Las chicas de don Abundio (primera parte)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
CAPITULO UNO.
Don Abundio y Corina, el encuentro
_Suegro, me acompaña. A ver lo de la casa que están por entregarme_ Dijo una voz al otro lado del auricular.
-Pero Corina, sabes que yo estoy siempre dispuesto a complacerte_ Contesto Don Abundio, quien extrañado contesto con un dejo de alegría
La cita se había concertado para las cuatro de la tarde, el viejo se arregló cual adolescente para la cita con la que había sido su nuera. Presto llegó al lugar de la cita.
Subieron a la vieja camioneta de Abundio, quien atento platicaba con Corina, ella llevaba un vestido corto que dejaba ver sus sensuales y torneadas piernas, el espectáculo que se iba dando el viejo.
Después de recorrer la ciudad, llegaron a una colonia exclusiva, la casa la había comprado la madre de ella y a don Abundio la habían llevado para hacer algunos trabajos de herrería.
Recorrieron la casa, cuando en una de esas subidas, ella fingiendo un resbalón fue a caer a los brazos de don Abundio.
_¡Ay perdóname suegrito, fue sin querer_
_No te preocupes, bonita_ le dijo al mismo tiempo que le daba un beso en la comisura de sus labios.
_
Quiero confesarte que siempre me has gustado, que soñaba contigo, pero nunca pude tenerte cerca-
Corina entrecerró los ojos, lo cual aprovecho el herrero para robarle un beso, ella sonrió , lo agarró de la mano y lo condujó a la parte alta de la casa, al llegar a una de las habitaciones, el viejo cerró la puerta y abrazó a la bella muchacha buscando ansiosamente su boca.
_Nunca pensé que te podría tener asi, que seas mía Cori_ murmulló don Abundio excitado.
Las manos de él recorrieron el bien formado cuerpo de su nuera hasta detenerse en las redondas nalgas de la muchacha, quien tan solo dejó escapar un ligero gemido:
_aaaaah, me gusta papi_
Suavemente depositó a Corina en la cama, quitándole el vestidito el cual olió aspirando su fragancia, lo mismo hizo cuando le quito la diminuta tanga que ella traía oliendo y extasiándose con el olor ; comenzándola a besar, lentamente en la cara, hasta detenerse en la sonrosada boca, buscando la lengua de ella, quien tan solo la entreabrió y él, experimentado succiono ávidamente su lengua., chupándola en forma por demás deliciosa, fueron mas de diez minutos que don Abundio se deleitó con la boca de su nuera. En verdad que era un cuadro por demás inimaginable, él feo, moreno y pasado de peso, ella una verdadera belleza.
El viejo bajo hasta los redondos pechos de Corina y cual bebe hambriento comenzó a chuparlos con desesperación, mordisqueando los rosados pezones de la hermosa y escultural Corina, ella buscaba con su mano la ya erecta verga del viejo.
_Mami, en verdad que eres linda, que rico hueles, te voy a coger rico,
_Papi, la quiero, me vas a dejar que te la mame_
Corina, musitaba excitada cada vez mas por las atrevidas caricias que le daba el viejo Abundio, quien para entonces ya estaba frente a la vagina de la muchacha, él mamó a placer aquella fuente de placer, succionando ávidamente el bello clítoris, metiendo su áspera lengua proporcionándole un placer indescriptible. Acto seguido la volteó colocándola en cuatro patas, el viejo se colocó detrás de ella mirándola extasiado:
_¡que rico culo tienes Corina, me muero por que sea mío.
Su lengua recorrió cada milímetro del bello trasero de su nuera, deleitándose con la majestuosidad de ese culo blanco, redondo, jugoso y agradable a la vista.
La sensual chica se cimbró extasiada a la llegada de un orgasmo: _¡Ay, papi! ¡Me matas mi amor_
_Muy bien mamita, abre la boca, que ahora te toca disfrutar de un regalo que traje para ti_ Dijó el viejo.
Ante los ojos de la bella muchacha apareció una verga como de 20 centímetros,, morena, venuda, con la cabezota mojada por el liquido preseminal que le había fluido, don Abundio la blandió y ella en forma coqueta la introdujó a su boca.
Corina le dio unos besitos en la punta y le pasaba la sensual lengua alrededor del glande de la verga del extasiado viejo.
_Papi, me moría de ganas por tenerla en mi boca, ¡ay, que grande es, papi_
Durante unos minutos, ella se dedico a prodigarle una de las mejores mamadas que el viejo jamás soñó en que alguna mujer llegará a proporcionarle y lo mas excitante era que quien se la daba era Corina la que había sido su nuera y con que él muchas veces fantaseó.
_
_Chúpala, ¡aaah! ¡ Que bien se siente cosita rica_
La chica mamaba y mamaba el miembro del que alguna vez había sido su suegro y que ahora ella se le entregaba sin ningún recato.
