Mi hermosa jefa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Danno.
Tengo 22 años y hace un año me corrieron de mi trabajo por recorte de personal. Después de dos meses de buscar y no encontrar nada me encontré a un amigo y entre platicas, salio el tema de que no encontraba trabajo. Días después el me envió un mensaje en el que decía que tenia un pequeño trabajo para mi, pero que tenia que ir ese mismo día porque el se iría a la Ciudad de México. Yo fui a su casa, donde me había citado, ahí esperamos un rato porque me dijo que el trato era con sus papás. Después de un buen rato en el que estuvimos platicando al fin llegaron y su papá me explico que quería alguien que cuidara la casa pues el tenia que salir de la ciudad por un tiempo por su trabajo y que no sentía que su familia estuviera segura, ademas de hacer algunas reparaciones. Como no tenia trabajo decidí aceptar, era algo fácil y seria una buena paga.
Al día siguiente llegué temprano a mi nuevo trabajo, mi amigo y su papá ya se iban y yo me quedaría cuidando a su familia. La señora -su nombre es Meche- no estaba, había ido a dejar a sus otros hijos al colegio, mientras yo subí a la azotea para revisar lo que tenia que reparar, eso me llevo una hora aproximadamente y para cuando baje Meche ya había regresado, cuando la vi no la reconocí, no recordaba que fuera tan linda y no pude ni saludarla, mi mirada estaba clavada en su linda cara, creo que ella lo noto y se sonrojo un poco. Cuando pude salir del trance por fin la salude y le explique las reparaciones que tenia que hacer.
Tarde una semana en terminar las reparaciones del techo, pero no por lo difícil de la tarea, sino porque desde la azotea tenia una hermosa vista de ella en su alberca, todas las mañanas cuando regresaba de dejar a sus hijos en el colegio se metía a nadar, nunca me había fijado en el buen cuerpo que tenia, lo escondía muy bien con su ropa. A la hora de comida ella se iba a comer con sus hijos fuera de casa, así que me quedaba yo solo. Un día decidí ir a "investigar" a su cuarto y mientras lo hacia en su closet descubrí que tenia varios consoladores, uno aun estaba calentito y húmedo, aun conservaba su olor, comencé a masturbarme pensando en ella usándolo y de pronto escuche voces abajo en la sala, acomode todo y me metí al baño, cuando salí estaba muy nervioso y baje, ahí estaba ella con sus hijos le dije que había subido al baño porque el de abajo no funcionaba- afortunadamente eso era verdad- así que nadie sospecho nada. Así transcurrió la semana, entre reparaciones, incursiones al closet de Meche y mi dosis diaria de verla nadar .
Una vez terminada mi tarea pensé que mi empleo también había terminado, pero para mi suerte no fue así. El fin de semana llego su esposo y subimos a la azotea para que revisara mi trabajo. Lo convenció y me asigno otras tareas, que yo gustos acepte, ya no pensaba tanto en el dinero, sino en Meche.
Una nueva semana comenzaba y yo estaba muy emocionado por llegar a mi trabajo, pero el lunes tuve la desgracia de que los niños no fueron a la escuela pues se habían suspendido clase. Meche me llamó a la cocina en privado y yo me espante, supuse que se había dado cuenta que entraba a su cuarto y me despediría, y si, si se dio cuenta pero no me despidió, me dijo que me también se había dado cuenta que la observaba mientras nadaba, pero no parecía estar molesta, continuo hablándome y me dijo que no le parecía una conducta muy correcta de mi parte invadir su privacidad y que no era forma de mirar a la madre de un amigo.
Eso fue todo, no hubo mas regaño y yo pude continuar con mi trabajo un tanto consternado, no sabia que pensar. Para la tarde los niños, que suerte, tenían clases de ingles y Meche los llevo y regreso. Me llamó de nuevo a la cocina, la encontré muy diferente, con un vestido rojo, bastante corto que apenas le llegaba un poco mas arriba de la rodilla, ella se veía hermosa, una mujer de 33 años, cabello negro y rizado, piel blanca, unas piernas muy bien torneadas, una cintura que muchas chicas desearían tener, unos pechos pequeños pero muy bien formados, y un muy buen par de nalgas. No pude evitar mirarla con deseo y no me importo que ella lo notara.
Me preguntó si quería tomar algo, era obvio que necesitaba algo refrescante, me puse de pie, me acerque a ella y la tome por la cintura. Volteo muy asustada, pero luego de que cruzaran nuestras miradas, los dos sabíamos bien lo que iba a pasar, ella se levanto el vestido para dejarme ver que no llevaba nada puesto de bajo, comenzó a besarme la boca, luego el cuello, me quito la camisa y comenzó a bajar un poco mas, me quitó el pantalón y comenzó a chuparlo, era obvio que había practicado bastante con sus consoladores, yo no aguante mas y me vine en su boca, a ella pareció no gustarle, se levanto y comenzó a frotar su nalgas contra mi pene, ella parecía aun mas excitada que yo y por un momento solo me miraba sin decir nada, solo gemía y me besaba. Le bajé los tirantes de su vestido para tocar sus pechos, sus pezones estaban muy duros. Con la otra mano le subí el vestido y comencé a tocar su vagina, estaba bastante húmeda.
Era mi momento de darle placer, la subí a la mesa y comencé a hacerle sexo oral, ah que rica vagina. Ella parecía explotar, quizá tenia mucho tiempo que no tenia sexo, y para mi fue una fortuna. Después de un buen rato de besos y caricias la voltee y comencé a rozar su vagina con la cabeza de mi pene, los dos estábamos temblando por la emoción del momento, yo jugaba con mi pene entre sus piernas y ella no dejaba de gemir, era aun mas excitante el verla a los ojos mientras gemía. Por fin me decidí y empuje mas, la penetré, que hermosa sensación, ella gritó, pero fue un grito ahogado, no podían enterarse los vecinos de lo que pasaba, sabían bien que su esposo no estaba en casa. La sensación se ser atrapados lo hacia aun mas placentero. Por la ventana entraba una luz que iluminaba la cocina y a ella la hacia lucir aun mas espectacular. Después de un buen rato no pude resistir mas, le dije que iba a terminar fuera, pero ella me tomo del pene y se lo volvió a meter, y con una voz irónica me dijo: No te preocupes, me opere con mi ultimo hijo, no puedo embarazarme de nuevo, termina en mi. Y así fue.
Nos quedamos mirando un rato, y se dio cuenta que se acercaba la hora de ir por sus hijos al colegio, me tomo de la mano, y me condujo a su baño, caminamos desnudos por la casa y cuando subimos las escaleras me volví a prender al ver sus nalgas tan cerca de mi cara, en nuestra recién terminada sesión de sexo no tuve la oportunidad de aprovechar esas nalgotas, llegamos a su baño y nos metimos a la regadera, pensé que seria el momento para poder usar sus nalgas pero me dijo que no había tiempo para mas, así que solo nos besamos y nos tocamos.
Salimos de la ducha y nos cambiamos, ella se despidió con un beso y me dijo que nos veríamos al día siguiente. Aún antes de subir a su camioneta se levanto el vestido y me mostró sus nalgas.
Bien, esta es la primera parte de muchas mas que tengo, pues aún sigo "trabajando" en su casa.
Seguiré subiendo mas relatos
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