Mi hijita paga mi deuda 2
Sigue la historia .
Sigue la historia.
-Princesa mira a la cámara y dinos cual es tu nombre y edad.
– Andrea y tengo 8 años. Dijo una nena rubia muy hermosa. Estaba ya excitado por todo lo que habrían hecho a esa hermosura.
– Muy bien Andrea, ahora dinos ¿ quién te trajo aquí?. La voz que hacía las preguntas detrás de cámara era sin duda de mi jefe.
– Mami. Dijo ella muy feliz
– ¿ Que dice tu mami?. Preguntó mi jefe.
– Ella dice que voy hacer una modelo, que usted pagó mucho dinero por unas fotos.
– Si, pero mejor vamos hacer un video, del video sacamos las mejores fotos. Dijo él y la niña asintió.
– Bien, ya le explicamos a tu mami que en las secciones de fotos no puede entrar porque te puede desconcentrar, así que ella está fuera esperando por cuatro horas a que terminemos. Dijo mi jefe y la niña sonrió.
– Eres muy calladita, esos nos gusta, seguro que conviertes en una gran modelo. Le alabó mi jefe.
– Primero vas a tener que quitar toda tu ropita, nosotros debemos conocer todo tu cuerpecito para saber que rompitas te quedan mejor.
A través de la pantalla se podía ver que ella no tenía ningún problema con quedar desnuda frente a mi jefe. Aunque por ese » nosotros debes conocer» creo que hay más hombres en esa habitación de fotografía.
– Bien, ahora voy acercar la cámara para grabar todo tu cuerpecito, así vemos si la luz es la perfecta para tu tipo de piel. La cámara se acercó a tu carita y ella sonrió. Fue bajando y enfocó sus pechitos más abajo pude ver su vaginita.
– Bien, ahora date la vuelta.
La cámara grabó todo su espalda y culito. No tenía mucho por sus apentas 8 añitos. Mi jefe volvió alejar la cámara y se la pasó a alguien porque él ya se veía en la imagen.
-Lo primero que vas a modelar es un disfraz de gatita. Mi jefe le mostró las pequeñas prendas y lo que parecía una cola.
-¿ Ye gustan los gatitos?. Pregunto el mientras le ponía la parte de arriba del disfraz. No cubría más que sus pequeños pezones del color rosa.
-Si. Dijo ella feliz. Ella no ponía resistencia cuando mi jefe tocaba su piel.
– Ahora la panti. Esta panti era especial tenia dos anillos grandes que quedaban en ambas entradita.
– Que hermosa gatita. Dijo mi jefe apreciando a la bella niña.
– Aún falta la colita. Dijo mostrando un dildo ancho cola blanca.
Puso a la niña en cuatro y lleno sus dedos de lubricante.
-La colita tiene que quedar muy bien metida, no queremos que se salga y queden las fotos mal. Dijo mi jefe y la niña asintió.
Vi como metia el primer dedo. La niña se quejó pero no se movió. Mi jefe siguió metiendo y sacando dilatando ese huequito virgen.
Cuando vio que estaba lo suficiente dilatada con un segundo dedo hizo lo mismo. Mete y saca hasta que la niña se acostumbró.
– Ahora voy a meter la colita, relájate y piensa en cuando haces popó, no aprietes.
Mi jefe llevo el dildo a su anito y empujo. El grito de la niña fue muy alto. Seguro su mamá escuchó.
– Ya casi, falta poquito, pero no vuelvas a gritar. Dijo él con una sonrisa. Sigio empujado hasta que la niña lo tuvo todo dentro.
– Muy bien, ahora vas a caminar en cuatro patas como los gatos. Dijo.
La niña se movía suavemente, veo su carita aguantando el dolor de tener esa cosa en su culito.
-Eso es Andrea, lo estás haciendo muy bien, tu mamá va a ganar mucho dinero con las fotos y el video. Dijo él y la niña por fin sonrio. Era muy inocente.
-¿ Te molesta la colita?. Preguntó mi jefe y la niña asintió.
– Esta bien, hay que abrir más tu huequito para que no te moleste.
Con esas palabras mi jefe comenzó a sacar y mente el dildo con suavidad.
