Mi madre y el chico de la calle
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por cepheus.
Todo pasó cuando una mañana recorría el vecindario. Vestía un vestido floreado y arriba un saco ya que el clima estaba medio fresco.
El vestido permitía ver un poco de sus piernas, llevaba unos zapatos de tacón de uso cotidiano. Se la veía muy bonita, no aparentaba la edad que tenia.
Estaba haciendo las compras para el almuerzo, al salir del negocio vio en la esquina una chico que estaba trabajando como vendedor ambulante.
Estaba vendiendo plantas, nadie parecía comprarle a pesar de que insistía. Su aspecto era desaliñado, aparentemente era de un origen muy humilde y se ve que venia de lejos.
Un viento fuerte paso, despeinando la melena castaña de mama y levantando un poco su vestido, dejando ver sus nalgas.
Varios no perdieron detalle de eso, un motoquero le tocó bocina y le dijo alguna grosería. Mama hizo caso omiso de eso y volvió a mirar hacia donde estaba el muchacho. El viento había tirado una de sus plantas desparramando tierra. A mama le dio compasión y se acerco para ayudarlo.
-Gracias señora, yo puedo solo. A ella le daba ternura, podría haber sido su hijo, pero de hecho era bastante mas chico que sus hijos.
Rápidamente le ofreció alguna planta, ella se agacho para ver y eligió una. La compro mas por caridad que por otra cosa.
Ella agarro la planta, pero llevaba las bolsas de las compras y se le complicaba. El muchacho se ofrecio a ayudarla ahora el a ella.
-Gracias, eres muy amable. Dijo mama, vivo en la otra cuadra. Dicho esto, el chico puso la planta en un carrito que tenia con las demas y se dirigieron a la casa.
Mama caminaba delante de el, disimuladamente le miró el trasero.
-Y dime, estas solo aquí? El chico le contó un poco su situación, estaba solo y tenia que hacer algo de dinero. Se llamaba Matias.
Al llegar a la puerta ella le preguntó:
-Por que no pasas?, puedo preparar algo para comer. Dijo ella con una sonrisa.
-Señora no quiero ser una molestia. Mama insistió asi que el accedió gustosamente. Pasaron al edificio, el dejo el carrito con las plantas a un costado y la ayudo con las bolsas. Definitivamente era muy distinto al lugar donde vivía él.
-Sientete cómodo Matias, ya va a estar el almuerzo.
-Gracias señora, dijo mientras se sentaba.
-Puedes llamarme Clara, me hace sentir mas vieja que me digas señora jaja. Puedes ver la tele si quieres.
Matias se puso a ver la tele, fue agarrando confianza de a poco. Disfrutaba estar bajo ese techo, mirando la television y mirando a mama en la cocina. No solía recibir ese trato de la gente y menos aun de una bella mujer. Ella le conversaba desde la cocina, mientras preparaba el almuerzo, él por su parte mientras le hablaba la veía de espaldas, podía ver impunemente sus piernas, subía la mirada hacia su cola.
El chico tenia las hormonas revolucionadas, algo propio de su edad. Se deleitaba viéndola, ella desde donde estaba no podía verlo del todo ya que la mesa lo tapaba.
Disimuladamente se tocaba agarrandosela sobre el pantalón. Fantaseaba que le levantaba el vestido, le corría la bombacha y la penetraba salvajemente.
Esta idea lo ponía a mil. Pero la voz de mama lo sacaba del trance.
Le preguntaba sobre algo de la comida, el respondió que si, sin darle mucha importancia. Mama se acercaba con una fuente de comida a la mesa.
Matias estaba hambriento, devoraba su plato. A ella parecía no molestarle su falta de modales, lo entendía. Conversaron placenteramente mientras comían.
-Tengo que ir a mear, mama haciendo un gesto le indicó donde estaba el baño. Comprendía porque matias era asi, el no tenia la culpa.
-No quieres darte un baño, le ofreció ella? El chico apestaba.
El se desvistió y entro a la ducha. Hacia mucho tiempo que no hacia eso. Ahora podía masturbarse libremente, pensaba en mama, en sus tetas y su culo. Imaginaba como se la follaba, pobre mama, era ultrajada en las fantasías de un chico.
Mama recordó que la toalla estaba para lavar, asi que buscó una limpia en el placard, se dirigió al baño y tocó la puerta, pero Matias estaba muy concentrado en lo suyo y no le respondió. Ella abrió un poco la puerta y acerco la toalla, el no respondía por lo que pidió permiso y entró al baño.
-Matias, traje una toalla… dijo mientras quedaba helada. No podía creer lo q veía.
La mampara de la ducha estaba abierta, y podía ver como Matias se pajeaba. No pensaba ver eso, no quería verlo.
-Nene que estas haciendo!? Matias boqueabierto la miró, pero no se detuvo.
-Ahhh claraa.
-Mocoso pervertido, fuera de aquí! Mama ya se mostraba intolerante, estaba enojada. Aunque estaba nerviosa al mismo tiempo, le había visto la polla al chico, y la tenia del tamaño de un adulto, era grande para su edad.
Reaccionando como pudo, lo tomo del brazo y lo saco de la ducha.
-Te vas ya de aquí! Lo trataba como un niño pero el no lo era. En el movimiento Matias tocó con la polla las piernas de mama. Ella se asqueó.
-Ohh dios! por favor vete. Decia ella casi sollozando.
