LA MUJER, CUERNOS CORNUDOS Y CORNEADORES
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Su marido ya estaba en casa cuando llegó, lo conocía demasiado bien, sabía que de nuevo, volvería al tema, entró en el baño se duchó, él le preparó la merienda, ella se vistió comodamente, hablaron de como habia ido el día y efectivamente, su marido volvio a la carga sobre el monotema, solo que volvió a sorprenderla aún mas, le preguntó si se lo habia pensado, para rápidamente decirle.
– Lo he conocido hoy, he hablado con él parece una buena persona, me gusta mucho.
María no sabía que contestarle, le parecía mentira que estuviese su marido hablando de lo que estaba hablando, simplemente no contesto no sabía que decir, solo eso, pero él prosiguió
– Solo es decidirte, no es tan malo, los dos estamos de acuerdo ¿no?, entonces, no hacemos mal a nadie, ni me importa que hacen los demas en su cama para que le importen lo que hacemos nosotros en la nuestra, es vivir algo nuevo, distinto, si no nos gusta pues, no lo volvemos a hacer.
María por fin contesto, aunque no lo que él deseaba, solo incluso para ella le pareció una excusa, intentar de forma vana que su marido se olvidara de aquello, ella en realidad no sabía que sentía con lo que le propinia si miedo vergüenza su educación simplemente no lo sabía y buscaba la seguridad de lo cotidiano de lo establecido día a día nada de sobresaltos.
– Yo no sería capaz de acostarme con alguien que no conozco, ir y meterme en una cama con él, no sentiría nada.
Alberto, su marido, agil de mente le contestó a ello como el rayo
– Puedes ir conociendolo poco a poco quedamos con él como amigo y me puedes ir dando tu opinión,
María creía vivir solo un dia repetido una y otra vez, durante meses, siempre la misma conversación, esta vez, le dijo que si, que lo conocería, casi inconscientemente estaba cansada, su marido cuando escucho aquello, ella vio su inmensa felicidad, los dias que siguieron, podía sentir el nerviosismo de su marido, eufórico a la vez que él no sentía el desasosiego de ella, cierta tristeza, todo lo había arreglado para el sábado por la noche, él, le dijo que debía vestirse algo sexy, ella solía llevar vestidos sobrios, nada llamativos, tampoco lo era el que se colocó esa noche, para lo que suelen llevar las mujeres hoy en día lo único un escote, algo más abierto, su vestido era ceñido al cuerpo, siempre habia tenido un buen cuerpo por naturaleza, alta, 105 de pecho, unos kilitos de más, el pelo moreno largo rizado, ojos castaños, por fin salieron a la cena encuentro.
cuando llegaron ya él estaba allí, lo miró era mas joven pensó, bastante mas joven, él después se lo confirmo, 35 años de edad, divorciado, vivia solo, 1,80 de altura, 79 kilos, cabello muy corto tambien negro, ojos azules, ese soy yo.
Cenaron charlaron, María, se percató que él intentaba agradárla, después de la cena, fueron a un bar de copas, ellos no solían ir, prosiguió la charla, tomaron una sola copa, cuando Alberto intento convencerla para que fueran al apartamento de él, Raul, Raul callado escuchaba, pero ella se negaba, una y otra vez tanto que Alberto se enfadó, Raul, tuvo que intervenir, diciendo que no ocurria nada, MaRía se echo a llorar, pagaron las copas y se marcharon los tres, Raul consolando a María Alberto detras aún enfadado, hasta que llegaron al coche, allí se despidieron los tres, Raul marchó a su casa solo, dandose cuenta que Alberto lo habia engañado, decia que su mujer buscaba eso y se habia dado cuenta que no que era él quien lo deseaba mientras que ella tenia una enorme inseguridad, se habia dado cuenta en la cena y el pub charlando con ella, que simplemente tenia miedo, que su marido ni se habia enterado de aquello desde el primer momento y solo estaba alli por complacerlo no por ella.
Aquella noche alberto tuvo una gran pelea con su esposa, aunque esta no habló todo lo dijo él, ella se sentia culpable de todo él la hacia culpable de todo él la hacia sentirse culpable de todo y lo peor ella lo creia así.
