se encargaba de todo, mientras no habían muchos clientes; un día vino sin medias, tenia las canillas con muchos vellos, resaltaban en lo blanco de su piel; Conversando, como siempre lo hacíamos, cuando se ponía lento, me atreví a preguntarle si tenia novio, ella me dijo que no y se quedo callada, diciendo ni otra palabra mas, yo no seguí preguntándole y la deje con su silencio. Al día siguiente, sin preguntarle, me conto, que un día, a su mamá y a ella la habían asaltado y que los hombres las habían manoseado a las dos y desde entonces se sentía culpable, pues en ese entonces lucía una mini falda muy atrevida, los hombres la habían tocado por debajo de los calzones y a su mamá la habían golpeado, por defenderla, su papá las había dejado por ese incidente; Los chicos de la escuela, eran muy bocones, bastaba con andar con alguno de ellos y ya se habían acostado con ellas, eran muy inmaduros, por eso no se relacionaba con ellos, además que ella era mayor que ellos, que tenia veinte años, había perdido dos años de escuela, cuando se habían trasladado al pueblo, por el mismo incidente, como todo papá, la consolé, ella lloró en mis brazos y le dije que se quitara la culpa, eran los hombres, los que no sabían manejar el momento, eran brutos, sin pensar lo que podrían ocasionar al estado mental de la persona que atacaban, le dije que por ese día era mucho, que se fuera a su casa y que descansara, que olvidara el incidente y que viera su futuro, que seria mas agradable. Me dio una sonrisa y se fue a su casa;
El día siguiente, viernes, le pedí un favor de que se quedara tarde, era el día en que venían a pagar a los que les fiábamos y eso tomaba mas tiempo, llevando las cuentas, me dijo que estaba bien, además ese día su mamá llegaba tarde del trabajo, como a las dos de la tarde, estábamos limpiando, ya por cerrar el negocio, yo me tropecé y deje caer una cafetera, el café no estaba tan caliente, pero cayó sobre mi camisa y pantalones, Gina, le dije, deja todo, yo termino de limpiar, tan solo cierra las ventanas y cierra la puerta con llave, cuando te vallas, quiero quitarme esta ropa y darme un baño y me dirigí a mi recamara, saque la ropa limpia, la deje en la cama y me fui a duchar, terminé y Salí desnudo a mi recamara, secándome estaba, me di media vuelta, Gina estaba observándome; Pero Gina, pensé que te habías ido ya a tu casa, le dije, me puse la toalla en las caderas, para cubrir mi desnudez, perdóname por estar sin ropa, hubiera cerrado la puerta si hubiera sabido que tu todavía estabas aquí; No se preocupe, me dijo, lo he estado observando, desde hace muchos días, es usted una persona muy agradable, diciendo esto, se encamino hacia mi, puso una mano en mis brazos, me toco los músculos y me dijo: usted es muy fuerte, no tiene la panza de borracho y cuida mucho su salud; luego se fue detrás de mi, puso una mano en mi hombro y oliendo mi cabello, dijo: que rico huele, sentí un beso en mi cuello al mismo tiempo que su mano tocaba mis piernas, fue subiendo su mano debajo de la toalla, hasta tocarme los muslos, redondeándolas con sus suaves manos y las deslizó hacia adelante, donde encontró el nudo de la toalla, lo soltó y dejo que se cayera al suelo, quedando completamente desnudo; puso una mano, sobre mi pecho y con la otra mano comenzó a tocarme el bello púbico, de una manera provocadora, haciéndolo en círculos, tocando el pegue, de mi verga, que para este momento, ya se había puesto rígida y erecta, me besaba la espalda y me frotaba los pechos al mismo tiempo, lo hacia con mucha suavidad y ternura, luego me toco la punta de verga, se saturo los dedos de mis fluidos y los frotaba en la cabeza de mi verga, la tenia hinchada, como nunca, la erección era tremenda, le sugerí que tenía que ponerme preservativo, ella se sentó en la cama, yo fui hacia el frente, tome un condón, de los que estaban en venta, cuando regrese, se estaba quitando la ropa, le ayude a quitarse la blusa, para mi sorpresa, no tenia brasier, o sostén, sus senos no