Mi novia y su mamá

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola Chavos!!. Mi relato es 100% real, pasó hace casi un año y aún me la jalo solo de recordar esos días.

Soy Ricardo de 19 años. Alto, un poco musculoso, dicen que bien parecido y me gusta todo lo relacionado al sexo.

En ese tiempo, me había hecho novio de Lorena de 17, compañera de colegio, que tiene dos buenos melones por tetas, de tez blanca, ojos verdes, algo regordeta. Mis amigos me decían que si ya había conocido a la mamá, yo les decía que no, ellos me indicaban que era una mujer muy bella y sexy.

Luego de un mes de noviazgo, Lorena me llevó a conocer a su mamá, ella era divorciada. Doña Sheny, una mujer de unos 42 años, los cuales no aparentaba en lo más mínimo, cabello castaño, tez blanca, buenas tetas, con razón su hija las tenía grandes, un silueta magnifica y un rico trasero parado. Desde que la conocí la mamá fue muy confianzuda conmigo, hasta su voz tenía un tono excitante para mi. Doña Sheny siempre se vestia con ropa muy sexy, bueno realmente su cuerpo hacia que cualquier ropa fuera sexy.

A las dos semanas de haberla conocido, iba caminando del colegio a mi casa, cuando ella se apareció de improviso en su vehiculo, hizo como si eso hubiera sido una casualidad, pero más tarde comprendí que todo era parte de su plan. En el camino me hablaba muy amistosamente, me dijo que estaba contenta que un joven guapo como yo se hubiera fijado en su hija. No pude esa vez, evitar verle los muslos, ya que llevaba una mini negra muy sexy, no pude evitar también tener una erección alli adentro, la cual intenté tapar con mis libros sobre mis piernas. Me pasó invitando un helado en una tienda que tiene autoservicio.

Dos días después llegué a la casa de Lorena, eran las 8:00 pm, y Doña Sheny me abrió la puerta, me dijo que ella no estaba, pero no tardaría y que la esperara en la sala. La casa era de un solo nivel, al lado derecho de la sala estaba la habitación de ella y al lado izquierdo la de Lorena. Luego de darme un refresco con un linda sonrisa, Doña Sheny se dirigió a su habitación, lo hizo moviendo ese rico culo que se cargaba, tuve una erección solo de verla caminar, dejó la puerta de su recamara semi abierta, yo sabía que estaba quitándose la ropa, me puse de pie y sigilosamente llegué a su puerta, estaba quitándose el sujetador en ese momento, que par de tetas!!, grandes y paradas. Ella se dio cuenta que era observada, volteó y yo me quité rapidamente.

-Ricardo eres tú!!- gritó ella.

Yo no contesté nada.

Cinco minutos después entró Lorena, luego nos fuimos a su habitación donde yo le mamé sus tetas y lo hice con grandes chupones, imaginándome que era su mamá. Lorena gemía mucho y me pedía que lo hiciera despacio, pero yo estaba excitado y chupaba y casi mordía sus grandes pezones colorados. Creo que Lorena tuvo un orgasmo porque empezó a respirar profundo y en un momento me retiró de sus tetas y se puso de pie y se fue al tocador que estaba dentro de su recamara.

De regreso a mi casa, pensaba yo que me estaba volviendo loco con eso de espiar a la mamá de mi novia y luego imaginarla desnuda cuando la acariciaba. Pero los encuentros después del cole con la Doña Sheny empezaron a ser más frecuentes, siempre llevaba puesta una mini o una blusa con un superescote que dejaba ver una parte de sus tetas blancas. Cuando nos despedíamos el beso iba acercándose cada vez a la boca, en esta última ocasión nuestros labios se rozaron mucho.

Luego llegó el día. Como solía suceder ella me encontró de nuevo caminando, yo también colaboraba siguiendo el mismo rumbo siempre. Me subí y ella me dijo que me enseñaría un terreno que había comprado afuera de la ciudad. Mi presentimiento de algo más que eso, hizo que mi pene se fuera erectándo. Al llegar, sin bajar del vehiculo, me preguntó si le había gustado lo que había visto aquella noche. Tartamudeando le dije sonriendo que si me había gustado mucho. –Quieres verlas??- me dijo con seriedad. Yo movi la cabeza afirmativamente. Ella se fue zafando los botones de su blusa y sacándoselas de su sujetador que era de copas, vi las tetas más bellas que he visto en mi vida. Después comenzó lo que fue lógico, nos empezmos a besar fuertemente, con mucho deseo, su lengua entrando y saliendo de mi boca, y la mia por igual. Los besos sonaban dentro del vehiculo. Mis manos buscaron sus senos y los acaricie con lujuria poniendo énfasis en sus pezones erguidos.