Por todo ello, María volvio a aceptar un mes despues una nueva cita, de nuevo su marido no le dijo nada, solo la llevó a ella, María esperaba encontrarse de nuevo con Raul, ahora no sabía si esta noche, se sentiría con fuerzas para por fin lanzarse, pero al menos mas o menos sabía con quien se encontraría, pero su sorpresa fue mayuscula cuando se vio cenando con su marido y un señor unos años mayor que ellos, trajeado, de pelo canoso, cuando termino la cena, pasearon, él hombre cambio totalmente sus ademanes, se volvio rudo, maleducado, diciendole que le iba a echar un buen polvo delante del cornudo de su marido, mientras este callado al lado de ella, solo asentía, María parecía que todo le daba vueltas, andando por la acera, junto a los dos, escuchando a aquel maleducado cuando este sin ella esperarlo le cogio la mano rapidamente y se la puso en su entrepierna diciendole a la vez esto te voy a meter, para que tu marido disfrute de sus cuernos ella en un acto reflejo quito rapidamente la mano, pidiendole a su marido que por favor queria ir a casa, ahor no fue su marido el enfadado ahora fue el "viejo" trajeado, quien empezo a decirle que era una puta calienta braguetas, una comepollas, ella lloraba su marido se encaró con el viejo, pero tuvo que optar por coger a su esposa de la mano y caminar rapido hacia delante haciendo como si no fuera con ellos lo que aquel viejo, iba vomitando por su boca.
Volvieron a casa, esta vez fue Alberto quien tuvo que pedirle perdón a su esposa, esta durmio sola esa noche, llorando, pensando en todo lo que le habia dicho aquel "sinverguenza2, pero por otrolado pesaba que se lo tenia "merecido", su marido lo habia llevado con unas esperanzas que eran mentira, pero ella solo verlo le habia dado "nauseas", era como haberlo presentido no le iba en absoluto.Pero sobretodo queria olvidar volver a seguir como antes, durante un par de semanas parecía que aquello iba a ocurrir su marido dejó de hablar de aquello, ella por su parte, intentaba olvidar todo, solo a veces recordaba a Raul, pero solo por como se portó con ella esa noche, no como nada sexual, su marido de nuevo volvio a la carga dos semanas después, es más ya tenia a otro este decia era fiable, cuando ella, finalmente le dijo, no, si saliera de nuevo sería con Raul.
Ni ella misma sabía por que habia dicho aquello pero lo dijo, su marido, intento de nuevo una cita con él, Había pasado ya tiempo, quizas él ya no estuviese interesado quizas tendria otras aventuras entre manos, pero finalmente lo consiguio, de neuvo se citaron para otra cena, esta vez ella mas segura, charlaron sin decir que habia ocurrido entre cita y cita, de nuevo se despidieron no hubo nada, aquello le gustó a Maria, no se sentia presionada, su marido le daba mas presion mucha mas que él pero tras el fracaso del viejo por su culpa ahora, ya no era capaz de presionarla como antes.
Aquella semana tras la cena, empezaron a verse asiduamente los tres, tras el trabajo por las tardes, tomando cafe, con charlas de todo tipo, hast< que en una de ellas, Alberto le contó lo ocurrido con el viejo, Raul le contestó
– En internet te encuentras gente de todo tipo y pelaje yo soy muy dificil para creerme tantas cosas, desconfio siempre desde el principio, ¿te acuerdas contigo?, desde el principio desconfiaba de ti hasta que nos conocimos en persona,
Alberto asentía, cuando María vio que era el moemnto de preguntarle algo que habia estado deseando preguntarle desde que lo conoció,
– ¿Por que no tienes pareja?. eres un hombre atractivo, interesante, seguro que muchas mujeres desearian estar contigo,
Raul la miró, en todos estos dias habían hablado de muchas cosas, pero siempre evitando el sexo, Raul sabía que eso llegaria con el tiempo hablar de sexo, confesarse él tambien, a ella no al marido este ya lo sabía.
– Estando casado, me lié con un matrimonio, me di cuenta que eso era lo que me gustaba las mujeres mas maduras que yo, además que estuvieran casadas, cada cual en el sexo tiene sus gustos yo tengo los mios y son esos, mi mujer lo descubrió nos divorciamos, para que voy a buscar otra mujer para de nuevo engañarla con el tiempo, mejor así, no me gusta vivir en un engaño.
