Jardinero 9: lluvia y videos
Joaquín disfruta de unos videos que Marcos le envía para aumentar su perversión .
Joaquín (32) Moreno, de un 1,73. Verga de 17 cm.
Romi (9) blanca de pelo negro
Anita (6) un poco morena
Marcos (33) blanco, flaco de 1,82 de pelo rubio. Tiene un bigote. Hermano de Álvaro.
Desde hacía 3 días del cumple de Romi que no iba a la casa de Álvaro. Había chateado con Marcos, que le había dicho que unos imprevistos en el trabajo de su hermano había hecho que no pudieran retomar el juego en conjunto, por lo que este se había divertido solo con lo niños mientras Álvaro resolvía sus cuestiones. Esto había generado una gran envidia por mí parte. Sin embargo, aun tenía los videos que habían grabado antes, y también el del cumple de Romi, que había sido editado por Marcos. Las imágenes eran exquisitas, lo que hacía que Joaquín se pusiera duro al solo recordar la sensación y el placer que había sentido. Cuando le dijo a Marcos que habían sido un poco agresivos con Romi, este le respondió que eso ni se podía tachar de rudo, que eran simples juegos en comparación con otras cosas que había visto y hecho en el pasado. Cuando le pregunté por esto, me dijo que ya algún día me iba a contar.
El día era una mierda. Estaba lloviendo, así q no lo iban a llamar para el trabajo. Sería otro día sin ver a las niñas, sin tocarlas ni olerlas si quiera. Sin más, decidí sacar la compu y conectarla con un cable a la tele. Si iba a ver los videos, mejor verlos bien. Cuando estaba por elegir uno de los que ya había visto cientos de veces, recibió un mensaje de Marcos.
M- Hey, que haces?.
J- Nada, aburrido, estaba por ver algunos de los videos que grabaron las niñas.
M- Jaja. Que embole, ya debes haber visto esos videos miles de veces. O no?
J- La mayoría si, pero quiero ver de nuevo el del cumple de Romi.
M- Pensé que no te gustaba lo «agresivo» que habríamos sido con ella.
J- jaja. Es que me quedé pensando en lo que dijiste y si, la verdad que estaba exagerando.
M- ja. Sabía que ibas a recapacitar. Hablando de eso, te gustaría ver unos videos. Tengo algo de material que encontré por ahí en otros grupos.
J- Mmm. Ja. Dale, están buenos?.
M- A mí me encantan, pero depende de vos. Q tan abierto estás a algo un poquito más fuerte.
J- Que tan fuerte?
M- Para alguien primerizo puede que un poco fuerte. Para alguien como yo, esto es algo muy tranqui.
J- Eso me genera curiosidad jaja. Dale pasame.
En unos minutos recibí unos cuantos videos. La intriga me tenía a mil, una mezcla de miedo y excitación recorría mi cuerpo. ¿Que clase de perversión iba a ver?
Abri el primer archivo.
*Una niña de no más de 7 años estaba sentada en la orilla de una cama. Era blanca, con un pelo negro. De pronto aparece, un tipo blanco y gordo, con pelos negros en todo el cuerpo. Este le dio una orden a la niña, la cual obedeció asustada. Primero, con miedo y asco, comenzó a chuparle la verga de ese tipo. Primero la cabeza del miembro, pero tras un tirón entendió que tenía q buscar meterse toda esa verga. Tras un rato así, el hombre la hizo abrirse de piernas, dejando su chochito al descubierto. Sin un pelo, rosado, con unos labios rosa, era hermoso. El hombre sin más apunto la cabeza de su miembro en la entrada (quedando él arriba de ella), pero la niña dandose cuenta de lo que iba a pasar dijo que no y comenzó a llorar. El hombre la reto, y le dijo que se ponga un muñeco en la boca, mordiendo este mientras miraba con miedo lo que iba a hacer ese hombre. Este comenzó a meter su verga en ese hoyo, la cual era de un tamaño promedio, causando dolor y gritos de esa niña. Sin embargo, el tipo no se detuvo, sino que la hizo callar y la agarró más fuerte de la cintura. Así, poco a poco, mientras la niña gritaba, este iba metiendo mas de su miembro en esa vagina. No vi sangre, así que no era la primera vez que pasaba, pero la niña aún se resistía. Cada queja solo hacia molestar al hombre. No metió todo su miembro, solo la mitad, pero la niña aún así lloraba y suplicaba que parara. Primero comenzó la follada despacio, aumentando la velocidad de la embestida, nunca avanzaba más de la mitad de su miembro, pero lo compensaba con una gran velocidad en la cogida. Siempre se escuchaba los lloriqueos de la niña y los retos del hombre, buscando que se calmara.
