La nena de 16 años estaba mas que borracha y solo se quejaba rico

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por madurocogelon.
Desde toda mi vida he sido muy sexual, me encantan las mujeres, jóvenes, maduras, delgadas, gordas, viudas, solteras, casadas, dejadas o catafixeadas como les digo jejejeje.

En una pagina de encuentros he podido contactar a varias damas que tienen la misma búsqueda y pues nos la hemos pasado genial; cogiendo con una y luego con otra siempre hay quien esta disponible para coger.

Lo que me motivo a escribir fue un relato que vi de una mamá que estaba borracha y que su hijo le hizo de todo y ella sin inmutarse.

Total ese día (Diciembre pasado) mi esposa estaba en EU con su hermana y pues obvio a darle con quien estuviera dispuesta.
Para ese entonces empezaba a coger con Diana y la verdad cogía como si se fuera a acabar el mundo, me dejaba siempre bien satisfecho.
Toda la tarde nos la pasamos cogiendo, yo sabia de su hija, de hecho ya la había conocido y muy guapa la chamaca, bueno la mamá le heredó muchos de sus atributos.

Cogimos en el hotel y en un rato que descansamos le llamo a su hija Ana para saber si estaba bien, ya que había ido a una posada con sus amigos de la prepa, total todo estaba muy bien y seguimos cogiendo.

Cuando la fui a dejar a Diana a su casa, entra la llamada del celular de su hija, pero era voz de hombre.

– Es usted la mamá de Ana ? le quiero comentar que su hija se puso mal y creemos que se desmayo.

Obviamente Diana se alteró y le dijo que en donde estaban, le pidió la dirección y nos fuimos a buscar a su hija.

Cuando llegamos la vimos en la cama totalmente borracha, inconsciente y babeada (se le salia la baba) jajajajaja
A su lado estaba otra chica en iguales condiciones y los otros eran puro chamaco de edades similares algunos pedos otros no tanto.

Total la bajamos como pudimos, entre que la cargaba y la sostenía en las escaleras.
le agarraba las nalgas y pues su mama no me decía nada con el apuro, el enojo y la preocupación.

Llegamos al auto y la acostamos en el asiento del copiloto para que estuviera recostada totalmente y nos regresamos a su casa.
Diana su mamá iba en el asiento de atrás.

De vez en vez yo movía a Ana para saber si estaba bien, pero mas bien era para agarrar los senos de la borracha.

Total llegamos a su casa y Diana se bajo del auto a llorar, me acerqué y la quería abrazar pero me rechazo, me dijo que mejor me metiera en el auto.
que cosa me dijo !!!

Estando yo en el auto con la nena borracha, lo primero fue moverla para ver si reaccionaba, obvio agarrándole las piernas y llegando casi a su vagina.
la borrachita ni se inmutaba.

Empece a meter mi mano en su blusa y le agarraba los senos, se los apretaba y le pellizcaba el pezón.
Ana solo pujaba quedito.

Como no tenia mucho tiempo, empece a meter mi mano haciendo a un lado su tanga hasta que llegue a la zona prometida, llena de vellitos, me detuve tantito para ver si despertaba.
ni un solo movimiento de ella.

Ya con mi mano ahí ni modo de no meter mis dedos, y así lo hice, empece a sobar su vagina desde afuera, Ana solo pujaba quedito y poco a poco fui metiendo mi dedo a su vagina, estaba suave calientita, le metí el dedo lo mas que pude y que me permitía la posición que ella tenia, al sentir mi dedo hasta dentro ella empezó a gemir rico, pero la borrachera no le permitía ni siquiera abrir los ojos.
Obvio yo no perdía detalle de donde estaba su mamá en pleno lloriqueo.

No sé en verdad si a Ana ya se la habían cogido o se vino o así se moja, pero mi mano salio empapada y yo feliz claro.

Diana se repuso un poco y se acercaba al auto, saque mi mano del paraíso y me incorporé como si nada.

Llegó uno de los primos de Ana y como si fuera una muñeca la cargó y la subió al departamento de ellas.
Para colmo había varios parientes ahí así que todo mundo se enteró de la borrachera de la niña.

Después de que le bajaron la borrachera a Ana, le dije a Diana su mamá, vamos a tomarnos una copa para que te calmes
pasamos por unas cervezas al oxxo y al hotel.

Ella no sabe que esa noche le estaba metiendo el mismo dedo que unas horas antes le había metido a su hija.