La vida de Catalina cuarta parte
Espero les guste .
La vida de Catalina 4
El viejo se empezó a desvestir tiro su playera y se quito la pantaloneta con la que andaba con todo y calzoncillos y se quito las chanclas y quedó totalmente desnudo con la verga bien parada listo para culeársela nuevamente a semejante jovencita.
Don José : Quiero romperte el culo mamácita hoy quiero aprobar ese culito quiero desvirgarlo mmmm que rico se ve…. Tal y como ise con esa jugosa concha que te cargas mi vida…..
Catalina : esta bien don José pero no vaya hacer tan brusco por favor deme despacio si me dule me la saca le decía la colegiala a su macho.
Entonces el viejo la agarró de la cintura y la jalo hacia el diciéndole pídeme que rompa el culito mi amor ve anda dímelo y le metió dos tremendas nalgadas pafff pafff pafff sonaba las nalgadas que le daba el viejo ala colegiala
Catalina: aaaahhh!! D-don joseee !!! Uhmm quiero que me la meta… Por las pompis… Se las quiero entregar a usted papito… – Ella volteo su rostro para mirar al vejete y pedirle con inocencia y provocación, que fue acompañado con un sexy movimiento de caderas que sacudieron las enormes nalgotas contra el vejete… El viejo sintió que se venía ahí mismo expulsando varios líquidos que dejaron su cabeza cubierta de pre semen. Su corazón también se aceleró por la emoción de estar viviendo algo tan intenso, la muchacha con esa inocencia y provocación lo había calentado demasiado con las cosas que le decía, parecía una diosa de la sexualidad realizándole una invitación a la perversión.
Agarrándose la verga apoyo esta vez el baboso glande sobre el recto de ella que se estremeció dando un leve meneo de trasero.
Empujando la verga presiono su cabezota contra el dilatado ano, para esparcir sus propios mocos y utilizarlos como lubricantes. Catalina: aaahhh!!! Uhmmm si!!…
-Dando un fuerte empujón sintió la resistencia que ofrecían las nalgotas al grosor y tamaño de su verga. Catalina: AAAAHHH!!!… Si!! Uhmmm mmmmmm
Volviendo a empujar con más fuerza el orificio trasero, que comenzaba a dilatarse, pero no era suficiente para que esa enorme cabezota la penetrara. Catalina : aaaahhhh!!! Dooon joseeeeeee uhnmmm… Uhmmm… Aaaahhh!! Ay ay uuuuhhh! Si!! Aaaahh siii!! Uhmmm…… Uhmmm,aaaahhh!!! -Gritó la joven cuando sintió el enorme glande presionar con fuerza bruta su culo, buscando forzar la entrada de su ano para que siguiese cediendo antes las dimensiones de la enorme verga. Don José : Uhmmm estás muy apretada putita
Don José saco su verga y se separó de la. Colegiala Don José se agachó detrás de ella y le enterró su pervertida lengua en el dilatado ano, para moverla en violentos círculos que buscaban penetrar lo máximo posible. Catalina: Uhmmmm Doon joseeee!! Aaaaahhh!!! Uhnmmmm!! Las manos del viejo le sacaron los tenis que traía puestos … para luego bajar el short y el hilito ella levantó las piernas y se las Fue quitando totalmente quedó desnuda de la cintura hacia abajo Le agarró los robustos muslos desde atrás y se los comenzó a manosear con lujuria, dándole fuertes apretones que la derritieron en sensuales movimientos. Catalina: Aaaahhh!!! Aahhhh!!! Uhmmmm!!! Don joseeee!!! Ay ay!! Uy uuuhh… Uhmmmm… -Ella paraba más el culo y lo meneaba incitando al viejo para que siguiese comiéndole en medio de sus nalgas. El viejo subió sus manos para agarrar las enormes nalgotas y abrirlas con toda su fuerza, haciendo que se le dibujara una O en el ano, así la empezó a penetrar más profundo con su esposa lengua, de vez en cuando bajaba a su concha para lamer y sorber los vaginales líquidos y llevarlos hasta el recto de la joven. Así estuvo por un minuto chupando el exquisito ano, para incorporarse de repente. Don José : Agarrame la verga y llévame a tu cama … Catalina Uhmmm si papiiiii…. Como usted diga… por favor, Vengaaaaaa …
-Esta vez agarró la dura y gruesa verga sin rechistar y comenzó a llevarlo a su cama con un caminar muy sexy, sabía que ya no podía hacer nada ante la lujuria del viejo. Don José Uhmmm qué rico mueves las nalgas putita…. Catalina: Uhmmm le gustan don José !? – Mirándole por sobre su hombro con esa inocente, pero sugerente voz. Don José : Uhmmm demasiado, eres una puta muy provocadora… Así que este será nuestro nido de amor?
Don José: Venga mi niña, de rodillas para complacer a su macho. Catalina: Uhmmm si don José … Mientras se ubicaba entre las piernas del viejo, se arrodilló entre ellas y lo miro sumisa a los ojos con la enorme verga a centímetros de su cara, a la vez que llevaba sus manos para acariciar los fofos y regordetes muslos del viejo. Don José : Uhmmm mi niña, le gusta?… Dándole fuertes vergazos en el rostro, procurando apretar bien fuerte su pene, para llenarle la cara de sus babosos líquidos. Catalina: uhmmm Don José … Es tan grande… me encanta su pene… – Reconoció con absoluta sinceridad sin poder evitar pasar su ansiosa lengua por el duro y palpitante pedazo de carne.
