Mi afición por los mayores 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
El segundo evento importante en mi vida, al menos que yo relaciono para entender porque me gustan tanto los hombres maduros, fue unas semanas después de mi primer periodo menstrual, que fue un mes antes de que yo cumpliera 10 años, mi mamá se asustó mucho porque decía que no era normal que una niña de esa edad ya tuviera menstruación, así que en cuanto dejé de sangrar me llevó con su ginecólogo.
El doctor era un hombre de piel blanca, alto, delgado, su cabello casi todo canoso, con arrugas y usaba gafas cuadradas, muy amable y educado.
Me recibió en su consultorio junto con mi mamá, me hizo unas preguntas de rigor y me dijo que me tenía que examinar sin ropa, mi mamá me ayudó a desvestirme y entonces el doctor le pidió con mucha calma a mi mamá que era mejor que me nos dejara solos porque su presencia podría incomodarme y entonces yo no dejaría que me revisara, mi mamá se convenció y se salió.
Yo estaba desnuda por primera vez frente a un hombre, mostrándole toda mi intimidad.
Recuerdo que el doctor no se puso guantes y comenzó a tocarme así la conchita, me dijo que le avisara si sentía dolor en alguna parte donde el me tocara y me acariciaba muy bien, me decía que tenía una vagina muy bonita, mucho más bonita que la de mi mamá pero que no le dijera a mi mamá porque la iba a hacer sentir mal, yo estaba disfrutando con los ojos cerrados el tacto del doctor, en eso siento humedad y era el doctor con su cabeza entre mis piernas lamiendo mi clitoris y toda mi rajita, yo solo me retorcía de gustó y trataba de no emitir sonidos y trataba de abrir más piernas ofreciéndole por completo mi conchita que estaba ya muy mojada.
De pronto el doctor se levanto y se me acercó mientras ponía la punta de su dedo en la entradita de mi vagina, me dijo que abriera los ojos y vi que había sacado su verga larga, pálida y flácida.
Recordé a mi Profe de educación física y puse de inmediato mi mano en su verga, apretándole y moviendo mi mano como cuando el Profe la movió en el baño.
Al doctor al parecer le sorprendió y le gustó porque sentí de inmediato como su verga flácida se empezaba a endurecer y alargar en mi mano, entonces empezó a frotarme el clitoris a la misma velocidad que yo movía mi mano con su pene, así que yo lo hice más rápido y el también aceleraba, yo sentía mi cuerpo hirviendo, mi cadera estaba tensa y mi espalda también, apretaba hasta los dientes, sentí como algo bajaba por dentro de mi vientre muy rápido y un pequeño grito ahogado salió de mi boca y de mi vagina un chorro difuso de algo que parecía pipí por lo abundante.
El doctor enseguida eyaculó en mi mano y fue la primera vez que vi el semen y el doctor de inmediato se metió el pene en el pantalón, tomó muchos papel higiénico y limpio mi mano y mi vagina y me dijo, estás muy bien pero tendré que mantenerte bajo supervisión unas cuantas sesiones más, me pidió que me vistiera y se sentó en su escritorio a escribir, cuando ya me había vestido me dijo que solo le dijera a mi mamá que me había revisado con una lupa, porque si le decía lo demás se iba a preocupar mucho y no le iba a gustar nada que yo tuviera una vagina más bonita que la de ella.
Llamó a mi mamá y le explicó que estaba bien, que era un problema de hormonas prematuras y que necesitaba revisarme en al menos otras 5 sesiones, agendó mi próxima cita y así fueron las siguientes 5 citas, lo único que cambió es que ahora me dedicaba mucho más tiempo a lamer Mi vagina hasta que terminaba por chorrear su boca con mis juguitos y despues se ponía junto a mi para que lo masturbara hasta hacer que se viniera en mi mano.
Después me dio de alta y no regresé otra vez con él.
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