ME CONVERTI EN LA PUTA DE LOS JOVENCITOS
confesion y fantasia de una buena y pervertida amiga de la red.
Hola, mi nombre es Laura, actualmente tengo 32 años, vivo en una pequeña ciudad de Colombia, me dedico a la docencia, soy profesora de primaria y secundaria, nunca me casé y vivo sola en un pequeño apartamento y quiero confesar algo que me cambió la vida desde hace unos años
Empezaré por describirme un poco físicamente, aunque soy muy mala para eso… soy de tez trigueña, mido 1,64 mts, tengo cabello hasta la mitad de la espalda, oscuro, aunque ahora me hice unos mechones rubios, ojos verdes y siempre he sido un poco voluptuosa como dicen… tengo buenas caderas, un buen par de tetas y un culito que es mi mayor orgullo, grande, redondo y acompañado de un buen par de piernas
En mi país no hay estaciones climatológicas, durante todo el año hace calorcito, lo que me permite vestir y lucir mi cuerpo todo el tiempo… desde muy jovencita me di cuenta que los hombres me querían follar, mi cuerpo se empezaba a desarrollar y pronto me convertí en una jovencita muy atractiva… también desde muy jovencita empecé a explorar mi cuerpo, recordando la forma en que me miraban los viejos y las cosas que me decían en la calle, puedo decir que desde niña ya era bien pervertida y trataba de mostrar mi cuerpo a los hombres, descuidadamente claro, eso me calentaba mucho la entrepierna… muy pronto tuve mis primeros acercamientos sexuales con algunos compañeros del colegio, caricias y manoseos, pero cuando me decidí a perder mi virginidad, algo muy extraño sucedió, me dolía mucho la penetración, de echo esa primera vez no logramos la penetración porque era muy dolorosa para mí, luego de varios intentos con diferentes personas, siempre ocurría lo mismo, el dolor era tan grande que no lograba la penetración y terminaba decepcionada, de mal genio y aburrida y ni que decir de mi compañero de turno
Con el tiempo me enteré, mediante exámenes médicos, que tenía una condición médica llamada VAGINISMO, los músculos de mi vagina se contraen involuntariamente, lo que hace que mi vagina sea muy estrecha, haciendo muy dolorosa o imposible la penetración… intenté con tratamiento psicológico y con algunos medicamentos y tratamientos naturistas, pero nada me sirvió… ensayé con la penetración anal, pero no me daba el placer que yo quería… me la pasaba masturbándome con mis dedos a diario, sobándome el clítoris y llegue a tener algunas experiencias lésbicas con algunas amigas… pero mi mente y mi calentura siempre me pedían ser penetrada y gozar de una buena verga dentro de mí.
Por eso nunca me casé, ni tuve ninguna relación duradera o seria con algún hombre… en fin, ya estaba resignada a nunca sentir el placer de ser penetrada o de sentir un orgasmo con una buena verga bien adentro
Como les dije antes, soy profesora en un colegio en mi ciudad, y hace algunos años ocurrió algo, que empezó a cambiar mi vida para siempre… resulta que, en el colegio, cierto día ocurrió un pequeño accidente con uno de los niños de primaria, se trataba de un pequeño de ocho años, que durante el recreo, estando en el baño, el cierre de su pantalón se enredó con su pequeño pene, quedando atrapado, es decir, el cierre del pantalón quedó pellizcando parte del pene y le dolía mucho, el solo no podía soltar el cierre para liberar su pequeño miembro… por lo que tocó llevarlo a la enfermería y pues, con mucha paciencia, delicadeza y la ayuda de varios profesores, logramos soltar ese pequeño pene del cierre del pantalón… le hicieron una pequeña curación y todo quedó así no más… pero si recuerdo, que en algún momento, mientras veía ese pequeño miembro, pensé para mis adentros, que una verga de ese tamaño si podría penetrarme sin ningún dolor
Al pasar de los días, empezó a dar vueltas por mi cabeza y a recordar esa pequeña verga… aquel día no sentí nada de morbo, pero ahora, empezaba a recordarlo y me calentaba más la idea de tener una verga de ese tamaño entre mis piernas… así fue que, con el pasar del tiempo, decidí probar una verga de ese tamaño, decidí que tendría que seducir a un jovencito pre adolescente, sentirme penetrada por un jovencito bien pervertido… ya sabía que a los 10 años más o menos, las hormonas de los jovencitos se empiezan a despertar y ya se empiezan a masturbar… yo empecé a frotar mi clítoris como a los 11 años… entonces tomé la decisión de dar clases particulares en mi apartamento, dar refuerzos escolares para jovencitos de 10 a 12 años, así también me ayudaría económicamente y me distraería en las tardes .