-Bien creo que ya esta flojo. Dijo con una sonrisa mi jefe.
– Vamos a ponerte otro disfraz, ahora de perrita. Dice y busca un disfraz aún más pequeño.
La cola es un poco mas gruesa y de color café.
La mete y ya no se queja. Veo diferentes tomas, todas con la nena posando con su nuevo disfraz.
-Andreita¿ Has visto lo que hacen los perros cuando ven a una perra que le gusta?. Pregunta mi jefe y ella asiente .
– Se sube sobre ella y se quedan pegados. Dice y mi jefe sonríe.
– Si, eso es lo vamos hacer ahora, yo voy hacer el perro y tu la perrita.
Se quita la ropa y esta con su erección. Me sorprendo de lo grande y gruesa que la tiene. ¿Cuantas niñas han podido aguantar esa polla?.
-Voy a meter mi juguete en tu vaginita para quedar pegados como los perros. Dice.
La niña se queda quieta mientras mi jefe se acomoda detrás como si fueran en verdad una perra y un perro a punto de copular.
Saca con cuidado el dildo y ubica su polla. Se mete con suavidad y la niña se queja. Aunque los dildos eran grandes su polla es más gruesa.
-Lo haces muy bien Andrea, eres una perrita muy obediente. Dice el mientras comienza a entrar y salir de su culito.
Es increíble que la mamá no entre con los gritos que está dando su hija de dolor y placer.
Están en eso no sé cuánto tiempo, y
Él mete y saca su polla con rudeza y la niña dejó de llorar. Parece que ya se acostumbró a tener la polla dentro de su anito.
– Ya voy acabar. Dijo mi jefe y la metió toda. Cuando lleno de leche sus intestino se salió. El sonido fue como el de una botella de vino al ser declrchada.
La niña calló agotada y medio desnayada al piso. Mi jefe la cargó y la llevó a un colchón que estaba en medio de la sala.
Le acostó boca arriba y le abrió las piernas. La cámara se movió y grabó sus vaginita rosada y bajo para mostrar su huequito anal muy abierto y saliendo leche.
-Ahora lo mejor. Dijo mi jefe y se ubico entre el medio sus piernas. Ubico su polla en la vaginita y empubo. No entro por lo cerrado que la tenía.
Mi jefe lleno sus dedos de saliva y metió sus dedos. La niña se quejó sin abrir sus ojos. Parece que la culiada que le dio mi jefe por casi una hora la dejó sin energía.
Sin embargo lleva sus manitas a su vaginita y las pone sobre esta impidiendo que mi jefe siga metiendo sus dedos.
-Voy a meter mi polla en este agujero, necesitamos que se abra para luego meter un juguete que vas a vender, con las fotos que tomemos. Dice y la niña quita sus manos.
Mi jefe sonríe y vuelve acomodar su polla en su vaginita virgen. Le abre más las piernas y empuja con fuerza. En esta ocacion logra entrar aunque el grito que dio no se compara con el que dio cuando se lo metieron por el culo.
– Uffff, delicioso. Dice mi jefe que comienza a meter más sentimientos de su polla. Veo sangre y sonrio. Era obvio que era virgen pero con el mundo como estamos ya cualquier niña puede ser desvirgada por su padre, abuelo, tío, primo, hermano, vecino. En este caso mi jefe disfruta de un coñito compkemante virgen h yo lo estoy viendo.
Mi polla está que revienta con las imágenes que estoy viendo en mi computador. Y pensar que aún faltan muchísimos más vídeos de mi jefe con otras nenas.
Regresando al video mi jefe se mueve con suavidad y disfruta de ver el cuerpecito de la nena a su merced. Las embestidas son suaves pero en cada una se mete centímetro de su polla.
Cuando termina veo dos hombre negro que no había visto antes aparecer al lado de los dos amantes. Mi jefe sale dejando sus dos huequitos llenos de leche.
Ambos hombres se ubican en la cama y mientras uno se ubica boca arriba el otro ayuda a la nena desmatada a montar la polla negra y gruesa del negro acostada. La obligan a abrir las piernas y sentarse sobre la polla. La niña se queja desmayada pero ellos no le ponen cuidado y siguen con su disfrute.
