Hice sangrar dos veces a una chica.
Hice sangrar dos veces a una chica de 12 años, en el mismo día..
Hice sangrar dos veces a una chica de 12 años, en el mismo día.
Si, bien morboso el título, no?
Y bien clickbait también.
La verdad es que no se me ocurría ningún titulo, así que ni modo.
No voy a dar muchos datos míos, solo que vivo actualmente en Argentina, aunque no soy de aquí.
Estos son recuerdos que me llevan al año nuevo de algún momento en 1997 o 1998. La verdad es que no logro recordar bien la fecha ni mi edad por esos días, solo que yo estaba en plena adolescencia y tendría unos 17 o 18 años.
Como era costumbre en cada 1 de enero del nuevo año, y como era verano caluroso, como es en el hemisferio sur, íbamos a pasar el día con todos los familiares, tíos, tías primos primas, etc., a un gran arroyo en las afueras de la ciudad.
El arroyo tenia varios pozones de agua a lo largo de su trayecto, en donde la gente se reunía.
Los chicos, teníamos uno un poco mas abajo en la corriente, ideal para nosotros, ni muy profundo, ni tampoco con grandes corrientes.
A la gente no le gustaba mucho por que estaba a la sombra de los arboles y todos preferían el calor del solcito.
Como sea, allí estaba yo y algunos de mis primos, la mayoría, menores a mi.
Mis otros primos mayores a mi, me superaban bastante, así que estaba en un rango de edad un tanto solitario.
Recuerdo que había otros chicos de otras familias que iban a pasar el rato allí.
Era como un santuario para los chicos y adolescentes.
Había una chica de 12 años, que sabía nadar muy bien, y charlaba con nosotros.
Tenia un traje de baño enterizo, y se le notaban sus tetitas en pleno desarrollo, apuntando como pirámides con el frio del agua.
Además, se notaba que estaba creciendo y el traje le quedaba un poco chico.
Eso, sumado a que no era una niña delgada, sino mas bien rellenita… imaginaran como se le notaban sus labios ahí abajo.
Y como cada tanto, se la pasaba sacándose el traje de baño que se le metía profundo entre las nalgas.
Yo admire su paisaje un par de veces, pero no quería ser muy obvio.
Tampoco es que me haya calentado en ese momento.
No era el tiempo ni el lugar.
Mientras transcurría el día, luego del almuerzo, los adultos se tiraron a descansar una siesta y nosotros volvimos al rio, a nuestro pozón.
En un momento, intente hacer una broma estúpida a mis primos, que me salió mal.
Me fui hasta la parte mas profunda de ese pozón, que no era mucha, y fingí que me ahogaba.
El chiste me salió real, ya que me enrede con unas algas o ramas en el fondo, y de la desesperación del momento (por que no me lo esperaba), entre en pánico y pedí ayuda.
Solo alcanzo a salirme un auxilio, cuando esta chica de 12 años, se arrojó valientemente al rio y me ayudo a salir.
Claro, de la vergüenza, actué como un idiota y dije que solo estaba fingiendo, que fue para asustar a mis primitos.
La chica se enojo conmigo, por que al rescatarme, paso a cortarse con una de las ramas, lo cual arruino su día.
No fue grave, pero si sangraba un poco.
Para intentar arreglar las cosas, le pedí a uno de mis primos que vaya hasta donde estaban nuestros padres y trajera alguna bandita, o algo por el estilo, pero que no lo vieran.
Mi primo hizo caso y volvió a los pocos minutos con lo pedido.
Ahí, mientras le aplicaba dos banditas a su dedo gordo del pie, y por la posición en la que estaba, pude notar como uno de sus labios vaginales asomaba por un costado del traje de baño.
Intente disimular pero ella se dio cuenta y cerro las piernas.
Me volvió a repetir, un tanto enojada, que yo era un tarado, y se alejo cojeando.
Pasó mas tiempo, y con el resto del día, mis tíos comenzaron a jugar al futbol con el resto de mis primos.
Yo nunca fui bueno para eso, así que volví al pozón.,
Ya estaba mucho mas vacío con el pasar del día, pero la chica rellenita, estaba de nuevo ahí.
Yo fui mas con la intención de pedirle perdón, por que aun me sentía culpable y había quedado con un imbécil.
- Hola de nuevo. Perdón por lo del pie.
- Si, ya esta- me dijo aun un tanto molesta.
- Le contaste a tus papas?