María quedó mirandolo, asintió, interiormente lo admiró, lo veia seguro, varonil, mucho mas que su marido, calmado al hablar, pensaba mucho lo que decía y cuando lo decía se podria estar mas o menos de acuerdo con ello, pero era coherente con su forma de vivir.
Volvieron a salir de cena y de copas esta vez viernes y sábado, Raul intercambio tambien el telefono de ella ahora tenía los dos telefonos el del marido y el de ella, el lunes la llamó al trabajo, una conversación corta, solo para desearle un buen dia, pero a partir de eso, ambos empezaron a llamarse a mandarse whatsapp, llegó el siguiente viernes, Raul los invitó a ir a otra ciudad, a una discoteca tras cenar, fueron en el coche de él los tres, apenas estaba a una hora la otra ciudad, llegaron cenaron y Raul los llevó a la discoteca, era grande, más sala de fiesta que discoteca, no era para la juventud, la edad de los concurrentes oscilaba entre los 35 a 60 años, matrimonios solteras divorciadas y divorciados con lo que como supuso Raul no se verian alli desplazados le gustaria a Maria, como así fue.
Primero bailaron los tres en la pista, se sentaron tomaron una copa Maria volvio a bailar con Alberto volvieron a sentarse, conversaron pasó el tiempo, hasta que Raul bailo con ella, Alberto se quedó sentado, veia la pista desde su posición vio a su esposa bailando con él, era musica lenta, los dos abrazados, Alberto le excitaba verlos así, no dejaba de observarlos, cuando vio como la mano de Raul bajaba de la cintura y tocaba la parte superior de la nalga de ella, alberto se excito al instante sin dejar de mirar, podia ver la mano no dejaba de moverse discretamente en la nalga de ella, hasta que vio como la besaba, Alberto sintio un cosquilleo en su estomago, de la excitación, estaba excitadisimo, se tenia que mover en la silla y mover su pene para que no le hiciera daño al haberse enrollado con los vellos del pubis la cancion termino pero Alberto hubiera deseado que fuera eterna, cuando vio caminar a su mujer, venia junto a Raul cogida de la cintura, ella tambien lo rodeaba a él, hasta llegar al asiento se sentaron, Alberto solo dijo se me a hecho corto el baile, Raul imaginando lo que deseaba, tensó mas todo alli ahora tan cerca cogió la cara de Maria esta quedó quieta el la beso de nuevo introdujo su lengua en al boca recibio al suya pego sus labios a los labios gruesos y humedos de ella, sabía que Alberto los miraba atentamente y estaba mas excitado que él, con creces, como lo estaba ella, podia sentirlo, separó su boca de ella y le dijo al oido vmos a alquilar un hotel ahora, sentia en su oido la rapidisima y entrecortada respiración de ella, apartó la cara y se dirigió a Alberto diciendole la misma frase.
Se levantaron cogiendo la ropa, se fueron en dirección al parking, alquilaron dos habitaciones, simplemente por aparentar, ambas en la misma planta ambas una al lado de otra, pero solo se uso, una.
