La pequeña Alejandra y el doctor ( 1 )
Una pequeña ninfomana es penetrada por su pervertido médico .
La pequeña Alejandra y el doctor (1).
Alejandra era una pequeña niña que vivía con su madre Silvia, su padre Rodolfo y sus dos hermanos mayores. La niña desde pequeña sufría de una rara enfermedad la cual consistía en que tenía a la altura del pubis una abertura la cual no cicatrizaba y le supuraba un líquido.
La familia residía en el estado de Querétaro y cada 15 días trasladaban a la niña a un hospital en la Ciudad de México. Dentro del nosocomio trabajaba el Doctor Torres quien estaba al pendiente de la evolución del tratamiento de Alejandra y siempre atendía a esta paciente, pues la madre exigía que él las atendiera.
Ya dentro de la consulta el doctor examinaba a Ale, como siempre lo hacía con todos sus pacientes, al terminar el doctor Torres se retiró a su escritorio para darle la receta a la señora Silvia, pero ella siendo astuta y abusiva, empezó a llorar y a comentarle al doctor.
-(Silvia) Ay doctor por favor no nos mande medicina cara, no tenemos dinero para comprarla. De hecho conseguimos dinero para poder venir hasta acá.
-(Doctor ) No sé preocupe, el medicamento se lo van a dar aquí en la farmacia del hospital.
El doctor les entregó la receta y antes de despedirse les dio 300 pesos.
-(Silvia) Gracias doctor este dinero nos va a servir de mucho.
Pasaron otros 15 días y nuevamente la llevaron al mismo hospital y con el mismo doctor.
Dentro del consultorio el galeno hizo que la pequeña descubriera la parte afectada y la pequeña bajó tanto su pantalón que el doctor pudo ver completamente la parte íntima de Alejandra, ya que la abertura la tenía a escasos 3 cm de su vagina.
El doctor quedó atónito y no sabía qué hacer. La pequeña incluso abría más sus piernas y arqueaba su cadera hacía arriba con toda la intención para perturbar al médico .
De pronto el doctor Torres sintió como se despertaba su verga debajo de su bata.
-(Silvia ) Doctor! Doctor.
Gritó más fuerte la señora
-(Silvia ) Doctor.
El doctor Torres reaccionó y despertó de su transe.
-(Doctor ) Sí, dígame señora! Lo que pasa es que pensaba en qué otro tipo de tratamiento darle a la pequeña, que no sea invasivo y que no le cueste ningún peso.
Seguiré examinando a Alejandra, pero deberá ponerle a su hija esta bata de pacientes y usted tendrá que esperar afuera. Cuando termine podrá entrar por su hija.
-(Silvia) Claro doctor. Hija ven te voy a poner la bata.
Cuando la Señora salió el doctor acomodó a la niña sobre la cama de inspección, tomó su estetoscopio y se lo puso en el pecho.
-(Doctor ) Respira. Muy bien. Respira otra vez. Perfecto mmmm
El doctor cuando le colocaba el estetoscopio por la espalda a la pequeña con su otra mano tocaba sus pequeños senos y los masajeaba. Esta táctica la hacía varias veces.
A la niña parecía no importarle y se veía que lo disfrutaba.
En seguida le dijo a la pequeña
-(Doctor ) A ver vamos a ver otra vez tu herida. Recuéstate y descubre tu pancita.
Así lo hizo la pequeña Alejandra, pero en este caso subió la bata hasta la altura de sus diminutos pechos.
-(Alejandra )¿ Así, doctor.?
Eso que vio nuevamente el doctor Torres fue un estupendo paisaje sexual e hizo que su verga engrosara y creciera tanto que el mismo pantalón le producía dolor sobre la polla y las bolas del médico.
-(Doctor ) Por supuesto que así estás bien, voy a palpar tu herida. Ok
El doctor pasaba sus manos por la herida de la niña, pero sus ojos estaban concentrados en la cuca de Ale. El galeno hizo que la pequeña abriera sus piernas y él quedó en medio de estas. Con sus dedos palpó la herida y trato de rozar con esa misma mano la vagina.
-(Doctor ) Sientes alguna molestia o dolor.
-(Alejandra ) No, solo unas cosquillas.
-(Doctor ) ¿Cosquillas? ¿Dónde?
-(Alejandra ) En mi cosita.