Poco después pude empezar a dar clases particulares a unos cuantos jovencitos de la comunidad… siempre fueron clases personalizadas, es decir que no daba clases en grupo, siempre tenia solo un alumno a la vez… empecé a fijarme en los más inquietos, despiertos y precoces… tendría que seducirlos lentamente, con mucho tacto y sin obligarlos a nada claro, no quería un escándalo en el colegio o en el barrio… siempre daba mis clases en vestidos, cuando me sentaba, trataba de que el vestido se subiera y mostrar un poco más de piernas y que pudieran ver algo dentro de mi escote cada vez que me agachaba, entonces, miraba de reojo, a ver quiénes de ellos eran los más interesados en tratar de ver algo más de la cuenta y a cuáles de ellos se les empezaba a notar ese pequeño bulto sobre sus pantalones… luego de unas cuantas clases, decidí conquistar primero a Danielito, un jovencito de 10 años que necesitaba refuerzo en matemáticas, pero que vi que era bastante inquieto y despierto y siempre estaba pendiente de mirar mis piernas y mi pecho y se le notaba claramente por el bulto de su pantalón, que yo no le era nada indiferente… cuando tenía clases con él, empecé a usar vestidos más cortos y escotados, zapatos más altos y tangas mucho más pequeñas y trasparentes, no usaba sostén para que se notaran bien mis pezones y viera como rebotaban mis tetas al caminar… cuando nos sentábamos juntos en la sala o en el comedor, yo trataba de estar bien pegada a él y que mis piernas hicieran contacto con su cuerpo, que sintiera mi calor y rosar con mi pecho su cuerpo con cualquier pretexto… cuando lo saludaba o se despedía, siempre le daba un fuerte abrazo pegándolo contra mis tetas y le deba un sonoro y húmedo beso en el cachete, cada vez más cerca de la boca
Alguna vez al llegar al apartamento y verme en uno de esos pequeños vestidos, me dijo que me veía muy bonita, yo le agradecí el cumplido y le dije que me gustaba vestir así, pero que en el colegio no lo podía hacer, por los comentarios de los otros profesores o las directivas, que por eso lo hacía en casa, le pregunte que si le molestaba verme vestida así y me dijo que todo lo contrario, que le gustaba mucho verme así, entonces yo le dije que me vestiría bonita para él, cuando el viniera al apartamento y se le dibujó en su rostro una gran sonrisa.
Eso me daba pie, para poder usar faldas más cortas y escotes más amplios y aprovechaba cualquier oportunidad para que pudiera ver bajo mi falda mis pequeñas y trasparentes tangas… trataba de dejar olvidadas mis tangas sucias, para cuando el entrara al baño, o las dejaba extendidas en el patio de ropas, para que el las pudiera ver cuando entrara a la cocina… yo le decía que podía entrar a la cocina y servirse jugo cada vez que quisiera, incluso varias veces le ofrecía algún jugo o galletas, y las colocaba sobre la mesita de centro de la sala, siempre dándole la espalda a él, e inclinándome sin doblar las rodillas, para que tuviera una buena vista de mi culo y de mis piernas
Como eran clases de matemáticas, yo utilizaba los dedos de sus manos para ayudarnos en las explicaciones y en las cuentas, y dejaba mi mano sobre su mano más tiempo de lo normal, o tomaba su mano y la colocaba sobre mi pierna y lo obligaba a dejarla ahí por un buen rato, luego quitaba mi mano y dejaba la de el sobre mi pierna y el no hacía nada por quitarla, con mis manos sostenía un libro abierto sobre mis piernas, ocultando a nuestras vistas esa mano inquieta, que pronto empecé a sentir como se movía sobre mis muslos acariciándome muy sutilmente y como yo no decía nada, esa mano se volvía cada vez más descarada… es una delicia sentir las manos de un joven pre adolecente manoseándote y explorando bajo tu vestido, la panocha se me pone super caliente y jugosa cada vez que hacen eso
Con el pasar de los días, como yo no decía nada y le permitía todos sus tocamientos, es más, trataba de pegar bien mi cuerpo al suyo y dejarle mis piernas a su disposición, siempre ocultando sus manoseos con algún libro o cuaderno previamente escogido para las clases de ese día, podía sentir como esas curiosas manos se metían por debajo de mi vestido, muy cerca de mi entrepierna que siempre estaba empapada, yo trataba que tuviera una buena vista de mi escote, varias veces le decía alguna fórmula matemática al oído, pegando mi rostro al suyo y rosando mis labios con su oreja… ya luego le propuse que cada vez que me diera una respuesta correcta le daría una recompensa, como darle una pequeña galleta o algo así, y luego esa recompensa era darle un besito en la mejilla… podía ver el brillo en sus ojos con cada beso y sentir esas manos sobre mis muslos, hasta que un día lo felicité por alguna respuesta y le di un abrazo pegándolo a mis tetas y un pequeño beso en la boca… ese inocente beso, con el pasar de las respuestas correctas, se fue trasformando en besos más largos y deliciosos, él ya se sentía más en confianza y sus manos se hicieron cada vez más audaces sobre mi anatomía, hasta que llegaron a acariciar mi raja sobre la tela del panty, claro que yo abría un poco las piernas, para que pudiera explorar con mayor facilidad y saciar su curiosidad