Tras unos 10 min, cambiaron de posición, quedando el tipo abajo y la niña cabalgando. Al comienzo la niña se movía, pero era tan lento que el hombre se enojo y le dio unos gritos para que entendiera. Para acompañar a la represalia, le dio unos tirones d pelos y unas cachetadas. La niña lloró con fuerza de nuevo, pero otro grito del hombre la hizo entender que iba a pasar si seguía con eso. Acomodandose los pelos de su cara y el muñeco de su boca se dispuso a continuar con su deber. El hombre en represalia comenzó a marcar el ritmo, tratando de meter más de si en ese hoyo. Podía escuchar los gemidos del hombre y los lloriqueos de la niña. Estuvo así hasta que hubo un corte de video y estaba vez estaba el hombre de nuevo arriba y la pendeja abajo. Ya no salian lágrimas de la niña pero igual gritaba despacio cada vez que ese hombre le daba duro en su chochito. De vez en cuando se agarraba fuerte d los brazos de ese hombre, tratando de sacar su dolor de alguna forma. Mordia fuertemente ese muñeco, y miraba con ojos suplicante a ese tipo que se detuviera. Tenía una respiración agitada, producto del dolor que sentía y posiblemente de la excitación que estaba teniendo. De vez en cuando esté queria darle besos a la niña pero está corría la cara, como respuesta el tipo aumentaba la fuerza de la siguiente embestida.
Estuvieron así hasta que el hombre se vino en esa vagina. Una vez termino, apunto la cámara a ese orificio, blanco por el semen. Con unas servilletas o algún tipo de papel, busco limpiar a la niña, sin embargo metió el dedo envuelto en el papel dentro del orificio de esa niña, largando está otro grito, generando una risa en el tipo.
Así terminaba el primer video. No había sido muy duro la verdad. Si los siguientes videos eran así, capaz no habría tanta diferencia entre Marcos y él. Capaz lo que más le había llamado la atención era que la niña era pequeña, un año más grande que Anita. La verdad, q una vagina de esa edad aguantara una verga adulta era algo que no creía muy posible. El culo claro, pero un chochito, lo veía muy difícil. Ahora con este video, podía comprobar su error. Eso abría la posibilidad a algo que había querido hacer desde que estuvo con Romi pero que veía difícil. Esto me daba más tranquilidad con lo que quería hacer, era posible, dolería pero la excitación que iba a tener puede que fuese mayor a la que tuvo ese tipo del vídeo. Si él lo disfruto, yo también podría. Además, los lloriqueos y las súplicas lo hacían más excitante.
Dejo de lado esos pensamientos, ya lo pensaría más tarde. Ahora tenía más videos que ver.
*El siguiente video era largo. Al abrirlo vio como una niña rubia, de unos 6 o 7 años, se encontraba desnuda atada de pies y mano. Cada uno de estas extremidades estaba agarrada a una esquina de la cama, dejando a la niña abierta al completo. Tenía los ojos tapados con una venda y en la boca un objeto extraño. Era como un bozal pero en vez de tapar la boca, la dejaba abierta de una manera que la niña no podía mover la mandíbula. La boca de la mocosa quedaba con los labios y los dientes abiertos, con un orificio que permitía que entrara líquidos en esa boca. Tras unos minutos con la cámara apuntando todo el cuerpo d la niña, aparecieron tres hombre con unos antifaz de animales, que tenían en las manos algunos objetos, como plumas, látigos y dildos. Uno era un negro, otro un moreno y otro un rubio. Todos flacos, algunos con granos o con barbas. Sus penes estaban flácidos, solo el negro estaba depilado.