- No… bah, si, solo les dije que me corte pisando una piedra y eso fue todo. Me llamaron tonta por no mirar donde pisaba. Por que si le decía que me corte salvando a un tarado que se ahogaba y que todo era mentira, mi papa te busca y te mata.
Yo no supe si lo decía en serio o en chiste.
– Bueno, perdón de nuevo…- hicimos un silencio de unos minutos y luego de pensarlo, le dije:
- Ok, te puedo contar un secreto? Pero no acá.
Así es como ella se puso las zapatillas y nos alejamos del ruido del pozón y de los demás chicos que había ahí.
Caminamos un poco mas, hasta que estábamos en un lugar totalmente solos, y ocultos por los arboles.
Ahí le confesé la verdad:
- Mira, perdón de nuevo. La verdad es que quise hacer un chiste y me salió mal, y casi me ahogo de verdad, vos me salvaste de verdad, no te cortaste el dedo por nada, yo creo que realmente me estaba ahogando.
No quise decírtelo delante de los otros chicos por que se iban a reír, se iban a burlar. - Bueno, te perdono, pero no lo hagas de nuevo.
- No, no pienso hacerlo, ya aprendí mi lección, solo no le digas a mis primos que son de contar todo.
- Bueno, voy a mantener tu secreto.
- Si…quieres, te puedo dar un beso por el rescate? En agradecimiento por salvarme.
- Bueno…si… es que nunca di un beso…
- Ah? Ah, no yo decía un beso en la mejilla… jajaja-de verdad mi intención era esa un beso de agradecimiento cariñoso, en una de sus mejillas. Pero lo del beso en la boca, me gusto, y le pregunte:
- …pero bueno, si quieres te puedo dar el beso en la boca. Digo, si tu quieres…
Ella se puso toda roja, se notaba que quería pero se moría de vergüenza.
Y ahí comencé a darme cuenta de que yo le gustaba, que a pesar de todo, yo le gustaba.
- Bueno… yo no sé besar… pero me enseñarías?
- .
Y ahí, pues comenzamos a besarnos.
A esta edad yo ya había tenido un par de novias e incluso tuve mi primera vez con mi segunda novia, con quien ya había cogido algunas veces.
Así es que mientras le enseñaba a besar, se me fue parando y entraron a activarse mis hormonas.
Luego de los primeros besitos suaves, comenzamos a darnos besos con mas saliva.
Yo me olvide que ella era una chica de 12 años que apenas comenzaba a besar, y la trate como si fuera mi novia ya.
Le enseñaba a usar su lengua, y comencé a manosearla.
Ella estaba temblando un poco sin saber que hacer.
Yo ya me encontraba amasándole una tetita con una mano, y con la otra masajeaba sus nalgas, aprovechando que el traje de baño se le había vuelto a meter en el medio y dejaba sus nalgas paraditas y gorditas al aire.
Incluso no tuve problemas en masajear con mi dedo mayo, el interior de su culo, su ano y parte de sus labios vaginales, por encima del traje de baño.
Y por supuesto, que mi pene ya se dejaba ver su bulto debajo de mi pantalón corto.
En eso, se escucho un grito a lo lejos:
- Johana!!!
- Uy, mi mama…!!!
Nos separamos de golpe, y si, ella estaba temblando de la emoción y el miedo. Yo volví a la realidad de que no era mi novia, sino solo una nena no tan nena de 12 años.
– Espérame, ahí vengo.- Y se fue sin mas.
Yo reflexione y me quede un poco con miedo.
A ver si ella le contaba a la madre o al padre?
O la veían temblando y la pendeja confesaba todo?
Así que me aleje, di un largo rodeo, me acomode el pantalón, y volví a donde estaban mis familiares, que seguían con su partido, mientras las mujeres charlaban y tomaban algo sentadas tomando sol, incluida mi madre.
Me serví un vaso de sidra, y me senté por ahí tratando de pensar en otra cosa.
Paso un rato, como una hora, hasta que los hombres, agotados y transpirados, se fueron a bañar al rio.
Apenas eran como las 5 de la tarde y el sol se escondía como a las 9 de la noche en esos días.
Como los chicos fueron al pozón, me enviaron a mi para que los cuide.
No me gusto la idea de volver, tenia miedo, pero no me quedo de otra.
Pues al llegar ahí, ahí estaba la chica de nuevo, sentada a un costado, como esperándome, seria, pero que se alegro mucho al verme.
Ahí note que tenia una sonrisa muy linda, muy contagiosa.
Yo estaba mas preocupado mirando a ver si estaban los padres con ella.