-Ricardo, pasemonos a la parte trasera, te parece?- me dijo Doña Sheny. Asi que nos pasamos a la parte de atrás. Los besos de lengua continuaron. Una mano de ella buscó mi pene sobre el pantalón, la apretó. Luego, bajó el cierre y metió su mano, agarró el tronco de mi pija y me empezó a masturbar lentamente dentro de mis pantalones. Más adelante tomé sus tetas con mis labios y las comencé a mamar con deseo, sus tetas eran tersas y duras, lamí sus pezones uno por uno. Los gemidos de doña Sheny empezaron a oirse. Me sacó la pija ya empalmada de mis pantalones y bajó su cabeza, tomó mi pija con sus suaves labios y comenzó a darme una memorable chupada de verga. Sus labios chupaban y apretaban el tronco como nadie lo había hecho aún en mi corta vida.

En eso vi que ella mientras mamaba se iba quitándo los pantys, al rato se subió encima de mi pija de frente a mi, la tomó con la mano y se la colocó en la entrada de su raja y luego con su peso la fue deslizando dentro de su vagina, uff la tenía calientisima, fue increíblemente excitante, el caliente recorrido de mi pija dentro de su vagina, hasta que la tuvo toda adentro, después ella busco mis labios de nuevo y mientras nos dabamos lengua ella comenzó a danzar alli sobre mi pija, moviendo deliciosamente sus caderas y dándome una rica follada.

Los movimientos de trasero de doña Sheny eran increíbles, la señora cogía como diosa. No tardé en tener los cojones llenos de leche y era cuestión de segundos. Pero ella intuyó que yo estaba al limite, asi que con toda experiencia dejó de moverse y en su lugar tomó con sus manos ambas tetas y me las fue poniendo en la boca para mamarselas, asi que mi eyaculación se detuvo por el momento. Le chupe por varios minutos sus lindos senos, mientras mi pija dura permanecía atrapada entre sus paredes vaginales. Luego de muchos minutos, volvió a moverse como al principio, la chupada de senos y mi pija en su raja ayudó a que ella llegara rapido a su climax, arqueó su cuerpo y dejó salir un quejido de placer, entonces yo la tomé de sus nalgas y comencé darle más duro, asi entre gemidos y quejidos de ambos volvimos a llegar a otro climax juntos, mi pija comenzó a eructar chorros de esperma dentro de su raja, nos dimos otro beso fuerte, mientras mi verga descargaba una intensa cantidad de leche dentro de su coño.

-Estuvo lindo cariño!,, pero ahora vayamonos de aquí- dijo doña Sheny. Nos compusimos la ropa y me fue a dejar a mi casa. Nos despedimos con un rico piquito de boca. Esa noche no pude dormir, las escenas vividas con doña Sheny se repetían en mi cabeza, toda la noche tuve la pija empalmada.

A los dos días de eso, fui a la casa de Lorena, admito que quería ver más a doña Sheny que a mi novia. Alli estaban las dos. Como ya era costumbre, estuve con Lorena en su habitación y no tardé en hacer mias sus dos tetas y mientras las mamaba mi cabeza estaba con su mamá. Lorena estaba ya muy caliente y se dejó tocar su chuchita por primera vez por mi. Luego bajé a su entrepierna y fui besándole sus muslos, le hice a un lado su braguita y mi lengua alcanzó su rajita algo peluda, Lorena se retorcía alli en la cama, mientras mi boca le hacia sexo oral, me imaginé que ese sexo era el de doña Sheny, su mamá, no me di cuenta que con mucha lujuria le di lengua a su rajita, la hice llegar a un sonoro orgasmo en pocos minutos, ella me retiró de su chuchita con sus manos. Se sentía avergonzada de lo sucedido, asi que nos despedimos.

Sali de su recamara y pasé por la sala, a continuación oi una voz llamándome, era doña Sheny desde su habitación, sin perder tiempo me dirigí hacia alli, abrí la puerta, la habitación solo estaba iluminada por la lampara en la mesita de noche de ella. Tenía una lencería roja puesta, casi transparente, se le podían ver sus senos y pezones. Me acerqué al pie de la cama, sin decir nada, ella abrió mi cierre del pantalón y sacó mi pija, yo no me había percatado que tenía liquidos lubricantes en la cabeza y el tronco, -Oye! que estuvieron haciendo con mi hija!- me dijo en tono de broma doña Sheny. Pero sin asco y con mucha pasión empezóa devorarme la verga, primero me limpió la leche de mi tronco y luego engulló repetidamente mi masculinidad.

Mis quejidos reprimidos comenzaron a escaparse de mi boca. De nuevo la experiencia de ella se reflejaba en la forma que me mamaba la pija. Mientras me la comía, me fue bajando lentamente el pantalón y los calzones. Luego mi camisa tuvo el mismo destino.

Cuando vio que mi pija ya estaba más que lista, la soltó y abrió las sabanas de su cama y me enseñó la parte baja de su lencería, una fina tela transparente de su braga cubría su raja depilada. Con su dedo indice me dijo que me acercara, me subí a la cama y ella abrió sus piernas frente a mi, era una clara invitación a comerle su coño. Sin mucha paciencia me avalancé sobre su raja y haciendole a un lado su fina braga, comencé a darle lengua a su raja, le lamía todo el contorno y luego le jalaba los labios vaginales con mis labios, para luego hundirle la punta de mi lengua dentro de su vagina colorada y húmeda por sus jugos vaginales.