-(Doctor ) Es normal pequeña, voy a seguir checando tu abertura. Si quieres puedes cerrar tus ojitos y pensar en una caricatura o algo que disfrutes.
El médico al ver que Alejandra había cerrado sus ojos, acercó su nariz a la vagina de la niña y aspiró tan profundo para poder sentir ese delicioso manjar que se le ofrecía a la mesa. El doctor de pronto pasó su lengua por encima de los labios vaginales de la niña y al no ver reacción negativa de Ale, pasó nuevamente su lengua.
-(Doctor ) Sí tienes molestia o dolor dime, pero no abras tus ojos. Tal vez te duela un poco la herida, aún así sigue con tus ojos cerrados. Ok
El doctor quería penetrar a la niña en ese momento al ver a la niña semidesnuda en posición de misionero, con las piernas abiertas a su entera disposición, hicieron que el doctor bajará rápidamente cierre de sus pantalones y sacará la mega verga que tenía más dura que una roca.
Con su mano izquierda palpaba la herida, con la derecha se masturbaba y con la boca le daba placer a la pequeña. Por unos instantes el médico deshonesto dejó la herida de la niña y se concentró en jugar con la parte íntima de Alejandra, abría y cerraba los labios vaginales y trataba de enterrar uno de sus dedos, el cuál se lo llevaba a su boca y lo chupaba. El falo del macho estaba a punto de descargar toda la leche que traía dentro.
El médico libidinoso al sentir que se venía se levantó y apuntó su cipote en dirección a la herida y la concha de la pequeña.
-(Doctor ) No abras tus ojos.
Con voz jadeante le decía
-(Doctor ) Uff ahí te van ahgg.
La niña al sentir que algo tibio le caía cerca de sus zonas íntimas abrió un poco sus ojos, pero los volvió a cerrar.
-(Alejandra ) ¿Qué es?
-(Doctor ) Te dije que cerraras tus ojos. Esta es una crema que te ayudará a lubricar y para que tu lesión no se infecte.
El médico de inmediato acomodó su verga aún goteando de semen dentro de su pantalón, tomó unas gasas, cubrió la parte donde le había embarrado sus mecos y le colocó cinta micropore.
-(Doctor ) Ahora sí ya puedes abrir tus ojos Ale. ¿Dime qué fue lo que sentiste al momento de realizar tu curación? Eres la primera paciente que le doy este nuevo tratamiento. Además es gratis y a tu mamá le va a encantar.
El galeno se puso de pie y fue por la madre de la pequeña.
-(Doctor ) Señora Silvia la herida de su hija ha evolucionado favorablemente, tuve que implementar una táctica de curación sobre la llaga de Ale e incluso le puse unas gasas sobre la crema que le aplique. Cabe mencionar que hasta mañana se las quite, pero le recomiendo que sea bajo la ducha para que se despeguen perfectamente.
-(Silvia ) Gracias Doctor es usted un santo y un excelente doctor.
-(Doctor ) Sólo hago mi trabajo señora. Le entregó su receta y no se le olvide el día de su próxima cita.
La señora al ver la receta observó que decía aplicar suero intravenoso y que además tenía un billete de 500 pesos.
-(Silvia ) Ay doctor gracias otra vez. Es usted el mejor de todos.
-(Doctor ) Favor que me hace ja ja. Señora Silvia se me olvidaba decirle que la siguiente cita no podré atender a su hija. Y no podré aplicarle el suero.
-(Silvia ) ¿por qué?
-(Doctor ) Bueno mire señora se acercan mis vacaciones y no voy a venir al hospital.
-(Silvia ) No doctor no me haga eso. Nadie va a atender a mi hija como usted.
Eso decía la señora sólo por el dinero que le daba el doctor Torres.
En ese momento se le vino una idea pecaminosa al médico.
-(Doctor ) Sólo voy a trabajar en mi consultorio particular. Si gusta que la atienda ahí, será un placer.
-(Silvia ) Me da pena doctor, pero ya le había dicho que somos muy pobres y no tenemos dinero para pagar. Si hubiera alguna forma de que nos apoye, sería un gran alivio para nosotros.
-(Doctor ) Por eso no se preocupe ya abra otra forma de cobrarme. Yo las voy a apoyar con los pasajes, en tanto lleguen a mi consultorio les daré el dinero que gastaron.
El médico le entregó un documento en dónde decía la dirección del consultorio. La señora se quedó tan contenta porque le podría sacar más dinero al doctor y eso la hacía muy feliz.
