La historia de Cristina: Como me convertí en la mujer de mi viejo padrastro
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Katherine35.
Hola soy Cristina, tengo 27 años, soy algo pequeña de estatura, todas en la familia salimos rubias de ojos azules por herencia de mi madre, mis pechos diría que son normales, pero mi mayor orgullo y lo que provoca la mirada de muchos hombres son mis nalgas, la ultima vez que las medí eran 110 cm de nalgas.
Ya se imaginaran toda la clase de piropos que escucho día a día.
Les voy a contar una historia que marco mi vida para siempre.
Sucedió a mis 18 años.
Mi madre se separo de mi padre cuando yo tenia solo 14 años y se fue a vivir con un señor viejo gordo y muy feo.
Desconocía las razones de porque se separaron, con el tiempo me entere que mi mamá había sido infiel, nunca entendí como pudo engañar a mi padre con ese viejo tan horrendo.
Mi madre era muy linda claro y de 38 años, herede de ella sus nalgotas.
También tenia una hermana en ese entonces de 15 años.
Bueno este señor se fue a vivir a nuestro hogar y note como nos miraba a mi y a mi hermana.
Como mi hermana es mas cortada no entablaba buena relación con este tipo que se llamaba Pedro, pero nosotras le decíamos Don Pedro o simplemente Don, tenia 48 años, el era de Mexico y trabajaba de mecánico, era muy moreno, no negro, pero era un color como café oscuro, alto, casi mediría los 1.
80, bien gordo y la verdad muy feo y se notaba en su mirada que era muy pervertido.
Mi madre me dijo por ser la mayor, que ella estaba con este tipo solo para tener que comer.
Mi padre nos dijo que si no nos íbamos con el no nos pagaría la pensión, aun así preferimos quedarnos con nuestra madre.
Así que Don pedro vino a vivir con nosotras y paso a ser el hombre de la casa.
En una ocasión al regresar de mi la escuela, escuche unos ruidos en la cocina, entre despacio y el viejo tenia a mi madre con sus pantalones de gimnasia en los tobillos y sus pantis rotos completamente para poder meterle la verga, así empinada ella en la mesa de la cocina le daba fuertes palmazos en las nalgas y le decía:
-Que bonitas nalgotas amor!!! bien blancas y grandotas.
Ahí mi madre solo paraba mas sus nalgas y resistía las embestidas en las nalgas.
El viejo sacaba su verga y le daba golpes en las nalgotas, fue cuando vi su verga larga gruesa y morena que verga brillosa por los líquidos y con un par de bolas enormes y sobre todo muy peluda, mi mami dijo:
-Ya Pedro… que están por llegar las niñas y tu hasta me rompiste mi calzón.
-Aahh es que estan bien nalgota pinche puta!!! dejame embarazarte nena.
Y metió su verga, la cogió muy fuerte, era un salvaje.
Termino dentro de mi mami y salió de la cocina, me escondí para que no me vieran y demore en llegar.
No sacaba de mi mente esa vergota, el era muy cariñosos con nosotras aun que mi hermanita le votaba cada que quería abrazarla, yo si me dejaba sin ningún mal pensamiento.
Hasta después de unas semanas y de ver y escuchar como se cogia a mi mami, que a comparación de mi ella es mas alta mide 1.
74 igual de blanca y nalgona, piernona, ya que se dedico desde muy joven a jugar vóleyball, estaba muy firme.
En una ocasión llegue de la escuela y esta Don Pedro viendo la tele en la sala, sentado abierto de piernas solo en calzoncillos, yo tenia unas calzas negras (licras o leggins en otros países) saludo a Don Pedro, veo que no deja de verme, le pregunto por mi mami y dice que esta bañándose.
Pude ver como Don Pedro tenia ese calzoncillo que en su momento debe haber sido blanco, estaba que le reventaba, se le veía una vergota enorme, y habían unas tangas de mi madre aun costado tiradas.
El muy sucio no dejaba de verme las nalgotas y me dice:
-Uufff… Cristi se te están poniendo unas nalgotas como las de tu mamacita, mira casi rompes las calzas nalgona jajaja.
solo reí y me senté aun costado de el a ver tele le dije:
-Don pedro parece que le quedan pequeños esos calzoncillos jijiji.
-Jajaja si nena, así me gustan, bueno mejor dicho así le gusta a tu mami, dice que se me marca mucho el bulto.
Reímos los dos y le pregunte donde estaba mi hermana Sofia.
-Se fue a casa de una amiga, se molesto porque nos encontró con Barbara (mi mamá) cogiendo jejeje… ya sabes nalgona, tu mami esta bien rica y no me puedo aguantar.
-Esta bien… no me diga tantos detalles jijiji.
Me abrazo y estábamos viendo tele y vi de reojo como me veía el culo, y se le movía la vergota dentro del sucio calzoncillo.
Escuche un ruido de el cuarto de ducha y me fui, el fue y se puso sus pantalones.
Pasaron días y en una ocacion el estaba borracho y me empezó a decir cosas.
-Cristi que nalgotas tienes!!… pásale un poquito a Sofi, que entre tu mama y tu se llevaron todo y no le dejaron nada jajjaja- Se carcajeaba y como teniamos buena relación me pego tremenda nalgada.
-¡AAAYYY DON PEDRO!… que hace, mi mami nos puede ver.