Primero, con las plumas, comenzaron a hacer cosquillas a la niña. Está se comenzo a reír (tanto como podía con ese bozal raro en la boca), trataba de zafarse entre risas (o gritos?) de las ataduras, pero no podía. Los hombres se reían con ella (o de ella) y con sonrisas perversas le decían a la niña si le gustaba. Continuaron así unos min, hasta que decidieron cambiar de objeto. Está vez fue el turno de los látigos. El rubio tenía un látigo único negro, fino y tieso. Mientras que el moreno y el negro tenían látigos con múltiples colas, las cuales eran finas y de cuero. Al principio lo pasaban por todo el cuerpo de la pequeña, como si fuera igual de divertido que las plumas. Pero de manera inesperada, el rubio dio un fuerte latigazo en las piernas de la niña, la cual comenzó a moverse de manera desesperada, dando gritos ahogados por lo que tenía en la boca. Esto causo risa entre los hombres, los cuales comenzaron darle latigazos en todo el cuerpo, dejando en poco tiempo el cuerpo de la niña lleno de marcas rojas. El moreno, comenzó a chupar las lágrimas que la niña soltaba, lo cual hizo que el negro comenzará a chuparle todo su culito. El rubio decidió continuar con los latigazos, mientras la niña se movía de manera desesperada, tratando de soltarse de sus ataduras. Tras unos minutos, fue ahora el rubio quien comenzó a pasar toda su lengua y su verga por la cara de esa pequeña. Mientras que el moreno se fue a meter toda su lengua y su boca en la vagina rosa de esa pequeña. El negro era ahora quien daba los latigazos. De vez en cuando paraba para tocarle los pezones a la niña, para después continuar con los látigos. La niña seguía llorando, tratando de dar gritos. Su pecho subia y bajaba rápidamente. Tras unos 10 min, todos se pusieron de nuevo rodeando a la niña y dejaron los látigos en un costado.
Agarraron los dildos pequeños, de color rosa y morado. Largaron escupitajos sobre los dildos y sobre los orificios de la niña. El moreno aun tenía el látigo fino, así que cuando la niña trató de moverse para evitar que le metieran esos dildos, el moreno le dio un latigazo y se puso cerca de su oído. Con susurros le dijo algo que no llegue a escuchar. Ante las súplicas y la negativa de la niña, otro latigazo, aún más fuerte que el anterior, hizo que todo el cuerpo de la niña comenzará a temblar. Sin embargo, dejo de intentar zafarse de lo que le pasaba cintura para abajo. Poco a poco fueron metiendo los dildos en el culito y en el chochito de la niña. Está seguía llorando, pero los susurros y latigazos del moreno la tenían dócil. Pude ver cómo les costaba que entrarán esos dildos, pero con escupitajos y una férrea decisión continuaron su tarea. Cuando menos se lo esperaba, pudo ver cómo los dildos estaban dentro de esos orificios. Había entrado más en el culito que en la vaginita de la niña, pero aún así era hermosa esa imagen. El negro salió de escena, mientras el moreno y el rubio observaban con sonrisas y risotadas la imagen. Se pasaban la lengua por los labios, mientras que sus vergas estaban duras como rocas. El negro volvió a aparecer, con dos objetos pequeños en la mano. Vi que el rubio tomo el látigo de nuevo, mientras el moreno agarró el objeto extraño. Ambos hicieron un click con los objetos, los cuales comenzaron a generar una reacción en la niña, que comenzó a moverse para todos lados, tratando de nuevo de zafarse de las ataduras. El rubio le dio un latigazo en las tetillas de la niña, que intentaba gritar. La desesperación de la niña era tal, que por un momento no entendí que pasaba. Hasta que vi como uno de los dildos estaba por salirse solo del orificio de la conchita de la nena. No eran simples dildos, eran vibradores. Esa pendeja estaba sintiendo un placer como nunca, mientras también sentía un dolor con los latigazos del rubio. El negro controlaba que estos no se salieran, mientras que el moreno comenzó a chuparle los pies a la niña, causando que está quisiera zafarse también de esto. Dolor, placer, diversión, esa