Liliana conoce el placer a los 9 años (2)
Los días que siguieron fueron delirantes…ahora está de viaje con su familia por las fiestas de fin de año….
El último día que conté, habíamos terminado en el baño de visita, luego que le lamí la conchita; allí, nos masturbamos mutuamente y llegamos a deliciosos orgasmos, su manito quedó llena de mi semen y mi mano mojada de todo lo que salía de su aun virgen conchita…antes de salir, la puse sobre el sanitario y tomé el líquido espeso de su infantil placer, directamente de su gordito y apretadito envase; al final, la besé con lengua para que pruebe su propio fluido…
Los dos siguientes días eran de fin de semana y ella tuvo que viajar, con su mamá y equipo, a una ciudad cercana a un torneo de fútbol sub 10. Pensé en ir, pero como no iba a tener la menor posibilidad de estar cerca de ella y, además, tenía que gastar en el viaje, preferí quedarme a ver si veía a Mayrita, lo que no pasó…terminé masturbándome con mi álbum de fotos…
El lunes siguiente fui puntual a cumplir con mi tarea de “apoyar escolarmente” a Lily. Muy temprano me había tirado un pajazo para estar más o menos tranquilo al inicio de la “clase”, pero, cuando la vi con un vestidito blanco con flores, sin mangas y un poco más arriba de la rodilla, la pinga saltó y se notó tremendamente en mi pantalón, porque ya dije que no uso calzoncillo. Ella, acercándose a la puerta, lo notó y se comenzó a reír…abrió, me jaló de una mano y, apenas entré, cerró la puerta, metió su mano por la cintura del pantalón, apretó mi pinga y me dijo:- Yo también te extrañé…
Esa tarde no tenía tareas urgentes, por lo que pasamos casi todo el tiempo en el living, en un lugar desde el que podíamos ver la puerta del dormitorio de su mamá…debajo del vestidito sólo tenía un pequeño calzoncito, se lo saqué y comencé a lamer sus piernitas, fui subiendo, le mordí suavemente toda su gordita vulva y metí mi lengua entre sus rosados labios vaginales…subí por ellos hasta su clítoris; al lamerlo, ella casi dio un salto, me pegó en la nuca y casi gritó: – Uyyy, ¡¿qué me haces?!.
La paré al lado del sillón, me bajé el pantalón, me eché en el piso y la hice echarse sobre mí en posición 69…ella, instintivamente me agarró la pinga, ya al palo, y comenzó a subir y bajar su manito por el cuerpo de la pinga, mientras movía sus piernas desesperadamente al sentir cómo me comía su conchita y con una mano, le sobaba una tetita…la agarré de los cabellos y llevé su cabecita hasta mi pinga, le froté y golpeé suavemente la cara con ella y comencé a pasarla sobre sus labios…abrió levemente su boquita, lamió la punta de mi glande ya mojado y le empujé la cabecita para que la pinga entre…me mordió un poquito y, luego la apretó con sus labios…comencé a moverme para que entre y salga, mientras se acostumbraba a tenerla adentro y saber qué hacer…
Ambos gemíamos, queríamos gritar…la leche se me salió a los pocos segundos y mi boca y parte de mi cara estaba totalmente mojada, cuando sentimos abrirse la puerta del cuarto de la mamá…la empujé hacia el baño de visitas, con su calzón me sequé la cara y la pinga, subí el pantalón, me senté en el sillón, cogí una revista de una mesita y, al mirar por el espejo, vi que la señora había entrado al baño principal, al lado de su dormitorio…falsa alarma, gran excitación…Lily no regresaba, esperé a que la mamá regrese a su cuarto…y corrí, literalmente, al baño de visita…
Ella estaba desnuda, frente al espejo, tocándose las tetitas. Al verme entrar, estiró sus brazos, se colgó de mi cuello y abrazó mi cintura con sus piernitas…ya no pude más, la agarré de las nalgas, puse su vagina sobre mi pinga, y comencé a subirla y bajarla para que los labios de su conchita sientan algo más duro que mi lengua…ella me miró, respiró fuerte, cerró sus ojitos y me dijo: – Quiero gritar. La besé en los labios y la fui jalando mientras sentía el calor de su conchita recibiéndome…lentamente fui entrando, mojadita, calientita, cerradita, me mordió y la jalé con fuerza…gritó: – Ayyy…mmm……me pegó en la cabeza y se movía como si quisiera que la atraviese…así, parados, totalmente arrechos, nos movimos hasta que lo poco de leche que me quedaba se mezcló con sus fluidos, en el fondo de su desflorada vagina. Teníamos que apurarnos, cualquier cosa podía pasar.
Fiel a mi costumbre, la cargué para que pase sus piernas sobre mis hombros y su delicioso manjar quede a la altura de mi boca…rico, tragar su sangrecita, mezclada con mi semen y sus líquidos, era un placer imperdible…ya no hice que ella me la mame…estaba entre feliz, asustada, dolorida y borracha…la aseé como pude, le dije que vaya al otro baño, se limpie y en su cuarto, se ponga otro calzón, le di el que yo había usado como toalla. Le dije que iba a ir a mi casa a bañarme y regresaba; que si su mamá salía y le preguntaba por mí, le diga que había ido a traer un libro que quería mostrarle. Abrí un poco la puerta… todo estaba tranquilo, ella salió corriendo y yo me senté en el sanitario, a punto de un desmayo. Me lavé la pinga y alrededores, también la cara. Me puse el pantalón, revisé que todo estuviera en orden y me fui a mi casa, me duché y bajé para regresar a su casa, en mitad del camino me acordé del libro que supuestamente iba a llevar; regresé, agarré una revista de crucigramas…al llegar encontré a Lily y su mamá conversando en el living.
La mamá me agradeció porque ya le habían dicho en el colegio que su hijita había avanzado mucho en el último mes de clases y había aprobado el grado escolar. Me dio un sobre, que traté de no aceptar, pero ella insistió…no hice mucho esfuerzo en rechazarlo… lo recibí y había el monto de seis meses de “ayuda académica”…me sentí un puto, que estaba cobrando por tener sexo con la nena…me contó que iban a viajar para pasar las fiestas con los abuelos y que, al regresar los primeros días de enero, quería que prepare a Lily para el quinto de Primaria…Acepté humildemente la invitación y prometí esforzarme al máximo para dejarla 100% preparada para ser la primera de su promoción…la nena me miró, me guiñó un ojo, se acercó me estiró los bracitos, me agaché, me abrazó y me dijo:- Gracias por todo don Ricky…y me dio un besito en la mejilla… orgulloso de mi éxito como docente, me despedí, abrazando a ambas por Navidad y Año Nuevo y, llegando a mi casa, me tiré un pajazo monstruoso…
Ricky
Woooowwwww! qué rico!