-Pinche Cristi las tienes bien durotas no mames, estas bien buena y que nalgotas se te estan poniendo.
Me dio un poco de miedo porque el estaba borracho y se notaba que estaba caliente, me dio un poco de morbo y quise calentarlo un poco mas.
-¿Usted cree Don? jiji… a mi me parecen normales– Mientras me daba vuelta para que el me viera el culo.
-Pues claro nalgona, te cargas un tremendo culazo jejeje, fueras mi novia haría muchas cosas con esas nalgotas.
-Umm… ¿Cosas como que Don?–mientras me apoyaba en un mueble y empinaba lo mas posible mi culito
-Tu solo para bien esas piches nalgotas y vas a ver lo que te hago putona!!!– Se estaba bajando el cierre pero sentimos las voz de mi mami y me fui rapido de ahí.
En una ocasión mi madre por su trabajo salió de la ciudad y me quede sola con Sofi y Don Pedro.
llegue de la escuela y Sofi estaba en su cuarto por un resfriado.
Encontré a Don Pedro viendo tele y varias latas de cerveza vacías, seguro ya estaba borracho.
-Ven Cristi vamos a ver una película, asi me acompaña mi hijastra favorita y la mas nalgona jejeje.
-Me quiero duchar Don… y sea tan salido, imaginese lo escucha Sofi.
-Perdon nena, es que me siento solo, tu hermanita ni siquiera me dirige la palabra y extraño mucho la compañia de tu madre.
-Esta bien… solo deje que me cambie de ropa y vuelvo.
Don Pedro solo tenia el mismo calzoncillo blanco de aquella vez, solo que mas sucio y sin camisa.
Se le notaba una enorme panza llena de pelos, la imagen era asquerosa, pero ese tremendo bulto que se le marcaba me tenia hipnotizada.
Yo solo me puse una faldita muy delgada y fresca con una blusita de tirantes.
En la televisión pasan una película de cable erótica sin ser xxx.
Me senté a un costado de el, no le quitaba el ojo a esa tremenda carpota, el tampoco dejaba de verme las piernas y como se apretaba mi minifalda al culo.
La tenia tan parada que casi se le salía del calzoncillo, me estaba poniendo muy caliente con ese viejo tan feo.
Le comente que estaba cansada y me dijo:
-Acuestate nena, ven aqui a mis piernas.
Me acosté muy inocente con mi cara apoyada en sus muslo, muy cerca de su vergota y el me sobaba como sin querer la cintura y la cadera.
Platicábamos y veíamos la película, despues ya no podia mas con el morbo de la situación y me senté descaradamente en su verga y seguíamos platicando como si nada de el trabajo, de su negocio y mientras sentía toda su vergota crecer mas y puntearme mis nalguitas.
-Cristi de verdad te estas poniendo bien buena… tienes un culote– dijo esto mientras me tomo de un costado de cada nalga y me atrajo mas hacia su verga, como si me la estuviera metiendo.
-Ay Don… no diga esas cosas que nos pueden escuchar, cálmese un poco- dije descaradamente mientras movía mis nalgas en su verga.
-Perdón nalgona, es que extraño mucho a tu madre y tu te pareces mucho a ella…, sobre todo con ese culazo que te cargas jejeje, ¿Me perdonas Cristi?.
-Si Don… solo no me diga esas cosas, no ve que me pone nerviosa- mientras yo me meneaba muy discretamente en su vergota.
-¿Qué te pone nerviosa nena? No me tienes que tener miedo culona, recuerda que soy tu padrastro jejeje– ahora a demás de puntearme, empezó a sobar mis piernas.
-Es que usted cuando esta borracho se pone muy salido, me dice cosas feas que me dan pena, a demás me trata de nalgona, culona, putona como si fuera normal.
-Jejeje… es de cariño nalgona, y bien que te gusta no? y pues si nena, cuando estoy borracho me pongo sincero y como dije el otro dia, si fueras mi novia, le pegaria tremendas cogidotas a ese piche culazo tuyo jejeje- ahora su mano subia peligrosamente mis piernas y senti sus dedos rozar mi cuevita.
-Déjame acostarme Don… me duele la espalda– senti mucho miedo cuando quizo tocar mi vagina.
Me acosté en sus piernas, solo que ahora de frente a el para platicar y estar viéndolo, pero en realidad quería verle la carpota, que ya tenia mojado el calzoncillo por ser tan pequeño, ya se le veía la cabezota de la vergota.
Me hice la tonta y me acosté con mi mejilla en la vergota.
-Ufff… nena, ¿Ya viste lo que haces por tener esas nalgotas tan ricas como las de la putita de tu mami? Mira– y me señalo la verga ya sin pudor alguno.
-Ay Don… no le duele con esos calzoncillos tan pequeños y usted tiene una cosota- le dije sobando su paquetote con cara de boba.
-Aahh pinche nalgona si me duele sigue sobandolo aaahhh.
Que cosota se le sentía.
Mientras el me acariciaba las nalgas, me volvió asentar en su verga y me dijo que moviera el culo arriba de el.
Metio su mano por debajo de mi blusa agarrando uno de mis pechos y con la otra ya me dedeaba mi vaginita, el morbo y el placer era demasiado.
Lamentablemente vimos luz en el cuarto de Sofi escuchamos que se estaba levantando.