Un día, después de uno de esos deliciosos besos en la boca y con una de sus manos sobre mis muslos, le dije que si le gustaba tocarme las piernas y el me respondió simplemente que si, a lo que yo le dije que a mi encantaba sentir sus manos sobre mi cuerpo y que no me ponía brava si me tocaba todo lo que quisiera, con la condición, claro está, que no debía contarle a nadie y que sería nuestro secreto… a partir de ese momento no dejaba de manosearme a todo momento y con total descaro y nuestros besos se volvieron apasionados y mi lengua buscaba la suya, Danielito pronto aprendió a besar con lengua y yo buscaba el cierre de su pantalón mientras sentía sus manos bajo mi vestido manoseándome las nalgas… le dije entonces que le daría unas cuantas clases de sexología que le servirían mucho en la vida, y con un poco de su ayuda, saqué su verga del pantalón que ya se encontraba totalmente erecta y me puse a masturbarlo mientras nos besábamos y sentía una de sus manos explorándome el culo…. Luego se la chupé con desespero y podía sentir sus gemidos mientras mi boca jugaba con ese pequeño miembro… sentía que era el tamaño perfecto para mí y mi entrepierna estaba chorreando jugos de lo caliente que estaba… pronto me acomodé boca arriba sobre el sofá y lo fui atrayendo sobre mí, corrí la tanga que nunca había estado tan empapada hacia un lado y con mi mano tomé su pequeña verga y la dirigí a la entrada de mi cuca, diciéndole que quería que me la metiera por ahí, Danielito empezó a empujar y pude sentir como me entraba por completo abriendo los pliegues de mi vagina, se sentía delicioso como me entraba centímetro a centímetro, hasta que me la metió toda, pronto aprendió a mover esa verga dentro de mí y yo gemía de placer, su miembro rosaba todas mis paredes vaginales, haciéndome sentir sensaciones deliciosas nunca antes sentidas… como lo sospeché, ese tamaño de verga no me maltrataba, por el contrario, me hacían gemir de puro placer… por fin podía disfrutar de una verga penetrándome sin dolor y haciéndome sentir mujer… y por lo que vi, también el disfrutaba de esa vagina apretándole la verga, porque me dijo que sentía muchas ganas de hacer pipí, a lo que yo le dije que no importaba, que se hiciera pipí dentro de mí, y en un par de minutos se estaba corriendo a chorros dentro de mi raja, dando unos cuantos gemidos de placer
Luego tuve que explicarle la diferencia entre hacer pipí y correrse, claro que, para explicarle, tuve que masturbarlo y mamarle la verga varias veces para que se corriera en mis tetas y viera la diferencia entre orines y semen y lo diferente que se sentía al hacer pipí y al correrse
A partir de ese día, todo el tiempo Danielito estaba explorando bajo mi vestido mientras le daba clases, me sacaba las tetas del escote y me las manoseaba y me las chupaba mientras yo le explicaba algún ejercicio, metía sus manos bajo mi falda y que quitaba la tanga para poderme manosear mejor… yo le dejaba que hiciera conmigo todo lo que quisiera, que explorara y tocara a su gusto, una vez me hizo recostar boca arriba sobre el sofá y se metió entre mis piernas para poder ver y tocar mi panocha a su gusto, y claro que aproveché para enseñarle a jugar con mi clítoris y que jugara con su lengua, mientras me metía sus dedos por mi culo y por mi chocha, arrancándome muchos gemidos de placer y muchas veces me corrí sobre su cara o entre sus manos.. pronto Danielito quiso aprender nuevas posiciones, entonces yo le explicaba sus clases sentada sobre su verga, o en cuatro patas, mientras el me penetraba con desespero… una vez, él estaba acostado boca arriba sobre mi cama y yo cabalgándolo deliciosamente, sintiendo esa verga de tamaño perfecto para mi dentro de mi concha, le dije que, si no mejoraba su situación académica en el colegio, no lo dejarían seguir aprendiendo conmigo… y así logre que obtuviera buenas calificaciones