niña tan pequeña estaba experimentando todo tan joven. Mientras de las vergas erectas de esos tres hombre comenzaba a salir un precum abundante. Tras unos minutos así, la pequeña comenzó a temblar, largando un pequeño grito, que se sentía más como un gemido. La niña se había venido. Tras esto, la nena dejo d moverse. El cúmulo de emociones la habia desmayado. Los hombres por su parte, se turnaron para chupar la vagina de esa niña, así como el dildo, tratando de tomar todo ese líquido. Una vez la dejaron limpia, tanto su chochito como su culito, decidieron dejarle de nuevo los dildos puestos. Volvió a sonar el click que encendió los vibradores, mientras los hombres se ponían rodeando la cabeza de la niña. Con unas cachetadas y unos fuertes pellizcos en los pezones d la niña, lograron que está se despertara. Tras esto, comenzaron a masturbarse en la cara de la niña, pasando todo sus miembros y sus huevos por la cara de la niña. Está pedía que pararan, pero ya no con gritos, sino que con una voz cansada y agitada. Estos ignoraron sus débiles súplicas y comenzaron a pegarle con sus miembros en la cara y en la boca, con sonrisas en sus caras. De vez en cuando le daban pellizcos en el resto del cuerpo, causando dolor en la niña y placer en ellos. Tras un rato jugando con sus miembros, los tipos comenzaron a acabar uno a uno. Primero fue el moreno, que acabó directo en la boca de la niña, por el orificio del bozal, haciendo que esta comenzara a toser. Una vez largo todo, fue el turno del negro, quien volvió a acabar en la boca, haciendo que las toses de la niña se hicieran más fuertes. La pequeña se estaba ahogando. Intento mover la cara, tratando de escupir esa leche de su boca. Pero el moreno la sujeto fuerte de la cabeza, para evitar que escupiera. El negro le tapó la boca, mientras el moreno le decía que tenía que tragarlo todo, si es que quería respirar. La niña trago un poco, para volver a toser de nuevo, escupiendo un poco, dejando su cara llena de semen. El rubio, impaciente, le dijo que la dejaran quieta, pues ya quería acabar. Enojado porque la niña seguía tosiendo, se acomodo de tal manera que la cabeza de su verga apuntaba directo a la boca de esa perrita. Largo unos fuertes gemidos mientras largaba todo su semen en la boca de esa niña, descompuesta por las toses. Tras acabar, se movió para ver la obra de todos. La niña buscaba aire mientras sus orificios estaban llenos de semen. Esto causo risa entre los tipos, que veían como la pequeña luchaba por dar con un poco de oxígeno. Tras unos minutos, la niña pudo recuperarse, pero se notaba que toda la sesión la había dejado muy cansada. Pidió con súplicas que la soltaran, pidiendo que terminara todo. Los tipos la comenzaron a soltarle lo pies y después las manos. Le sacaron el extraño bozal, así como los vibradores, pero le dejaron puesto el antifaz. La niña quiso acostarse, pero la movieron al piso y la dejaron sentada ahí. La rodearon entre todos, con sus vergas flácidas apuntando a ese cuerpo. De pronto, comenzó a salir orina de los penes de los tipos, haciendo que ella tratará de zafarse pero el negro la tomo de los pelos y le dijo que se quedara quieta o iba a ser peor. La niña gritaba pero eso empeoró todo, pues ahora tenían su boca abierta e intentaron que se tragara la orina también. La lluvia dorada de todos dejaron a la pequeña mojada de pies a cabeza. La nena hermosa temblaba, mientras lloraba y suplicaba. Los tipos seguían sonriendo, el moreno se agachó y le dio un fuerte pellizco y una cachetada en la cara a la niña, diciéndole zorra antes de alejarse de la cámara. El negro hizo lo mismo, dandole tambien un escupitajo en la cara, llamándola perra, antes de desaparecer. El rubio, el único de los hombres que quedaba, hizo lo mismo que los dos primeros, pero le sumo una cachetada más y le dijo «puta de mierda» antes de salir de la toma. Lo último que se vio en el vídeo fue a la pequeña llorando mientras trataba de cubrirse un pudor e inocencia que ya no tenía.