-Ya nena me voy a dormir, me duele la cabeza y tu hermanita puede vernos- y se fue muy rápido y asustado a su cuarto.
Me dejo ahí tirada con toda mi ropa desordenada y con la mayor calentura que había tenido en mis 18 años, como se había atrevido a dejarme así ese viejo tan feo.
No salio de su cuarto en todo el día, lo fui a ver y tenia mas cervezas vacías.
Para mi sorpresa encontré una de mis bragas favoritas llenas de semen, ese viejo puerco se debe haber corrido muchas veces en mis bragas favoritas.
Al día siguiente llegue de la escuela y ahí estaba el solo en calzoncillos y platicando muy animado con Sofi, cosa que me extraño mucho.
Me vio Sofi y se puso muy nerviosa y se despidió diciendo que iría donde una amiga, que ya se sentia mejor.
Claro ella también le estaba viendo la vergota en esos calzoncillos y el abierto de piernas y acostado le dije
-Hola Don… ¿Como amanecio? ¿Sigue borracho? jijiji- estaba nerviosa por lo que había pasado ayer.
-Jajaja bien nena, gracias por preguntar, solo me duele un poco la cabeza.
Pero ya va a empezar nuestra serie favorita jejeje… si me acompañas a verla me sentiria mejor.
-No Don Pedro… estoy toda sudada, hoy me tocomo gimnacia en la escuela, me quiero ir a bañar.
-Andale nalgona, solo un rato que me siento solo.
-Bueno… pero estoy toda sudada– seguía caliente por lo de ayer, y ver a mi hermana mirar la vergota del viejo cerdo me calentó aun mas, así que fui directo a sentarme en sus piernas.
-Haber nena… deja que te centro bien esas pinches nalgotas!!!– me puso su vergota entre mis nalgas un buen rato, así permanecimos, el punteandome y yo moviendo mis nalgas en su verga y diciéndonos cochinadas.
-Ay Don… con razón haces gritar a mi mami todas las noches jijiji, Aaahhh…– habia metido su mano en mis calzas y ya sentia sus dedos jugar en cuevita, el seguía haciéndome sentir su tamaño punteandome.
-¿Porque no te quitas tus calzas para que sientas lo mismo que ella? piche zorra esta bien rica!!!!.
-Estoy muy sudada Don… usted no me dejo ir a bañarme.
-No me importa culona, a demás hueles bien rico jejeje.
Me pare para sacarme las calzas y quede solo en tanguita, cuando siento que Don Pedro me da 3 sonoras nalgadas.
-PLAAFFFFF!!! PLAAFFFF!!! PLAAFFFFFF!!!!
-Ayyy Don!… no sea bruto jijiji.
-No mames cabrona… que nalgotas te cargas, tienes el culo mas grandes que tu mami y están mas durotas… que cogida te voy a pegar putona, te voy a reventar ese culote!!! PLAAF!! PLAAFF!!!.
No podía mas con la calentura, la situación de estar sola con mi padrastro, un hombre viejo, gordo, feo y muy peludo, y yo solo con mi blusa de la escuela y tangas, siendo manoseada y recibiendo feroces nalgadas de su parte.
Todo esto me tenia muy caliente y por fin estábamos solos, nadie nos iba a interrumpir, por fin seria cogida por Don Pedro, mi padrastro.
Me acosté en sus piernas y directamente le saque la vergota negra, gorda, cabezona y llena de venas.
-Ohhhh! Don Pedro! No sé qué decirrr!… Es Enormeeee su cosaaa!, Con solo tocársela ya siento los dolores que seguramente me hará sentirrrr!!– diciendo esto último lo mire fijamente a sus ojos y mordiéndome sabrosamente mi labio inferior…
-Es toda tuyaaa culonaaa!!– me contestaba el viejo que hacia grandes esfuerzos por contenerse y no disparar su munición liquida sobre mi cara, aunque ganas no le faltaban, a la vez que ya había tomado posesión de mis nalgas la cual masajeaba de manera muy bruta y nalgueaba.
Don Pedro punto su gruesa verga hacia mi boca y la engullí, pose mis labios hacia adelante sobre gran parte del tronco, y abrí todo lo que pude mis mandíbulas para ensartarme aún más casi toda la gran longitud de aquella verga que me hacía perder la razón.
-Ahhh que bien la chupas zorraaaa!!… se nota que ya tenias experiencia en esto putona!!, casi le haces competencia a tu mamacita jejeje.
Aplicaba mi lengua con dedicación, lengüeteaba por todos lados, la ensalivaba y me la pasaba yo misma por toda mi cara, frente, narices y hasta una buena parte de mis rubios cabellos se enredaban en esta, en un momento vi que desde la punta salía el liquido pre seminal, y me lo pase en todos mis labios como si este fuera el más fino y caro lápiz labial, bañándome e impregnando a mis labios con aquel exquisito fluido que provenían desde el fondo de los negros y peludos testículos de Don Pedro, para luego volver a metermela en la boca y seguir chupando.
En un momento dado en que la enorme vergota se salió de mi boca por los bruscos de sus movimientos, Don Pedro aprovechó para descansar y calmarse un poco.
Se agacho para quedar hincado frente a frente conmigo, abrazándome y aferrándose a las tibiezas y suavidades de mis nalgas.