Pero no, estaba ella sola y otro tanto grupo de chicos.
Me calme, y me le acerque.
Ella se paro enseguida y me hizo una seña de que la siguiera.
Fuimos al mismo lugar de antes, pero por los chicos nos internamos aun mas, hasta llegar a una parte en donde unos arbustos caídos formaban una cueva.
Nos metimos ahí debajo, y no se veía nada en los alrededores, ni nadie podía vernos.
- Por que te fuiste?
- Me llamaron- intente mentirle.
- No me mientas…
- Bueno, me fui por que me dio miedo de que nos vena o que le cuentes a tus papas.
- Nooo… yo no haría eso. No les conté lo del pie, menos esto. Podemos seguir como antes?
- Te gustaron los besos?
- Si, y los abrazos. No soy tonta, no habré besado pero veo las cosas que mi hermana mayor hace con su novio.
- Bueno, sigamos.
Se la notaba temblando un poco, entre nerviosa y emocionada.
Yo estaba igual.
Estando sentados, nos dimos un par mas de besos, yo comencé a manosearle las tetitas otro poco, pero estábamos incomodos.
- Espera- me dijo- Mi hermana se le sienta encima al novio así- y procedió a sentarse abierta de piernas, encima mío.
Ahí continuamos besándonos con mucha saliva y lengua.
Yo podía meterle mano en las nalgas de nuevo, esta vez con ambas manos.
Mi erección salió a relucir de nuevo, pero esta vez, ella estaba sentada sobre mi bulto, así que pudo sentirme crecer y empujarla en sus labios vaginales.
Incluso por lo fino de nuestras ropas podía sentirnos mutuamente.
Por debajo del pantalón corto, la cabeza de mi pene la estaba punteando entre los labios.
Ella lo sintió y parece que se asusto o se sorprendió, por que dejo de mover su lengua, de besarme. Se detuvo en seco un momento cuando sintió el puntazo y hasta creo que levanto sus caderas, pero yo seguía prendido besándola y metiéndole mano por todo su cuerpo.
Luego como que se relajo un poco, y volví a bajar sus caderas sobre mi pene.
Luego volvió a subir, y a bajar.
Al inicio pensé que le molestaba o le asustaba, y subía por eso, luego se relajaba, y al bajar, se encontraba con el puntazo y volvía a subir.
Luego me di cuenta de que estaba tratando de imitar a su hermana, sin saber muy bien cómo hacerlo.
- Tu hermana coge con su novio?
- Si hacen el amor?
- Si, eso… hacen el amor?
- Si, mucho.
- Y que tanto viste? Viste como el novio se la mete?
- No, eso no se ve por que no los espió tanto tiempo.
Yo estaba sacando, me quería coger a la nena, no me importaba desvirgarla.
- Quieres hacer el amor? Quieres que yo te haga el amor?
- No sé… es que no somos novios…
- Bueno, quieres ser mi novia?
- Tu novia? Yo?
- Si, ya nos estamos besando, no? Yo no tengo novia.
- Yo tampoco tengo novio.
- Entonces es perfecto. Nos ponemos de novios y listo.
- Bueno, dale, novio- me dijo inocentemente y continuamos con lo nuestro. Luego pare y volví a preguntarle
- Quieres que te haga el amor, mi vida?
- Es mi primera vez, nunca lo hice…
- Justamente, quieres que tu primera vez sea conmigo? Con tu novio XXXX*? (mi nombre real).
- Bueno… mi amor.
Era todo lo que necesitaba, ya tenia su permiso, la tenia convencida.
Yo estaba muy caliente y no me importaba nada.
Comencé a besarla mas apasionadamente, con mas saliva y mucha lengua.
Y mientras con una mano de bajaba parte del traje de baño para exponer sus tetitas y comenzar a besarlas, con la otra ya le estaba masajeando dentro de las nalgas, debajo del traje de baño.
Mi dedo mayo ya corría morboso su ano que se contraía cuando lo tocaba, y sus labios vaginales.
Podía sentir como se le fruncía el culito cada vez que chupeteaba sus tetitas muy fuerte, o cada vez que tocaba su virginal vulva.
Y llego el momento.
La hice levantarse un poco y libere mi pene de mi pantalón.
Estaba todo parado apuntando hacia arriba.
Ella se sorprendió, obviamente y como que le dio miedo:
- Eso me vas a meter?
- Si, todo hasta dentro.
- No me va a entrar…
- Mira, o cogemos o terminamos como novios y me voy.- yo estaba muy caliente y no iba a aceptar un no por respuesta.
