MI MADRINA CUARENTONA 3
EN ESTA OCASIÓN LES CUENTO COMO DESVIRGUÉ EL CULITO DE MI JULITA.
MI HISTORIA CON ANITA (1ra. Parte).
Hola, nuevamente estoy aquí, para seguirles relatando esta EXCELENTE Historia De Amor contada por un gran y querido amigo. pero los dejo con el relato contado en 1ra. persona:
“…Amigo y hermano del alma, aquí te platico la tercera parte de mi historia con mi amadísima MADRINA JULIA, O, JULITA, como la llamamos todos los que la conocemos. si recuerdas, te platiqué lo que ocurrió cuando me hizo dos peticiones, que le dieron un giro de 180° a nuestras vidas, y que, ambas peticiones, no solo me dejaron pasmado, sino que, me pusieron a pensar muchos días, acerca de las probables consecuencias de cada una. la primera petición que me hizo julita, fue ¡¡¡QUE LA EMBARAZARA!!! ¿Te Imaginas, Tener Un Hijo Con Ella?
Cuando lo pensé con detenimiento, concluí, que sería la culminación más hermosa de nuestro amor; pero también un grave problema, pues su comunidad ultraconservadora, nos repudiaría por tener un hijo fuera del matrimonio y en una relación casi incestuosa, ya que somos MADRINA Y AHIJADO, Sin Mencionar La Diferencia De 16 Años Entre Nuestras Edades (40-24). Todo Esto En Realidad A Mi No Me Importa, Pero Sé Que Eso Perjudicaría Gravemente A Nuestra Empresa.
La otra propuesta, me dejó todavía más confundido, pues me pidió. ¡¡¡QUE ME CASARA CON ANITA!!! IMAGÍNATE, ME PIDIÓ CASARME CON SU AHIJADA.
Yo me había dado cuenta, perfectamente, de lo que ANA MARÍA (ANITA), sentía por mí, ya que, en muchas ocasiones, la sorprendí mirándome con ojos, no solo de amor, DE ADORACIÓN, y me dí cuenta también que, de haber querido, podría tomar de ella lo que yo quisiera, pero eso, además de ser una canallada de mi parte, sería traicionar a mi julita a quién Yo ADORABA.
Sin Embargo, ¡¡¡ERA LA MISMA JULITA QUIEN ME LA ENTREGABA EN BANDEJA DE PLATA!!! Fue entonces, que empecé a mirar a Anita con detenimiento. en ese entonces, tenía 21 años, 1.60mt. de estatura, aproximadamente 55 kg. de peso, delgada, de cabello castaño claro, ojos color miel, busto no muy grande (aprox. 34 a), eso sí una cinturita de avispa, caderas amplias y un culito respingón y muy paradito. tenía además una carita angelical de pómulos altos y una boquita de labios carnosos y sensuales. sin duda alguna, un hermoso ejemplar del GÉNERO FEMENINO en todas sus formas.
Cuando la conocí, Ella tenía 8 años, y cursaba la educación primaria, yo iniciaba la secundaria, y recuerdo que le ayudaba con sus tareas; Después, fui su chambelán en sus 15 años, más a la fuerza que de gusto, pues ella era una chiquilla sin chiste, flacucha, casi sin tetas ni culo, y yo a mis 19 años ya había tenido algunas conquistas, entre ellas una desvirgada, y, aunque me había dado cuenta como me miraba, yo trataba de ser cortés, pero frio y distante.
Después de eso dejé de verla, cerca de 5 años, ya que inicié mis estudios universitarios, y no volví a verla hasta que tomé las riendas de la empresa de mi Madrina Julia. Para ese tiempo, Anita había experimentado un cambio radical, había crecido un poco en estatura, y sus formas también, la Niña Flacucha había quedado atrás, ahora lucía unas tetas no muy grandes (34 a), pero redonditas y bien paraditas, en las que, cuando usaba blusas pegaditas o translúcidas, se notaban unas areolas oscuras y pezones puntiagudos y paraditos.
Sus nalguitas, que hacía algunos años casi no existían, ahora lucían más grandes, redonditas y bien paraditas, y que formaban un corazón perfecto; todo esto, complementando un Rostro Angelical, con una hermosa cabellera ondulada, de color castaño claro, ojos grandes y expresivos color miel, nariz pequeña y respingadita y una boquita pequeña, pero de labios carnosos y sensuales, que invitaban a saborearlos con toda calma y pasión.