-No sabes las ganas que tenía nalgona!! desde que tenias 14 añitos te he querido meter la verga– me decía a la vez que recorría por todo mi cuerpo con sus ásperas manos, solo reaccione a corresponder el abrazo y posar mi rubia caballera en los hombros y cuello de ese viejo, Mi tetas y vientre se adosaban al pecho y a la prominente panza peluda de aquel horrendo hombre, todavía le acariciaba la verga con una de mis manos, se la estiraba hacia arriba como queriendo que esta quedara más larga de lo que ya era,
-Bien como me doy cuenta que no quieres hablar y que aun así no me sueltas la verga, te lo voy a tener que meter bien adentro, a ver si con eso te salen las palabras, jejejeje.
-Don Pedro… en realidad…yooo….
, las palabras no me salían, quería hablar, pero había algo que me lo impedía.
-Tranquila culona, yo sé que me quieres decir que te encanta mi verga y que ya deseas que te la meta, y que por respeto a tu madresita, a lo mejor no lo puedes decir, jajajaja!! Pero yo sé que por dentro eres la peor de las putas, es solo que no quieres admitirlo…– en esto Don Pedro tomo su verga y en la misma posición en que estábamos, arrodillados, comenzó a paseárla por toda mi panochita casi adivinando lo que ahora me iban a hacer, solo atine a separar un poco más mis rodillas y muslos, para dejarle todo el camino abierto y que ese viejo cerdo me la metiera.
-Párate puta, y vamos a la cama… ya no aguanto mas, te tengo que coger– diciendo esto, nos paramos y caminamos al cuarto de mi mami.
Todo el camino el no saco su mano de una de mis nalgas.
Ya en la cama Don Pedro se montó sobre mi cuerpo, con sus dos manos rasposas se agarró firmemente de mis tetas masajeándoselas y apretándoselas, para luego comenzar a chupármelas con desesperación, yo estaba a mil por hora, sentía las dolorosas succiones que hacia el viejo, yo lo animaba en la chupadora labor apretando y contrayendo su canosa cabeza hacia mis pechos, a la vez que sentía como aquella húmeda verga se paseaba entre mi estómago, vientre y vagina.
El vejete lentamente comenzó a bajar por mi cuerpo, sin dejar de chupar, lamiendo y oliendo por todos los rincones del cuerpo de su hijastra, hasta que llego adonde él quería, estaba solo a centímetros de mi panochita, al Don le encantaba ver mi depilada y rosadita vagina.
Antes de chupármela se detuvo a observarla, con mis ojos cerrados y totalmente abierta de piernas, esperando a lo que él ya se proponía a hacerme, hasta que ya no aguanto más, con sus dos gruesos dedos abrió mis apretados pliegues vaginales, para luego con cara de cerdo ir metiendo su desvergonzada legua en mi pequeña vagina.
Yo gemía fuertemente, con mis dos manos tome de los gruesos y desmadejados cabellos canosos de Don Pedro y rítmicamente lo empujaba contra mi vagina para que este profundizara aún más sus lamidas, ondulaba mi pelvis al mismo vaivén que me la comían,
-Ahhhh.
ayyyyy… ricoooooo….
Mmmmm…asi…asiiiii…papiiiiiii….
Don Pedro ya llevaba como 10 minutos chupándome la zorra y comiéndose mis jugos, no se cansaba de lamer y sorber mis calientes líquidos vaginales que calientemente le proveía solo para él.
Cuando el viejo determinó que ya estaba lista para aguantárselo todo, volvió a subir por mi cuerpazo de curvas infernales que aún se mantenía estático y ofrecido, acomodo su tranca en en mi vaginita, le mire el rostro, arrugado y con algunas verrugas, el viejo de verdad era muy feo, lo mas parecido a el seria un orco, pero en ese momento no me importaba nada, el era el mayor macho que había conocido, y esa tremenda verga compensaba cualquier defecto.
-Ahora si pendejaaa!!, por fin sentirás lo que es tener una buena verga metida en la zorra, no como la de los mocosos de tu edad jajajaja!!, te la voy a meter entera putita, la quieres?
-Siiiiii, Donnnn!! La quiero enteraaaaa!!.
estaba caliente y envalentonada, -Métemela lo más adentro que pueda Don!!
-Abre tus piernas culona, y cierra tus ojos que lo más probable es que te desmalles cuando te meta la verga– y en eso el viejo empezó lo que tanto había deseado estos días, me la iba a meter.
Sentí la aceitada y resbalosa verga como urgía por entrar en mis carnes y cuerpo, mientras en mi suave cara sentía las ásperas verrugas del viejo que lo único que hacían era calentarme aún más de lo que ya estaba, quería que me partieran en dos, deseaba que ese asqueroso sujeto de una buena ves me cogiera de la misma forma como lo hacia con mi mami.
Hasta que sentí que se afianzaba en mis apretados labios vaginales haciendo una dolorosa presión para entrar en mi panochita, yo dejaba escapar unos adoloridos pero placenteros gemidos de calentura…
-Ouuuhhh! Don Pe…dro… esto dueleee…la tieneee muy grandeeee!!.
–Lo sé putonaaa!!, pero tienes que recibirlo, no sabes las ganas que te tenía desde la primera vez que te vi con tu ropita de escuela y esas tremendas nalgotas!!!–me decía hediondamente el vejete encima de mis narices.