Sin esperar respuesta, la desesperada joven abrió su boca y se tragó la enorme verga lo que más pudo, sintiendo como su mandíbula se tensaba para albergar la enorme barra de carne. Don José no lo podía creer, desde su posición podía ver el hermoso rostro de la nena que lo miraba muy sumisa con su boca llena de su enorme verga, Catalina empezó a bajar lentamente con sus labios apretados para sentir las palpitaciones del miembro dentro de su boca, cuando llegaba al glande pasaba su lengua varias veces por su alrededor para tragarse los mocos del viejo. Así empezó a subir y bajar disfrutando cada centímetro de esa enorme verga que tanto le calentaba por sus dimensiones. Don José: Uhmmm!! Que rico lo chupa mi niña, demuéstrale a tu macho que te encanta chupar verga!! Catalina: Uhmmm!!… Uhmmmm!! Uhmmhh… -cada vez más engolosinada se la empezó a chupar con todas su ganas contenidas, como desesperada subía y bajaba cada vez más rápido, le mamaba la cabeza pasando su lengua por todos lados llenándola de saliva, apretando con ansiedad sus labios, le comía la verga con auténtica pasión.
Don José se dio cuenta que verla tan enajenada mamando su verga le calentaba demasiado, hasta el punto de sentir ganas de querer venirse por las tremendas habilidades que empeñaba ella. Sintió como potentes chorros semen comenzaban a subir de manera exponencial por como le ordeñaban, por lo que apartó a la joven de su verga haciéndola a un lado. Catalina: Uhmmm nooo me la quite!!, quiero seguir chupándosela don José… Don José: Casi me mandas cortado con esa boquita mamadora hambrienta… Ufff mi niña como la chupa, usted nació para mamar vergas. Catalina: Jijiji no exagere don José, solo que usted la tiene tan rica.
– El viejo se paró y fue a buscar un banquito bajito que había en una esquina, lo tomó y lo puso frente a la ventana. Don José : ahora ven culona chupavergas… Catalina se paró muy agitada y caminó hasta donde el viejo como si fuese al matadero, donde la hizo acomodarse de rodillas sobre el pisito en dirección a la ventana, teniendo que apoyarse con sus manos en el borde de la pared, dejando su espalda en un ángulo de 70 grados junto con sus enormes nalgas expuestas y a completa disposición del vejete, las sentía muy expandidas por la vergonzosa posición, don José debía tener una visión inmejorable de su trasero
Don José: PARA MÁS EL CULO PUTA!!! – paf paf!! Palmeando con fuerza cada uno de los ofrecidos glúteos. Catalina: Aaahhh!!! Si!!! Uhmmm asi D-dooon joseeeee!!?? – La excitada joven giro su rostro para preguntarle llena de provocación, parando las nalgas con un sensual meneo de su redondo trasero.
Don José : Uhmmm pero que pedazo de culo te gastas, mansos cachetes pendeja culona!!!… – Le dijo cuando entró sintiendo el magnetismo que las nalgotas generaban. Catalina: Uhmmm le gustan Don José?? – Moviéndolas con suavidad y provocación se volteó nuevamente para preguntarle con inocencia
Don José: Uhmmm ahora sí te voy a romper los cachetes pendeja puta!! – Le dijo para luego apuntar la gruesa cabeza de su palpitante miembro al ansioso ano de la joven. Catalina pudo sentir como latía el grueso miembro en la puerta de su ano, como su corazón del miedo y emoción de entregarle las nalgas a don José, luego sintió las manos del viejo como tenazas abriendo y expandiendo lo máximo posible sus pompis haciéndola desfallecer de la excitación. Catalina : aaahhh! don José … métala ya uhmmm… ya no aguantooo metamelaaaa- Contesto presa de la excitación que le provocaba el repulsivo vejete y la idea de que le metiera su enorme verga. Don José al escuchar a la deseosa y complaciente joven le metió toda la cabeza de su grueso miembro, sin soltar sus nalgas que mantuvo abiertas para facilitar la entrada. Catalina: Aaaah! aaaahhh!! uhmmm!!! -Fueron los sonoros gemidos que lanzó la joven cuando sintió la enorme cabeza del viejo abrirse paso por su ansioso ano, a medida que entraba iba exigiendo sus paredes rectales a expandirse y tensionarse para soportar las dimensiones de su grueso pene, provocando un intenso dolor en sus órganos por la exigencia del grosor de su pene, que a la vez causó un enorme placer al sentirse penetrada por el pervertido viejo. Don José Uhmmm estas nalgotas estaban deseosas de una buena verga… – El viejo empezó a mover su cadera para penetrar solo con la punta de su verga, la sacaba casi por completo para volver a meterla lentamente para apreciar como el recto de la joven se abría para comerse y apretarle su hinchada cabeza, que empujaba y forzaba cada vez más, logrando que las nalgas de Catalina se fueran abriendo poco a poco. Catalina: aaaah! aaaahhh!! si!.. uhmmm si así, deeespacito don joseeeeeee….. que está muy grande… Ay!!! uhmmhh!… Don José: Esto andabas buscando puta de mierda!!? Catalina aaaahhh!!! si!! aaah!! doon joseeee uhmmm!! uuuuuh… uuuh.. aaahhh… uhhhmmm!! – La joven ya gemía y se contoneaba al sentir como ese enorme pedazo de carne ganaba profundidad con lentitud por su recto, que gracias a los sutiles movimientos que hacía permitiendo que siguiese metiéndola cada vez más adentro, causándole un morboso placer de sentir sus paredes internas abrirse por la enorme verga del viejo. Don josee Uhmmm querías provocar a tu macho putita!? andabas buscando una verga grande como la mía!
Catalina: Aaaahhh!!! si!!! si!!! aaaaah!!! ay! uy! uuuhmm don José siii!!!