estaban desarrollados, pero eran unas lindas manzanitas que terminaban en unos botoncitos bien erguidos, le baje el zíper de la falda y la dejo caer al suelo, quedo en unas bragas rosadas, que ella se las rodó hasta los pies, yo viéndola desde por atrás, sus nalgas eran redonditas, se podía divisar al final de las piernas, un espacio con sus labios separados siguiendo el surco a su ano, Gina se inclinó a recoger sus bragas, exponiendo su pequeña areola rosada, toda mojadita, su vulva toda depilada, relumbraba, al reflejo de la luz, estaba tan húmeda que de sus labios se suspendían unas perlas de su liquido vaginal, sentí unos deseos de comérmela ahí mismito, pero me contuve, me le acerque, la bese en el cuello, al mismo tiempo que rozaba todo lo largo de mi erguida verga, entre sus piernas, seguí besándola debajo de la oreja, su espalda se arqueo, seguí dándole besos por sus hombros, le bese su espalda, olía a suave perfume de rosas, revuelto con su transpiración, gustaba a niña salada, la mordí suavemente en sus glúteos redonditos, le insinué, que quería comérmela, dándole una lengüeteada en su ranura, cerca de su ano, ella acertó, pues abrió sus piernas y se inclino hacia adelante, dejándome todo el paisaje a contemplar, todo para mi, le metí mi lengua, entre sus labios menores, hasta donde pude, dentro de su húmeda cueva y la arrastré hasta pasar la areola de su culo, ahí le quise meter mi lengua, pero su culo estaba muy apretado, seguí sorbiendo todos su néctar, que lo derramaba espeso y sabroso, Gina se oscilaba suavemente y se ondeaba contra mi cara, con fuerza, cada ves que le pasaba mi lengua, una y otra ves, su jadeo se hizo mas resonante y continuo, la tome de la cintura, llevándola a la cama, la postré suavemente, le abrí sus piernas, que detalle mas lindo, su vulva estaba que hinchaba, sus labios menores sobresalían, des encapuchando su ingente clítoris, sus fluidos salían desde muy adentro de su conchita, me arrodille y comencé a darle masajes a su clítoris con lo de abajo de mi lengua, es mas suave y venosa, pronto, Gina, estaba respirando por la boca, gemía y movía sus caderas locamente, me separaba de chuparla, con sus movimientos, tomé su clítoris con mis labios, para que sintiera mas intenso el masaje, ella arqueo su espalda, inclino sus caderas, puso sus piernas en mi espalda, haciendo un nudo con ellas, me apretó fuerte, no podía moverme, pero Gina tomo las riendas del jadeo, me incrustaba toda su panocha remojada contra mi cara, suspirando profundo, desesperada, tomo las sabanas entre sus manos, aferrándose de ellas, cerro los ojos, un gemido salió de su boca, se detuvo el jadeo y sus piernas comenzaron a temblar y una fuente de cálidos líquidos cristalinos con nubes blancas se derramaron sobre mi cara, aflojo sus piernas y se dejo caer a la cama, con un resuello de satisfacción al llegar a su orgasmo, veía como salía de entre su ranura, esos fluidos tan sabrosos, bajaban, pasando por su lindo ano a perderse en las sabanas, le tome sus piernas, se las hice hacia su vientre, ella me ayudo tomándolas con sus manos, su areola del ano quedo frente a mis ojos, veía como sus músculos se contraían, no pude mas y le clave la punta de mi lengua en su culo bien remojado, aun así, no pude meterle mi lengua, ella se relajo y me dejo que introdujera la punta, así pude lubricarla con sus mismos fluidos, le besaba su clítoris y me regresaba a su ano, introduciendo mi lengua mas adentro, cada ves mas, sentí que su hoyo ya estaba bien remojado, y con las caricias a su clítoris, estaba de nuevo caliente, me pare, le puse la punta de mi verga en su hoyo, la roce en la vagina, para lubricarla, haciendo un esfuerzo, le penetre la cabeza de mi hinchada verga, vi su cara de dolor, pero no dijo nada, le deje la cabeza ahí dentro por unos segundos, y se la saque, se la metí en la vagina, para de nuevo metérsela en su culo ya relajado, se la metí esta ves llegando un poco mas adentro, emitió un gemido de dolor e hizo su cabellera