La P3d0f1la Profesora Teresa – PARTE 1 (Introducción)

Una dulce chica educadora despierta deseos sexuales inesperados en ella y todo por azares del destino..
Mi nombre es Teresa, soy educadora de Cuarto Grado, para infantes de entre 9-10 años, aparte de mi trabajo por la mañana, me dedico por las tardes a regularizar niños, tengo 25 años, así que como imaginaran, no soy de esas viejas maestras que llevan 40 años de servicio, soy una chica recién graduada como profesora y estoy en mis primeros años en el trabajo, disfruto trabajar con niños, son a esa edad siempre tan lindos, tan inocentes, tan hermosos, tan maleables, que es un agasajo.

Soy sola, nunca he tenido novio o novia a largo plazo, a pesar de que había en mí cierta curiosidad bi, jamás me di el tiempo de explorar eso, por el momento sólo me dedico a mi trabajo y bueno mi historia se desarrolla hace unos años y debo ser honesta y confesar algo, me encanta bajar piratería del Internet, pelis, música, usando un programa muy popular llamado uTorrent, que podía dejar descargando cosas toda la mañana mientras yo estaba en la escuela y por las tardes checar todo lo bajado.

¿Por qué digo esto? Bueno, una de esas veces checando lo que había descargado, me encontré con algo mal nombrado y al abrirlo no era la película que puse a bajar, sino algo más, un filme porno!!! Pero no cualquier porno, era un filme de p3d0filia y me di cuenta mientras lo veía curiosa, se llamaba Los Amigos de Valya, en él aparecía una nena rusa de unos 8-10 años, quizás menos, entrando en un cuarto normal, platicaba mucho, qué, no sé, porque no hablo ruso, y sonreía de oreja a oreja con sus chimuelos dientes, se acostaba en la cama y empezaba a colorear, muy linda la peque, con su playera roja, su short de mezclilla, sus calcetitas blancas con olanes y un moño en el cabello.

Y yo decía qué es esto y conforme avanzaba, el hombre que la tomaba mientras ella dibujaba, le bajaba su short y con su gorda mano empezaba a acariciar el coñito de la nena por encima del calzón, imaginando a dónde iba esto, cerré el video y ahí lo dejé, no lo moví a la papelera de reciclaje, quizás me alarmó un poco y suponiendo que era esto, pensé como hay gente enferma en este mundo, pasó, me dedique a mi trabajo de la escuela, calificar exámenes, tareas, etc.

Sin embargo, mientras lo hacía en mi mente se me revelaba la linda nena del vídeo y cómo iba a ser parte de Dios sabe qué y no sé porque pero la curiosidad me ganaba por saber que pasaba, no sé si hice bien o mal, pero un poco temblorosa de las manos, ansiosa, regresé a mi compu, me senté y reabrí el vídeo y pensé si se pone feo, lo borro de golpe.

La gorda mano se introducía bajo el calzón de la nena y directa le tocaba su puchita, la nena no decía nada, parecía que fuera algo normal para ella y acto seguido le bajó todo el calzoncito de un tirón y la dejó desnuda de la cintura para abajo salvo por sus calcetas blancas de olanes y la niña sólo murmuraba y sonreía.

El vídeo salta de escena y acto seguido ella esta sentadita en la cama, viendo a la cámara y se ve que el hombre deja a esta en un mueble y se acerca a ella, era gordo, aunque dejaba su cara fuera del cuadro, sólo se veía su obeso cuerpo, iba hacia la nena y la hacía levantar sus brazos y le sacaba su playera de un tirón y la dejaba ya desnuda con sus planas tetitas al aire y lo que pasó después me sorprendió, el tipo se sacó su verga semi erecta ya, y la nena la tomó y la empezó a chupar y se ve que no era la primera vez, porque la niña sabía mamarle el pito al tipo.