El sulfurado viejo la agarro bien firme de las caderas y comenzó a acelerar sus arremetidas para seguir con su estrategia de penetrarla suavemente pero cada vez más profundo, produciendo que el ansioso ano de la joven se fuese dilatando de manera natural Si quería metérsela como quería, tenía que prepararla, no podía llegar y mandársela como tanto deseaba,
Catalina: Uhmmm!! aaaaaah… aaah si!! aaaah! doon Joseee… aaaaah siga… hacién…dome su putaaa ah! aaaayy! hágame adictaaa ahh!! su gran verga!!!… Don José: Uhmmm te gusta la vergota de tu macho puta de mierda!?? – Propinándole fuertes palmadas gozando de sentir como el dilatado culo se seguía abriendo ante sus embestidas, sintiendo cada vez más la estrechez que se generaba cuando intentaba meterle casi la mitad de su instrumento. Catalina: Uhmmm!… aaaahhh!! siii!! uhfff!! ooooh sii… dooon!! Josesiiitoooo… me encantaaa ah papi!!!! uhmmm aaaay! aay que rico!! aaaah!! siga… uhmm sigaa.. – Pedía la joven con deseo y calentura al sentir como esa dura y enorme verga le penetraba el ano, a la vez que le pegaba deliciosamente en las nalgas, la joven creía desfallecer de tanto placer que le propinaba el asqueroso y repulsivo vejete. Los ojos del viejo estaban inyectados en sangre viendo casi la mitad de su enorme verga devorada por los ansiosos glúteos de la joven, sintiendo como el estrecho recto de la colegiala le apretaba cada vez más fuerte a medida que le iba enterrando la verga. El viejo no podía más con tantos estímulos, por un lado tenía a la joven más deseada del barrio casi en pelotas (aún seguía con su top y calcetines), en un estado de absoluta calentura y sumisión, dejándose penetrar con sus enormes nalgas alzadas pidiéndole que siguiera, entregada a sus deseos sin resistirse. Su mente no pudo soportar tanta provocación y en ese preciso momento la agarro firme de sus caderas y de un solo golpe le metió toda la verga, hasta las profundidades del palpitante ano, que inmediatamente se comenzó a contraer en fuertes espasmos que le apretaban deliciosamente la verga por la tensión que ejercía el canal rectal, era como si le estuvieran mordiendo la verga. Catalina: aaaahhh!!! nooo!!! me duele!!! me duele!!.. nooooo!! sáquela, se lo ruegooo ohhh!!! -Fueron los duros alaridos que exclamó la chica arqueando su espalda con fuerza cuando sintió la enorme verga abrirse paso con violencia hacia las profundidades de su dilatado ano, sintiendo sus nalgas chocar contra la parte baja de su barriga, produciéndole un insoportable e intenso dolor en sus paredes intestinales y toda su cola expandiéndose hasta sus riñones, podía sentir la mata de pelos del viejo haciéndole cosquillas en sus posaderas. Don José: Uhmmm!!!! que nalgotas mas apretaditas tienes puta de mierda!!! esto querías!!??, esto andabas buscando!!!??? -Pegando fuertes nalgadas como enajenado al ver como su verga había desaparecido totalmente entre los hambrientos glúteos de la joven, sintiendo las contracciones rectales que sufría la joven para adaptarse a las dimensiones de su verga, le estaba apretando muy fuerte, se la estaba mordiendo y eso enardeció más al degenerado viejo que la mantuvo clavada excitándose de verla suplicando. Catalina: aaaahhh!!! me duele don josee!! me duele!!… aaaahhh noooo!!! eees muy grande!!, sáquela!, me esta partiendo… aaah!!! Prometio sacármela si me dolía no sea tan brusco ayy ayyy me dueleee….
Ella estaba sufriendo las dimensiones del grueso miembro que había forzado con brutalidad sus paredes rectales a ensancharse y expandirse de sobre manera para comerse algo tan monstruoso, sentía su ano totalmente abierto, de una manera que no creía posible, para contraerse y tensionarse con fuerza alrededor del enorme miembro, como si quisiera expulsar aquella barra de carne que profanaba la profundidad de sus glúteos. Don José: Uhmm que rico me aprietas la vergota pendeja estúpida!!! – El depravado viejo con su verga completamente clavada entre los apretados glúteos de la joven, pegó su seboso y sudado cuerpo a la también transpirada espalda de la colegiala llevando sus viejas manos hacia los exuberantes melones para apretarlos con el desenfreno que lo dominaba de tenerla totalmente clavada, así le dijo al oído totalmente enajenado. Catalina: aaaahhh noooo!! aaaahhh!!! D-doooon jooooooo… Seeeeee!!, aaahhh! aaah me duele demasiadooo uhmmm!!… por lo que más quiera!! Saquelaaa ahhh!!! Don José: Uhmmm cállate pendeja de mierda!!! acaso quieres que los vecinos escuchen como disfrutas entregarme las nalgas!!??… luego le mordió la parte trasera del cuello.
Catalina: Aaaahhh!!! – Fue el intenso gemido que largo cuando sintió aquel mordisco como animal en celo, que entre los fuertes dolores despertó aquella insana sensación de sentirse sometida por el dominante viejo que la tenía totalmente penetrada por su enorme verga, no entendía cómo sentirse así, como podía excitarse si lo único que deseaba era que se la sacara . Don joseeee: uhmm qué te quejas si te morías de ganas de ser mi putita!!! llevas calentándome toda la semana viéndote salir de tu práctica de basquetball uhmmm! -Chupándole el sensible cuello y apretando con fuerza y pasión los senos. Catalina: aaah!! aaaay don josesitoooo uhmmm me dueleee!!! – La joven movía sus caderas en círculos buscando escapar del intenso y desquiciante dolor, pero solo consiguió que la enorme verga se moviese con los movimientos de su trasero totalmente enterrada.