Cuando ya metieron todos lo que pudieron el otro negro se ubica detrás de ella y mete su polla en su culito.
Es increíble ver una doble penetración de esos dos hombres. Sus polla son negras, largas y muy gruesas.
-Difruten. Dice mi jefe.
Ambos hombres comienzan a moverse y aunque la niña después de unos minutos despierta por fin de su desmayo, y ve a dos negros llenando sus huequitos no dice nada y deja que esos dos hombre hagan lo que quieran con su cuerpecito.
Pasan las horas y la niña probó de todo, mamo las tres pollas en diferentes ocaciones, recibió las tres pollas en su culito y vaginita. Terminaron con una triple penetración. Mientras los dos negros le daban por sus dos huequitos mi jefe recibía un oral de esa boquita con pequeñita. Los tres terminaron llenadonda de leche.
-Bien Andreita, ahora que tus huequitos ya están abiertos podemos comenzar a tomar las fotos con los productos.
Mi jefe le hizo posar con dildos de todos los tamaños y colores, en sus dos huequitos, en todas las fotos ella sonreía mientras mi jefe le alegaba y le decía lo hermosa que se veía.
Cuando terminaron la sección de fotos mi jefe le regaló un celular igual al que le regalo a mi hija. Y le dijo que cada que quisiera otra sección de fotos le llamará al único número que estaba registrado.
-Recuerda princesa, no le puedes decir a nadie lo que hiciste aquí, tus fotos son exclusivas y si le dices a alguien no comprarán las fotos, y tu mami se pondrá furiosa. Dijo mi jefe y ella sintió.
– No le diré a nadie. Dijo ella con una sonrisita viendo a mi jefe.
– Eres una hermosura, ven dame un beso. La niña pensaba que era en el cachete pero cuando mi jefe la cargó y besos sus labios ella le siguió el beso.
Aprovechando que aún estaba desnuda mi jefe metió sus manos y comenzo a masturbar la. Ella seguía el beso mientras mi jefe había comenzado a meter y sacar sus dedos de su entradita. Cuando la niña se corrió me sorprendí.
En todas las horas que habían demorado poseyendo su cuerpecito ella nunca había mostrado que le gustaba lo que le hacían. Al contrario.
Pero ahora viendo como seguía besando los labios de mi jefe con tanta pasión luego de su corrida comprendí que él tenía algo que hacía que las nenas se enamorarán y comenzaran a disfrutar de las sus caricias.
Eso mismo seguro que le pasó a mi hija. Se enamoró del hombre que siendo solo unas niñas les mostró el mudo del placer a tan corta edad.
Mi jefe la volvió a costar en la cama y la penetro con suavidad. Ahora todo era diferente. La niña parecía disfrutar de las embestidas. Sus gemidos eran de puro placer y mi jefe aprovechó para hacerla toda una mujer. Empujaba su polla con fuerza mientras le decía lo bien que lo hacía a Andreita.
Ella se movía mostrado que en verdad le gustaba y besaba sus labios cada que podía. Parecían dos amantes en su primera noche de pasión.
Una nena de 8 años con un señor de más de 40. Era un espectáculo de ver.
Se despidieron con un beso y fue muy tierno ver como ella lloraba porque no quería irse. Quería quedarse y seguir haciendo cosas prohibidas con su primer amor.
– No llores princesa, el otro fin de semana vamos a grabar otro video, van a venir más amigos y ellos también quieren entrar en ti. Dijo el mientras le limpiaba las lágrimas.
-¿Lo prometes?. Dijo ella mostrando su dedo meñique.
-Una promesa. Dijo. Acabo el video y vi el nombre de «Andrea parte dos». Por lo que puedo asegurar que mi jefe si cumplió su promesa.
Me llego un mensaje de mi jefe lo abrí y era un video de 30 segundos.
Mi niña estaba siendo penetrada por dos negros y mi jefe le daba por la boca. El mensaje decía que mi hija aún no quería regresar a casa y que se quedaría a dormir allá.
Le respondí con un OK. Y abrí el próximo video.
» María, 5 añitos»
Hermosos relatos, espero los continúes, seré tu nuevo admirador
Muy buen relato, continuaras?
Que paso con María el
Que rico