La abuela que cuida mi mujer 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de que la había cogido por el culo a Doña María, las cosas no terminaron ahí como yo podía haber pensado.
La vieja me seguía buscando, me llamaba aún estando mi mujer cuidándola, me metía mano cuando mi mujer estaba ocupada, "mi culo quiere mas", me decía la vieja, acariciando mi pija por sobre el pantalón, yo no voy a decir que eso me preocupaba, me preocupaba si que mi mujer se diera cuenta de lo que hacíamos con la vieja, recuerdo que una tarde la mandó al supermercado estando yo en la casa, y como para disimular, me dijo que le viera una lámpara que no le funcionaba, cuando mi mujer se fue, Doña María me hizo acercar a su lado y me bajó el cierre de mi pantalón empezando a chuparme la pija, "que golosa que sos", le dije metiendo mis manos entre sus piernas que la vieja abrió para que le acaricie la concha mientras ella me chupaba la pija con muchas ganas
La agarré de la cabeza y se la empecé a meter y sacar de la boca hasta que me acabe, ella se tragó toda la leche, me arreglé la ropa y seguí arreglando la lampara, "esto es para que estés tranquilo, pero la quiero de nuevo por el culo", me dijo Doña María, lamiéndose los labios. Al rato llegó mi mujer y en poco tiempo nos fuimos juntos a casa. Como a la hora llama por teléfono diciendo que si podía ir, que la lampara seguía mal y la necesitaba para la noche, serían las seis de la tarde cuando volví a ir a casa de Doña María, abrí con las llaves que tiene mi mujer y le grité que era yo, para que no se vaya a asustar la vieja, "estoy mi cuarto", me dijo la vieja, fui y estaba acostada mirando tele, me senté en el borde la cama y mientras la saludaba le levanté el camisón, empezando a sacarle la braga, Doña maría me miraba sonriendo, levantando su cintura para poder sacarle mas fácil su ropa interior, la senté en la cama y le saqué el camisón, dejándola toda desnuda, "que bien me chupaste la pija, como me gustó, y me mataste cuando me tragaste la leche", le decía, pasando mi mano por su arrugado cuerpo, por sus tetas, por su concha peluda, "me haces venir para que te coja por el culo de nuevo?", le decía intentando meter mis dedos en su concha que como es lógico estaba seca, "así que te gustó como te chupé la pija?", me decía Doña María, abriendo sus piernas para que le meta el dedo, "a mi me gustó como me cogiste por el culo, aunque hice dos veces con sangre, es que hace tanto tiempo que no me entra nada, que me has vuelto a romper el culo", me decía Doña María, buscando mi pija con su mano, "que estas esperando para desnudarte y meterte en la cama conmigo?", me dijo Doña María mirándome
Yo me desnude y me acosté a su lado, la vieja enseguida me empezó a acariciar la pija, me incorpore y se la lleve a la boca, "chupála, me encanta como lo haces", le dije metiendo mi pija en su boca, la vieja me la empezó a chupar con ganas, se notaba que le gusta chupar pijas a la vieja, "vez, cada vez que yo este, mandas a mi mujer a hacer algún mandado y después me sacas la leche con la boca", le decía metiendo y sacando la pija de la boca de Doña María, "y ahora como te quieres poner, la otra vez te cogí el culo de costado, no has querido ponerte boca arriba, si te pones boca arriba, te levanto las piernas pero antes de meterla en tu culo, te la meto un poco en la concha", le decía disfrutando de la boca de esa señora mayor, una anciana que en su juventud tuvo que ser tremenda en la cama, "bueno, si me la metes un poco en la concha me pongo boca arriba", me dijo, sacando mi pija de su boca y acomodándose en la cama, fui hasta su cómoda, saqué el pote de vaselina que habíamos usado la vez anterior, me pase bastante vaselina por la pija, le levanté las piernas y se la empecé a meter en la concha, "que rico se siente, así, métela toda", me decía la vieja, respirando bastante agitada, "cuanto hace que no te entraba una pija por la concha?", le decía moviendo mi pija para adentro y para afuera de su concha, "ya ni me acuerdo, pero seguí cogiéndome así", me decía, "bueno, a pasarte vaselina por el ojete, así te lo cojo y me voy, que se me va a hacer tarde", le dije, sacando mi pija de su concha, le levanté mas las piernas y le empecé a pasar vaselina por su ojete, que se le notaba abierto de la cogida que le había dado el otro día, "tienes abierto el ojete todavía", le decía acomodando la cabeza de mi pija contra el agujero de su culo, "y como quieres que lo tenga con semejante pija que tienes y la cogida que me distes?", me dijo Doña María, haciendo un pequeño gesto de dolor cuando le empecé a meter la pija por el culo, "despacio, hazla entrar despacio, después que esté adentro me coges mas fuerte", me decía Doña María
Yo la tenía agarrada de sus tobillos, levantando bien sus piernas y metiendo despacio mi pija por su ojete, que aunque lo tenía abierto, se le notaba en la cara que le dolía cuando le entraba, hasta que se la metí toda, así como la tenía agarrada por sus tobillos, le abrí mas las piernas y empecé a meter y sacar mi pija de su ojete, "con esto no tienes problemas de estreñimiento, podes cagar tranquila", le decía mientras le cogía el culo a Doña María, "podes estar tranquilo que no, del tamaño que me dejas el ojete, cago sin problemas", me dijo, aguantando la cogida que le estaba dando por el culo, "me gusta cogerte, pero mas me gusta como me chupas la pija", le decía sin dejar de cogerle el culo, "a mi también me gusta chuparte la pija, pero también me gusta sentir tu pija dentro mio, y mas cuando te acabas, esa leche caliente que me dejas adentro", me respondía
Yo la verdad estaba caliente, me empecé a mover mas rápido, se la sacaba casi toda y se la metía de un solo golpe, seco, me gustaba escuchar como gemía la vieja, tres, cuatro, cinco cogidas fuertes en ese ojete que estoy seguro conoció mejores épocas, hasta que me empieza a acabar muy adentro de ella, el suspiro de satisfacción que dio Doña María al sentir mi leche llenar sus intestino fue la gloria para mi , se la había metido bien adentro, la movía en círculos dentro de su culo, le dejé hasta la última gota de leche lo mas adentro que pude, "saca tu pija, por favor, saca tu pija que me has dejado el ojete peor que la otra vez", me dijo Doña María con un gesto de dolor en su cara.
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