- Bueno, pero despacito, por favor.
- Quédate tranquila.
Ella comenzó a sacarse el traje de baño, dejando ver su hermoso cuerpo preadolescente.
Podía verse que aun no se desarrollaba del todo, y que su tenia nalgas y tetas era por que era medio gordita.
A mi se me hizo agua a la boca ver tal cuerpo que se sacudía con los movimientos de la “nena”.
Se dejo solo las zapatillas puestas y yo hice lo mismo, me quite la camiseta y los pantalones cortos, quedándome también solo con las zapatillas.
Me puse cómodo, y ella se fue acomodando encima mío, abierta de piernas, frente a frente para poder besarnos.
Hoy lo recuerdo y pienso que tenia una vulva muy hermosa para chuparla y meterle mi lengua. En aquel tiempo no sabía lo lindo que es chupar una rica vagina de labios gruesos.
Los labios de su boca también eran gruesos, pronunciados.
Se acomodó con una rodilla en el suelo, a un costado de mi pierna, y la otra la mantuvo en cuclillas, dejando ver como se abría su deliciosa vagina con sus labios abiertos.
Situación que yo aproveche para frotar la cabeza de mi pene entre esos labios.
Ambos teníamos una linda mezcla de sudor por el calor, y de nuestros jugos.
Mientras nos besábamos, yo como podía levantaba mi cadera para intentar metérsela, pero ella se resistía, se retiraba un poco, ya que sentía los puntazos de mi intruso.
Yo se la quería meter ya y seguía levantándome para intentar metérsela, pero era molesto e incómodo.
Si la pendejita al menos hincara su otra rodilla…
Ahí fue que acomode mi pene en lo que sería su agujero vaginal, y la distraje con un buen beso de lengua.
Eso le encanto, y bajo la guardia, momento en que empuje la parte posterior de su rodilla, y cayo con todo el peso de su cuerpo desnudo, en mi pene, ensartándose hasta el fondo.
Fue una entrada perfecta justo en su agujero vaginal.
Sentí su himen oponer ligera resistencia por un breve momento, para ingresar hasta el fondo.
Ella grito de dolor por supuesto, pero evite que se escuchara al abrazarla y presionar su boca contra la mía.
Nos quedamos así por un momento, esperando a que se acostumbre a mi tamaño.
Podía sentirla todo ese rato apretándome el pene, su vagina contrayéndose, así como sus nalgas y su ano, que yo intentaba manosear para distraerla.
Separamos nuestras bocas, y pude notar que le corrían unas lágrimas.
Obviamente estaba muy adolorida pero no intento zafarse.
Trato de acostumbrarse al dolor, podía ver como intentaba moverse un poco y apretaba los ojos producto de algún dolorcito ocasional.
Y sus ojos no era lo único que apretaba.
Sus nalgas se contraían.
Además, no sabía si era sangre, sudor o nuestros jugos, pero podía sentir gotas de algo tibio correr por la base de mi pene y mis huevos.
Luego de otro momento en que ella se seco las lagrimas y comenzó a besarme torpemente de nuevo, comenzó a moverse de a poco.
Era una total inexperta, no sabía moverse, no sabía coger, pero eso era lindo por que al menos lo intentaba.
En lugar de mover sus caderas atrás y adelante, daba pequeños sentones sobre mi pene, lo cual era hermoso.
Podía ver y sentir sus pequeñas tetitas rebotar con cada sentón, así como su pancita.
Y con cada saltito, iba desde un auch o un ay, a un aaah…
Podría haberle enseñado, pero me encantaba esta manera tan ingenua, inocente de coger.
En un momento, le meto ritmo y comenzó a dar sentones más rápidos.
Ya no daba grititos de dolor, sino que su respiración era agitada, se iba convirtiendo poco a poco en suspiros, gemidos de placer.
Besarnos era difícil, pero no quería detenerla.
El ruido de sus nalgas chocando contra mis muslos, había invadido nuestro pequeño nidito de amor.
No paso mucho más tiempo en que sus repetidos saltitos me hicieron acabar abundantemente en su interior.
Y como la tenia ensartada hasta el fondo, mi leche fue directa a llenarle el útero.
No me importaba dejarla embarazada… ni estaba muy consciente para cuidarnos…yo solo quería sentir ese placer de entregarle todo mi jugo.
Ella obviamente sintió cuando comencé a llenarla y si bien lo encontró extraño, le encanto.
