Me enamoré de la mamá
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Quiero escribir esta historia supercaliente. He cambiado nombres y lugares por seguridad.
Soy Carlos de 19 años, desde hace un año más o menos, soy novio de Lorena de 18. Ella tiene una mamá que es viuda desde hace poco más de dos años, la señora se llama Ivette, debe tener casi los 50 años, pero la verdad es que aún está muy buena, será porque en su juventud y madurez fue profesora de educación física, es es rubia (pintada), su rostro aún no tiene señales de su edad, tiene unos preciosos ojos verdes, dos tetas de regular tamaño, que aún permanecen bien, un coño rasurado con finos labios vaginales y su culo aún tiene la elasticidad para satisfacer al hombre más exigente.
Llevando más de medio año con Lorena, cuando la visitaba la señora Ivette me recibía muy bien, sus ropas apretadas o vestidos cortos dejaban ver que su cuerpo aún era envidiable. Casi siempre le decía a Lorena lo bien que lucía su mamá después de casi medio siglo. Lorena, de indiscreta le decía a su mamá lo que yo pensaba de ella. Hasta ese día..
La familia de Lorena era bastante pudiente económicamente hablando. Su casa tenía una pequeña alberca en la parte posterior de la casa, tendría unos 10×6 metros. Cierto día sábado Lorena me invitó, como otras veces a darnos un baño al medio día en su alberca. Yo llegué a la hora indicada (12:00 am) y toqué la puerta, me atendió su mamá, ella me dijo que Lorena había ido a hacer algo afuera, pero que no tardaría y que me fuera a ponerme el bañador. Me metí a la alberca, que a esa hora era delicioso dado el calor de esos meses. Al rato, se apareció la señora Ivette en un atrevido traje de baño de dos piezas, ella no tenía un cuerpo de quinceañera, pero era llenita, dos buenos muslos en las piernas, sus senos como dije de regular tamaño aún casi parados, no pude evitar tener una erección mientras se metía y platicaba conmigo.
En eso salió el tema de su viudez, yo ya sabía la historia de la muerte de su marido. Pero ella comenzó a meter el tema sexual, me decía que en más de dos años ningún hombre la había tocado aún, que se mantenía incólume. Me preguntó si le parecía aún una mujer atractiva, yo me deshice en elogios a su rostro y su cuerpo, a ella se le iluminaron los ojos. Se acercó mas a mi y me empezó a tocar los brazos, haciendo ciertas caricias a mi piel, mi erección aumento más. Podía ver que su top apretado de su bañador, dejaba verle sus pezones erectos, ella estaba excitándose también. En eso no se como ella puso su mano en mi muslo y haciendo un movimiento rápido me rozo la verga dura, me vió a los ojos. Me dijo que agradecía mucho mis comentarios sobre ella, ya que su hija se los había confiado, yo me reí y le dije que era toda la verdad (yo estaba coqueteándole). Me dijo que nos tomáramos un traguito mientras venía su hija, que la acompañara a un pequeño bar que tenía en la sala. Yo salí detrás de ella e hice todo lo posible por taparme la erección, pero era casi imposible. Ella se dio cuenta de inmediato.
Me sirvió un ron con cola, nos sentamos en la sala y ella dijo “brindemos por ti, por ser un chico lindo y gentil conmigo”, luego siguió preguntándome que me gustaba de ella le dije rápido que su rostro y sus lindos ojos verdes, “solo eso?”, me preguntó acercándose a mi y tocando mi pierna. “Bueno..bueno y su cuerpo esta muy bien”, le dije con la voz apagada. Ella acarició mi verga sobre mi bañador de forma delicada, “uyy!, que tienes allí…tienes una erección!..y es por mi?”, yo la vi a los ojos y movi la cabeza en señal que si. Ella bajó un poco mi bañador y salió rápido la cabeza de mi pene, colorada e hinchada de la erección. Ella la tomó con las manos y la acarició suavemente, luego bajó su cabeza y atrapó mi verga con sus labios y comenzó a mamarla, yo solo podía ver su melena rubia moviéndose encima de mi regazo, chupando y lamiendo mi verga. Era algo delicioso y morboso, yo con la mamá de mi novia, pero en cambio toda su experiencia sexual se convertía en una exquisita chupada de falo. Me acomodé en el respaldo del sillón para degustar mejor esa rica mamada.
-Ooohh, oohh!- era lo que salía de mi boca a cada instante, sus labios que son aún muy suaves apretaban mi tronco duro y lo envolvía la tibieza de su saliva y de sus labios. En eso me acordé de Lorena, en cualquier momento podía entrar a la casa. –Y si entra Lorena?- le pregunté a la señora. Subió su rostro soltando mi verga, -Lorena se fue con una prima y no volverá hasta la noche..eres todo mio toda la tarde- entendí todo, ella lo había planeado y no me había dicho lo de su hija. El sentimiento que despertó en mi fue deseo, lujuria, asi que tome su cabeza con mis manos y lentamente se la bajé para que siguiera su rica felación. Ahora yo me fui quitando el bañador hasta quedarme desnudo totalmente, la señora bajaba sus labios hasta mis cojones y los lamían con deseo, ella me daba un tratamiento en la verga, que deberá pasar mucho tiempo para superarlo.