El día que mi madrina me la volvió a presentar, me quedé admirado del cambio que había experimentado. Ese día, fue al siguiente de que leí los libros contables de la empresa y descubrir el fraude, que, la propia familia de Julita, le estaba haciendo a la empresa.
Al día siguiente, a primera hora, me presenté en la oficina de la empresa, la cual se encontraba a un lado de la casa de mi madrina, y en la que encontré a Anita, sentada al escritorio, que servía como recepción y de trabajo, y en el que ella hacía las veces de Recepcionista, Mensajera, secretaria Y Contadora, sin aún haber concluido la carrera. De ahí tenía que salir corriendo hacia la facultad de contaduría y regresaba de ella ya muy avanzada la noche. Cuando llegué, la saludé:
– HOLA BUENOS DÍAS, ANITA, ¿VERDAD?
Ella se sorprendió de verme, y no me contestó de inmediato, además de que en ese momento entró Julita a la oficina, saludándome con un cálido abrazo y un beso en la mejilla.
– HOLA HIJO, BUENOS DÍAS. BUENOS DÍAS ANITA, ¿TE ACUERDAS DE MI AHIJADO?
– eeehhmmm, SÍ MADRINA, LO RECUERDO MUY BIEN, AUNQUE, NO SÉ SI ÉL SE ACUERDE DE MÍ.
– TE RECORDABA MUY DISTINTA DE COMO LUCES AHORA.
– ¿Y CÓMO LUZCO AHORA…?
Preguntó Con Cierta Coquetería
– PUES…, MUCHO MÁS MADURA, MÁS MUJER, LA ÚLTIMA VEZ QUE TE VI ERAS UNA NIÑA.
– PUES YA VOY A CUMPLIR LOS VEINTE.
– ¿Y, SUPONGO QUE SIGUES ESTUDIANDO…?
– SÍ, CONTADURÍA, IGUAL QUE TÚ…
– VAYA, NO ME IMAGINÉ QUE ESTARÍAS TAN AL PENDIENTE DE MÍ.
Y dirigiéndome una enigmática mirada, me dijo algo que me dio mucho que pensar:
– MÁS DE LO QUE TE IMAGINAS…
Pero cambiando su tono y de tema añadió:
– ADEMÁS, RECUERDA QUE TU HERMANA MARICELA Y YO SOMOS DE LA MISMA EDAD, Y MUY BUENAS AMIGAS.
– ES CIERTO, ¿SIGUES FRECUENTÁNDOLA?
– YA CASI NO, CON EL TRABAJO Y LA ESCUELA…
En ese momento entró mi referida hermana, y al verse con Anita se fundieron en un abrazo:
– ¡¡¡AMIGA, QUE GUSTO DE VERTE!!!
– ¡¡¡A MÍ TAMBIÉN ME DA MUCHO GUSTO ANITA, Y COMO YA CASI NO NOS VEMOS…!!!
– ERA LO QUE COMENTABA CON TU HERMANO, QUE EL TRABAJO Y LA ESCUELA YA CASI NO ME DAN TIEMPO PARA NADA.
Intervine Yo:
– BUENO CHICAS YA TENDRÁN TIEMPO DE CONTARSE SUS COSAS, AHORA TENEMOS QUE TRABAJAR.
– Y dirigiéndome a Julita
– COMO LE MENCIONÉ MADRINA, MI HERMANA ESTÁ ESTUDIANDO COMPUTACIÓN Y NOS PUEDE AYUDAR A ACTUALIZAR LAS COMPUTADORAS DE LA EMPRESA.
– GRACIAS OTRA VEZ HIJO, Y COMO YA TE DIJE, CONFÍO PLENAMENTE EN TI Y EN TUS DECISIONES.
Y Dirigiéndose A Anita:
– MI AHIJADO SE VA A ENCARGAR DE PONER AL CORRIENTE LAS FINANZAS DE LA EMPRESA ANITA, ESPERO QUE LE BRINDES TODO EL APOYO QUE NECESITE.
– PUEDE ESTAR SEGURA QUE ASÍ LO HARÉ MADRINA.
– BUENO, PUES, ENTONCES LOS DEJO PARA PREPARARLES UN DELICIOSO ALMUERZO.
