La niña del balneario (II)
Tras huir temeroso de las consecuencias de espiar a esa niña, me armé de valor para algo más.
Salí del lugar con el corazón latiendo a mil, cuando me fui, no vi al dueño del lugar por allí, a veces descuidaba la entrada supongo por la poca gente que solía haber y al ser un pequeño pueblo la mayoría de gente se conocía aunque fuera de vista.
Llegue a mi casa nervioso temiendo que alguien me hubiera visto, tuve insomnio y estuve muy inquieto. La siguiente semana no fui a nadar, una parte de mi quería ya no pasar por allí para evitar problemas, no obstante, poco a poco, el miedo se fue desvaneciendo y me dije a mi mismo: “bueno, nadie me vio hacer nada, pude equivocarme al entrar a las regaderas de mujeres por un segundo, pero inmediatamente salí de allí al notar mi error”. En parte era cierto, aunque se sintieron como varios minutos, en realidad fueron unos segundos los que espié a la niña.
A la siguiente semana, decidí ir a nadar. Cuando me encontré al dueño me saludo como si nada, me preguntó por qué no había ido a lo que le comenté que me había resfriado. Todo estaba normal, nadie se dio cuenta de lo que hice. La tranquilidad duró poco, pues la lujuria nuevamente me invitaba a mirar a esa nena, o quizás más… ¿Qué tal si me equivoco de duchas deliberadamente…? o incluso, ¿Qué tal si decido mirarla abiertamente? La piel se me erizaba, tenía que hacer algo, el deseo me estaba consumiendo nuevamente, y ver ese hermoso cuerpo de nena entrando a la pubertad era lo más placentero que había vivido en años.
Esa semana la vi, pero no estaba nadando, estaba en los juegos jugando con unas muñecas o algo así, preferí evitarla para que no me viera y aprovechar otra oportunidad. Pasaron los días y al fin, volvimos a coincidir, la chiquilla salió de la piscina y tomo sus cosas rumbo a la regadera. Mire alrededor, era increíble, de nuevo no había nadie, solo ella y yo, estaba listo para poner en marcha mi plan.
(Aquí cabe hacer un paréntesis, no vale la pena profundizar en ello, pero, aunque en ese momento no lo sabía, tiempo después me entere que el dueño del lugar se follaba a la señora de la limpieza, es decir, a la madre de la niña. Aprovechando para ello los momentos en los que hubiera poca gente, cosa que causo un gran conflicto que haría que tiempo después corrieran a la señora).
Miré a todos lados, fui a las duchas de caballeros a dejar mis cosas y tras unos segundos allí estaba de nuevo el ruido del agua. Ese sonido me excitaba tanto al saber a mi pequeña ninfa desnudita con ese hermoso y carnoso cuerpo. Espere unos veinte segundos, tome aire como si fuera a bucear y entre al baño femenino a hacerle compañía a mi amor platónico.
Yo: Hola, perdón que te moleste
Niña: ¡¡ay!!
Dio un grito de susto al verme entrar, la próxima acción que ella realizase determinaría el rumbo de la situación para siempre. No planeaba obligarla a nada, ni asustarla, quería ser amable y si mostraba cualquier ápice de desagrado me iría de allí para siempre.
Yo: Perdóname por asustarte, lo que pasa es que no hay jabón en las duchas de al lado, quería saber si aquí tenían de sobra. No era mi intención molestarte.
La niña se cubría su vaginita, pero sus pequeños botoncitos estaban completamente al aire, evite a toda costa clavar mis ojos en ella para evitar asustarla.
Niña: Aquí esta
La pequeña me ofreció el jabón que estaba usando, seguramente era de ella.
Yo: Pero es tuyo ¿no? Me da pena quitártelo
Niña: Está bien
Yo: Por cierto, me llamo Gabo, vivo cerca de aquí y vengo seguido a nadar, ¿Cuál es tu nombre?
Niña: Anna
Yo: Dime Anita ¿te molestaría si termino de bañarme aquí para no dejarte sin jabón?
Ella asintió con la cabeza. Era tímida, pero no me tenía miedo, si hubiera gritado, puesto ojos llorosos, exclamado por su mamá, cualquier señal de desagrado me hubiera disculpado e ido.
Mi pene estaba erecto totalmente bajo el traje de baño, ella estaba completamente desnuda, y con toda la naturalidad del mundo baje mi short en frente de ella. Mi pene se liberó y rebotó como si fuese un resorte. La niña abrió los ojos como platos e incluso cuando vio el movimiento accidentado de mi miembro no pudo evitar esbozar una tímida sonrisa, como si hubiera visto algo gracioso.