Bajando su mano derecha acariciando el suave y liso vientre de la joven, para luego meterse entre los apretados muslos de la jovencita sintiendo su bien arreglado bello púbico llevó su agrietado dedo para gatillar el clítoris. Catalina: Uhmmm!! Uhmmmmmm!!… uuuufff… aaaay D-oooon joseeeee… ay ay uhmmm – La joven se estremeció y agradeció internamente el placer que proporcionaba el experto dedo para conllevar el desesperante dolor que sufría.
Catalina: Uhmm… Uhmm… Don joseeeee, si quiero, uhmmm meta… mela… uhmm si.. Ponga… mela… Uhmm uhmmm la quiero, la quiero ya, aaah si, rompa… me sigame desvirgando mis gordas pompis con su pene Don joseee, penétreme con su verga por favor, hazme gozar papito rico” Siendo consciente de sí misma, fue que se entregó al dolor y a todo lo que estaba ocurriendo, como si no existiese nada más, se abrazó al momento que estaba viviendo y a las fuertes sensaciones que le estaba haciendo sentir el viejo, se relajó soltando las nalgas para entregarse en cuerpo y alma al vejete, para disfrutar como la estaba haciendo su puta y cómo se sentía su enorme pedazo de pene dentro de ella, fue que alzó sus enormes posaderas para demostrarle al viejo que le gustaba todo lo que estaba pasando. Don José: Uhmmm mi niña… ve como ya le gusto la vergota de su macho!!? ve que moría de ganas de que la hiciese mi putita, dime quién es tu hombre, tu macho putita!!! – El viejo se incorporó y deslizó sus manos por las amplias caderas de la joven para llevarlas a la cintura, agarrándola fuerte como sabía que le prendía la estrujaba con sus ansiosos dedos. Catalina: aaahh!!!! dooon joseee uuuhh!! Uhmmm us… ted!!… aaay ay usted es mi hombreee, uhmmm papi!! si!!! usted es mi machooo oh!!!! – La joven se estremeció contoneándose entera al sentir esas viejas y agrietadas manos apretando su cintura así, gemía más caliente que nunca totalmente entregada al placer de sentirse sometida en esa sugerente posición comiéndose toda la hombría de su macho por sus abiertas nalgas, que movió sensualmente como dibujando una s, disfrutando que estaba dentro de ella, como si fueran uno… Don José: Uhmmm al fin te desvirgue te dos hoyitos mi pendeja culona, como deseaba esto!! uhmmm tantos años mi niña… deseándola y queriéndole culearla por estas enormes nalgotas!!! – El viejo saco se echó un poco hacía atrás para sacarle un poco la verga, dejándole solo la mitad, para que el recto de la joven descansará y se relajará aún más, fue que empezó a penetrarla profundo para luego sacarla, y repetir el mismo procedimiento cada unos 5 segundos para darle descanso y adaptación a las apretadas nalgas. Catalina: Aaaahhh!!! aay papi siii!! uuummm don José soy suyaa ahhh!!! si!! sii!! ay ahora si!! aaaahh!! don joseee que ricooo ohh!!! uhmmm sii! que rico me la mete! uhmmm que rico me culeaaa ahhhh!!! – Acomodando sus manos en el borde de la ventana para posicionarse mejor a entregarle las nalgas al viejo como si fuese su puta y él su hombre, solo a él, a nadie más. Don José: uhmm te encanta la verga pendeja puta!!… paf!! paff!!. paf!! paf!! Sonaron unas cuantas nalgadas- El viejo agarrado fuerte de su cintura se la empezó a meter cada vez más rápido y constante, podía deslizar su vergota por el estrecho canal de las nalgotas con facilidad, provocando un placer descomunal por estar viviendo algo así, a momentos creía que estaba en un sueño y que en algún momento se despertaría, pero las contracciones del ano de la joven mordiendo su verga lo traían de vuelta. Catalina: oh siii!! oh siii!! uhmm ah! sii papito ohhh!!! uhmm me voy a venir… uhmm nooo!!! uhmm don joseeee … aaahh!! – Ella al sentirse penetrada de esa manera mientras era nalgueada sintió el placer más grande de su vida llevándola a un vertiginoso orgasmo.
Don José: uhmmm vengase mi pendeja puta!!! disfrute como su macho le da placer rompiendo sus pompis!!… uhmm qué diría su papito si la viese así jeje… Catalina: aaaah!!! siii!!! uhmmm me vengooo oh, uuuuh dooon joseeeeeee que rico, ay ay ay uy uuuummm qué placer papi!!! ay papi, no puedo más, ay!! nooo!! me voy a caer, agarremeee, me vengooo oh!!.. agarremeee!!! – La joven se imagino la cara que pondría su padre si la viese en ese estado con don José el dueño de una librería que está ala par de la escuela donde ella estudiaba con esa imagen fue que se empezó a venir superlativamente. El viejo la tomo de la parte alta de sus brazos y la atrajo hacía él para morderle nuevamente el cuello como animal en celo, para seguir cogiéndola mientras estremecía su voluptuoso cuerpo producto del orgasmo que estaba teniendo dejándose penetrar por su verga, era la imagen más morbosa que había visto en su vida. La joven se vino entre fuertes y retorcidos movimientos con el viejo pegado a su cuerpo que la sujetaba de una manera muy dominante haciéndola sentir sometida al placer que le brindaba, respiraba agitada después del orgasmo más fuerte de su vida, así estuvo algunos placenteros segundos sintiendo sus rodillas acalambradas.