Este video hizo que la verga le quedara dura como una roca, con una gran cantidad de precum en sus boxer. Esto si había sido más rudo que el anterior, pero también había sido tan excitante de ver y d oír. El dolor de la niña se mezclaba con el placer de los hombres y de lo que producía en mí. Deseaba experimentarlo, usar esos juguetes, orinar a un nena, rebajarla a ese nivel, capaz aun mas. Ese nivel de control era embriagador, y tener ese nivel de sumisión en una pequeña era lo que todo hombre quisiera. Estaba por tocarme la verga pero decidí que no, pues sentía q con solo tocarme me iba a venir.
Rápidamente me dirigí al siguiente video, deseando ver qué nueva perversión lo iba excitar, que posible nuevo gusto iba a adquirir.
*Comenzaba con una grabación de una niña morena de unos 5 o 6 años con una mujer comprando algo en una tienda. La persona que grababa lo hacía a cierta distancia. La siguiente escena era de la niña y la mujer caminando mientras el que grababa las seguía por detrás. Después siguieron varios pequeños videos, todos de la niña, de lejos, en la casa, en la iglesia, en la escuela, en el médico. En todos estaba con su mamá. Hasta que en un vídeo pude ver cómo la niña caminaba sola con su mochila, mientras la persona que grababa la seguía por detrás. En un momento pude ver cómo la llamaba, haciendo que la niña se acercara. Le dijo algo de caramelos y dinero, pero la niña dijo que no, que su madre no le deja hablar con extraño. La siguiente escena era la niña morena desnuda, con nada más que un collar de cuero negro en su cuello, dentro de una jaula para perros, llorando y pidiendo a gritos a su mami. El tipo pegó una patada a la jaula y le dijo que cerrara la puta boca, que nadie iba a buscarla. La siguiente escena fue la de la niña con un collar, intentando quitárselo, lo que solo hizo reír al tipo que grababa. Tras un rato de esto, el tipo se cansó y comenzó a darle cachetadas para que se calmara, diciéndole se iba a poner más rudo si no hacía caso. Comenzó a llorar más fuerte, en un momento le pegó una patada a la cámara, haciendo que se cortara la grabación. La siguiente escena tenía mejor calidad de video. Se veía en ella a la misma niña atada de las manos, tirada en una colchoneta sucia y vieja. Lloraba y suplicaba, se veían marcas rojas en todo su cuerpo, algunos moretones y mordidas. «Para quienes ven esto, esa puta de ahí me costó una cámara. Así que ahora, todos van a poder ver cómo me voy a cobrar con interés esa deuda.» El tipo apareció en la escena, con una máscara de calavera en la cara. Era moreno, de unos 1,70, lampiño. Tenía una verga erecta, no larga pero si gruesa. Mientras se acercaba a la niña, ella decía q no, que se iba a portar bien, q lo sentía por romper eso. Pero ninguna d las súplicas mermó la determinación que se veía en ese tipo. Se puso de rodillas y de los pelos acercó a la niña a su verga. Está lloraba y negaba con la cabeza, pero unas cachetadas en la cara y una orden del tipo la hizo recapacitar. La niña, con lágrimas comenzó a darle una mamada al tipo. Lo hacía lento y apenas metía algo de ese miembro en su boca. El hombre, enojado, le dijo que abra bien la boca. Tras esto, metió de un solo empujón todo lo que pudo de su verga en esa boquita. La niña con una arcada mostró su disconformidad, y trato de sacarse d encima al tipo, pero sus manitas solo podía rasguñar la panza del sujeto. Sacaba y metía la verga en esa pequeña boquita, veía como de vez en cuando la niña cerraba la boca y lloraba, pero el hombre solo le tiraba el pelo y le daba fuertes pellizcos para que abra la boca de nuevo. Estuvo así, violando esa boca mientras él gemia y ella lloraba y tosía.