Luego de varios minutos gozando esa rica mamada. Ella levantó la cabeza y me dijo que ya estaba listo, enfrente de mi se quitó su bikini, su coño estaba rasurado totalmente, y sus pezones estaban casi a reventar, ella se fue subiendo en mi (yo estaba sentado) y tomando mi verga con una mano se la fue colocando en su coño y luego se fue sentando encima incrustándoselo en su raja. Ohhh! que caliente lo tenía allí, delicioso!!. Ella comenzó a moverse sobre mi verga, primero despacio, tomándose su tiempo para clavárselo hasta el fondo, después tomó sus tetas con ambas manos y me las ofrecía una por una por turnos para que yo las chupara y le lamiera los pezones. La piel de doña Ivette era aun muy tersa a pesar de la edad, yo la acariciaba por todos lados incluidas sus nalgas, donde metía mis dedos entre ellas y acariciaba su arrugado culo.
Ella se movió divinamente sobre mi verga y sus músculos vaginales aún me apretaban el tronco de mi verga dándome un extremo placer. –Me corro, me corro!!- gimió la señora mientras incrementaba sus movimientos pélvicos sobre mi, se detuvo y se hizo para atrás prendida de mi cuello, creo que lo hizo para gozar su venida. Luego comenzó a moverse con más fuerza, creo que ella quería hacerme venir también, y yo ya estaba cerca, asi que sus movimientos me llevaron al cielo pronto, grité y me contorsioné allí sobre el sillón, era la primera vez en mi vida que mi venida parecía más a estar orinando, fue una cantidad exagerada de semen que le eché en su coño, ella se movió hasta que no quedaba una gota por salir. Ya calmados, ella se desprendió de mi y asi desnuda se fue al tocador. Allí quede yo sentado, agotado y feliz de este buen palo.
La señora regresó al cabo de unos cinco minutos, al parecer se había lavado el coño, ya que la vi mojada de las piernas y nalgas. Ella me preguntó -te gustó Carlitos?-, -ohh señora, usted es increíble!- respondí de inmediato.
-Vamos a mi habitación!- me dijo y tomando mi mano nos fuimos caminando desnudos. Su habitación era enorme y su cama tenía solo sabanas blancas, se volteo a mi y me dijo -que quieres hacerme primero?-, lo primero que se me ocurrió fue –señora, quiero comérmela toda!-, ella se sonrió conmigo luego se acostó y abrió sus piernas para mostrarme todo su coño abierto y dilatado por el anterior polvo, en realidad era divino a pesar de su edad, me fui gateando sobre la cama y me colé entre sus piernas y empecé besando sus muslos gorditos y sus piernas, hasta llegar a su raja depilada, la lami como una mascota sus labios vaginales, su clitoris y todo lo que encontré a mi paso.
Luego de chuparle su pepa unos cinco minutos ininterrumpidos, ella se fue moviendo en la cama hasta quedar conmigo en un lindo 69, ella abajo y yo arriba, nos mamamos nuestros sexos como si fuéramos expertos amantes, es decir con bastante lujuria, pero con paciencia, comiéndonos todo con todo el tiempo del mundo, mi verga se puso rígida en su boca de nuevo. Logré que ella se viniera en mi boca tocándole el clítoris con la punta de mi lengua, pero me di cuenta que ella no quería que yo me vinera en la suya, ella lo que quería era coger. Asi que me subí sobre ella y la ensarté mientras nuestras bocas se encontraban para chuparse con las lenguas. Se la metí y luego me moví en un rico vaivén. Gemimos juntos, nos dijimos algunas palabras de amor, yo mientras la cogía iba tratando de hacer diferentes posiciones, me puse sus pies sobre los hombres, luego los dos pies en un solo hombro, después abriéndola más con mis manos en sus tobillos, siempre dándole duro, ella gritaba –dame más duro, cógeme, cógeme!!- hasta que finalmente me vine de nuevo dentro de su vagina, ella me abrazó y me beso. Nos abrazamos casi fundidos mientras mi verga daba pulsaciones dentro de su coño. Fue increíblemente rico.
Por si fuera poco, nos quedamos besando sobre la cama, ella me acariciaba la verga flácida con sus manos, charlábamos de lo loco que habíamos sido y lo rico del palo. Para terminar esa tarde, lo volvimos a hacer por tercera vez, la puse en cuatro y le hundí mi verga en lo mas profundo de su raja, a cada momento me zafaba de su vagina para besarle y chuparle las nalgas y su ojete del culo, lo hice hasta que me vine.
La relación con doña Ivette empezó esa tarde y aún no termina, follamos hasta dos o tres veces por semana a escondidas de mi novia. Practicamos tanto sexo vaginal como anal, ella folla como los angeles por el culo, me tiene extasiado. Ella me ha propuesto que me case con su hija, me da casa y me da gasto para mantenerme, solo con el hecho de seguir siendo amantes. Creo que ella está enamorada de mi, y cuando una mujer madura ama es cosa seria.
Espero les haya gustado, y puedo escribir algunas cosas más que hemos vivido.
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