A los siguientes 15 días llegaron puntuales a su cita en la clínica particular solo se encontraba el doctor y no había nadie más. Saludaron al doctor no sin antes decirle que había gastado mucho en los pasajes y que no había probado bocado desde la noche anterior .
El doctor Torres solo sonrió y le dio un billete.
-(Doctor ) Tenga señora vaya a comer a dos cuadras hay una fonda, en lo que inspeccionó a su hija.
Antes que saliera la señora el doctor le colocó un suero intravenoso a la pequeña el cuál le agregó un tranquilizante. Y le hizo plática a la señora Silvia para esperar a que hiciera efecto el medicamento. Transcurridos unos 10 o 15 minutos el doctor observó que Ale estaba semi inconsciente y le dijo a la Señora.
-(Doctor ) Vaya a comer, por su hija no se preocupe estará dormida alrededor de 30 minutos y después le haré su curación. Cuando llegue si no me ve no se asuste voy a checar a otros pacientes del otro lado de mi clínica, sólo espere a que yo la llame para que vea como es la curación.
-(Silvia ) Gracias doctor
En tanto la señora Silvia salió del consultorio el médico cerró la puerta y se dirigió hacía la pequeña al verla inmóvil se emocionó como un colegial al ver a su novia. El galeno se acercó y movió a Alejandra para cerciorarse de que estaba en un profundo sueño. Al no ver reacción comenzó a despojar de su ropa a la niña, una a una prenda a la vez.
Le quitó el suero que ya casi estaba vacío para que no le estorbara. Con sus manos acariciaba todo el cuerpo desde su cabeza hasta los pies.
Para no perder ningún detalle el doctor Torres comenzó a grabar con su celular todo lo que estaba haciendo con Ale.
Lo primero que hizo fue quitarse la bata y su camisa, acercó su rostro a la niña e inició a besarla de una forma tan apasionada.
-(Doctor ) ¿Querías Verga pequeña? Pues ahora te la voy a dar, toda, toda va ser para ti y tus pequeños orificios. Crees que no me daba cuenta de que eras una putita igual a tu madre.
El galeno seguía en su afán de coger a la niña, con la lengua le recorría todo el cuerpo y hacía énfasis en la concha infantil. Pareciera que un animal salvaje devoraba a su presa.
Sus ojos estaban desorbitados, el latido de su corazón se agitaba, su garganta estaba seca debido a la lujuria que poseía los instintos del médico.
El doctor Torres con desesperación desabotono sus pantalones, los bajó a la altura de sus rodillas con todo y calzones , de donde brotó una mega bestia que había estado prisionera dentro de sus bóxer. La verga estaba con un grosor descomunal, su erección había sobrepasado sus límites, estaba a reventar y con un goteo exagerado de precum. El médico jamás había sentido su verga de esa forma además que intuía que era una ninfomana a tan pequeña edad.
-(Doctor ) Ahora sí vas a sentir mi verga en tu panochita pinche putita caliente. Y si nos da tiempo te voy a desflorar también tu culo. Mmmm
El doctor se colocó encima de Alejandra, colocó su grande polla en la entrada la pequeña vagina de su paciente y se la enterró de un solo golpe, era tanta la calentura que poseía el doctor que no le importó si lastimaba a la infanta. Enseguida comenzó a follarla de una forma muy ruda, sacaba todo su miembro y lo volvía a enterrar de un solo movimiento, solo se escuchaban sonidos leves que salían de la boca de Ale, además de los jadeo del abusador. En esa posición duraron escasos 10 minutos, cuando decidió sentarse en una silla, cargar a la pequeña y ensartar su orificio, esa pose era como si estuviera cabalgando la niña sobre su gran falo erecto. Al ver como entraba y salía su polla monstruosa con gran facilidad de ese orificio el doctor imaginó que la peque ya había sido antes usada por alguien más.