Tras un rato así, empujó a la niña contra la colchoneta y le abrió las piernas. De nuevo la niña intento con los pies sacarse al hombre, pero unas nalgadas fuertes la hizo quedarse quieta de nuevo. El hombre se posicionó de manera que todos pudieran ver cómo iba a entrar en esa pequeña. El tipo apuntó su verga gruesa a ese pequeña vaginita. El tipo no iba a perder el tiempo con el culo. Escupió sobre su verga y después sobre ese chochito. La niña lloraba y temblaba, y cuando el tipo intento meter por primera vez su verga, abriendo un poco ese pequeño estrecho, la nena largo un quejido y se movió para todos lados, lo que hizo que el hombre pusiera sus rodillas sobre las piernas de la niña, para reducir su movimiento. El peso del hombre debió ser demasiado, pues la niña trató de que se moviera, suplicando, diciendo que le hacía doler las piernas. El tipo volvió a apuntar su verga en ese estrecho hoyo y volvió a empujarla con todas sus fuerzas. Un poco de sangre comenzó a salir de esa vagina. El himen se había roto, destrozado ante esa verga. La niña largo un grito, más fuerte que el anterior. Al ver la sangre, el tipo saco sus rodillas de la niña y comenzó a contemplar su verga. Mientras que ella se movió asustada, acercando sus manos a sus piernas y su chochito. Al ver sus manos vio la sangre, lo que la asustó y aumento sus lloriqueos. El tipo, viendo la reacción de la niña, se volvió a acercar a ella, con su verga aún erecta. «Aún no terminamos putita». La volvió a agarrar con fuerza, mientras ella suplicaba que no. La agarró del cuello con una mano, mientras que con la otra dirigía su verga a ese hoyito de nuevo. La niña pataleaba, trataba de que la soltara, para que pudiera respirar. Una vez su verga estuvo alineada con esa concha, el tipo metió la cabeza de su miembro en ese estrecho. Tras eso, con el peso de su cuerpo busco meter más de su verga. Mientras la cara de la niña se ponía roja. Unos cm más de su miembro entraron en ella, lo cual hizo que soltara el cuello de la niña para concentrarse en su tarea. Mientras la niña tomaba aire con desesperación, el tipo metía más de su verga en esa pequeña. La pequeña no tenía fuerzas para intentar detener al tipo, se veía que le dolía lo que hacían con su vagina pero la falta de aire la había dejado muy cansada. El tipo con fuertes embestidas buscaba meterse más en ella, esa gran verga seguro iba a desgarrar a esa pequeña. Debió meter la mitad de su miembro, se veía como la carne misma de esa vagina se estiraba. El tipo miro a la cámara, mientras permanecía quieto, tratando de que esa carne se acostumbrara un poco a su nuevo inquilino. Solo se veía los ojos del tipo a través de la máscara y un poco de su boca, pero en ellos se veía una felicidad, una morbosidad, una perversidad que pocas veces había visto. Volvió de nuevo su atención a su verga. Comenzó con un penetración lenta, para ir aumentando la velocidad, hasta que las embestidas se hicieron fuertes y duras. Con cada penetración parecía que fuera a romper a la niña en dos, era mucha la rudeza con la que la manejaba, moviendo todo su cuerpo para todos lados, como si se tratara de un trapo. Si bien no podía meter más de la mitad, el tipo largaba unos gemidos que indicaba que con eso le bastaba. La niña seguía llorando, daba de vez en cuando golpes con sus manitas en el pecho del hombre, pero parecía no tener fuerzas para intentar detener lo que estaba pasando. Cada cierto tiempo, se escuchaba que ella pedía por su mami, lo que hacía que el hombre se riera y le diera cachetadas en la cara, mientras le escupía y le decia «no le importas a nadie puta, nadie va a venir, solo me tenés a mí, yo soy todo lo que vas a tener de ahora en más». Esto hacia que la niña volviera a llorar. El