Pude sentir como una vez mas tenía contracciones fuertes de su vagina y me apretaba, al mismo tiempo que me abrazaba fuertemente y con voz temblorosa me soltaba un “te quiero”.
Tuvo su primer orgasmo infantil.
Estábamos ya tan sudados y resbalosos que no note si me baño con sus jugos o no.
Me recosté en el lugar, y ella sobre mi, y quedamos ahí un rato, descansando.
Luego de un rato, saque mi pene semi flácido de su vagina, para estar mas cómodos.
Una vez se la saque, de su agujero vaginal, que se veía grande y bastante abierto salió una mezcla de su sangre virginal, jugos y mi leche.
Sin que hubiera nadie cerca, nos acercamos al rio, así desnudos como estábamos, y procedimos a lavarnos los genitales, para no dejar evidencia a nuestros familiares.
Luego volvimos enseguida a nuestro escondite, para vestirnos, mientras nos mirábamos y sonreíamos.
Era muy linda la pendeja.
Tenía una sonrisa muy contagiosa, muy tierna, al punto que pensé que sí, la quería como novia.
Nos quedamos charlando un poco ahí, abrazados.
Ella me hizo algunas preguntas, como en que barrio vivía, como íbamos a ponernos de novio, etc. etc.
La tarde ya estaba acercándose y era hora de volver.
Ella salió primero del nidito, delante mío, agachada, lo cual fue su error, por que ya me habían entrado ganas de nuevo.
Ahora ella era mía y no se iba a salvar.
Así que ahí mismo, sin que alcance a salir del todo, la sujete, y la forcé a agacharse a ponerse de rodillas, en posición de perrito.
Le corrí el traje de baño a un costado, saque mi pene otra vez erecto, y busque desesperadamente un agujero.
No me importaba si era el agujero de su ano o de su vagina.
Encima como seguíamos muy sudados, era prácticamente como estar lubricados.
Sentí uno de los agujeros con la punta de mi pene y empuje.
- Ayayayayaaaaaaaaa!!!! Duele….aaaaaaaaaaaaaaaaayy!!!
Pensé que se la estaba metiendo en el ano, lo cual me calentó mas y seguí empujando, penetrándola.
Se sentía apretada, pero no tanto, así que abrí sus nalgas, me fije y vi que su ano estaba intacto, frunciéndose con cada embestida mía.
Solo era que seguía con su vagina infantil delicada.
Pero no me detuve y continúe cogiéndomela.
Al ratito se le pasó el dolor y comenzó a excitarse de nuevo, a lubricarse y a gemir.
Estuvimos mas un poco mas, y luego la hice cambiar de posición.
Volvimos a meternos a los arbustos, y ahí, así como estaba, la agarre en posición de misionero y continúe penetrándola.
Intercambiaba besos de lengua, y chupadas de sus tetitas, que estaban bastante rojas por mis chupones.
Esta vez, ella gemía más, lo estaba disfrutando mas que antes y sus gemidos eran mas evidentes.
Tardamos cogiendo y disfrutando mucho mas que antes, pude sentir y ver como ella acabo primero, le seguí dando, sin descanso, como un poseso, hasta que acabo una segunda vez y yo inmediatamente, llenándola nuevamente.
Me asegure de descargarle toda mi leche dentro, hasta la ultima gota.
Estábamos descansando de la faena sexual, cuando a lo lejos escuchamos que la estaban llamando.
Le saque mi pene, y le acomode el traje de baño enseguida en su lugar, de manera que le apretara la vagina y no se saliera mi leche.
Quedamos en escribirnos y vernos, ahora que sabíamos donde vivíamos., nos dimos un rápido beso de lengua, y ella salió primero.
Al salir agachada, me le acerque y le di tanto una nalgada, como un beso cariñoso en medio del culo, mientras le decía que la quería.
Ella me respondió que también me quería, y ni bien se incorporó, se giro y me lanzo un besito con su mano.
La vi alejarse entre los arbustos, mientras se sacaba el traje de baño de entre las nalgas, una vez más.
Mi gordita linda se iba con un lindo regalo en su conchita infantil.
genial esto se ve real no como unos que cuentan que hacen el amor con una de 10 años y no les duele nadita y les meten una de 20 centímetros eso nadie se los cree te doy un 10
Buen relato, te animo a continuar este u otros nuevos.
Todos tus relatos están buenísimos. Haces relatos a pedido? Escribís super bien. Soy toda una fan!
Que maravilloso relato. A mitad del mismo me terminé viniendo. En otra ocasión terminaré de leerlo. Sigue así.