– ESO NO ES NECESARIO MADRINA…
Ella me atajó diciendo:
– NO ACEPTO NEGATIVAS, ADEMÁS, ES LO MENOS QUE PUEDO HACER PARA AGRADECERTE LO QUE HACES POR ESTA VIEJA.
Y para no alargar más el relato, te diré que estuvimos una semana estudiando los libros contables, y detectando quienes habían contribuido al desfalco de la empresa. Al final del estudio, mandé citar a todos los involucrados, y a un abogado, quién les explicó la situación, y que debían devolver lo sustraído por cada uno, de lo contrario enfrentarían una demanda por robo y abuso de confianza. sobra decir que, salvo uno que huyó y que sigue prófugo, aunque pudimos congelarle sus cuentas, los demás tuvieron que devolver lo sustraído, con lo que tuvimos liquidez para pagarnos a mi hermana y a mí, contratar a una secretaria-recepcionista, así como modernizar la oficina y comprar algunas máquinas para la planta elaboradora de quesos.
A Anita le dimos la oportunidad de graduarse y volver al trabajo cuando lo consiguió.
Así transcurrieron cerca de dos años, en los que la empresa progresó y se convirtió en la más importante de la región, y en los que mi relación con Mi Madrina se hizo cada vez más cercana, sobre todo después que la vi bañarse desnuda, (leer primera parte), y que culminó con su Desfloración y después sus proposiciones de embarazarse de mi y de casarme con Anita (leer segunda parte). su primer propósito se cumplió algunos días después de que lo platicamos, y, después de comprobar el embarazo, se fue a pasar tres semanas en casa de una de sus hermanas en la ciudad de Monterrey, México; lo que me dio tiempo para empezar a cortejar a la bella Anita, quién me aceptó de inmediato, quedando comprometidos antes del regreso de Julita, quién, al enterarse de que le pedí a Anita casarse conmigo, fingió una alegría que estaba muy lejos de sentir, pues pude ver en sus hermosos ojos, la tristeza que la embargaba, aunque la disimuló muy bien delante de su ahijada.
Esa misma noche, después de dejar a Anita en su casa, y aunque ella quería tener sexo conmigo, yo la convencí de no hacerlo, por respeto a sus tíos, con quienes vivía, y a quienes yo conocía de toda la vida, sabiendo, además, la ilusión que les hacía ver a su sobrina salir de su casa vestida de blanco para casarse, pues ellos no tenían hijos.
Cómo te decía, la misma noche del día en que Julita regresó, fui a buscarla a su casa, y la encontré en la cocina hecha un mar de lágrimas, la tomé en mis brazos y la dejé desahogarse:
– MI VIDA POR FAVOR, NO LLORES…
– PERDÓNAME AMOR, PERO NO PUEDO EVITARLO, AUNQUE FUI YO MISMA QUIÉN TE ENTREGÓ EN SUS BRAZOS, NO PUEDO EVITAR QUE ME DUELA.
– LO SÉ CARIÑO, PERO ESTO NO CAMBIA EN NADA LO QUE SIENTO POR TI, TE JURÉ AMOR ETERNO Y EN ESTE MOMENTO LO ÚNICO QUE QUIERO ES HACERTE EL AMOR.
– SI MI VIDA, HÁZMELO, POR FAVOR…
Y uniendo la acción a la palabra, nos besamos con desesperación durante algunos minutos, mientras nos acariciábamos mutuamente; yo la tomé en mis brazos para llevarla a su recámara, pero solo llegamos al sofá de la sala, dónde comenzamos a desnudarnos uno a la otra y viceversa, hasta quedar desnudos, y sin mayor preámbulo me senté en el sofá y la coloqué de frente y encima de mi.
Ella tomó mi verga con una de sus manitas, la restregó en la entrada de su vagina por algunos minutos y se dejó sentar en ella, clavándosela hasta quedar sentada en mis fuertes piernas. En esa posición, sus deliciosas tetas quedaban a la altura de mi boca, que ni tarda ni perezosa, se apoderó de una de ellas, besándola, lamiéndola, dándole suaves mordiscos y pasando a la otra, y repitiendo la misma operación, mientras ella, como experta amazona, cabalgaba sobre mi, dándose deliciosos sentones, llenándose de mi verga, mientras sus manitas acariciaban o arañaban mis hombros y mi espalda, hasta que, entrando en un trance orgásmico, clavó sus uñas en la base de mi cuello y, apretando mi verga con su cálida vagina, se vino copiosamente en mi tranca. Se quedó desmadejada sobre mí, y yo la dejé que disfrutara de su orgasmo.