de un lado al otro, viéndola en dolor, mi verga perdió su rigidez, pudiendo metérsela hasta llegar a mi cimiento, al ver que no expresaba molestia , despacito se la saque toda, viendo ese culo, volvió la rigidez en mi verga, la penetre con cuidado, dio un rugido de dolor, por lo erguida que estaba mi verga y no quise penetrarla hasta el fondo, Gina presintió que yo tenia miedo de hacerle daño, tomo una almohada y se la puso debajo de sus nalgas, elevando sus caderas para que la penetrara hasta el fondo de su recto, topé mi cuerpo contra sus nalgas, apartándolas lo mas que podía, para allanarla con delicia, no tardé en estar a punto de eyacular, Gina, decidió terminar juntos y comenzó a frotar, con mucha intensidad, su precioso clítoris, en un momento los dos estábamos eufóricos, la tome de las caderas y me forcé a ella de golpe, hasta el fondo de su suave y apretado culo, fue un enorme orgasmo entre los dos juntos, ella se le corrían los fluidos de su vagina y mi semen, salía de su recto, su culo le quedo abierto por un momento y veía como Gina apretaba esos muslos, para desbordar todo el semen que le había quedado adentro; quedé agotado, el sudor corría por mi cuerpo, mis piernas se ondeaban por la postura en que había estado, todas ellas pegadizas de nuestros néctares derramados en nosotros, me iba a ir al baño, pero Gina me tomó la mano y me suplicó que la abrasara, me acosté junto a ella, la abrace tiernamente, ella hizo lo mismo y me comenzó a decir, que no me había dicho toda la verdad, cuando me conto lo del asalto, me dijo que los hombres que les habían robado, también las habían violado, uno de ellos a su madre el otro, borracho, lo hizo con ella, yo la contemplaba, mientras me relataba lo sucedido, pero por suerte, me dijo, al borracho, no se le paraba la verga, así que metió sus sucios dedos con mucha fuerza en su vagina, le rompió el himen y cuando se dio cuenta que estaba sangrando, el borracho le dio una bofetada tal ves para intimidarla, el otro, tan solo vio que sangraba, tomo al borracho por la camisa y comenzaron a huir, fue muy brusca de la manera en que habían abusado de ellas, que no salió de su casa por una semana
Luego le contaron al papá y fue cuando las abandonó y se mudaron de pueblo, la acariciaba con ternura, la besaba y la abrazaba con fuerza, se le salieron unas lagrimas, las cuales se las robé con unos besos; eran las 5 de la tarde, habíamos estado cogiendo por 3 horas, le pregunté si no era tarde para ella; mi mamá llega tarde este día, te dije antes y con eso, me dio un beso, luego otro, cada ves mas se resbalaba hacia mi vientre, llego a mi verga, toda reventada y entumecida, la tomo con sus manos, se puso la cabeza de mi engullida verga, cubierta con su escroto a su boca y comenzó a mamarla, su lengua pasaba haciendo caricias a la coronilla, no tardé en tener una erección, la sacó de su boca, se dio vuelta a que hiciéramos un 69, su rechoncha conchita, estaba que escurría sus traslucidas delicias, no sentía que mi verga se la metiera dentro de su boca, pero lo que producía su lengua, me bastaba, luego ella se monto sobre mi y emprendió a cabalgarme, yo le rozaba su clítoris mientras ella se placía a su antojo, no tardamos en tener un fuerte orgasmo, que fundió nuestros cuerpos, me abrazo, me dio un beso, muy apasionado, Gina se vistió y se fue a su casa, después de bañarse;
Era como un sueño, no podía entender, como me deje seducir por Gina y yo no poder contenerme con esta jovencita, pero estaba como un chico y me perdoné, pues nadie mas se había fijado en mi de esta manera, desde que mi esposa había muerto, no había tenido relaciones, mucho menos con una jovencita, como Gina.
Mi hijo volvió de su estancia en la playa; Gina no quiso tener un compromiso formal conmigo, así que tenemos que vernos en un hotel, la hemos pasado de maravillas, es la dueña de mis mas puros sentimientos, espero que con el tiempo, podamos ser una familia completa.
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