Mi espalda y mi culo a disposición, entre cera, jengibre y El
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por AlessandraGoudet.
La entrega no comienza en el cuarto, pues no termina al retirarme.
El elige lo que usaré.
y desde que cruza mi mirada con la suya se que estoy ahí para complacerle.
Me toca mientras caminamos y nos dirigimos al cuarto.
Sentir Su cadena en mi collar, ese click que inicia todo.
Quita mi sostén y quedo con el vestido corto, medias de red y botas largas frente a el.
Me cubre los ojos y pone las esposas de piel.
Me coloca de espaldas, en cuatro en la cama.
Rasga las medias, hace a un lado mis pantaletas y comienza a jugar con mi sexo, con mi ano.
Me da un beso en el ano y comienza a jugar con su dedo en el.
Comienzan los golpes en mis nalgas, con la mano, con su cinturón.
Coloca el plug anal y me pega un poco mas.
Después me mueve hacia el otro lado de la cama y mete su verga en mi boca, tapa mi nariz y siento que llega hasta el fondo de la garganta, me ahoga y sin embargo es un delicioso momento.
Sigo chupando, su verga, sus testículos y despues me coloca de nuevo en la orilla de la cama en cuatro.
Mueve mis pantaletas y penetra mi puchita, jala las coletas y me penetra profundamente, mis piernas abiertas, de rodillas en la cama, los tacones de las botas a los costados de sus piernas.
Alguna nalgada ocasional aumentando la cuenta.
Y viene un descanso, entre sus brazos.
Me quito el vestido y la ropa, pregunta si traigo ropa interior de repuesto y rasga mis pantaletas.
Un baño, y ahi, entre el agua, vuelve a acariciar mi cuerpo y tomarme, meter su verga en mi sexo.
Se sienta en la orilla de la cama y yo me siento sobre el, metiendo su verga en mi coño, dejando rebotar mis pechos que a veces atrapa entre sus dientes y muerde, y chupa, duros de estar entre sus manos.
Se acomoda en la cama, boca arriba y se que debo hacer, sentarme sobre su verga, dejar que entre en mi ano, controlar el ritmo.
y correrme.
si, porque lo disfruto, porque no se decirle basta.
Otro pequeño descanso entre sus brazos después de estremecerme, el va al baño a preparar lo siguiente, al salir me toma de la cadena y me guia a la cama; me pide arrodillarme en la orilla de la cama, artiba de ella, con el culo hacia arriba, totalmente postrada.
Pone un pedazo de jengibre en mi culo que comienza a hacer arder mi ano, excitarme, y me pregunta mi palabra de seguridad, y comienza a hacer lo suyo, prende velas y la cera comienza a rodar por mi espalda, de repente el calor es fuerte y hay que soportar, siento sus manos trabajar en mi espalda entre lo tibio de la cera.
Cubrió con cera mi tatuaje, esa parte de mi espalda justo arriba de la linea de mis nalgas, ardía pero lo soportaba, ese punto sirvió para que colocara la vela.
Cera roja y negra en mi espalda, caliente, a punto de hacerme gritar y el solo susurra: No te muevas.
Rompe las medias de la parte de mis pies.
Pasa por mis pies algo, haciendo cosquillas, dejando que sienta; comienza a darme risa y oigo su voz: ¡No te rías! Lo intento sintiendo como recorre las plantas de mis pies, como echa cera, como muerde mis dedos, manteniendo la postura.
Se cae el jengibre y en vez de colocarlo me penetra cuidadosamente por el culo.
Sentirlo entrar y salir me hace perder entre placer la posición, aunque el ya habia soplado en mi espalda y retiraba la vela, fui su candelabro, su mesa donde jugó con la vela y la cera.
Orgasmo tras orgasmo mientras me partía con fuerza pero ternura por el culo, sin poder detenerlo, sin querer detenerlo.
Mis pernas se cansabande sentir como me embestía por el culo, hasta que en un vibrar de cuerpos ambos terminamos empapados de sudor.
Recostarme en su pecho, ver su rostro, sentir su mano aun subiendo y bajando por su verga, su morbo que despierta mi lujuria y mi boca comenzando a recorrer su cuerpo a besos, su pecho, sus pezones, su estómago, su ombligo, su entrepierna, su ingle sintiendo mis besos, mi lengua.
Mi boca besando la punta de su verga, sus dedos que subian y bajaban en mi deseo.
Se masturbaba y solo lo besaba, lo acariciaba, hasta que con una mirada, una seña avisaba la llegada de su orgasmo y mi premio, abrí la boca y su semen se derramo en mi lengua, en mis labios y su estómago.
Saboree con lujuria y limpie su estómago con mi lengua, y esa última gota en la punta de su verga con una dulce lengüetada.
Un descanso, un baño y mi nombre dibujado en el vapor del espejo por El.
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