Los firmes empujes continuaron en mi delicada entrada, aguantaba como la verdadera hembra que soy, hasta que el lujurioso viejo consiguió a medias lo que se proponía, su gruesa verga lentamente se fue internando mi juvenil cuerpo de 18 años recién cumplidos, hasta que llego a clavar la mitad de su verga en mi apretada rajita.
El caliente y desesperado vejete pudo ver cuando me revolcaba en la cama y debajo de su cuerpo, gritando de dolor y de placer, mientras el continuaba mantiendome firmemente apuntalada con su verga.
-Ohhh!! Culona!! Pero que apretada estas… mamitaaa!!.
si pareces una verdadera virgennn!! Seguro los mocosos de tus novios la tenían chica jajajaja.
Sentí como la gruesa verga de Don Pedro por fin entro completa en mi adolescente vagina, sentía que las rugosidades y venas de aquel descomunal taladro de carne, me estaban partiendo en dos, esa vergota me estaba haciendo vibrar hasta el alma, innumerables ondas de auténtico placer rebotaban por todas las curvas de mi cuerpo, por lo que con mis ojos cerrados y actuando como una vulgar puta, me puso a animar a mi macho.
-Ahhhhhh! Si papiiiiii! Que rico se siente Dios miooo!! Por fin se la estoy sintiendo!! Ohhhh Diossssss!! Diossssss!! Que grande la tiene Donnnn…
El vejete cuando se sintió totalmente enterrado en mi cuerpo, me pego tres firmes y duras apuntaladas, para que yo sintiera bien quien era el que me lo estaba metiendo.
-Ahhhh!.
Ahhhhh!!.
Ahhhhhhh!!!, gritaba por cada feroz empujón que recibia una vez ya ensartada,
-Quieres más vergaaa!! Putaaaaaa!!.
, me grito Don Pedro en mis mismas narices, para luego exclamar,–Ohhhh que rico me la aprietas pendeja, pareciera que hubiese sido yo quien te hubiese desvirgado putitaaaaa!
-Si Donnnn!!, déjemela todita adentroooo, que quiero sentirlaaaa!! Mmmmm…Ohhh…tenia tantas ganasss! deme más vergaaa!!…
Don Pedro bien agarrado de mis suaves hombros, empezó a bombear lenta pero profundamente, me lo metía firme.
-Así te gusta culonaaa?, así te gusta que te den vergaaa!!, me decía por cada empujón que me daba,
-Si démela enteraaaaa!!, Culiemeee firmeeee Donnnn!!, exclamaba con mis ojos entre cerrados en señal de concentración ante la caliente cacha que me estaban pegando,–Me…ta…me…la… lo… mas… aden…tro que pue…daaaa!! Quiero su ver….
gaaaa!! Quie…ro co…mer…me su ver…gaaaaa…Ohhhh Diosss, la siento tan adentrooooo…Mmmmmm…me la como enteraaaa!!, gemía casi con desesperación.
Así estuvimos cogiendo por un espacio de tiempo no determinado, había momentos en que nos besábamos salvajemente, nuestros cuerpos se movían al mismo compás de los firmes meneos pélvicos que hacíamos, ambos pubis se rozaban y se refregaban, la cama subía y bajaba rítmicamente en el caliente vaivén que crujían y resistían sus resortes, yo gimiendo y gritando como una enajenada, las lagrimas nacían de mis ojos y rodaban por mis mejillas, lloraba por cada bestial estocada que mi viejo padrastro me daba, pero mi llanto no era de dolor, este era de verdadera felicidad y placer.
Lentamente fuimos cambiando de posición, sin desclavarse uno de otro, para quedar yo montada y ensartada encima del viejo, comenzando un suave onduleo de caderas en donde le exprimía la verga en forma deliciosa.
Los movimientos de caderas que le hacía a Don Pedro eran los de una verdadera puta profesional, el vejete se imaginaba que tenía a una hermosa odalisca bailándole árabe, pero con la diferencia que a esta la tenía enterrada en su verga.
Yo quien seguía moviendo mi cintura como una culebra, lleve mis manos a la altura de mi cabeza siempre mirando a Don Pedro, y muy lentamente comencé a soltar mis cabellos dejando caer mi rubia melena por sobre mis hombros y partes de mis tetas, el vejete me miraba embobado, nunca en su vida debe haber estado con una mujer como yo, ademas de mi mamá.
Lentamente fui inclinando mi cuerpo hacia el de Don Pedro, para quedar encima y abrazada de él, pose mi frente en la del viejo, ambos nos mirábamos a los ojos, yo seria y concentrada le iba demostrando de la forma en que era capaz de moverme, el vejete por su parte me miraba a centímetros de su cara con su típica cara de cerdo excitado, me tomo de mis suaves caderas para sentir en sus propias manos la velocidad en que lo estaba comenzando a cabalgar.
A los pocos minutos era yo quien se estaba cogiendo a Don Pedro en forma morbosamente magistral, mis caderas subían y bajaban comiéndose completamente esa monstruosa verga que ya me hacían relinchar de placer, mi padrastro imaginaba que en vez de tener riñones, eran unos verdaderos resortes los que poseía en esa parte de mi cuerpo por la forma acelerada y casi sincronizada en que subía y bajaba mis caderas.
