HERENCIA PODEROSA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como una pareja de famosos que no comprendemos su compatibilidad así era la de mamá y Delmao a los ojos de muchos.
Mamá era una mujer preparada con buen empleo y Delmao un granjero tosco, regordete bonachón, monosilábico y tan trabajador como hogareño.
Mamá había enviudado y al año cuando me anunció que nos iríamos a vivir con el sentí mil miedos pero también la casa no me sacaba de los recuerdos de papá y visto así lo tomé como una aventura.
Estaba entrando en la pubertad y la nueva casa me resultó simpática, cómoda y con mis propios espacios y tiempos por lo grande como así sus 4 hectáreas de producción mayormente animal.
Delmao era parco pero bueno, rara vez se inmiscuye en asuntos entre mamá y yo y ante un consejo siempre respondía que me decía mi corazón y en otras daba un parecer que no debía tomarlo como una orden.
Alguna que otra noche me asaltaron curiosidades de mera edad y en la oscuridad me desplazaba hasta cerca del dormitorio de ellos y escuchaba los jadeos sollozos de mamá a veces pidiendo "despacio amor me duele" salía furiosa y en algún grado el enojo era conmigo.
que otra cosa podía escuchar?.
Pude partir a la capital y desarrollar estudios para trabajar mejor o con más área de desempeños.
Diré que soy de estatura normal con un cuerpo no voluptuoso pero no me falta nada tampoco.
Conocí al que sería mi primer hombre y marido.
Se había recibido hacía poco de médico y andaba de guardia en guardia cubriendo suplencias y haciendo caminos.
Mamá enfermó repentinamente y su final era casi esperable, pese a sus cuarenta y pico ante una enfermedad terminal las fuerzas la habían abandonado y yo con mis 23 recibí mi segundo gran sopapo en la vida.
Mi marido me acompañaba cuanto podía y como médico aceptó mi comprensión de no poder estar siempre conmigo; solo pudo viajar y asistir al funeral.
Delmao me abrazaba y acariciaba mi brazo pidiendome fuerzas y yo a su vez le agradecí el tiempo con ella vivido ya que habíamos sido felices y juré visitarlo seguido.
Mi marido volvió y me quedé unos días con Delmao Fueron buenos momentos y en algunos lapsos ví como recuperaba la chispa en la mirada y sentí sus ojos más de una vez en mí, asegurando que era tan bella como ella.
Nos despedimos con un abrazo cálido y fuerte, sentí su energía contra mi cuerpo y su musculatura poderosa, todo el viaje pensé en su tristeza en la mirada en su soledad en sus miradas y en ese abrazo tan potente.
que le habría visto mamá?.
.
No me lo pude sacar de la cabeza en una semana y supuse por lo hablado con mi marido que era fruto de verlo mas viejo y que lo vivido con el siendo bueno no podía sentir menos que una compasión lógica y que ni bien pudiera fuera ya que Delmao no usa ni le interesan los celulares y para bien de todos lo haría yo sola para poder explayar e indagar los temas de soledad y si se sentía bien.
Fui un miércoles con la cabeza puesta en como me vería y cual era el punto aún sin descubrir que había a atrapado a mamá siendo tan disímiles.
Cuando llegué a la chacra escuché el golpeteo de martillos en el galpón y "mancha y orejas" con sus ladridos me anunciaron.
El apareció en la puerta y sonrió sorprendido, yo simplemente me metí a la casa y cuando el lo hizo también no sabiendo como dominar la situación comencé a sacarme el vestido enterizo hacia arriba y caminando hacia el dormitorio, quede en tanga con la espalda desnuda ya que no tenía sostén; lo miré de reojo y avanzaba decidido por suerte.
Me alcanzó antes de llegar a la cama me tomo de los hombros girándome y me besó en la boca, le respondí y comenzamos con unos lengüetazos furibundos, senti sus manos bajando mi tanga y acariciando mis nalgas mientras yo bajé su bragueta y metiendo la mano dentro del pantalón descubrí por que mamá estaba con él.
Era el cuello de un ganzo desplumado.
quedé casi sin respiración y miedo, agitada le baje los pantalones y queriendo saberlo todo me agaché para comenzar a chuparle esa hermosa pija.
Fue la primera vez que lamía una verga con el sabor rancio y gusto a verga que mi marido no me había permitido conocer por ser tan pulcro.
El gusto no era agradable pero al situación sí, literalmente estaba caliente, adoré esa verga refregándola por mi cara, lamiendo sus huevos, y pidiendo que me cogiera.
Me arrojó a la cama y acomodó sus 20 cmts (calculo) en la puerta de mi conchita inflamada por la calentura.
Entró despacio y yo me fui acomodando para recibirla toda, una vez que calzó todita empezó a moverse como un gimnasta haciendo flexiones y buscó mi boca.
Del cuello para abajo me empapó su sudor y de la cara y cuello se encargó de hidratarla su lengua repleta de baba.
Sentí como invadió parte de mis paredes vaginales sin abrir y supe que mi culpa estaba desapareciendo por que esa verga bien lo valía que así fuera ;me acarició con manos de malabaristas y cuando venía su leche los ojos me quedaron en blanco.
cuando desperté Delmao roncaba a mi lado, yo estaba pegajosa de sudor y semen en mis piernas y su pedazo estaba flácido con una gota en la glande que baje a tomar.
Me fuí al tanque australiano y me zambullí y cuando reaparecí Delmao estaba ahí, se metió y sin decir palabras seguimos besandonos y ,,, fuimos afuera y bajo un sauce me agazapé para comenzar a mamar el pijón que no entraba toda en mi boca.
hasta que me inundó de esperma de una forma que me ahogó.
No podía creerlo.
hacía poco había eyaculado y ya de vuelta.
me abrazó y besó jurando que era mejor que mi madre y que gracias a ello aunque no era la primera vez que se cogía ambas yo para el era inalcanzable y ahora cumplía su sueño.
comimos y anduvimos de la mano por el campo.
Lo lindo era que no nos prometimos nada.
cuando llegó la noche llamé a mi marido y después de cortar me alegré de ello.
quería estar al máximo con Delmao.
lo empecé a buscar y acariciar, después de varios toqueteos me dió vuelta y chupo el culo metiendo su dedo meñique dentro, giré mi cuerpo y con mi mejor ternura acariciando su rostro le rogué que nó que por esa vez la cola nó, que sabía que el era demasiado macho para mí pero que entendiera que nunca lo había hecho y tenía miedo por su pija que apenas calzaba en mi concha.
Fué inútil me juró que lo sabía hacer bien y me puso tipo cucharita ensalivando mi ojete.
yo me quejaba sin que hubiera entrado nada y el siguió.
abrió el esfínter y metió solo el glande por compasión, me pidió que relajara las nalgas que no la iba a meter más.
Menos mal así y todo me aflojó algo ya que le cagué la pija y pese a la pestilencia me dió las gracias y me volvió a llenar de leche.
esta vez por el culo.
Como nunca al otro día dormí casi hasta mediodía y cuando fuí a la cocina Delmao entraba; si me pedía para vivir con él lo hacía, el me besó profundamente y me contó de vender la granja y mudarse a la capital o si yo prefería venir cada vez que pudiera.
Lo miré orgullosa y el tocando todo mi cuerpo sentenció: sos una hermosa hembra tengo que degenerarte más.
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