Don José se salió de ella, viendo como su ano se cerraba automáticamente luego de sacar su cabeza dejando una pequeña o, así la ayudo a ponerse de pie con algo de esfuerzo por sus calambres, cuando al fin pudo incorporarse le estampo un apasionado beso a la joven de sus sueños mientras sus manos apretaban las perfectas y enormes nalgas que tanto placer le estaban dando. La nena por su parte un poco sorprendida por el repentino beso no dudo en abrir su boca para besarlo con la misma pasión, entrelazando sus lenguas con deseo mezclando sus fluidos, llevando sus manos para rodearlo del cuello, le correspondió como si fuese su enamorado, su macho se decía complacida por sus tratos. Luego de unos 30 segundos del apasionado y morboso beso, ya que era una locura de imagen ver y entender como un viejo totalmente desagradable físicamente estaba deleitándose con una joven con tremendo cuerpo, besándose con esa pasión y deseo, que se genera cuando hay una fuerte atracción. Don José: Uhmmm pero que rico besa mi niña, me pone mas caliente!!! uhmmm me dio sed sus sabrosos labios, complazca a su macho y tráeme una cerveza como buena putita sumisa, para que me la siga culeando… paf!!! paf!!! que esperas!!! – Asestando dos palmadas que sacaron a la joven de su estado en el que se encontraba profundamente dormida por el embriagante placer en el que estaba sumergida. Catalina: Uhmmm si!! aaaahhh!! como usted diga don Pedro… espere unos segundos, vengo enseguida. – La joven se ruborizo por cómo la estaba mandando, con ese dominante trato que la hacía sentirse más puta del pervertido viejo. Camino hasta la cocina sintiendo el alivio de su recto por tener un descanso, donde abrió su refrigerador para llevar una cerveza para el viejo, al volverse recordó su celular que estaba en su mochila, fue hacía ella y lo saco, revisando si le había llamado o escrito alguien, gracias a dios no había nada de sus padres, así volvió a la pieza con un caminar muy coqueto y natural hasta llegar a su pieza viendo al viejo al lado de la ventana, había quitado la banquita donde la estuvo culeando y seguía con esa enorme verga erecta. Catalina: Tome D-doon josee – Le dijo la joven con inocencia y complacencia para luego dejar su celular en la cama por si la llamaban sus padres, así volvió a su lado observando como Don José abrió la lata y se la tomó casi toda entre largas zancadas, para finalmente ofrecerle un poco, que también bebió ya que toda la agitación de la relación sexual había secado su boca. El viejo agarró de la mano ala joven y se la llevó hacia su erecta verga, Catalina entendió perfectamente lo que significaba eso, porque llevo su mano a la palpitante verga para empezar a frotarla suavemente, lo comenzó a hacer con cariño, agradeciendo todo el placer que le habría brindado ese enorme pedazo de carne, dándole ricos apretones de vez en cuando para sentir la dureza de este, lo miraba hipnotizada y complacida de los dotes de su macho, así empezó a pajearlo esparciendo el lubricante por las dimensiones de su gran instrumento durante unos 10 segundos, hasta que el viejo la obligó a apoyarse nuevamente en la ventana, pero esta vez de pie, sintiendo como las manos del viejo la agarraban de las caderas para volver a poner su reciente lubricada verga de líquido presiminal en la entrada su abierto ano. Don José: Uhmm ya putita, ahora te voy culear bien culeada hasta llenarte el culo con leche espesa de macho -Pegando dos nalgadas para volver a enardecer el lujurioso deseo de la joven. Catalina: Uhmm si doon P-jose… metala… aaaahh siga culeando mis pompis con su enorme verga – Le dijo volteando su rostro para mirarlo con provocación y decirle de manera sugerente que se la siguiese culeando, moviendo su trasero con calentura para sacudir sus nalgas contra el glande del viejo en la entrada de su ansioso ano. Don José no se podía contener a la provocadora actitud de la joven, incitándolo a seguir rompiendo sus sabrosas y perfectas nalgas con esa cara de puta provocadora, con movimientos que sacudían su cuerpazo, y ese par de nalgotas que tanto le calentaban, fue que agarrándola de los robustos glúteos, se la volvió enterrar lo que más pudo para comenzar a culearla como tanto deseaba, fue que empezó a empujar con todas las ganas su verga que se deslizaba con facilidad por el camino rectal de la joven así le empezó a dar cada vez más fuerte. Catalina: uhmmm!!! sii!!… oooh!!! papii!!! así!!! que rico me daaa!! aaah!! aaahh ay papito que ricooo!!… tiene la verga, siga, así, siga!!…
La joven sucumbió inmediatamente al placer de sentirse penetrada con esa intensidad por la enorme verga del el viejo ya no le dolía, podía gozar como esa barra de carne se deslizaba con facilidad por sus hambrientas nalgas, que se habían adaptado a sus dimensiones brindándole el mayor placer de su vida, no podía estar más caliente, se sentía la hembra más feliz del mundo por las aptitudes y dotes del repulsivo dueño de la librería, que la había dominado haciéndola sucumbir y entregarse a todo el placer que el viejo le daba,, de su macho como lo empezaba a ver, sumergiéndose en el éxtasis de sentir que le diera cada vez más fuerte. Don José: uhmm si!!! más fuerte!! uhmmm como le gusta a mi niña culoncita!!! – El viejo le daba tan fuerte que sus cuerpos rebotaban, haciendo chocar esos enormes cachetes contra su cuerpo, produciendo ese morboso sonido que le fascino y lo incito a seguir metiéndola como animal en celo por el ajustado agujero que le estaba ordeñando tan rico la verga, como nunca había sentido. Catalina: uhmmm!!! sii!!! aaaaah!!!… como le gusta aaaah!! a su niña culoncita siiii!!… así fueeerte… siga!, siga doooon joseeee … ooooh!!! uhmmm ay que placeeer pa… pitooo, deme más fuerte, ay uy… más fuerte!!! Don José: Uhmmm pendeja puta!!… paf!! paf!!! así!!?? toma!!! toma!! querías fuerte!!!??? toma!! paf!! paff!!. – El viejo la empezó a embestir con todo lo que podía, enterrando con frenesí su miembro dentro de los excitantes y placenteros glúteos, que los palmeaba con insana perversión. Catalina: aaaahh!!! siii!!! siiii!!! así papito ricooo.. oooooooh mi macho… uhmmm ay dooon José!!! me encanta!!! no pare!!! uhmmm más fuerte dooon joseeeeeee !!! más fuerte!!! -Gemía y gritaba presa del placer y la excitación más grande de su vida al sentirse culeada de esa forma tan salvaje por el detestable y pervertido viejo, que la azotaba placenteramente, haciéndola creer desfallecer de las fuertes sensaciones que le producía. El viejo no podía más, era un suplicio aguantar el enorme placer que le daban esas nalgotas tan ajustadas, que le apretaban deliciosamente la verga mientras le daba con todo, ordeñando su miembro con hambre y devoción, sintiendo como su caliente y espesa leche comenzaba a subir a pasos agigantados por la constante fricción, y los gemidos llenos de placer de la joven pidiendo más
Don José: sube la ventana un poco más abajo de la mitad , para que entre airecito… que está haciendo un calor ufff… y vuelva a apoyarse en la ventana. La joven se estremeció de la emoción de que le hiciese subir la ventana y pensar que alguien pudiese verla en esa morbosa y perversa situación junto al vejete.