_Mamita, déjame que te la meta porque ya no aguanto_ dijo con voz entrecortada el lascivo viejo-
Ella obediente le abrió las piernas, acostada boca arriba, ofreciéndole su intimidad, con cuidado don Abundio le colocó el enorme pene y lo introdujó en la ardiente vagina de la muchacha, comenzando asi un frenético mete y saca, los gemidos y chasquidos de los besos se oían en la habitación, mientras afuera la lluvia caía incansable.
Corina, contrajó los músculos de su cuerpo ardiente cuando transcurridos algunos minutos sintió que le llegaba otro orgasmo, el segundo de esa ardiente tarde.
_¡que rico siento papi, no pares métamela mas duro, si asi, sigueleee!
En un rápido movimiento el viejo herrero cambio de posición colocándose ahora boca arriba , Corina aprovechó para agarrar el poderoso miembro que se erguía ante ella y darle una mamada, el ruido que producía con la succionada enloquecía de placer al viejo.
_Sigue mamita, no pares.
Fueron momentos de inmenso placer, hasta que ella en un sensual movimiento se colocó encima de don Abundio, colocándose la verga en el inicio de su ardiente rajita.
_Papito, métemela hasta el fondo, ¡aaagh, que rica!
El viejo se apoyo en los duros y apetitosos glúteos de la chica para comenzar una serie de estocadas que culminaban con un gritito de ella, que extasiada pedía mas.
_
¡aaaaaaay, aaaaaaaagh, papi, papi_
Fueron momentos en que la realidad dejo de existir para ellos envolviéndose solo en el placer de sexo y lujuria.
Don Abundio saco su enorme tranca de la vagina de la muchacha y dándole una nalgada la puso en la posición de perrito, buscando con la lengua el ardiente orificio para una fenomenal mamada , que para ese entonces ya se encontraba húmedo por los líquidos que habían salido producto de la fricción de ambos.
_
Me dejas que te la meta por tu culito, amor_ Pregunto ansioso el viejo
_Papi mi culito es tuyo y solo tuyo_ Respondió Corina.
Excitado, el viejo saco una crema que para tal propósito traía consigo y la froto en el anhelante hoyito de ella, quien solo atinaba a dar pequeños gemiditos. Moviendo el trasero por demás sensual.
_Mi amor, papi cojeme ya, que esperas, métemela.
Esa verga morena se fue introduciendo lentamente en la pequeña cavidad de la chica, ella y él gemían apasionados, gosozos de esa cogida que se estaban dando, el la empezó a culear despacio para que el miembro se acoplara al estrecho orificio, hasta que se dio cuenta que ya la había introducido en su totalidad.
_Mamita que feliz me haces, nunca pensé que mi verga pudiera estar dentro de tu culito-
_Papi, porque nunca me hablaste, sino desde cuando ya me hubieras culiado_ le respondió ella volteando hacia el y dándole un mórbido beso.
Las manos de él, ásperas por el rudo trabajo agarraban su breve cintura al mismo tiempo que disfrutaba el espectáculo excitante que se presentaba. La verga prieta y fea de él y la belleza sin igual del blanco y redondo trasera de la chica, era algo sensacional.
_Papi, ¡me vengo, me vengo! ¡aaaggggh!_ gritó Corina, excitada al momento
que su bello cuerpo se convulsionada por la llegada de su tercer orgasmo.
_Papito, que feliz me haces, ¡cógeme, cógeme!
El viejo Abundio estaba por llegar a su orgasmo, pero se contuvo y sacó la verga del trasero de la belleza y la introdujo en la vagina; Dándose un festín pasional, sintió su cuerpo tensarse al mismo tiempo que su erecta verga se hacia mas grande.
_Estoy por llegar, mamita, Cori ¡Donde los quieres?
Corina le respondió jadeante: _En la boca, papi, quiero saborear tu semen, sentir la rica lechita del que ahora va ser mi macho, mi hombre.
Don Abundio sacó en forma rápida su miembro de la vagina de la muchacha y se comenzó a masturbar, mientras ella hincada abría su boca seductora esperando recibir el semen del viejo.
Una descarga de semen se dirigió a la boca de ella, quien ávida los recibió hasta no quedar una gota mas. Cuando se dio cuenta que ya no había mas se los tragó mirando al viejo coquetamente.
_Gracias papito, que rica cogida me diste.
_¡uuf, Corina, que linda y ardiente eres_
Por toda respuesta ella atrajó hacia si la verga del viejo y amorosa la limpio con la lengua hasta dejarla completamente limpia.
El viejo se dejo caer pesadamente al lado de ella atrayéndola hacia él y se abrazaron buscándole la boca para fundirse en un apasionado beso, el cual prometía para mas.
CONTINUARA.
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