Con el tiempo, y mejorando mis tácticas, logré conquistar varios jovencitos más… me encantaba sentir esas manos inquietas manoseándome y esas pequeñas vergas penetrándome deliciosamente… aunque, con el pasar del tiempo Danielito fue creciendo, y a sus 14 años y con una verga bastante desarrollada, empezaba a sentir un poco de dolor cuando me penetraba y con la excusa de no estar capacitada para dar clase en grados superiores, dejé de darle clases particulares… y así me dediqué a enseñar sobre sexo a jovencitos de 10 años en adelante y cuando cumplían 13 o 14 ya no me gustaban y buscaba nuevos jovencitos… me encanta que me metan mano en todas partes, que jueguen conmigo, que me metan cosas, claro, cosas de tamaño moderado para no lastimarme… me encanta que me digan cómo quieren verme vestida y que ropa ponerme, me piden que no use ropa interior para darles clase, ahora les dicto clase vestida como una puta exhibicionista, mostrando las tetas y el culo… me chupan, me lamen, me tocan y me penetran muchas veces, son incansables, se pueden correr dentro de mi tres o hasta cuatro veces en un día, ahora si disfruto tanto la penetración vaginal como la penetración anal, se corren entre mis tetas en mi cara y muchas veces me trago su lechecita… claro que ahora si me toca cuidarme para no quedar embarazada, aunque confieso que a veces me ronda la cabeza, la idea de dejarme embarazar de un jovencito de esos… ahora si disfruto y me siento mujer, ahora soy la puta de los jovencitos, para que me usen a su antojo y placer… es más, ahora quiero un jovencito de nueve años o menos para convertirme en su puta personal
Excelente relato. La lectura es muy fluida y detallada. Eso permite que el morbo no se corte en ningún momento.
La verdad soy nuevo en esta categoría (sexo con maduras), no se cual sea tú idea con este relato. Si sólo sea este capítulo y ya. Pero me da la impresión que puede dar para 1 ó 2 relatos más. Asi lo dejas ver con ese final. Siento que puedes «hundir» un poco mas al personaje. Que comience a tener charlas sexosas con sus estudiantes en las que les pase fotos también. El embarazó me resulta sumamente interesante, pero que no sea de un alumno en específico, que en un día tengas muchas clases personales con sus alumnos y tenga sexo con cada uno de ellos. Así cuándo quede embarazada no sabrá de quién es. La otra idea que se me viene a la mente es lo de convertirse en una puta personal, podría ser que se encuentre a un niño de la calle y lo lleve a su casa a pasar unos días. Pero en esos días el niño comienza a tener control sobre el cuerpo de la protagonista al punto que ella lo «adopta». Dando a la impresión ante la sociedad que es su hijo adoptivo pero dentro de la casa en realidad es su macho.
Perdón por alargarme jajaja. Ojalá y alguna de esas ideas te sirva para darle un final a esta historia. La verdad me agrada tú escritura. Espero pronto leer otro buen relato tuyo.
Saludos.
me encanto tu comentario…
Gracias Ellen. Es solo que cuándo estoy leyendo un buen relato me es imposible no ponerme a pensar en nuevas aventuras que el autor podría meter en futuras entregas.
Saludos.
que rica historia, me imaginaba a mi mismo a los 10 años viviendo esa hermosa experiencia. Lo mas cercano que he vivido yo algo asi es que mi ex se masturbaba con jovencitos en la red, eso me calentaba demasiado.
No te extendiste, eso es genial lo de pasar al de 12 como adoptivo en la calle y en casa cogerselo como loca sacandole leche con el agujero que sea.
Un nene viviendo con una degenerada que desleche menores es riquisimo
tienes razon amigo esta increíble el relato y la forma como lo narra ademas toma algo que yo creo muchos soñamos tener sexo con la maestra
Muy rico el relato, imaginar como una puta mayor, se folla a nenes es excitante, sigue con mas relatos, mi contacto de TELE en mi perfil por si gustas platicar, saludos.
Interesante historia. Deberías ponerte de vez en cuando pantimedias; eso les encanta a los hombres de cualquier edad. Se que donde vives hace mucho calor, pero deberías probar pantimedias muy delgadas.
Me encanta, lo imaginaria por mi pero ver a la chica del relato usando esas pantimedias mientras monta al nenito con su verga lampiña metida bien hasta las bolas es fenomenal, chorreo..
Beso Tamara y ojala ver un relato asi
que rica historia, me imaginaba a mi mismo a los 10 años viviendo esa hermosa experiencia. Lo mas cercano que he vivido yo algo asi es que mi ex se masturbaba con jovencitos en la red, eso me calentaba demasiado.
esta increíble tu relato y es justamente mi fantasía de pequeño poder cogerme vaginal y analmente a alguna de las maestras que tuve
saludos y que sigas contando estos maravillosos relatos