Don José: Uhmmm pero que niña más obediente, ahora sáquese eso… – Apuntando a su top, que aún se mantenía enrollado en el cuerpo de Catalina. La joven sin decir nada tomó su arrugada prenda para sacarla por arriba de sus brazos y la lanzó al piso con actitud, quitándose también así sus calcetines con sus propios pies, para finalmente girarse para el deleite de su macho, que la tenía completamente desnuda y a su disposición. Don José: Uhmmm pero que cuerpazo te gastas pendeja de mierda!!! date la vuelta y báilame como una buena puta!!! provoca a tu macho como la calienta verga que eres!! paf!! paff!!! -Totalmente enajenado por la entrega y actitud de la caliente joven le nalgueo con desenfreno, totalmente desbocado de que la joven se estuviese dejando llevar de esa forma. La joven se estremeció por las palabras del viejo que la excitaban de sobremanera, tanto como sus calenturientas peticiones, fue que se giró hacía la ventana sintiendo la fresca brisa que entraba desde el exterior, que le llegaba a la altura de sus expuestos senos, haciendo que sus pezones se endurecieran.
fue que totalmente emocionada y con su corazón a mil comenzó a bailar sensualmente contoneando su cuerpo en sugerentes movimientos sexies por parte de sus caderas, su cintura, y su enorme trasero que se meneaba con provocación para enardecer al degenerado viejo. Llevó sus propias manos hacia su cuerpo para recorrerlo mientras bailaba sensualmente de espaldas al viejo, se tocaba sus nalgas, su cintura, hasta llevarlas hasta sus propios senos para apretarlos con calentura un par de veces, para subir hasta su cabello para acariciarlo y jugar sensualmente con él. El viejo no se aguantó más haciéndola apoyarse nuevamente sobre la ventana, quedando su cara de la joven por la parte abierta al tener que apoyar sus manos en el borde de la pared, podía ver hacia fuera la casa de enfrente que estaba separado por una calle de dos vías, debía estar a unos 70 metros y eran de las mismas características, con su corazón latiendo a mil por la idea que alguien pudiese verle en esa situación paro lo que más pudo el culo para volver a sentir el aparato de su macho. Don José se agarró la verga con una de sus manos para apuntarla al ansioso y goloso ano de Catalina y meterla lentamente hasta el fondo, de las enormes nalgotas de la joven se abrían para comerse su enorme vergota. Catalina: aaah!!! si!! aaaahh!!! siii!!! que ricoo oooh!! como extrañaba su verga papito… oh… aaaay!! muévase!! deme, demee yaaa dooon joseeee!! – Pidió la excitada joven desesperada por que el viejo no se movía sacudiendo sus nalgotas de la frustración. Don José: Métasela usted mismo mi putita, demuéstrale a tu macho que te encanta la verga, demuestra que eres una buena puta clavándote tu misma!!! paf paf!!! Palmeando las enrojecidas y amplias posaderas casi en cuatro, con su verga en el fondo de sus intestinos.
Angie no haciéndose rogar por la urgencia de sentir nuevamente ese adictivo y desquiciante placer fue que empezó mover su trasero para sacarse la verga hasta sentir su glande en la entrada de su recto y empujar sus manos con fuerza para echar su cuerpo hacia atrás, dejando caer con fuerza sus glúteos para enterrarse nuevamente la enorme verga del viejo hasta las profundidades de su recto, así comenzó a darse ricos sentones que hacían sonar sus grandes nalgas contra la parte baja de la panza y el pubis del viejo, sintiendo esa mata de pelos causándole cosquillas a sus posaderas. Don José: Uhmmm pero que nalgotas mas hambrientas la de mi niña culoncita, como se entierra solita en la verga de su macho. paf paf!!! quién es tu macho puta!! dime quien es tu hombre!! – paf paf paf!!!
Catalina: usteeed dooon joseeeee!!! usted es mi macho!! usted es mi hombre!!! me encanta!!! aaaahhh!!! aaah! su vergota papito tan grandota!! – Dándose fuertes sentones se dejaba caer con potencia sobre la verga del viejo, haciendo rebotar sus enormes cachetes contra el asqueroso cuerpo del viejo.