tipo continúo con su follada, ahora intentaba que entrara más de su verga en ella. La niña volvía a gritar pero no tenía fuerzas en sus brazos, por lo que único que podía hacer era seguir llorando. Esto calentaba al tipo, pues le hizo mirar a la cámara para que todos vieran esos ojos rojos y esas lágrimas. Después con su lengua comenzó a lamer toda la cara de la niña, tomando sus lágrimas como si fueran un elixir. Aumento la velocidad de la embestida, metiendo y sacando su verga llena de sangre, hasta que en un momento comenzó a gemir fuerte, señal de que estaba acabando. Cuando se detuvo, saco su verga para ver su obra. Está estaba llena de semen y sangre, causandole risas. Después tomo la cámara y apunto con ella a la niña, mostrando una vagina roja por el uso, llena de semen y algo de sangre, con un cuerpo con marcas de pellizcos, mordiscos y nalgadas. La niña respiraba apenas, se la notaba agotada, con los ojos rojos y con marcas que se estaban haciendo moradas en las piernas, donde el tipo había asentado sus rodillas. Tras grabar todo el cuerpo de esa niña, volvió a dejar la cámara en su lugar, y apunto su verga medio erecta al cuerpo tirado de la niña. Comenzó a orinar todo el cuerpo de la niña, que no hacía nada para detenerlo. La estaba marcando como suya, para siempre suya. «Para que te acostumbres pendeja, no sos más que una puta, una calienta verga, sos un depósito de leche, ¿me escuchaste?». Tras esto, levanto la cabeza de la niña y apunto a la cámara. «Decile a todos lo que sos, dale pendeja». La niña lloraba y gimoteaba, pero un tiron de pelo la hizo despertar y atender a lo que le estaba pidiendo. «Te dije que le digas a todos lo que sos, decilo dale». La niña comenzó a hablar ‘soy .. una … Buta’. «Decilo bien pendeja, puta, depósito de leche, decí eso dale». Entre gimoteos dijo ‘soy .. una .. puta’. El hombre le dijo «te faltó algo más, depósito de leche, depósito de leche, eso tenés que decir». La niña, con dolor en la cara por el agarre en el pelo comenzó a decir ‘soy un.. depósito.. de.. leche’. Tras esto, el hombre solto el pelo de la niña y la cabeza de esta cayó en la colchoneta como si fuera piedra. Con una risa, se cortó la grabación.
Este último video había sido muy excitante. Era un rape y una violación en toda regla. La verga gruesa, la pequeña vagina, los golpes, la correa, la jaula, la rudeza, la orina. Todo había sido tan excitante, era algo que había hecho que sus huevos le dolieran por tanta excitación. Me estaba por masturbar para venirse, pero un repentino mensaje de Marcos me distrajo.
M- Hey viste todos los videos?
J- Aún no, solo los primeros tres, pero si los demás están así de buenos, creo que tengo para venirme hasta quedar con los huevos vacíos jaja.
M- Ya acabaste? Yo la primera vez que vi uno acabe rápido.
J- Aún no, estaba en eso jaja.
M- No acabes. Guarda todo jaja. Tengo una sorpresa, no sabía si se iba a dar, pero todo salió bien y lo podemos hacer hoy.
J- Que vamos a hacer? Jaja
M- Algo bien rico. En dos horas te paso a buscar. No te vengas.
J- Me duelen los huevos por no acabar, pero si es tan bueno como decís, me aguanto. ¿Necesito comprar o hacer algo?
M- Nada, yo tengo todo. Vos solo bañate y ponete ropa liviana, pantalón largo, remera y un buzo o campera. También zapatillas, las más nuevas que tengas.
J- Jaja. Esa vestimenta me causa intriga. Bueno me aguanto, nos vemos en dos horas.
M- Dale. Te paso a buscar en dos horas.
Sin duda tenía mucha intriga por los que estuviera planeando Marcos. Pero también estaba excitado. Se le ocurrían mil cosas que podría estar planeando este tipo, pero hasta que no llegara la hora solo podía suponer. ¿Que era lo que estaba por pasar?
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