En la inmunda habitación todo era sonidos de jugos que se entremezclaban y que salían expulsados de las partes pudorosas que se juntaban y separaban a una velocidad enloquecedora, las paredes crujían, el golpeteo de la cama contra el muro, cuerpos que chocaban con fuerzas, gruñidos de placer por parte del viejo, exhalaciones de fuerzas e inspiraciones que hacia yo que demostraban el empeño y gran esfuerzo con el que cogiendo a mi macho.
Pero nosotros no nos dábamos tregua ante la espectacular cogida que nos estábamos pegando, y estábamos lejos de querer terminar aun, mi juvenil cuerpo estaba hecho para dar y recibir placer al mismo tiempo, pero el vejete estaba decidido a hacer de esta la mejor follada de nuestras vidas.
-Cristina…, de verdad… que coges exquisitooo… nalgona…,Ohhhhh, que bien me lo comessss!! yo no… te lo… sacaría jamás…pero… ahora… te quiero… encularrr…!, me permi…tirías ese favorrrr…, me pedia el vejete entre jadeos.
Yo quien a lo lejos escucho esa gruesa voz que tanto me atraía, fui gradualmente aminorando mis movimientos, mi padrastro me estaba pidiendo hacerlo de la otra forma, y yo ya no estaba para negarle nada, una vez que detuve los meneos de mi cuerpo, yo solita me desclave del mástil de carne, y no esperando instrucciones de nadie, fuí y por mi sola adopte la posición en que se llevaría a cabo el prodigioso enculamiento en mi cuerpo que también ya deseaba.
Don Pedro no se la creía, quien iba a pensar lo obediente que le iba a salir la putita de su hijastra, enderezándose y tomando ubicación atrás de mi cuerpo que ya lo esperaba puesta en 4 patas, no lo dudo para pegarme una fuerte y sonora nalgada, en una de mis apetitosas nalgas que tantos hombres deseaban.
-Plaffff!!, retumbo en toda la habitación el fuerte palmazo en mi trasero, que era el prefacio de inminente enculamiento que se venía.
-Mmmmmfffsssss!, exclame sumisamente, cuando sentí la dolorosa nalgada en una de mis nalgas…
-Ahora te voy a partir el culo putona, así que paralo más putitaaa!!, yo sé que tú te la puedes, asi que tranquilita.
Mi viejo padrastro agarro con una de sus manos su vergota que la tenía bien parada y palpitante, empezó a dar pequeños golpes en cada una de mis nalgas, yo por mi parte comencé a menearle levemente el culo haciendo círculos, como queriendo encontrar ahora ya a esa verga que tanto me enloquecían y cautivaban, el viejo quien comprendió mi mensaje, poso sus manos grandes y callosas en cada una de mis caderas, para luego ubicar el pomo de su tranca a la entrada del anillo posterior, yo temblaba expectante por la emoción, pero cuando sentí el primer empuje del caliente viejo, instintivamente quise arrancar, mi culazo nuevamente se negaba a recibir la verga de Don Pedro, ambos nos volvimos a acomodar, el viejo comenzó a espolear mi cerrado orificio a modo de preparar el terreno, yo estaba ansiosa por recibirlo, sabía que me dolería en un principio, pero también sabia lo mucho que lo iba a disfrutar.
-Ahí te va culonaaaa!! Sienteloooo!! Arghhhhhhh!!, gruño mi padrastro cuando de un solo y firme empujón me lo introdujo hasta la mitad de su extensión.
-Mmmmmmffff! Uhhhhh!!Ahhhhhh!! Donnn!! Despacioooo –la tie…neee muy gran…deeeee!! Ohhhh…Diossss …Diosssss!!
-Ohhhhh que pedazooo de culazooooo que te gastas puta de mierdaaaa!… y como me lo aprietassssss!, este es el cielooooo mamitaaaaa!, y concentrándose en un gran impulso empujo con todas las fuerzas que pudo hacia el interior del culo de su hijastra, con el cual yo pensaba que me estaban reventando, el viejo solo le grito…–Tomaaaaaaaaaaa!!
Sentí como si me estuvieran rajando el culo con un cuchillo, así puesta en cuatro patas termine por comerme analmente toda la gruesa tranca que se gastaba Don Pedro.
Con mis dos manitas empuñando las sabanas, mis hermoso ojos azules bien abiertos y vidriosos, con mi boquita abierta en señal de grito silencioso pero con auténtico dolor, había aguantado y resistido el brutal apuntalamiento de verga en que me habían rellenado mi agujero posterior, pero a pesar de todo esto sabía que bastarían solo unos cuantos movimientos de Don Pedro para que mi cuerpo le respondiera tan gratamente como yo sabía.
Mi viejo padrastro comenzó sus movimientos de meter y sacar, no importándole si yo estaba sufriendo o gozando, la sensación de tener puesta a nalgona hijastra en aquella animal posición tal cual como culeaban los perros casi lo transportaban a la enajenación, a medida que sus morbosos pensamientos iban cruzando por su mente, él iba acelerando sus movimientos enculadores, ensartándome analmente como solo yo me lo merecía, sus gruesas y ásperas manos de mecánico me tenían bien agarrada de mis caderas, la extrema suavidad de mi piel era el otro condimento que lo exasperaban y aumentaban su lujuriosa calentura, los empellones que le asestaba a mi culazo con su pelvis eran furiosos y sonaban como cachetadas, Plaf! Plaf! Plaf! Plaf! Plaf!, retumbaban por todos los rincones de la habitación.
