La gorda de mi suegra 4º
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ver follarme a su madre hizo que mi esposa tuviera toda la semana el coño chorreando, follabamos a todas horas, en cualquier lugar, incluso en los aseos del palacio de justicia.
El sabado invito a sus padres a cenar en nuestra casa, al finalizar les invito a salir juntos a tomar una copa, como siempre rechazaron la invitacion pero mi esposa convencio a su padre de que permitiera a mi suegra (Pilar) salir con nosotros.
El padre marcho pues, madre e hija fueron a vestirse y al salir parecian hermanas, maquillados solo los labios y la raya de los ojos, vestidos identicos aunque de distinto color, las faldas apenas llegaban a cubir el final de los muslos y unos finos tirantes, los sostenes lograron la magia de que las tetas de las dos quedasen alzadas, de esta manera fuimos a una disco para gente de nuestra edad.
Mi esposa se sento detras dejando el asiento de copiloto para que yo admirase los muslos de su madre.
En la disco, despues de un par de combinados cada una salieron a bailar mientras yo me quede en la barra, enseguida los moscones las rodearon, cuando se ponian pesados, ellas venian junto a mi. Pilar todavia bebia de su segundo cuabata pero la hija cada vez apuraba uno. Entrada la noche, mi esposa ya bastante euforica bailaba con un chico joven, los bailes cada vez eran mas sensuales, por su parte entre escandalizada y sorprendida su madre vino junto a mi. Vimos que la pareja salia a la calle cogidos de la mano, a una distancia discreta les seguimos mi suegra y yo, se dirigieron a una zona oscura y vimos como se besaban y se metieron entre dos coches, nosotros nos pusimos cerca pero suficientemente apartados para que no se sintieran incomodos.
Desde nuestro puesto de observacion, vimos a la puta de mi mujer con la tranca del joven en la mano mientras este comiendole las tetas le pajeaba el coño, la muy guarra gemia como una foca, el la hizo darse la vuelta y por detras la clavo dentro del coño, Pili entonces vio como su madre y yo contemplabamos su espectaculo, es la puso mas cachonda si cabe y tuvo un orgasmo bestial. Despues se dio la vuelta y aunque no podiamos verlo era evidente que le estaba chupando la polla al chico, por mi parte levante la falda de Pilar y el minusculo tanga se rompio de un tiron, deje sus tetazas al aire y agarrandoselas, con fuerza le meti mi verga en el culo. En el otro coche, la zorra de Pili estaba abierta de piernas con los ojos en blanco mientras su amigo la clavaba con fuerza, el chaval tuvo la precaucion de correrse fuera de ella mientras yo descargaba en las entrañas de mi suegra.
Volvimos a la disco para recoger los bolsos y que mi esposa se limpiase la leche que le habia salpicado del polvo que me convertia en un cabron.
Antes de subir al coche, mi suegra dijo que notaba bajar por por sus muslos la leche que yo le habia depositado en su trasero, de broma le comente a su hija que le limpiara el semen con la lengua. Pili sin pensarlo se agacho y comenzo a lamer la enterpierna de su madre, esta setaba cachonda perdida y el aroma que desprendia su coño animo a mi mujer a lamerlo.
Fue un espectaculo inolvidable, la madre apoyada contra la pared de pie gozando, apretando contra su chocho la cabeza de su hija quien consiguio que se corriera.
Me gusta el sabor de la leche femenina, bese a mi esposa para degustar el zumo de su madre.
Era tarde, no pasaba nadie por la calle, pero en el lugar donde estabamos corriamos el peligro de que nos viera alguien y marchamos de vuelta a casa.
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