Entraron, una gran cama en el centro dos mesitas a ls lados un baño grande, pero Raul la beso de pie, sus manos se multiplicaban le tocaba las nalgas por encima del vestido pero pronto lo fue levantando hasta meter sus manos por los muslos posteriores subir hasta sus tibias nalgas ella estaba, como poseida, María se sentia como en un sueño como drogada, sentia las manos de él en sus nalgas su tacto suave a la vez fuerte sentia su sexo palpitante duro pegado al vestido de ella sentia su propio sexo humedo su vientre con un placer que no deseaba que terminara nunca, sintio como las manos de él le bajaban la cremallera del vestido e instantes despues el vestido salia por su cabeza se encontro en bragas y sjetador vio a su marido, se habia sentado en una esquina junto a un pequeño escritorio, lo miró unos instantes, para verse tendida en la cama suss pies en el suelo ella estaba sobre la parte trasera de la cama pero era incapaz de contenerse de cecir que parara, sintio las manos de Raul posarse sobre sus muslos vio como se arrodillo sintio su lengua sus besos en los muslos interiores cerca de su bragas, podia sentir su coño como se humedecia sus piernas se abrian sin ordenarselo ella, sintio como sus dedos retiraban a un lado la braga y con un placer inimaginabel sintio su lengua humeda caliente en su sexo, de pronto empezo a percibir sensaciones desconocidas para ella, fue percibiendolo lentamente como si llegara a lo lejos lentamente pero cada vez mas fuerte imparable, primero le hizo gemir, involuntariamente de forma inermitente, para cada vez esos gemidos ser mas seguidos y fuertes hasta confundirse en un imparable e imposible retener ay ay de fuertes quejidos, sentia su coño bañado en sus propios jugos como jamas antes habia expulsado, quedó quieta, inmovil su cuerpo no le respondia, tras aquel enloquecedor orgasmo, con Raul entre sus piernas, ella a merced de él, sintió como este ahora le quitaba las bragas, vio como se incorporó la levanto por la espalda le quito el sujetador ella vio a su marido seguia sentado en la silla pero ahora estaba desnudo totalmente miró su polla estaba como en sueños como drogada ahora si sabía porqque estaba así, el orgasmo la habia dejado como ida, iba dandose cuenta que poco a poco se iba recuperando que iba de nuevo sintiendo las piernas el cuerpo pero lentamente aun se sentía floja hacia como dos minutos ya que habia terminado de correrse, aun se sntia así, como una muñeca en manos de Raul, su marido se habia corrido veia su polla caida y sin embargo ni lo habia escuchado, debido al estado que habia llegado a estar ella,.
De nuevo la dejo caer hacia atras como antes y volvio a lamer su coño ahora ella lo sentia blando recien corrido, satisfecho, pero la boca de él sorbia los labios delicadamente besaba sus muslos interiorespasaba su lengua lrgamente hasta que volvio a subir e incontrar su clitoris lo saboreo lentisimamente sin la minima brusquedad solo al punta de su lengua rozaba no mas toda aquella parte, y sorprendida ella empezo a sentir que su cuerpo volvia a responder, lentamente, se sorprendió oirse de nuevo jadear a veces, sentir como se estremecia empezando a subir de nuevo un deseo irrefrenable, de sexo, desconocido en ella, aun asi él siguio atacandola sin dejar que ella tocara nada, hasta que Raul escucho sus jadeos mas seguidos, ya se habia quitado la caisa, desabrochado el pantalon sin quitarse de su postura primigenia, cuando escucho aquellos jugosos lamentos, y comprobo como ella se abria de nuevo de piernas con deseo, él se levanto se termino de desnudar, ella se sorprendió, alli tirada desde la cama, le vio aquel miembro, duro apuntando al techo, muy grueso venoso de piel mas oscura que su cuerpo, aquella cabeza roja amoratada, (23 cm) de polla, la deseo como nada en este mundo, miro a un lado su marido seguia sentado se acariciaba de nuevo la polla ahora no se masturbaba sino e la acariciaba como queriendola animar, aquella polla blancuzca delgada, que tantas veces ella hbia adorado, pensó mirandolo mientras Raul terminaba de quitarse el pantalon, sin embargo ahora su cuerpo se moria por aquella enorme polla, deseaba mas que nada tener aquella cabeza en su boca escuchar como él gemia como habia gemido ella, deseaba acariciarla tocarla chuparla, él la incorporó sentada en la cama él de pie en el suelo, ella no espero cogio con su mano sintio aquel hierro candente durisimo, como jamas habia sentido ella la polla de su marido, lo agarro y se lo metio en la boca, lo saboreo como una niña saborea un chupa chups, sintio su sabor distinto al de su marido, su olor distinto al de su marido la encendia su coño, se humedecia una y otra vez, alli sentada con aquel duro pollon en su boca, no pudo evitarlo miró a su marido, este la miraba ella aguanto la mirada varios segundos, se dio cuenta que le excitaba aun mas si cabe ver a su marido como la veia comerse otra polla que no fuera la suya como este mirandola ahora si se masturbaba mas a conciencia.
