Mayra, Lizette y yo… ¡El trio perfecto! 2
Vinieron el domingo…mis nenas siguen creciendo en cuerpo, mente y morbo, mucho morbo….
Me levanté temprano, me bañé sin masturbarme, como usualmente hago, para que el desayuno de las nenas fuera consistente. Me alimenté bien, tomé mis vitaminas, puse el Sildenafil muy cerca y me puse a buscar fotos de colegialas calientes, en la PC… me vinieron ganas de culear a las niñas, por lo que traje un pote de lubricante anal y lo puse junto a mi cama…a las 9:30 sonó el intercomunicador, tomé el Sildenafil, confirmé que eran ellas y les abrí…
- (M) ¡Hola, papi! Nos tienes que acompañar a la feria dominical. Eso le hemos dicho a las mamás…
- (L) Si, pero esta cochina lo dijo de una forma…
- (Yo) ¿Qué dijo?
- (M) Nada, papi. Cuando pedí permiso, con mi mami, en la casa de Lizette, diciendo que íbamos a ir contigo a la Feria, su mamá se molestó un poco porque dijo que tú estabas convaleciente y que no podías estar caminando tanto…entonces yo dije que tú habías aceptado: -Ya, vamos, porque aquí, solo, me aburro…
- (L, riéndose) ¿Ves? Esta dijo eso porque cuando vamos a la juguería de la vuelta, ella siempre dice que allí estás tú, porque hay una estatua de un burrito que tiene la pinga muy parada y larga…cuando dijo “aburro”, pensé en el burro y en ti…
- (Yo) Bueno, entonces no perdamos tiempo porque al burro se le muere la pinga…
Fuimos a mi dormitorio, nos desvestimos…ellas estaban muy preparadas, un pequeño short, azul de Lizette y rojo de Mayra, sin calzón, un top sin sostén, ambos negros…y nada más. Yo, con mi camiseta de rigor…una vez desnudos, pregunté cómo estaba el burro. Me hicieron arrodillar en el suelo, levantar un poco el brazo derecho, y la pinga, que comenzaba una erección y los huevos, colgando. Mayra dijo que le faltaba acción, por lo que metió su mano y comenzó a masturbarme, luego se echó y comenzó a lamer y chupar mi pinga…Lizette se paró frente a mí y puso su conchita en mi boca; mi lengua comenzó a actuar sobre sus rosados y gorditos labios vaginales…estuvimos así varios minutos, calentando motores…
Les pedí que se arrodillen en el filo de la cama, dándome la espalda. Lizette dijo: – Ay, pobre mi culo, y todos nos reímos…agarré el lubricante y les unté todo el recorrido al ano, mientras, con la otra mano, les masturbaba las conchitas. Pregunté quién quería ser la primera, las dos dijeron: ¡Yo!…elegí a Lizette, por el tiempo que ha estado fuera de actividad…le metí el dedo índice, mientras que a Mayra le hacía lo mismo con la otra mano; una vez adentro, moví los dedos y comenzaron a gemir…puse la cabeza de la pinga en la entrada de Lizette, a la que tuve que separar sus enormes nalgas para tener acceso. Le metí la cabeza, ella se quejó un poquito, metí dos dedos a Mayra y fui entrando en ambos culos…conforme entraba, la presión de Lizette sobre mi pinga me elevaba la arrechura…escuchar a ambas casi gritar y sentir la presión en mi pinga y lo caliente del culo de Mayra en mi mano, en cada mete-saca, me llevaron al punto previo a la eyaculación…salí de Lizette, le metí tres dedos y se la clavé, sin contemplaciones, a Mayra: – ¡Papi! gritó la nena y comenzó a mover su cintura rápidamente, produciéndome una desesperación al tratar de aguantar la leche…no pude e inundé su culo…
¡Si, lléname, papito, rómpeme el culo!. Lizette, al escuchar esto, saltó de la cama, se agachó entre mis piernas y comenzó a tragar lo que salía del culo y de mi pinga…reclamó que haya terminado en Mayra y no en ella…Eso me arrechaba más, le clavaba la pinga hasta el fondo, Lizette me mordía los huevos, Yo le apretaba las tetas a Mayra…saqué mi pinga, todavía dura, jalé a Lizette, la tiré en la cama, la cogí de las piernas, las puse en mis hombros, le dije: ¡Rómpeme la clavícula! Y le empotré la pinga en la concha totalmente mojada…Rico, sentí algo especial, ella me ajustó el cuello con sus piernas, se movía hacia arriba y abajo, yo le chupaba las duras tetitas y manoseaba a Mayra que se había metido casi una mano en su abultada conchita…eyaculé dentro de Lizette, seguí moviéndome porque la sensación era incontrolable. Lizette también movía su cintura y un gran gemido coronó su orgasmo…
Salí, me eché en la cama, ambas se dedicaron a limpiar con sus boquitas todo lo que me embarraba, mezcla de mi semen, con sus fluidos y hasta el lubricante anal que, después, nos dimos cuenta que también lo habíamos tragado, al menos una parte… Nos duchamos, vestimos y, como la dulce familia que somos, caminamos a la feria, almorzamos, jugamos, y, para no perder la costumbre, cada vez que podíamos, nos manoseábamos. A eso de las 6:00 de la tarde, regresamos a casa, dejé a cada una con su respectiva mamá. Me agradecieron y disculparon por las cosas que me hacen hacer sus hijas (si supieran qué “cosas” son) y me fui a casa, según les dije, a descansar, pues la caminata me había cansado un poco…
Lo que no me llego a explicar es, cómo después de todo lo que pasó ese día, me desperté a las 3 de la mañana, con la pinga al palo y unas ganas locas de tirarme una deliciosa paja… ¡viejo corrupto y pajero!
Ricky
Muy excitante y tiene mucho morbo.
Con todo esto yo de ti preñaria a Maira quien es realmente tu mujer