Don José: uhmmm mi puta hará todo lo que su macho quiera!?? paf paf paf!!! Catalina: uhmmm sii!! todo!!! Haré todo lo que usted desee don José, soy su puta y quiero complacerlo en todo con tal de que siga dándome placer, anda ya papitoo… meteme la verga si!? uhmm culeame rico, deme verga!!! uhmmm deme verga!!! deme verga quiero mucha verga doon jooooseee!!! ooohhhh!!! –
La sulfurada joven detuvo los sentones para menear su redondo y penetrado trasero con desesperación, sacudía sus nalgas con la barra de carne dentro incitándolo a moverse. Don José agarrándola nuevamente de la cintura, la comenzó a embestir con todas sus fuerzas como si se le fuese la vida en aquello, sintiendo los enormes cachetes de la joven rebotar con fuerza contra su cuerpo, las azotaba con fuerza de verlas moviéndose con esa brutalidad por lo fuerte que le estaba dando, Catalina: sii! aaahh! asi papi!!! que rico!!! oh dooon jooooseeee!!! más fuerte! ah! deme más fuerte! ah!! si!!! así! aaaah!!! siga!! aaah siga!!! así métala fuerte! -La joven se movía descontrolada por la calentura intentando acompañar los movimientos de la penetración, empujando su trasero cuando el viejo la penetraba, y sacándola cuando este retrocedía, sincronizando sus movimientos para sentirse uno con su macho.
Don Pedro: toma pendeja puta!!! culona de mierda!! toma!! toma!!! paf paf!!! – El viejo le daba con todo lo que podía, estaba haciendo un esfuerzo digno para poder satisfacer a la apasionada joven que no paraba de pedirle más, provocando que su espesa leche empezará a hervir para disponerse a subir y dispararse con furia a las profundidades de las paredes rectales que lo ordeñaban placenteramente mientras palmeaba los enormes glúteos.
Catalina: ah!! así!! así!!! papito! qué rico me la metes, más, aaah más!! siga!! así!! fuerte!!! más fuerte!!! aaaah más fuerteee! – Gritando a toda voz por sentir el placer más infernal que jamás había sentido, totalmente embriagada se movía como una amazona para ir con su enorme trasero en busca de la enorme verga que la penetraba, mientras apretaba conscientemente su ano para complacer y deleitar al repulsivo y desagradable vejete, quería volverlo loco de placer.
Don Pedro se dio cuenta como la joven comenzó a contraer su ano apretando su verga deliciosamente, no podía aguantar más, podía sentir como su leche empezaba a subir lentamente, fue que impulsado por la calentura extrema volvió a tomar los brazos de la joven para dejarla pegada a él nuevamente, así bajo sus manos por sus brazos para agarrarla de las muñecas y echarla hacia delante, suspendiendo su cuerpo en el aire con su cara a la altura de la apertura de la ventana, así le empezó a dar bestialmente al culo de la colegiala.
Catalina: ah! aaahhh! me voy a venir!!! aaah!!! siga!!! aaah siga! fuerte!! fuerte! papito que rico!!! aaah!!! – En el rostro de Catalina se dibujaba el rictus de placer mientras gemía con su boca entreabierta por las poderosas sensaciones de sentir cómo la estaba penetrando el viejo en esa pervertida posición, sintiéndose aún más sometida por su macho dominante, fue empezó a sentir la llegada del orgasmo más increíble de su existencia, mientras su enormes senos se movían al compás de las embestidas, mientras sus robustas y gordas nalgas sonaban morbosamente contra el cuerpo vejete.
En ese mismo momento, en la casa de enfrente, a la altura del 3 piso, uno más arriba que el hogar de nuestra protagonista, un hombre de unos 60 años se había dado cuenta de lo que sucedía en la pieza de la joven producto de los extraños movimientos y gemidos que había creído escuchar, mientras se fumaba un cigarro en su balcón, observando una hermosa joven gozando de placer mientras era evidentemente penetrada, lo pudo notar por cómo se balanceaban las tremendas tetas que se le veían. El corazón del desconocido hombre se comenzó a acelerar de presenciar una hermosa joven gozando de esa manera, su cara un poema que le puso inmediatamente su descomunal verga como un palo de la calentura.
Don José: ya putita!!! viene la leche espesa!! la leche de tu macho! Catalina: ah!! siii!!! siii!!! me vengo también papi!!! aaah ay aaay uy vengase don josesitooo me vengo!!! aaah!!! deme leche!!! ah! – Le grito con ganas al viejo para venirse junto a él en el más increíble orgasmo de su vida, no le importaba que la pudieran escuchar, solo podía enfocarse. Don José loco de placer por estar dándole con todo a las soberbias nalgotas de la joven, mientras la tenía en esa pervertida posición, sintió como la espesa leche había llegado hasta la punta de su verga, que aguanto un par de segundos heroicamente hasta que la joven comenzó a contraer su ano apretando su verga, que le hizo disparar su leche con toda la potencia dentro del culo la joven, estremeciéndose del brutal orgasmo, el viejo se empezó a venir en un fuertísimo orgasmo dando fuertes estocadas y disparos, que terminaron por inundar los intestinos de la colegiala con su espesa leche, que se había venido al mismo tiempo del repulsivo vejete..
