Las ricas tetitas de Mayra
Al ver esos pezones en crecimiento, no me puede aguantar.
Luego de varias semanas, regreso, porque quiero contarte lo que pasó ayer…como sabes, hace ya hace cerca de un mes, comencé con Isabel, de 26 años, casada…y decidí darles unas vacaciones a Mayra y Lizette…principalmente porque el hecho de que sean menores, pues ambas tienen menos de 10 años de edad, me ponía nervioso…soñaba que estaba en la cárcel, que otros presos me culeaban por considerarme violador o pederasta…las nenas se molestaron y dejaron de hablarme…con Isabel, las cosas no fueron como yo esperaba, un poco por sus convicciones religiosas y otra, creo, porque la veía muy vieja… Si no conoces a Mayra y Lizette, haz clic en el círculo que hay a la izquierda del título, en el que se ve un lápiz…así podrás ver todas las historias, tan reales como esta, que he publicado…y conocerás a ambas pequeñas (reales pecados mortales)…
Ayer, domingo, estaba tomando sol en mi balcón…de pronto, Mayra, que vive frente a mi casa, salió con patines, un short muy corto y una camiseta que resaltaba un par de pezones grandes y dos bultitos en pleno desarrollo… ¡No pude creer que en tan poco tiempo se hayan desarrollado tanto! Mis ojos se quedaron pegados a esas maravillas…
Ella me miró y, como siempre, se puso a danzar con los patines, a levantar sus bracitos, a darme la espalda y ponerse en 90 grados, mostrando su culito redondo y gordito…a pararse de perfil, sacar pecho y hacer que sus tetitas resalten…¡¡¡ufff!!!, la verga se me paró de inmediato, no me pude contener…esperé que me mirara y la llamé con las manos… se quedó inmóvil un par de segundos y volteó violentamente, como diciéndome: – Sigo molesta…
Nuevamente me miró, la volví a llamar…su cara seria, comenzó a dibujar una sonrisa…entró a su casa…yo bajé de inmediato, abrí la puerta y subí…ella salió sin patines, miró a ambos lados, cruzó corriendo y entró, cerró la puerta y subió…se paró frente a mí, sacó pecho y me dijo: – Hola, papi… ¿necesitas algo?… le dije que simplemente la extrañaba, que me había dado cuenta que estaba equivocado y quería compartir con ella todo el tiempo del que dispusiera…
Estiré mis brazos en forma paternal…saltó, se colgó de mi cuello, con sus piernas abrazó mi cintura y nos fundimos en un largo y apasionado beso con lengua…con mis manos la tomé de la cintura y ella subía y bajaba frotando mi verga con su vagina apresada por la ropa… la llevé a mi cama, la paré sobre ella, le saqué la camiseta…la visión de los grandes pezones duritos y los globos infladitos me terminó de hacer perder la razón…me desvestí de inmediato y ella hizo lo mismo…
Comencé a mamarle una tetita, luego la otra, mi boca pasaba de una a otra, le mordía los pezones, le apretaba los globitos con mis manos…ella se reía, me decía: – Sabía que no ibas a resistir mirarme… yo no hablaba, le chupaba las tetas, la manoseaba, su vagina, su culito, sus piernas…ella se movía, estiraba su mano para agarrar mi verga, mis huevos… me decía que toda mi leche iba a ser sólo para ella… apenas pudo, me jaló y me hizo echar en la cama, se subió en posición 69 y comenzó a lamer mi glande, a apretar mis huevos, a acercar su vagina a mi boca…
Comenzó una mamada profunda, succionando con fuerza, apretando con sus labios el cuerpo de mi verga…yo le lamía el clítoris, se lo mordía, le recorría toda la vulva, los labios…la punta de mi lengua se introducía a las profundidades de su conchita…la verdad que sí la extrañaba…húmeda, calentita, dedicada sólo a mí…
Mis manos no dejaban de sobar, apretar, pellizcar sus tetitas, el anzuelo que usó para atraerme…simplemente, deliciosas… me paré al lado de la cama, la jalé de las piernas hasta el borde, las abrió, dejándome ver ambos agujeros brillantes por sus fluidos y mi saliva…la agarré de las nalgas, la levanté y la penetré lentamente por la conchita, pero sin detenerme en el camino…mmm…ambos gemimos, mis huevos chocaron con sus nalguitas…su carita transmitía placer, ganas, deseo…nos mirábamos y sonreíamos…meter y sacar me revolvía todo el organismo…
Cuando sentí que se me venía la leche, se la saqué de la conchita y se la clavé en el culo…abrió la boca…gritó: -¡Qué rico! Se colgó de mi cuello y levantó su cuerpito para que mi boca llegará a sus tetas, hambrientas de lamidas y chupadas…me las tragué, mientras entraba y salía por su conducto anal…éramos dos perritos enganchados…ya no pude aguantar y mi semen inundó su precioso culo, chorreó al exterior…no podíamos ni queríamos separarnos…estuvimos allí un buen rato, sin movernos, abrazados, respirando muy fuerte, diciéndonos cosas muy dulces y otras muy sucias…
Luego de unos minutos, me dijo: – Papi, todo es muy rico, pero bien sabes que me tienes que alimentar…así que vamos al baño a lavarte y regresemos para tomar tu lechecita…espero que me hayas guardado, al menos, un vasito…me reí y le dije que tome conciencia que yo podía ser su bisabuelo, así que si tomaba una copita de mi leche, se diera por satisfecha… Luego del aseo, regresamos, me dijo que me parara al borde de la cama, ella se echó cara arriba, deslizó su cabecita hasta ponerla frente a mi verga, me pidió que le toque rico las tetas y comenzó una mamada como las de antes, pero con la emoción del tiempo transcurrido…
Chupó, mordió, lamió, hizo lo mismo con mis huevos, me pidió que le mame las tetitas y no paró hasta que, impulsada por el morbo y el amor hacia ella, mi hijita sexual, mi leche llenó su boquita…hizo gárgaras con ella y la fue tragando lentamente…se paró en la cama, me besó en la boca y me invitó un poquito de mi leche, porque sabe que me encanta…-Papito, ya regresé y no pienso compartirte con nadie, ni con Lizette, así que no le voy a contar nada y espero que no le mires las tetas a ella… hasta mañana…
Uffffff que rico relato espero el otro con Lizette
Deliciosooooo!!!!
Mmmmmmmmm rico relato uno se pone a mil y se tiene sacarse la calentura con una buena paja recordando relato