La Señora Rosa (Homongosaurio).
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Rosa es una señora de 50 años, ella vive sola en el mismo edificio en el cual vive un chico al cual enseño a tocar el teclado; la madre del chico al cual enseño en ocasiones lo deja al cuidado de la Señora Rosa, de esa forma nos conocimos y empezamos a tener una amistad, después de las clases hablábamos de muchas cosas, así trascurrieron muchos meses de habernos conocido.
Un día, Rosa me vio llegar al apartamento del chico al cual daba clases y me invito a que después de clases pasara a su apartamento para hablar un rato, le acepte la invitación y proseguí a dar las clases de teclado; transcurrió el tiempo y cuando observe el reloj ya era entrada la noche, termine la clase y salí del apartamento, entonces me acorde de la invitación de Rosa, no sabia que hacer, pasar al apartamento y salir mas tarde del edificio o irme despreciando la invitación, mientras pensaba de pie en el corredor, se abre la puerta del apartamento de la señora Rosa y ella con una sonrisa, me dice que ya pensaba que se me había olvidado y seguido a ello me invita a pasar al apartamento, yo obedezco resignado sin saber lo que sucedería dentro de aquel lugar.
Entrado en el apartamento, nos sentamos en unos muebles de la sala y empezamos a platicar de cosas que ahora no logro recordar; luego de casi una hora de platica, la señora Rosa se levanta y va a la cocina, en ese momento pienso en que apenas regrese me despediré de ella y me marchare por fin del edificio a descansar a mi casa luego de un día de arduo trabajo; al regresar Rosa, trae una bandeja con galletas y leche para merendar y justo cuando se va acercando a mi, tropieza con la alfombra y me derrama todo lo que traía encima, quede envuelto en galletas y leche con toda mi ropa arruinada.
Dado a lo acontecido, Rosa muy apenada me dice que entre a su baño y me duche mientras ella lava y seca mi ropa, no habiendo otra solución entro a su baño y me saco toda la ropa, aun el bóxer el que también se mojo, y se los entrego; me ducho mientras ella lava y seca la ropa.
Termino de ducharme, entonces salgo y me coloco una toalla encima y me dirijo al cuarto de lavado buscando a la señora Rosa, al no encontrarla la llamo, ella me responde y me dice que vaya a su cuarto, sigo la voz y me dirijo hacia la habitación de Rosa, me detengo en la entrada de la puerta, ella medio plancha la ropa para que no se vea tan arruinada, voltea su rostro y me dice que ya termino, toma la ropa en sus manos y las extiende para dármela, yo al caminar para tomar la ropa, no logro apercibirme que la toalla se había enredado con algo en el marco de la puerta, y al caminar hacia la señora Rosa, tiro de la toalla, la cual cae al suelo dejando en bolas frente a la señora Rosa, ella me mira sorprendida y deja caer la ropa al piso, yo avergonzado me tapo con las manos, Rosa me mira de arriba hacia abajo y se me acerca, coloca su mano en uno de mis hombros, acaricia y aprieta mi brazo, luego frota mi pecho con sus manos y las desliza bajándolas tocando las mías que cubren todavía mi juguete, aparta mis manos del lugar y observa mi hombría.
Ante mi asombro, la señora Rosa agarra mi verga entre sus manos, la acaricia suavemente y luego hace lo mismo con mis huevos, toda esta situación comienza a calentarme, Rosa se inca frente a mi y acerca su boca llevándose mi polla a ella, se la traga por completo, siento como su lengua roza por debajo en mi frenillo volviéndome loco de la calentura, con sus manos se sujeta en mis nalgas, acaricio su cabello mientras ella continua mamando de mi verga.
La aparto de mi polla y se coloca de pie, la beso por el cuello y en la boca mientras camino llevándola hacia la cama, ella se quita la bata que llevaba puesta y la deja caer al piso, la abalanzo con cuidado encima de la cama, ella se recuesta, veo sus senos blancos, tiene puesto un interior rosado, juego con mi lengua en sus senos, estoy encima de ella, permanece con las piernas cerradas y sus manos sujetando mi espalda.
Deslizo mi boca saboreando y besando todo su vientre buscando lo que la hace mujer, pero Rosa no abre las piernas, entonces meto mi mano entre su panti y al encontrar su raja la acaricio, Rosa tiembla y aprieta mas las piernas, continuo dándole gusto con mi mano y Rosa poco a poco abre sus piernas y empieza a mojarme la mano, aprovecho el momento y le quito la panti dejando su cueva a descubierto, Rosa temblando se sienta en la cama y se acorruca doblando sus piernas, parece sentir miedo por la idea de follar conmigo, me acerco a ella y vuelvo a besar su cuello mientras meto mi mano buscando otra vez su mina, voy abriendo entre sus piernas con mis manos y le sobo la chocha, Rosa tiembla aun mas y voy sintiendo como sus piernas se vuelven mas frágiles, coloco mi rodilla entre las rodillas de ella y la logro meter entre sus piernas, me recuesto sobre Rosa, mi rodilla roza contra su raja y mi verga pega contra la parte exterior de su pierna, Rosa tiembla.
Desde el interior de Rosa sale liquido que moja mi pierna al igual que yo le he mojado la suya, de repente Rosa empieza a jadear y se corre votando mucho liquido que baña mi pierna y de la calentura abre sus piernas hasta donde puede, por fin veo toda su panocha abierta, con un rosado fuerte y pocos bellos, me ubico por completo entre sus piernas mientras ella termina de correrse, enfilo mi polla hacia su raja y empujo para dar la primera metida, mi verga choca en la entrada pero logra entrar un poco, empujo hasta sentirme todo dentro, Rosa se mueve mientras lo hago y me abraza fuerte.
Follo a Rosa despacio para no correrme pronto por la calentura, siento la respiración acelerada y fuerte de Rosa en mi oído y un jadeo constante que me calienta aun mas, sus manos se aferran a mis nalgas mientras disfruto de su cueva como ella disfruta de mis embestidas, aprieta las piernas volviendo el túnel mas estrecho y la follada se hace mas caliente.
Perdiendo el control de mis embestidas por la calentura, le doy fuerte siento como en ocasiones choco por dentro, follo hasta corrernos, Rosa jadea y hasta da grititos, mi semen cae dentro de ella, sudamos hasta bañarnos, yo continuo metiéndosela hasta que pueda, al terminar y sacarme de Rosa veo sangre en mi verga, Rosa me dio su virginidad guardada por años, me levanto y la dejo desnuda y cansada en la cama, tomo una ducha y me despido de la señora Rosa.
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