Yo: ¿sabes? Ya casi no viene gente aquí, cuando yo era de tu edad venían muchos niños, me gustaba pasar horas en la resbaladilla.
Mientras hablaba trivialidades, enjabonaba mi cuerpo, mis brazos los llenaba de jabón y posteriormente los tallaba con la mano opuesta, cada sección de mi cuerpo era sujetada con fuerza y acariciada en movimientos de arriba hacia abajo, pues ese movimiento lo haría con mi pene enjabonado en su presencia, mirándola a los ojos y no lo soltaría hasta eyacular toda mi leche en mis manos.
Yo: Por cierto ¿Cuántos años tienes?
Anna: 11
Una descarga eléctrica recorrió mi cuerpo, estaba en su punto, lista para ser amada por un hombre. Mi mirada estaba perdida lavando mi cuerpo, de reojo veía como me observaba el falo, al terminar cada frase o hacer una pregunta volteaba a verla a los ojos, como si estar desnudos fuera de lo más normal. Notaba como miraba mis ojos, inmediatamente retiraba la mirada por la timidez y la dirigía a mi miembro el cual también dejaba de ver rápidamente por la vergüenza. Sus labios formaban una sonrisa tierna y nerviosa, como si estuviera a punto de robar una golosina o hubiera hecho algo de lo que no quería que su mamá se enterase.
(Olvide describirme, soy el tipo de persona que siempre ha hecho ejercicio, pero con ropa me veo normal, el típico delgado que no llama mucho la atención. Sin ropa, o con camisas sin mangas es cuando si se nota mi musculatura, no es impresionante, pero he recibido cumplidos tanto de hombres como de mujeres).
Nunca disimule mi enorme erección, incluso movía mi pene a voluntad para que no dejara de mirarlo. Ya con el cuerpo totalmente enjabonado solo faltaba mi miembro, lo hice lentamente, con el jabón que ella previamente pasó por su hermoso cuerpo desnudo infantil, unté mi pene con abundante espuma. Deje de charlar y solo se escuchaba en el cuarto el ruido de las regaderas y un plap plap plap cada vez más fuerte.
Desde que yo llegue ella no hizo otra cosa que verme bañarme delante de ella, mirando atenta mis movimientos e hipnotizada por mi pene erecto rebotando a escasos centímetros de ella.
Debió ser una paja de 1 minuto o menos, que simulaba que me estaba lavando esa zona, pero creo que esa niña no era tonta y sabia o al menos intuía que había algo en ese masaje erótico.
Que delicia de masaje, la tenia tan dura por ella, sus caderitas, su mano tapando torpemente su vaginita, pues la conversación y mi figura hicieron que olvidara su pudor.
Aceleraba la fuerza y velocidad de mis bombeos, mientras imaginaba lo delicioso que debia ser tomarla allí mismo, besarla, frotar mi pene en todo su cuerpo previo a penetrarla.
Quería hacerla mía, pero no debía, tenia que ser poco a poco, se notaba tímida y a la vez curiosa, solo era cuestión de tiempo para que quisiera tocar mi miembro, o quizás…
A unos segundos de acabar la mire a los ojos, le dedique una sonrisa y me la correspondió desviando la mirada tímidamente, momento en el cual tuve el mejor orgasmo de mi vida. Evite con todo mi ser gemir, pero mi respiración seguramente se agito bastante. Termine de enjuagar mi pene y mi cuerpo, mi pene se volvió flácido por primera vez en todo el encuentro. Tomé mi toalla y comencé a ponerme el traje de baño y me preparaba a vestirme en el vestidor de al lado.
Yo: Es genial tener a alguien con quien platicar Anita, eres una niña muy agradable, ojalá me vuelva a quedar sin jabón para poder hablar contigo.
Anna: Si, está bien –dijo tímidamente-
Me retiré del lugar rápidamente con miedo a ser descubierto dejando a la niña tal cual como me la encontré, emocionado y nervioso del potencial sexual de esa nueva interacción, pero a su vez el peligro que esta suponía. No tenía idea de lo que sucedería en nuestro próximo encuentro.
Continuara…
Hola que rico relato ah deber Sido muy rica esa experiencia espero el.siguiente relato
Uff excitante sigue por favor
Excelente relato, en verdad va evolucionando la trama
Nuevmente felicidades, un genial relato y bien manejado cada novedad, los has dosificado de maravilla, vamos por el tercero
Ahora yo estoy enamorado de Anna xd
Va muy bien, sin duda pinta excelente!