Doña Sheny me pedia que se lo hiciera más despacio y menos fuerte, pero yo estaba como loco, solo quería comerme su sexo, le metí un dedo en su vagina y mientras se lo pajeaba le lamí su clítoris, eso hizo que ella se viniera y me regalara una buena dosis de su rica eyaculación, que yo tomé como si fuera un delicioso nectar.

Más adelante, dejé su raja y me subí sobre ella y sus abiertas piernas; me sumergí entre ellas y mi verga se fue clavando en su caliente vagina, no paré hasta que se la metí toda. Luego comencé a pistonearselo, la cama crujía con nosotros arriba cogiendo salvajemente, ella me abrazaba y me arañaba la espalda, mientras yo le hundía con furia mi pija en su raja mojada. Duramos asi varios inolvidales minutos, hasta que le anuncié que me iba a correr, ella me dijo que quería que se la diera en la boca, -quiero tomarme tu leche- fue lo que dijo. Apenas pude aguantar, la saqué y a horcajadas puse mi pija en su boca ella la atrapó con sus labios y me vine en una espectacular corrida, le di una gran cantidad de semen que ella tomó y tomó hasta dejar vacios mis cojones. Fue una soberbia cogida!.

Como la otra vez, nos vestimos casi sin decir nada, me despedi de besito en la boca y me fui de allí. Al salir pensaba como me había comido dos coños esa noche, el de la hija y el de la madre.

Las cosas comenzaron a ponerse aceleradas entre doña Sheny y yo. Se frecuentaron los encuentros cuando salia del colegio, me llevaba al terreno de la primera vez y follabamos dentro de su vehiculo. Primero teníamos sexo oral y luego cogíamos, casi siempre ella sobre mi sentada, me sacaba la leche y luego me llevaba a mi casa. O bien la otras forma de coger con ella, era cuando yo visitaba a su hija, con ella ya habiamos llegado lejos, yo ya la desnudaba completamente en la cama y me la comía de pies a cabeza (no la penetraba) y luego ya empalmado me despedía de Lorena y entraba a la habitación de doña Sheny, quien ya me esperaba, y nos pegabamos una deliciosas cogidas intensas, ella me había enseñado a durar más en el acto sexual, asi yo la llegué a colocar en varias posiciones para penetrarla, pero primero me pedia que le comiera su raja, a ella se gustaba mucho el sexo oral.

Como dos meses de iniciado aquello. En pleno sexo oral con Lorena, ella me pidió que la penetrara, como estaba tan excitado no pude evitar cogermela, asi que por primera vez me cogí a Lorena en su propia cama, por la experiencia ganada con su madre la hice venirse al menos tres veces y yo solo una. Su rajita era apretadita y me gustó mamarle sus melones mientras la clavaba. Esa noche fui a la habitación de doña Sheny y cuando ella comenzó a chuparme la pija, se volteo y me dijo –maldito, por fin te cogiste a mi hija, verdad?- yo me sonreí, ella había sentido los jugos vaginales de su hija impregnados en mi pija.

Ella me soltó y sacándo un sobrecito de su bolsa, me dijo -Quieres cogerte ahora a la madre también, verdad?- me lo dio, lo ví era un lubricante gel, ella se colocó en cuatro en la cama y me dijo que como ya había metido mi pija en el coño de su hija, ahora quería coger en otro lugar, en su culo!. Fue la gloria para mi, que no tenía ninguna experiencia en el sexo anal. Le lubrique su orificio y luego mi pija, ella se puso sobre sus codos y yo se la dejé ir en su ano, la penetración fue lenta, ella gemía cada vez que se la empujaba adentro, duré varios minutos antes de que se tuviera toda adentro de su ano, pero fue una experiencia rica para mi.

Después que se la metí toda en su culito, comenzamos a coger, ella movia su culito muy rico clavándose mi pija, sus nalgas eran increíblemente bellas y yo las manoseaba mientras lo hacíamos, y el solo hecho de tener mi pija en medio de ellas y meterla en su culo era demasiado bueno. Su ano me apretaba el tronco de la verga como si fuera un guante de hule, me apresaba la pija. Doña Sheny daba de quejidos mientras yo la culeaba duro. La oi llegar a un orgasmo cogida por la colita, eso fue muy excitante. Luego segui pistoneandoselo y no tardé en correrme dentro de su ano, le llené el culito de lechita. No se porque pero nos fatigamos más que cuando cogiamos por la vagina.

Estos memorables días continuarón y segui cogiendome a madre e hija por cuatro meses más aproximadamente. Hasta que Lorena empezó a sospechar que me cogía a su madre. Me cortó y terminamos. Aun después en ocasiones doña Sheny me recogió después del colegio y fuimos a coger, tanto por la vagina como por su culito, al terreno baldio, eso pasó por otros dos meses más. Luego ya no se apareció. Yo ya no fui a su casa. Aun veo a Lorena en el Colegio, pero ella ya no me dirige la palabra. Pero ha sido la mejor experiencia de mi vida y tardará mucho tiempo en que la pueda superar.