-Jajajaja así perrita, ya te la estas comiendo toda, te ves bien rica así enculadaaaa, jajajaja!!, me decia el viejo animandome para que me se siguiera moviendo aún más rico de como ya lo hacía, –Muévete más nalgona!, demuéstrame lo puta que eres para tus cosas!!, diciendo esto último me agarro firmemente de mis cabellos enrollándoselos en una de sus manazas y jalándome bruscamente la cabeza hacia atrás, tal como lo hace un jinete con su yegua.
–Ves cómo te tengo putonaaaa! Te estoy cogiendo por el culooooo! Y te estoy domando tal como a una yeguaaaa!!.
Te gustaaaa ser mi yeguaaaaa!!, me preguntaba sin dejar de empujar,
-Siiiii Donnnnnn, me en…can…taaa… ha…cer…la de yeguaaaaaaa!!, le respondía a grito limpio.
-Quien es tu único dueñoooooo!!, vamos dimelooooo puta de mierdaaaaa!!
-Siiiiiiiiiii !! ri.
coooo ricoooooo!!.
yo soy la yeguaaaaa, propiedad… de mi… padras…tro Ohhhh Diosssss Diossssssssss!!
-Esooo putaaaa de mierdaaaa!! Sigue gritandoooo…sigue gritandooooo!!.
Plafffffff!! Plaffffff!! Plaffffff!! Plaffffff!! Retumbaban las sonoras nalgadas que el vejete ferozmente me aplicaba en el culo.
Don Pedro seguía cogiendome ahora más rápido y con más fuerzas…
-Ahhhh…! Donnnnn… ahhh… ahhh!!… asiii…asiiii!!… cojame!! más firme!!… deme más recio…por favorrrrr!!– Me vuelve loca su vergaaa mas! Más! Mass! Másss! , le pedia totalmente salida de mis cavales, y empujando mis nalgas hacia atrás al mismo ritmo y con las mismas fuerzas en que me apuntalaban por el culo, –Ohhhh Donnnn… mis…ex novios… nunca me ha culeado ni me an partido el culo como usted lo hace…,–Asii!!… asiii!!…Me en…canta que me meta su ver…ga por el cu…loooo!! Oohh!! ohhh…mi Donnnn! Mi Doncitoooooo!! me corrooooo…me co…rroooooooo por el cu…looooooo!! Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!, grite finalmente, haciendo arrítmicos movimientos con mi cuerpo a la vez que sentía las placenteras descargas de electricidad que me nacían de las profundidades de mi tremendo culo.
-Ya está bueno culona, además que ya te corriste como una verdadera cerda, Jajajaja!!, ahora te la desclavare pero no te preocupes que aún falta mucho.
Descansamos un rato, pero solo fueron unos minutos.
Nuevamente montado encima mio Don Pedro ubico su grueso puntal de carne en mis tiernos labios vaginales, yo cerré mis ojos a la espera de lo que se venía, ya que sabía el propósito en que mi macho nuevamente me había puesto en esa posición, yo también lo deseaba, necesitaba unirme con ese hombre, me encantaba ser parte de él.
En la habitación todo olía a sexo, con mis piernas bien abiertas esperando a recibir lo que yo tanto deseaba, con el hombre viejo y desnudo montado en mi cuerpo, y esto adornado con las ropas de ambos tiradas en cualquier parte del piso, la cama matrimonial de mi mami y Don Pedro.
El vejete me la adentro un poco al interior de la vagina, quería ir sintiendo todo el inmenso placer que le daría mi adolescente vagina al momento de ir metiéndomelo, la espera me fueron elevando la temperatura.
-Don Pedro… Pongamelaaaaa!, le susurre sentimental y cariñosamente,
El vejete que no era tonto y que sabía muy bien en el estado que tenía a su hijastra, me lo volvió a meter tan adentro que sentí que me lo había ensartado hasta la altura de mis tetas, el gemido de placer que dí al sentir la potente y viril estocada fácilmente lo pudieron escuchar los vecinos, la mortal y placentera puñalada de carne que me metieron por la zorra casi me hicieron perder la razón.
-Ohhhhhhh….
Mmmmmmmmmm…Donnnn… yo soy… suya!!!…, le decia.
El vejete creía no escuchar lo que le estaba diciendo.
-Jajajaja, recuerdas cuando te dije que te iba a cojer el culo…lo recuerdassss?, me pregunto tras una brutal clavada que e propino en mi vientre.
-Siiiii Donnnnn…lo recuerdo…muy biennnnn.
Ahhhhh que rico me la meteeeeee!!
-Pues ahora te voy a coger a diario culona!!!, diciendo esto último el viejo se dio de lleno a darme furiosas embestidas provocando que mi vagina fuera un caldo.
Mi cuerpo, ante este brutal tratamiento era una maquina reproductora de puro y auténtico placer para mi, sus revolucionadas testosteronas tomaron totalmente por asalto mis curvilíneas y jóvenes formas de mi anatomía, como así también de mi mente, haciendo que perdiera íntegramente el control sobre todo mi cuerpo.