Sintio la mano de Raul sobre su cabeza aguantandola dondole el ritmo le excito verse asi como cuando el movia su pubis y le haciameterse mas aun su polla casi atragantandola ella seguia comiendosela sin dejar de tenrla ademas agarrada, hasta que él la quito, con una fuerza inesperada la volvio casi levanto colocandose ella a 4 patas sobre la cama él seguia de pie sobre el suelo, ella sintio como él paso una y otra vez su glande duro por su mojadisimo coño, aquello le provocó mojarse mas su coño, a la vez que ella suspiraba.
Sintio como entraba en su coño aquel ariete, era mucho mas grueso que él de su marido su coño lo habia notado tambien, creyo que la abrian de par en par por su coño cuando sintio aquella cabeza entrar mas y mas escucho sus propios gritos pareciendolo dar otra persona sintio su sudor, su coño como se iba expandiendo las paredes mojadisimas, como su coño lo sentia llenandose como si fuera con algo superior a lo que podia soportar, pero a la vez le hacia dar unos gritos mezclados entre placer y un finisimo dolor pero muy inferior al placer recibido quedó quieta, intentando que no le metiera mas polla su amante, su mano paso a los huevos de este y lo que quedaba por meterle de polla muy poco ya ella dando ayes, cuando sintió un azote en su culo fuerte no le dolio sintio un inmenso placer a la vez que deseo obedecer, cuando él dio un nuevo empujon su mano se resbalo de la polla y huevos de su amante dio un grito ella se sntia iba a reventar a ser incapaz de aguantar mas polla en su coño, su mano volviopara impedir le metiera mas polla como antes pero ya solo toco los huevos de él se dio cuenta que estaba pegada a él como una perra sintio su sudor por la frente su boca seca pero a la vez gimiendo de placer el dolor habia desaparecido penso por un instnte en como estaba a 4 patas como una perra pegada a un macho lo penso de esa forma tan sucia sin usar otros verbos, penso en su marido que la estaba viendo asi lejos de avergonzarse eso la calento mas seguia quieta pegada al macho este seguia igual la tenia alli sin moverse sus manos las dos las sentia sobre sus nalgas tocandola a su antojo, cuando de nuevo sintio un azote
Ella sintio el dolor del azote en la nalga pero él comenzo a moverse al instante el dolor se torno en un inmenso placer, él comenzo a moverse muy lento ella acostumbrada a que su marido la colocaba asi al final y se movia rapidamente, al sentir de esa manera y tan profundamente una polla solo era capaz de dar ayes y gemir, abriendose todo lo posible sus piernas él empezo ritmicamente a folarla dandole algun azote espaciado sonoro en su nalga ella mordia la colcha de gusto gemia cabeceaba inclinaba su cabea mordia se levantaba la cabeza ahuyaba de un placer desconocido pero sobretodo que en apenas 3 o 4 minutos se vio gritando y culenando como jamas ante hasta correrse como una loca, quedo su cabeza reposando sobre el colchon su culo ofrecido su coño lleno de polla, cuando él habia conseguido quedar parado sin correrse, aun sintió como la polla se desalojaba de su coño, ella se extendio desfallecida en el colchon sentia su coño arder pero a la vez satisfecho, se volvio él ahora estaba colocandose sobre el colchon su polla era inmensa a los ojos de ella, cuando deseo de nuevo cogerla esta vez ella no levanto la cabeza él se coloco en cuclillas le puso su polla en la boca ella la chupo, él se la sacaba cogia sus dos grandes tetas metia la polla la movia sobre las tetas pegadas las dos volvia a su boca hasta que en una de estas empezo a corerse en la boca de ella fue a sacar su polla pero ella lo aguanto queria saborear su leche necesitaba su leche la sintio llegar caliente a oleadas inundo su boca su garganta pero ella se las arreglo queria bebersela toda hasta la ultima gota, era como una mision para ella, lo deseaba, no desperdicio nada lo consiguio se la bebio toda cuando terminó, él cayó a un lado de la cama pero ella ya habia perdido toda la verguenza, se coloco a su lado pero la caeza sobre el vientre de él beso la polla la chupó beso sus huevos su vientre volvia bajar a su polla ahi quedaron descansando un rato recuperandose para un nuevo asalto poco despues,
Su marido se habia corido dos veces sentado en la silla disfrutaba con cada escena que veia, desde ese dia se convirtieron en amantes.
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