Como yo no me había corrido, suavemente la hice bajarse de mí, me recosté sobre mi lado derecho en el sofá, y la invité a hacer lo mismo, pero ahora de espaldas a mí, cuando se acomodó, la hice levantar su pierna izquierda y colocarla encima de la mía, y desde atrás, le restregué la cabeza de mi pene entre su culito y la entrada de su vagina, deteniéndome en ambos puntos, dando leves piquetitos en su culito como si fuera a metérselo, pero finalmente lo dirigí a su coñito, dónde lo metí, lenta pero firmemente; así también, tomé sus tetas, pasando mi mano derecha por debajo de su cuerpo, y con ambas manos comencé a acariciarlas, apretarlas y pellizcar sus duros y enhiestos pezones; ella gemía profundamente, cada vez que mi verga entraba en su cuevita, gemidos que se convirtieron en gritos, conforme aumentaba la velocidad de mis embestidas, logrando que ella se viniera varias veces más, hasta que yo no pude aguantar más y dejé que mis testículos soltaran todo el hirviente semen que contenían, y que salió por mi verga en ardientes oleadas que se fueron a mezclar con su enésima venida, desbordándose por las comisuras de sus labios vaginales, impregnándose en nuestros vellos púbicos y piernas.
Permanecimos un buen rato, disfrutando de nuestros orgasmos, hasta que mi verga, ya recuperado su tamaño normal, salió de su cálido coñito, trayendo consigo los restos de nuestras venidas.
Cuando nos recuperamos, se levantó y se dirigió al sanitario, poniendo sus manitas en su vulva, ya que iba escurriendo nuestras venidas, Yo la seguí, con la intención de continuar esa memorable sesión erótica bajo la ducha, pero al entrar a la misma con ella, me detuvo diciendo:
– ESPERA CARIÑO, TAMBIÉN QUIERO SEGUIR HACIÉNDOLO, PERO…ALGO DIFERENTE…
– ¿DIFERENTE…?
– SI, PERO EN LA CAMA…
LA MIRÉ SIN ENTENDER…
– SÓLO ESPERA UNOS MOMENTOS, POR FAVOR, ¿SÍ…?
– mmmmm, O. K. DE ACUERDO…
Nos duchamos juntos, y cuando regresamos a su recámara, ella sacó de su buró un pequeño frasco, con lo que parecía ser aceite lubricante y me lo entregó:
– ¿Y ESTO…?
– ¿RECUERDAS UNA OCASIÓN EN QUE LO HICIMOS Y QUE PUSISTE TU PENE EN LA ENTRADA DE MI CULITO, Y QUE YO ME ASUSTÉ PENSANDO QUE LO METERÍAS POR AHÍ?
– SI CORAZÓN, LO RECUERDO, Y CREO TAMBIÉN QUE TE DIJE QUE LO HARÍAMOS CUANDO TÚ ME LO PIDIERAS.
– BUENO PUES, QUIERO QUE HOY LE QUITES LA VIRGINIDAD A MI CULITO. ¿QUÉ DICES…?
– QUE YO POR MÍ, MÁS QUE ENCANTADO, AUNQUE DEBO DECIRTE, POR LO QUE ME HAN DICHO, QUE ES ALGO DOLOROSO AL PRINCIPIO.
– SI, YO TAMBIÉN LO HE ESCUCHADO, PERO NO IMPORTA, TÚ ME HAS HECHO SER LO QUE SOY AHORA, Y ESO ES PORQUE NO ME HAS DEFRAUDADO EN NADA, TENGO UNA CONFIANZA CIEGA EN TI, Y SI TE ESTOY ENTREGANDO MI LA VIRGINIDAD DE MI CULITO, CONFÍO EN QUE SABRÁS TRATARME DE TAL MODO QUE SEA MAS PLACENTERO QUE DOLOROSO, ¿VERDAD QUE SÍ?
– POR SUPUESTO QUE SI MI REINA, Y TE AGRADEZCO LA CONFIANZA.
Sin más preámbulos, volvimos a acariciarnos y besarnos para encender, una vez más, la llama de la pasión que experimentamos cada vez que cogíamos.