Yo contemplaba esto con la boca abierta, el sujeto separó a la niña, se encueró totalmente, era grotesco, gordo, con su panza peluda, que chocaba con una nena, rubita, frágil, diminuta, inocente y se fue a parar al otro lado del cuarto e hizo que la nena se pusiera de rodillas y fuera gateando como perrita a él y una vez cerca de él le seguía chupando el pito, le lamía las bolas, mientras el sujeto le acariciaba el cabello y así estuvieron un buen rato, hasta que la nena se separó y se ve que se la iba a coger, cuando zaz, se acaba el vídeo, yo contemplaba como una zombi en trance, y ver que se cortó el vídeo me sacó de mi estado, no sabía ni que pensar de esto, sí me molestó, no realmente, me gustó, tampoco, me causó asco y repulsión, nop, curiosidad, mucha…

Quise dejar de pensar en esto y dedicarme a mi vida normal, pero este maldito vídeo se me revelaba, hasta acostada tratando de dormir, en la escuela mientras los niños trabajaban, me quedaba ida pensando en el vídeo, por que estaría pensando tanto en esto y total que para no hacer el cuento largo, después de varios días generándome ansiedad, llegué a la conclusión que quería ver más, estaba curiosa y empecé a investigar como bajar vídeos de p3d0filia, la llamada child porno, de la Internet y dí con un programa llamado Tor, además de una página de relatos de sexo, no esta jejeje, ya desaparecida, que compartían links de pedo para buscar vía Tor.

Una noche después de cenar, instalé el programa en mi compu, era lento, pero no tan difícil de correr y empecé a buscar y en efecto, encontré vídeos, galerías de fotos, páginas completas dedicadas a la p3d0filia, en lo más recógnito de la dark web, creo le llaman. Y me puse a bajar algunos, no lo podía creer, que me estaba pasando, por que querría ver más abuso a niños…

Y cuando ya bajé algunas cosas, me dispuse a ver y resumiendo, pasé hasta altas horas de la madrugada viendo todo esto, muy acalorada, temblorosa y no podía creerlo, seré una enferma, me estaba excitando con esto, ver a niñas chupando vergas, siendo llenadas de cum, sentándose en pitos parados que se introducen en sus pequeñas puchitas, mujeres abusando de niños varones, hombres abusando de niños.

Llegó un momento de la noche que ya no aguanté, me bajé mi pantalón de mezclilla, mis bragas y ahí sentada frente a la compu me empecé a masturbar con esto, estaba excitadísima, no me podía controlar, era como una droga que sin querer llegó a mi vida y despertó algo en mí…

Yo seguía con mi trabajo de maestra enseñando a niños pequeños, como la joven y simpática educadora que todos me ven, pero por las tardes noches, era una depravada, una enferma que se daba grandes masturbadas viendo p3d0filia, no lo podía creer de mí, pero conforme pasaban los días y yo seguía alimentando mi placer con estas imágenes, quería más y más.

Llegué al punto de desnudarme completa y gemir fuerte, mientras en la pantalla de mi PC una nena era cogida por un sujeto depravado, sería yo una pedófila, no lo sé, pero jamás me había excitado tanto con ningún hombre o mujer, como lo que estos nenes y nenas de los vídeos me movían y así se fueron un par de semanas y me hice una gran consumidora de porno infantil, veía las cosas más depravadas y me masturbaba fuerte con ellas.

Mientras que en el día, seguía siendo Teresa, la educadora joven, amable, agradable, dulce que todos veían y claro me hice tan adicta al ch1ld p0rn0, derivando a que era inevitable que mi cerebro fantaseara con mis alumnos y alumnas y me decía no Tere, una cosa es ver a escondidas y excitarse con ello y otra cosa muy distinta es que tu vayas y hagas algo a nenes, filosofía que no duró mucho, puesto que al pasar un par de meses, alimentando mis días con child porno, estaba más que convencida de que yo quería saber que se siente, chuparle la puchita a una nena, el pitito a un niño, tener sexo con ellos, que me cogiera un niñito con su verguita, meterle un dildo yo a una nenita, sip, no podía evitarlo ya, quería tener a un peque para mí, pero ¿me atrevería a hacer algo real y como…

Después de pensarlo mucho, llegué a la conclusión de que en la escuela sería difícil, por no decir imposible intentar hacer algo, así que si iba a abusar sexualmente de un menor, tenía que ser en mi casa, bajo mis términos, en una situación controlada y para ello aprovecharía mis trabajos de regularización a domicilio, ya que tenía nenes y nenas de Primaria siempre desfilando por mi propiedad y pensar que ellos ni se imaginaban la maestra depravada que tenían, porque sí después de todo este tiempo, decidí aceptarme que en efecto era una pedófila enferma, porque eso es lo que yo era, el grado de excitación que esto me provocaba era masivo, como jamás lo hizo las relaciones con hombres, o mujeres, de mi edad.

Era hora de dar el siguiente paso y yo tener sexo con una niña y/o un niño o ambos, no había vuelta atrás…