Con la descomunal verga de Don Pedro bien metida e incrustada en lo más recóndito de mi estómago, fuí víctima de innumerables y desquiciantes orgasmos que me hacían sacudirme y atenazarse firmemente al cuerpo de aquel horrible hombre que tan gratamente me cogía, no podía controlar los arrebatadores espasmos deleitosamente arrebatadores y confortables, y que a pesar de estar abajo y ser más débil que el viejo, mis femeninos empujes de acople levantaban unos buenos centímetros del nivel de la cama al obeso cuerpo de mi padrastro, quien me bombeaba como enajenado.
El feliz padrastro, seguía moviéndose frenéticamente, sentía gratamente como su verga era bañada por los calientes rocíos naturales que yo le soltaba desde mi panochita, estaba perdido en aquel dulce y perenne manantial de placeres ardientes y reconfortantes, era el sabor de lo prohibido lo que más le calentaban, saber que se estaba cogiendo a su hijastra, la que desde pequeña lo calentaba lo tenia enfermamente caliente deseándome aún más.
-Ohhhh, vas a recibirlo putonaaaa!!, Me puso en conocimiento Don Pedro cuando ya sentía sus raudales de semen que venían en la mitad de sus tronco, a la vez que me envainaba hasta el fondo una de sus últimas arremetidas…
-Échemelo bien adentro Donnnnn, lo quiero todoooo , hasta la última gotaaaaa!!, le pedía gritando como una energúmena, ya que por más que intentaba poner un fin a tanto goce mi cuerpo no me lo permitía, otorgándome orgasmos cada vez más exquisitos…
Hasta que el viejo ya no aguanto más, sintiéndose enterrado hasta mas no poder en mis curvilíneas formas, femeninas y pecaminosas, y viendo el ímpetu en que yo empujaba mis caderas contra su apéndice carnal, gritándole y haciéndole barra, y el verle mi carita angelical totalmente desfigurada por el vicio de la carne mientras yo le invitaba a llenarme de su semilla fértil, este empujo su verga hasta lo más profundo de mis entrañas, soltó siete potentes chorros de semen blanco, espeso y caliente, sumado a otros 5 que a medida que salía fuertemente escupidos desde su verga iban perdiendo fuerzas, pero que eran tan poderosos en fertilidad y vigor como los anteriores, estos formaron una verdadera laguna de lava calientemente fertilizadora en mi adolescente y plenamente fértil útero de 18 años.
–Arrrrrhghhhhhh!!, ahí lo tienes encuincla de mierdaaaa, hoy te iras a dormir con tu estomago rebosante de mi semennnnnn, Arghhhhhhhh, gruñía el caliente vejete a medida que me aplicaba sus descargas eyaculadoras…
Don Pedro se desclavo y se tumbo en la cama, invitandome a dormir abrazada con el.
Y así dormimos abrazados mientras sentía como salia un río de semen en el interior de mi vaginita destrozada por mi viejo padrastro.
Con esto pase a ser la hembra de Don Pedro, seguimos cogiendo cada vez que podíamos y a las 2 semanas me di cuenta que estaba preñada.
Le dije a mi mami que en una fiesta no me cuide, pero no sirvió de mucho porque un día me descubrió montada a Don Pedro con mi panza ya de 5 meses de embarazo, le conté toda la verdad y que el hijo que esperaba era de Don Pedro.
Inesperadamente ella acepto lo nuestro, pero que tuviéramos relaciones solo cuando estuviéramos solos.
Paso el tiempo y tuve a un niño, bien moreno como su padre al cual llame Pedro.
Con el tiempo mi madre fue mas flexible con su decisión y empezamos a tener tríos, cuando Sofi salia de fiesta, dormíamos los 3 en la cama.
Mi madre quedo preñada y todos estábamos felices.
Pero no todo fue felicidad por un tiempo, mi madre trabajaba mucho y casi no pasaba en la casa, yo estudiaba y trabajaba.
Como les dije Don Pedro era muy bueno para el alcohol, y una ves Sofi llego primero a la casa y se encontró con Don Pedro muy borracho, abuso sexualmente de ella dejandola preñada, la echaron de la escuela y nos contó lo sucedido, pero le suplicamos que no dijera nada, no podríamos vivir sin la vergota de Don Pedro.
Ella acepto pero dijo que nunca mas la volveríamos a ver y se fue a vivir con nuestro padre.
Como dije al principio, hoy tengo 27 años, tengo 5 hijos de Don Pedro, mi madre quedo preñada dos veces mas.
Lamentablemente ella falleció de cáncer hace unos años, su ultimo deseo fue que me casara con Don Pedro y así lo hicimos.
De Sofi no he sabido nada, la ultima vez que la vi fue en el funeral de nuestra madre, se caso con un hombre joven, con ellos venia un pequeño niño moreno igual a Don Pedro.
Hoy estamos viviendo en el campo para tener mas tranquilidad, el esta mas viejito pero sigue con esa misma potencia sexual que me enamoro, tenemos lo suficiente para vivir bien.
Los 3 hijos que tuvo con mi madre pasaron de llamarme hermana a mama.
Y esa es mi historia, vivimos felices en el campo con Don Pedro y nuestros 8 hijos.
Creo que estará muy feliz cuando vuelva y le cuente que nuevamente estoy embarazada.
FIN.
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