Mi nueva familia.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Las primaveras y veranos en mi secundaria eran muy calurosas, sobre todo si hacíamos Educación Física, en las tardes eran más calurosas, habían cuatro chicas de mi grupo que a veces se quitaban la playera, sus tetas eran perfectas, pequeñas, medianas, o grandes algunas, me dejaban masturbarme en frente de ellas, en público lo hacía, terminaba en sus tetas, a ellas no les incomodaba, pero esto es solo es la superficie de esta morbosa y excitante historia, mi maestra de Español, quién también es la tutora de mi grupo, y la maestra de Geografía que también me dio Química, eran las dos maestras más hermosas de toda la escuela, eran solteras ambas, vivían juntas según decían, cuando pedía asesorías alguna de ellas me ayudaba, la maestra de Español, culo enorme, morena, cabello café, ojos negros, tetas medianas, la maestra de Geografía, culo y tetas perfectas, las mejores que había visto en mi vida, morena, cabello claro y siempre con ropa ajustada, la maestra hermosa y la maestra culona, la culona oye hablar sobre mi trámite de adopción, mis padres habían muerto, y ella junto con la maestra hermosa lo platicaron un poco y me quisieron adoptar.
Un Viernes, tuve educación física, un calor del infierno, me quité la playera que estaba empapada sudor, esperé a mi nueva familia en el estacionamiento, cuando subimos a la camioneta una de ellas me dice.
-De ahora en adelante las cosas serán diferentes para nosotros, ahora somos una familia, pero no nos veas como una familia como tal, sino como algo más, y si quieres llámame mamá y a ella tía.
–
Cuando llegamos vi que era una casa muy hermosa, grande, muy elegante, subimos por las escaleras, mi "mamá" en frente de mi con ese culote que tenía, llegamos a su habitación.
-Quédate aquí, quítate la ropa, no tardamos.
– me puse nervioso, me quité la ropa, la dejé en un canasto que está en el baño, muy bonito por cierto.
Me senté a esperar un rato, tenía la adrenalina muy alta en mi corazón, cuando abrieron la puerta salió mi tía diciendo que ya podía pasar, ambas tenían una bata blanca para salir de bañarse, me pidieron que sentara, no sé cómo ni por qué pero me empecé a excitar, y ellas lo notaron.
Mamá: Bueno, ahora que vives con nosotras debes entender algunas cosas, sabemos que como aún eres jóven, pues, estás descubriendo tu cuerpo, así que, de ahora en adelante ya no te vas a tener que vestir, ni siquiera nosotras.
Tía: Así es, también te puedes masturbar las veces que quieras con quién quieras- poco a poco se iban desamarrando su bata, ambas.
Mamá: Si quieres ver pornografía avísanos y nosotras te ayudamos, y por último, si quieres tener sexo pídelo, pero hazlo con condón, tal vez después te dejemos hacerlo sin condón.
Listo?- y se quitaron la bata al mismo tiempo, sus vaginas un poco peludas, se me puso tiesa, mi madre se sentó a mi derecha y me empezó a masturbar, mi tía se puso detrás de mi y me empezó a acariciar, su pechos estaban en mi nuca, me iba relajando, aunque aún seguía un poco nervioso, le toqué las tetas a mi mamá, mi tía se sentó y me dio un beso largo.
Mamá: Cuántas veces te masturbas?
-2 veces.
–
Mamá: Te masturbaste hoy?
-No.
–
Tía: Entonces te dejaremos seco.
– me dio un beso mi mamá, me vino un orgasmo largo, se me ponía dura a punto de eyacular, lo hice, un chorro largo que salpicó un mueble en frente de nosotros, otro chorro que cayó en la alfombra, seguidos de otros dos, luego mi tía me limpió la punta con su lengua, mi mamá se levanta y saca una tira de condones, la tenía igual de tiesa y no podía relajarme ahora.
Mi mamá rompió un sobre, se agachó, me la chupó un poco, y luego se puso el condón en la boca, lo acomodó en mi pene, les chupé la concha a ambas, le froté mi pene a mi mamá, se la metí lento, se lo hacía en posición de misionero, luego se la metí por la vulva húmeda y rica de mi tía, le chupé las tetas, besó mis labios, como era un inexperto, terminé rápido, el condón se veía muy lleno, fueron otros 3 chorros largos, me lo quería cambiar pero mi mamá se puso en cuatro y se la metí, no duré mucho, yo gemí y ella gritó como perra, amé cuando mis piernas golpeaban su culo enorme, le apreté las caderas fuertemente, me quitó el condón que para su sorpresa estaba casi lleno, se puso la bata y lo llevó a la cocina.
Yo me quedé en la cama recostado, desnudo, con mi tía, cuando mamá regresó nos metimos en las sábanas, me acosté en el pecho de mi mamá y mi tía recargó sus bubis en mi espalda.
Mama: Gracias, por hacernos felices.
Tía: No tengas miedo de pedirnos algo, te lo daremos.
Fue lo más excitante mi vida.
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