Tomaba a la niña por la cintura, la elevaba un poco, la soltaba para que al caer se enterrara sobre su cipote de macho lujurioso y que entrará de sopetón en la cueva vaginal de Alejandra, esa escena lo ponía más excitado que nada, sus jadeo eran tan fuertes bramaba como toro que casi se podían escuchar a fuera de la clínica, pasaron otros 12 minutos aproximadamente y al ver su reloj optó por cambiar de posición, tomó a la pequeña la colocó boca abajo en la cama de inspección, colocó unas mantas abajo del vientre de la niña para de esa forma alzar su cadera de Ale, el culito de la niña estaba a su merced del señor Torres, con ambas manos abría las nalgas de Alejandra, él quería seguir disfrutando, pero sabía que la señora Silvia no tardaba en llegar, así que solo le puso crema anestésica que tenía en el cajón, se embarro de otra alrededor de su miembro varonil y comenzó a perforar el pequeño culo que tenía solo para él. Entraba y salía la verga monstruosa del pequeño fundillo de la pequeña, las embestidas cada vez eran más sádicas, solo se escuchaba el sonido de las bolas del doctor cuando golpeaban el trasero de la niña. El médico estaba tan perdido en la follada que no se percató que la niña Alejandra estaba consciente y disfrutando de la súper cogida tan cachonda que le profana el galeno. La golfita solo jadeaba y con su voz infantil pedía más.
-(Doctor )¿ Estás despierta?
El doctor retiró su miembro del culito de Ale muy asustado, pero la pequeña Ale le dijo.
-( Alejandra ) Nooooooo. Por favor no lo saque. Me gusta mucho lo que me está haciendo.
El médico no sabía que hacer , por un lado su lujuria era tan grande y por el otro el miedo que eso le podría acarrear. La pequeña nuevamente le pidió que la siguiera follando, pero ahora lo quería encima de ella.
-(Doctor ) Es en serio, ¿Quieres que lo siga haciendo?
-( Alejandra ) Se siente más rica su verga en mi cuca, es más grande y duele más, pero aún así me gusta.
Acto seguido el doctor dio vuelta a la golfita para perforar por su vagina, él enterró su falo hasta casi partir el fondo de su útero, la respiración de ambos era excelsa, sus cuerpos parecían fusionarse en uno solo, las miradas se encontraban y sonreían con malicia. La niña era ahora penetrada con su consentimiento y el médico lo hacía de una forma descomunal.
-(Doctor ) Andale putita querías que te cogiera, pues ahí lo tienes. Nunca había follado un culito tan sabroso como el tuyo mamacita. Ni con mi esposa he tenido este sexo tan inimaginable y caliente.
La gran golosita solo jadeaba, jadeaba y suspiraba.
De pronto se escuchó que tocaban el timbre del consultorio, pero todavía el doctor quería y deseaba seguir penetrando a su paciente,
Fue entonces cuando inició un vaivén más rápido y profundo que en escasos 30 segundos se corrió a chorros dentro del útero de Alejandra. El galeno estaba más que satisfecho al igual que su pequeña paciente.
Subió sus pantalones y le dio un beso de lengua a la pequeña Alejandra.
-(Doctor ) Tú sabes que de esto que hicimos nadie, absolutamente nadie lo debe saber.
-(Alejandra ) Mmmm no lo sé!
-(Doctor ) Dime que es lo que quieres para que sea nuestro secreto
Nuevamente se oía el timbre sonar del consultorio médico
-(Doctor ) ¿ Quieres que te de dinero, solo para ti? preciosa !
-(Alejandra ) Sí me das más dinero que el que le diste a mi mamá sí.
El doctor abrió su cartera y le mostró los billetes que cargaba.
El timbre sonaba por tercera ocasión.
-( Doctor ) Un momento, enseguida voy
Gritó el médico desde su consultorio
La pequeña agarró unos cuantos billetes y sonrió muy alegre.
-(Alejandra ) Así está bien doctor.
-(Doctor ) Arregla tu ropa y levántate. Un momento Señora
El médico abrió la puerta y entró la sra Silvia comiendo su almuerzo.
-(Silvia ) ¿Ya terminó doctor? ¿cómo se portó mi hija?
-(Doctor ) Es una pequeña muy tranquila y obediente. ¿ verdad Ale que eres muy bien portada y obediente?
-(Alejandra ) Siiiiiii
El médico libidinoso le dio el dinero que según se había gastado la señora, además de darle para sus gastos de regreso.
El doctor Torres lo vio como un pago por el excelente servicio que le dio la pequeña putita en el consultorio. Desde ese instante el médico deseaba y anhelaba las próximas citas de su pequeña y complaciente enfermita.
ufff es lo mas rico todo eso bro ahy mas historias???
Que rico, mi ginecólogo me masturba, recordé lo rico que se siente eso.