Poco a poco la fui llevando al éxtasis de pasión con mis besos en sus labios, su cuello y sus deliciosas tetas, mientras mis manos, acariciaban el interior de sus muslos hasta llegar a su ardiente cuevita, logrando en pocos minutos que se viniese una vez más. la hice ponerse “de perrito», y tomando el frasco con el lubricante, comencé a untárselo en el apretado esfínter de su ojete, primero con el dedo pulgar, mientras el dedo medio, se lo clavaba en su coñito, haciendo que gritara de dolor y placer; cuando sentí que su culito se abría un poco, le introduje dos dedos, mientras ella, literalmente, aullaba con la enculada que le estaba dando con mis dedos, y cuando se corrió por enésima vez, la hice voltear y acostarse boca arriba, la hice doblar sus piernas hasta tocar sus deliciosos senos con las rodillas; le metí mi verga en su empapado coño, para lubricarlo con su venida, durante unos minutos, y por fin se la saqué y colocando la amoratada cabeza de mi verga a la entrada de su culito, le dije:
– ¿LISTA MI AMOR?
– SI MI VIDA, HÁZMELO YA, PERFÓRAME EL CULO POR FAVOR…
Y sin más que decir, apoyé mi Enhiesto Miembro en su Rosado Anito, hasta que entró el lubricado Glande, arrancándole un Grito de Dolor Y Placer:
– ¡¡¡AAAAAAGGGGHHH…!!!
– ¿DUELE MUCHO CARIÑO?
– ¡¡¡OOOOOOGGGGGGHHHHH, SIIIII, DUELE MUCHOOOOO…!!!
– ¿QUIERES QUE LO SAQUE…?
– ¡¡¡NOOOOOOO, ME DUELE…!!! ¡¡¡PERO ME ESTÁ GUSTANDO ESTA SENSACIÓN DE DOLOR Y PLACEEEEEERRR!!! ¡¡¡SIIIIIII…!!!
Fue entonces que comencé a metérsela toda, lentamente, muy lentamente, pero con firmeza, sintiendo En Su Apretado Esfínter la natural resistencia del Músculo Anal, pero que no me detuvo para Introducirle mis 18.5 cm. Hasta que mis Testículos se posaron en sus Aún Tersas Nalgas.
Me quedé así durante unos minutos, esperando que su culito se amoldara a la dimensión y gruesor de mi vástago. Cuando Ella empezó a gemir de Placer, yo comencé a bombear Muy Despacio, sintiendo y haciéndola sentir el roce de Mi Verga con su Virginal Culito, en tanto que el roce de la pelambrera de mi pubis en sus labios vaginales produjo que se estremeciera con un Orgasmo más, momento que aproveché para bombear con más fuerza y rapidez; Yo metí mis dedos en su coñito, y con la otra mano le masajeaba sus firmes pechos, areolas y pezones, aumentando su excitación:
– ¡¡¡PAPI, ME MATAS, ¡¡¡ME MATAAAAAAAASSSS!!!
– ¡¡¡GÓZALO MI REINA, GÓZALO QUE SOY TODO TUYO!!!
– ¡¡¡SI MI REY, YA, YAAAAAA, ME VENGOOOOOO, ¡¡¡SIIIIII…!!!
– ¡¡¡Y YO CONTIGO CORAZÓÓÓÓÓÓNNNN…!!!
Se vino Ella por Enésima vez, y Yo, no pudiendo aguantar más, le dejé ir un verdadero Río de Caliente Esperma, que inundó su recién desflorado culito, mientras de su Ardiente Coñito salía un verdadero surtidor de Ardientes Jugos, quedando ambos PLENAMENTE SATISFECHOS.
Esa noche lo hicimos otras dos veces más, y lo seguimos haciendo hasta el día en que comprobamos que Estaba EMBARAZADA, y Ella se fue a pasar unos meses con su Hermana Adelaida en la Ciudad de Monterrey.
Amigo Querido, pronto te volveré a escribir, para contarte como fue que me comprometí y me casé con Anita, así como nuestra NOCHE DE BODAS…”
Y Yo sigo a la espera de la conclusión de esta Bella Historia De Amor, por lo pronto les envío Muchos BESOS A ELLAS, Y Muchos SALUDOS A ELLOS Desde Mi Querido MÉXICO…
Excitante y morbosa historia, continuala.