-Clara, por favor, mire como tengo la polla, mama de reojo miraba el miembro del chico, estaba erecto y parecía que iba a explotar.
Le producía una sensación extraña, que un muchacho casi 30 años menor que ella se la quiera folllar la humillaba, pero de alguna manera la excitaba también.
-Eres un casi un niño, por favor detente, aunque su polla era de adulto.
El tenia una complexión grande para su edad, la sujetaba con fuerza desde atras. Ella no podía zafarse.
La empezó a manosear, desesperadamente le tocaba las tetas y el culo. Mama se sujeto de la pared del baño, el metió mano por debajo del vestido. La frotaba sobre la bombacha, de forma brusca.
-Mati, basta, no puedes tocarme ahi!. Noo. Ahh, mientras le sobaba una teta y acariciaba su vagina. Mama sentia una sensación placentera, para ser un chico tan joven tenia buena mano.
Se detuvo y le saco el vestido a la fuerza, tirándolo afuera del baño. Todo parecía indicar que mama seria follada por ese mocoso.
Le desabrocho el corpiño dejando al aire libre sus tetas. Mama se cubria el pecho con las manos, el aprovecho para bajarle la bombacha, la fantasia con la cual se estaba pajeando hace un momento
se estaba por hacer realidad. Su prenda caia hasta los tobillos, le saco los zapatos para que no quede demasiada alta para el. Mi madre estaba completamente desnuda, el acerco su polla totalmente erecta a la concha y la ensarto.
Mama lanzó un gemido, se sujetaba de la pared mientras Matias la penetraba torpemente. Sentía como entraba la verga, él la agarraba de las caderas y le daba.
-Ohhohh, solo alcanzaba a decir ella, con los ojos cerrados. Se sentía ultrajada, humillada por ese chico que ahora la estaba penetrando.
Matias la penetraba como podía, era inexperto, ella nunca sabrá porque lo hizo, pero guió la polla de Matias hasta su concha y lo ayudaba a penetrarla.
-si, así, Mati mmmm. Ya era hora de que admita que disfrutaba tener un pedazo dentro de ella. El muchacho la deseaba y le daba vigorosamente.
-ohhh clara, si. Se siente increible. Ahhhhhh. No alcanzo a terminar esa frase que acabó. Inundó de semen la concha de mama, la lleno de leche, salia y goteaba por sus muslos. Sus piernas temblaban.
La llevo dentro de la mampara, agarró el duchador y la lavó, recorría sus muslos, y dejaba caer el agua sobre su vagina, con las manos estimulaba su clítoris. mama no lo podía creer. La calentaba mucho.
-ohhhh, ohhh, gemía y retumbaba en el baño, fuera de si. Habia tenido un orgasmo. Esto fue suciente para poner dura otra vez la polla de Matias, que jugaba con sus tetas.
Levantó a mama y se sentó en el suelo, haciendo que mama se siente en su polla. Bajaba despacio y subia para luego bajar de nuevo. La verga desparecia dentro de la concha de mama, se la tragaba. El chico la tenia mas grande que varios hombres con los que ella había estado, sus tetas bamboleaban. estaba gozando mucho. Con los ojos cerrados gemía.
-Sii mati, asii sigue. Dame. ahhh, ahh. El muchacho le daba, con el vigor de la juventud, disfrutaba a esa mujer madura.
-ohhh si, señora Clara. PLAF PLAF PLAF se escuchaba el golpeteo de la concha de mama con los huevos de mati maximizado por el chapoteo del agua. Disfrutaba mucho y lo calentaban los gemidos de mama.
-Ohhh si pendejo, así. me vas a partir en dos. Mama no aguanto mas y tuvo otro orgasmo, gemiendo como una loba. Mati no tardo mucho tiempo en largar la leche.
sin duda habia sido una de las mejores folladas de su vida, ciertamente la mejor de Matias que habia debutado con mi madre.
Se quedaron un rato tirados bajo el agua de la ducha. Lavándose mutuamente, mama le lavaba las bolas y el pene. Habia quedado fascinada por esa verga.
-Vas a estar listo para un tercer round?, le preguntó con una mirada picara. Acerco sus labios a la polla y mirándolo fijamente se la metió en la boca.
-Ohh clara, es increible. Decía mientras mama le hacia su primera mamada.
-Como me gusta esta suave cabeza, esta duro tronco y estas pelotas. Decia ella recorriendo el pene y lamiendole los huevos. Como era de esperarse el chico ya estaba listo para otro round.
-Vamos a la habitación le decia ella, tomandolo del pene y llevandolo a la cama matrimonial.
Entraron a la habitación y mama se abrió bien de piernas esperando recibir su pedazo. El muchacho la penetro, era bueno clavando.
-ohhh si bebe, dame mas. decía mama, que disfrutaba las embestidas del chico.
Estuvieron así hasta la tarde aproximadamente, mama lo despidió y le dijo que podía volver a venir. Que le prepararía algo rico para comer
Matias había vendido una planta, había comido, se había bañado y por supuesto se había follado a mi madre. Sin duda tuvo un día de suerte.
Un día buscando en mi placard no encontraba algunas prendas, que si bien estaban un poco desgastadas las seguía usando, mama me dijo que las había donado, que se debe que ser solidario porque hay
gente que la necesita mas. Mama era tan buena. Solo que ignoraba en que se basaba su solidaridad y hospitalidad.
Fin, comenten que les pareció.
Saludos
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