El desconocido hombre había presenciado el evidente orgasmo que había tenido la joven a través de su rostro y de su cuerpo que se movía producto de que alguien la estaba penetrando, incluso pudo escuchar algunas cosas que dijo, como anunciaba su orgasmo a un tal Don algo… por lo que pudo suponer que se trataba de un hombre mayor. Quién observaba no era ni más ni menos, que Don Flavio, el dueño de una cantina que quedaba unas 2 cuadras más allá del negocio de don José se llamaba “El Burro”, era un local de mala reputación que se llenaba de borrachos, degenerados, viejos pervertidos y negros de distintas nacionalidades, que aprovechaban la clandestinidad que ofrecía el lugar para jalar cocaína y otras drogas duras. Don Flavio era un hombre de 60 años, de piel blanca, era español y había llegado al país hace unos 10 años, debía medir como 186, parecía un gorila por su enorme espalda y sus tremendos brazos llenos de grandes músculos, ya que sus 5 años de cárcel por tráfico de drogas le habían servido para ejercitarse, el viejo era enorme e imponente, por lo cual era respetado en los suburbios y dentro de su propia cantina, que se llamaba así, en apodo a su descomunal verga.
En la pieza de Catalina Don Pedro la atrajo nuevamente hacia él para ayudarla a incorporarse, donde la giro para tenerla frente a él fundiéndose en un apasionado beso, mientras la joven dejaba su suculento e imponente trasero en dirección a la ventana.
Don Flavio quedó impactado por lo que estaba viendo a través de la ventana, las grandes proporciones de trasero de la joven, ese culo era brutalmente enorme!! que par de nalgotas, no podía estar más buena la pendeja nalgona, mientras su mente comenzó a trabajar miles de ideas para hacerse del cuerpo de la voluptuosa joven, al creer saber que le gustaban los hombres mayores quería averiguar más de ella, quería saberlo todo, incluido quién era el maldito suertudo que estaba disfrutando culearse semejante hembrota…
De vuelta en la pieza y luego del apasionado beso, don José le pidió a la joven que le trajera sus cigarros que se encontraban en su pantalón junto a otra cerveza, que obedeció complaciente por el enorme placer que el vejete le había brindado, sintiéndose su esclava camino en dirección a la cocina totalmente desnuda sintiendo como la hombría de su macho caía por sus nalgas, se sentía sucia, como una vulgar puta adicta a la enorme verga del viejo.
Sumergida en esos pensamientos luego de encontrar los cigarros, busco un cenicero y fuego para volver a su pieza encontrándose a don José acostado en su cama, que la llamó para que se acostara junto a él, donde le entregó la cerveza y las demás cosas para que fumara mientras se acurrucaba a su lado, acomodando su cara sobre el pecho del viejo, mientras este la envolvía con su brazo para acariciarle la espalda y su trasero. Don José encendió un cigarro y comenzó a fumar sintiéndose el hombre más afortunado del mundo al haberse culeado a la voluptuosa joven de sus sueños. Don José: Como gozamos mi niña, le gusto? – Mirándola acostada sobre su pecho como si fuesen una pareja de enamorados. Catalina: Me encanto don José, estuvo demasiado rico!! Don José: porque no me da algunos de esos ricos besitos en el pecho??
La coelgiala empezó a besar suavemente el sudado y seboso pecho del vejete, que estaba ácido producto de la transpiración, pero aquello no le importo a la complaciente joven, que siguió besando con dulzura el cuerpo de su macho. Don José: que ricosss mi culoncita!! Uhmmm que rico mi niñaaa!!! Catalina.: Le gusta don José!? – Pasando su traviesa lengua por la piel del viejo, haciéndolo estremecer de placer le dio varias pasadas hasta que abrió su boca para empezar a chuparle la tetilla del vejete mientras su mano derecha acariciaba su enorme barriga.
Don José: Uhmmm que placer, que rico, nunca me habían dado tanto placer!!! La complacida joven se emocionó por los halagos de su macho, así empezó a bajar besando la enorme barriga del viejo llenándola de apasionados besos con lengua, sumergida en su papel de brindarle placer estuvo varios segundos besando y lamiendo el cuerpo del viejo de manera sumisa y complaciente, hasta que llegó a su ombligo, pasando su lengua alrededor de él sintiendo como el vejete se estremecía de placer, estaba fascinada de volver loco de placer a su macho dominante, fue descendiendo hasta su verga que descansaba plácidamente ya flácida.
Don José : quiere leche de papi!? – Llevando su mano hasta la cabeza de la joven para acariciarle el cabello. Catalina: si don José- La joven miró la flácida verga del vejete, y sin importarle donde había estado, se la metió toda en la boca para comenzar a chupársela suavemente pero apretando bien fuerte sus labios, procurando limpiar y tragarse los restos de leche que aún seguían ahí.
Don José: mi becerrita hambrienta! La calenturienta joven comenzó a aplicarse pasando su ansiosa lengua por todo el contorno del pene, metiéndoselo todo en la boca para luego bajar lentamente apretando sus labios con desesperación, fue que lo empezó a mamar placenteramente. Así estuvieron por casi 20 minutos, la joven como enajenada le chupaba la verga con calentura y devoción, haciendo que la enorme verga se volviera a erectar para terminar llenándole la boca con leche, que ella se bebió tragándose todo como si fuese su biberón.
Estuvieron acostados por casi una hora descansando, besándose de vez en cuando, hasta que el viejo vio la hora y decidió que era tiempo de irse, no sin antes decirle:
Don jose: Nos vemos otro día mi vida
La joven cuando estuvo sola se fue a bañar para eliminar los rastros del salvaje sexo que había tenido junto al vejete, luego de eso se fue a acostar recordando todo lo que había ocurrido, así se durmió plácidamente hasta el otro día, donde siguió su vida pensando en las dos culeadas que le dio el viejo quedando totalmente destrozadas sus nalgas.
Continuara………
Muy buen relato cuando publicaras el siguiente
me gusto tu relato aunque es el de cassandra es buena tu version continua es muy buena tu redaccion
Si gracias entiendo tomamos unas partes del relato de casandra seguiremos con mas