LA PROFESORA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
LA PROFESORA
Me preparaba para rendir los exámenes de ingreso al Colegio en que mis padres habían planificado estudiara mi bachillerato, razón por la cual estaba quedándome en la escuela con una profesora que habían contratado para tal finalidad.
Rocío la profesora era una mujer de pequeña estatura, usaba lentes y vestía bastante mal, particular que determinaba se la pueda considerar como una mujer fea, aparte de lo anteriormente expuesto, Rocío era una persona muy inteligente, preparada y poseedora de un carácter y personalidad a toda prueba, que al menos en mí despertaba cierta simpatía y respeto.
Cuatro días antes de que me tocara rendir las pruebas de admisión en el Colegio, Rocío en conjunción con mis padres, habían decido que debería tomar 3 horas diarias de clases suplementarias y que las tomaría en casa de la Profesora, lógicamente después de mi horario regular de clases, razón por la cual me encontraba sentado en una incómoda silla que se encontraba a la entrada del pequeño cuarto, en el que vivía Rocío.
Pasadas dos horas de clases y luego de que la Profesora me dejara una tarea por realizar en la próxima hora, pude observar que Rocío se dirigía hasta un lugar en que había una cortina plástica, según supe después a tomar una ducha mientras yo me encontraba ocupado en mi trabajo escolar. Por alguna razón levante mi mirada y la dirigí hacia el lugar en que había visto entrar a Rocío y cual no sería mi sorpresa al apreciar su imagen completamente desnuda bañándose, la misma que se apreciaba a través de un espejo colocado en la pared. Lo que pude observar, era sencillamente maravilloso ya que Rocío en su desnudez no era la mujer que aparentaba, tenía un par de senos pequeños pero muy bien proporcionados, un ombligo muy terso, las piernas y nalgas mas hermosas y robustas que yo había visto hasta ese instante.
De inmediato dejé de hacer mi tarea y seguí contemplando a Rocío a mis anchas, sin que esta se diera cuenta del particular, hasta el instante en que aprecié que terminaba de ducharse, procedía a secar su cuerpo y ha colocarse una salida de baño con la que cubría su desnudez. En cuanto Rocío salió del baño, pudo darse cuenta de mi situación embarazosa y la causa de la misma, porque se dirigió decididamente hasta el lugar en que se encontraba el espejo y lo volteó con firmeza, para luego dirigirse hasta una mesita en la cual sirvió dos tazas de café, una de las cuales extendió hacia mi persona, mientras decía:
.- No te parece poco delicado que un muchacho como tú, se dedique a fisgonear a las personas, por lo que veo te encuentras mal, pero eso te pasa para que no seas abusivo la próxima vez.
Seguidamente se colocó parada detrás de mi espalda, con el objeto de observar los progresos que yo hacía en mi tarea escolar; se podía apreciar su respirar acompasado y un aroma corporal a limpio que emanaba de ella, hasta el punto de que ya no pude concentrarme, lo cual nuevamente fue advertido por Rocío, quién intencionalmente se acercó mas, hasta el punto en que podía sentir sus senos en mi espalda y su respirar en mi nuca. Riéndose sarcásticamente volvió a decirme:
.- No que eras un verdadero hombrecito cuando estabas espiándome, porque tiemblas, crees que acaso te voy a comer vidita, aguanta tu castigo como varón, pues eso es lo que estoy haciendo.
Cuando sentí que me besaba sensualmente en el cuello, ya no me aguanté y virándome inesperadamente la atrapé entre mis brazos, para por un momento contemplar con deleite sus hermosos senos que se encontraban fuera de su bata, los alcancé con mi boca y de inmediato empecé a chuparlos y ha lamer sus pezones, lo cual provocó que Rocío me abrazara intensamente y con sus manos me proporcionara el seno que quería que acariciara, desde esta posición avancé con mis manos hasta sus partes íntimas, las mismas que al tocarlas pude apreciar se encontraban completamente lubricadas, lo que motivó que mi excitación llegara al máximo, por lo que me levanté y tomándola de la cintura la obligué a que se recostara de espaldas sobre la mesa en que me encontraba haciendo las tareas escolares, tomé asiento en el banco que estaba utilizando y procedí de inmediato a introducir mis dedos en su vagina y conducto anal rítmica y secuencialmente, hasta cuando sentí que Rocío empezaba a gemir de placer, a partir de este instante comencé a chupar y lamer su vagina con tanta intensidad como me permitían mis mandíbulas,
De pronto Rocío, se apartó a un lado y lanzándome una mirada de fuego me tomó de la mano y me condujo hasta el lugar en que tenía su cama, en donde procedió a desnudarme muy lentamente, mientras besaba las partes que mas le excitaban de mi cuerpo, a la vez que con voz áspera y ronca me dijo:
Mijito, veo que has sido un verdadero hombrecito y que para tu edad estás bien dotadito, por eso ahora me toca a mí hacerte el amor, voy ha corromperte para que nunca te puedas olvidar de mí y te voy ha enseñar cosas que nunca te has de poder imaginar.
Luego de lo cual atrapó mi pene con su boca y lo succionó y mamó por muchos minutos, hasta que terminé en la misma, en cuanto sintió mi semen inundándole su cavidad bucal, arremetió en sus caricias hasta que mi miembro alcanzó gran dimensión, el mismo que en este estado fue colocado entre sus senos, entre sus axilas, en su cara, en su espalda, entre sus piernas indistinta y golosamente; luego se subió encima mío y se introdujo el pene en su vagina de un solo golpe y hasta el último centímetro, para empezar a cabalgar en cuclillas de manera frenética y rítmica, no dejando en ningún momento de introducirse el miembro viril hasta el fondo, de inmediato se dio la vuelta y en idéntica posición logró dos orgasmos seguidos, lo cual no le satisfizo puesto que se colocó de espaldas con las piernas bien abiertas y en cuanto la penetré, las dobló sobre mi espalda obligándome a realizar el coito por mucho tiempo al ritmo que ella quería, en un determinado instante se levantó y púsose de rodillas en el filo de la cama invitándome con el movimiento de sus caderas, nalgas y abriéndose con sus manos sus partes íntimas a que la penetrara una vez mas, lo cual hice brutalmente y sin contemplaciones, imponiendo un ritmo demencial que hizo que terminara a los pocos minutos, así como por la prisa y por tener el miembro demasiado lubricado con los fluidos vaginales de Rocío en uno de los embates, este penetrara de improvisto en el conducto anal de mi Profesora, la misma que dió un grito de dolor, pero poco a poco fue aceptando al intruso inesperado, para empezar un frenético ir y venir que culminó con un orgasmo más de ella y uno mío.
Una vez culminada nuestra aventura sexual, nos recostamos en la cama para descansar un momento, cabe decir que la fogosidad y apetencia sexual de Rocío, hicieron que esta estuviera lamiendo y jugueteando con mi pene, hasta lograr que se lacere y lastime, luego de lo cual nos duchamos juntos y una vez que me hube vestido, nos despedimos cariñosamente, prometiéndonos amarnos para siempre, particular que no aconteció puesto que pronto me cansé de ella y debido a que Rocío se comprometió con un coterráneo suyo.
Rocío, logró lo que inicialmente me había prometido, puesto que nunca la he podido olvidar mas que todo porque fue una de las mujeres de mi vida, que no ponía reparos a nada y gustaba de gozar del sexo de la forma en que fuera y sin barreras de ninguna clase.
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